sábado, 5 de noviembre de 2016

Petavonium, un campamento romano en la provincia de Zamora

Estamos en el año 29 antes de Jesucristo. Toda Hispania está ocupada por los romanos... ¿Toda? ¡No! Una región poblada por irreductibles astures resiste todavía y siempre al invasor. Y la vida no es fácil para las guarniciones de legionarios romanos en los reducidos campamentos de alrededor.
 

Los lectores de ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ habrán reconocido sin duda la imagen y el texto, ligeramente modificado, de la página inicial de los comics de Astérix. En la conquista romana de Hispania los astures desempeñaron un papel equivalente al de la irreductible aldea del simpático guerrero galo. Fueron los últimos en someterse a la autoridad romana y el propio emperador Augusto tuvo que movilizar un buen número de legiones para completar su dominio sobre la Península Ibérica durante las guerras cántabras (29-19 a. C.). Una de esas legiones, la Legio X Gemina, tuvo su campamento en Petavonium, nombre que recuerda a una de las guarniciones romanas que rodeaban la aldea de Astérix.

Vista aérea de los restos de Petavonium
Después de las guerras cántabras la legión permaneció en la zona para proteger las explotaciones mineras del noroeste peninsular, pero en el año 63 fue trasladada para reforzar la frontera del Danubio. El campamento permaneció desocupado durante unos años hasta que a finales de siglo una unidad auxiliar de caballería, el Ala II Flavia, eligió el mismo emplazamiento para construir un nuevo acuartelamiento de dimensiones más reducidas. A esta época pertenecen los restos arqueológicos que se pueden visitar actualmente, entre las localidades de Santibáñez de Vidriales y Rosinos de Vidriales. Se han sacado a la luz el foso que delimitaba el recinto del campamento y los cimientos de algunas dependencias que ocupaban los soldados.

Restos de una calle y construcciones del interior del campamento
Vista del perímetro exterior y el foso del campamento

Se han reconstruido además en madera un tramo del muro exterior, las cuatro torres de las esquinas y una de las puertas que se abrían al decumano. Desde lo alto de estas construcciones se puede obtener una idea de las dimensiones del campamento.



En torno a estos campamentos romanos se desarrolló la ciudad de Petavonium, cuyo centro se hallaría en el lugar que ocupa hoy en día la ermita de Nuestra Señora del Campo, construida probablemente sobre los cimientos del antiguo templo de Hércules.


En Santibáñez de Vidriales se ha instalado un interesante museo con algunas piezas originales y un centro de interpretación de los campamentos de Petavonium, donde se pueden encontrar didácticos paneles explicativos y la reconstrucción de una calle y un barracón del campamento. Se han dispuesto también reproducciones del armamento de los soldados (espadas, puñales, corazas, cascos, escudos y jabalinas) que los visitantes pueden manipular para hacerse una idea de su peso y dimensiones.




Hoy en día el valle de Vidriales ha perdido la importancia que tuvo en época romana, al quedar apartado de las principales vías de comunicación, pero Petavonium es un yacimiento singular que merece una visita por haber conservado un buen ejemplo de la arquitectura militar romana y por haber sabido ponerlo en valor, mediante reconstrucciones y un acertado enfoque didáctico. Cerramos esta entrada con el vídeo sobre Petavonium que se puede ver en el centro de interpretación.

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