tag:blogger.com,1999:blog-65810218715761430502024-02-18T20:30:53.672-08:00ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣBlog del departamento de latín y griego del IES AIRÉN de Tomelloso.juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.comBlogger279125tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-4877152356159481132021-02-03T10:59:00.005-08:002021-02-09T04:19:18.440-08:00Ἄνδρα μοι ἔννεπε, Μοῦσα... Un padre, un hijo, una epopeya<p style="text-align: justify;">La <i>Odisea </i>cuenta la historia de un hombre, de un varón. No es casualidad que <i>ἄνδρα </i>sea la primera palabra del poema. Tampoco lo es que la <i>Ilíada </i>se abra con la palabra <i>μῆνιν </i>(<i>cólera</i>), ni que Virgilio inicie su <i>Eneida </i>con otras dos palabras clave que condensan los temas principales de la obra, <i>arma virumque</i>. El <i>ἄνδρα </i>de la <i>Odisea </i>centra el poema, desde el primer verso, en su protagonista masculino, aunque el propio Odiseo no aparezca hasta el canto V. Esta primera palabra también nos advierte de que la <i>Odisea </i>es sobre todo una historia de hombres, de varones. Es cierto que hay personajes femeninos, como Penélope, Calipso, Circe, Euriclea o la misma Atenea, que juegan un papel relevante, pero la trama principal nos ofrece un recorrido por las edades del hombre: en las primeras páginas el foco se sitúa sobre un hombre joven, Telémaco; luego la obra se ocupa del varón adulto, Odiseo; y en el último canto aparece el hombre anciano, Laertes, en compañía de su hijo y su nieto. Como sugiere Cavafis en su poema <i>Ítaca</i>, la historia de Odiseo no es sino una alegoría de la trayectoria vital del hombre, aunque el poeta alejandrino piensa más en el <i>ἄνθρωπος </i>que en el <i>ἀνήρ</i>. Esta es una de las líneas de interpretación de la obra de Homero que propone <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://www.planetadelibros.com/libro-una-odisea/288487" target="_blank"><i>Una Odisea</i></a></b></span>, un emotivo libro de <span style="color: #38761d;"><b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Daniel_Mendelsohn" target="_blank">Daniel Mendelsohn</a></b></span>, publicado en castellano por Seix Barral.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_ZrBune0hcsp8de-M6hy1DZeoibCn-XMmWl_9mKjGpZtodC-9GU1mvpl7CeTgbsnkuIaOuOi8zPLM3__SfXgRew56kHgyftwHrC95tUITy7RWS9LDcgjO1FCsdcwV8cSYo0fSPTqQxpEd/s2048/IMG_20210202_0001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_ZrBune0hcsp8de-M6hy1DZeoibCn-XMmWl_9mKjGpZtodC-9GU1mvpl7CeTgbsnkuIaOuOi8zPLM3__SfXgRew56kHgyftwHrC95tUITy7RWS9LDcgjO1FCsdcwV8cSYo0fSPTqQxpEd/w235-h400/IMG_20210202_0001.jpg" width="235" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Daniel Mendelsohn (Nueva York, 1960) es filólogo clásico, crítico literario, escritor y profesor universitario. En el instituto Bard, donde ejerce su labor docente, impartió durante el semestre de primavera de 2011 un seminario sobre la <i>Odisea</i>. Su padre, un matemático retirado de ochenta y un años, le pidió asistir como oyente a las clases, a lo que el autor accedió. A lo largo de dieciséis semanas, entre enero y mayo, Jay Mendelsohn, acudió puntualmente al curso junto a jóvenes de diecisiete y dieciocho años. Posteriormente, en el mes de junio, padre e hijo se embarcaron en un crucero temático por el Mediterráneo que recorría los escenarios de la obra de Homero. <i>Una Odisea</i>, que lleva el subtítulo de <i>Un padre, un hijo, una epopeya</i>, es el fascinante resultado literario de las vivencias de esos meses de 2011. Un libro a medio camino entre el ensayo crítico y las vivencias personales, que se lee como una novela.</p><p style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlraP9QmBfhZqMHdfBqGhMpneMKHnYTyZGlMQvMUcRTJQsvXAMbfJUdx9tTvA0OAnSJZ4rFQkx5c7ajDs610HtMAgcP4bpaZT7T5pQjDDO4vB1f2E6AjVrE9I-jfvFK7F6dm2O1agtT8xr/s1078/Amendelsohn-two-e1509054654487.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="617" data-original-width="1078" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlraP9QmBfhZqMHdfBqGhMpneMKHnYTyZGlMQvMUcRTJQsvXAMbfJUdx9tTvA0OAnSJZ4rFQkx5c7ajDs610HtMAgcP4bpaZT7T5pQjDDO4vB1f2E6AjVrE9I-jfvFK7F6dm2O1agtT8xr/w400-h229/Amendelsohn-two-e1509054654487.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Daniel Mendelsohn junto a su padre en el crucero <i>Sobre los pasos de la Odisea</i><br /></span></td></tr></tbody></table> </p><p style="text-align: justify;">A medida que avanza la lectura comentada de la <i>Odisea</i>, vamos conociendo la peculiar personalidad del padre del autor. Y el propio autor, al verlo desenvolverse en medio del grupo de sus jóvenes alumnos o entre los pasajeros del crucero, descubre facetas insospechadas de su progenitor. En paradójico contraste con Telémaco, que al principio del poema emprende un viaje iniciático en busca de un padre al que no conoce, Daniel Mendelsohn acabará comprendiendo mejor el carácter distante, retraído y exigente de un padre al que creía conocer muy bien. A lo largo de las páginas del libro el relato fluye con naturalidad entre la <i>Odisea </i>y la intrahistoria familiar de los Mendelsohn, con saltos hacia atrás y adelante, recurriendo a las mismas técnicas narrativas que se analizan en el seminario universitario. El autor, fecundo en ardides como Odiseo, nos enreda en una deliciosa maraña fabuladora en la que, al margen de artificios literarios, subyace una sentida, hermosa y sincera historia sobre las relaciones paternofiliales. No menos interesantes son sus comentarios acerca de la epopeya homérica, fruto de años de estudio, pero también de las aportaciones de su padre y sus alumnos. Personalmente le debo a este libro una gratitud especial, no solo por el disfrute que me ha deparado su lectura, sino por haberme empujado a releer, <span style="color: #38761d;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/search?q=viaje+a+%C3%8Dtaca" target="_blank">una vez más</a></b></span>, la <i>Odisea</i>.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRRwi67rkiEwsEsmSktbq38zFv6HJ-jDxlhrMaYUMyAuBU1j5qB_1PU2pyTqocr_ScncH4fvDvxVTL7wvqUo2O8sJ6C5hETzb4tNiCiNVgY-IAdmLrjnjeiG7MPO324BPP0FFwmj5ecZlT/s2048/20170414_193908.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1229" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRRwi67rkiEwsEsmSktbq38zFv6HJ-jDxlhrMaYUMyAuBU1j5qB_1PU2pyTqocr_ScncH4fvDvxVTL7wvqUo2O8sJ6C5hETzb4tNiCiNVgY-IAdmLrjnjeiG7MPO324BPP0FFwmj5ecZlT/w240-h400/20170414_193908.jpg" width="240" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p>juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-80207408915369006052021-01-11T05:41:00.000-08:002021-01-11T05:41:19.340-08:00El dios vagabundo, las aventuras de un sátiro en el mundo moderno<div><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLxmMRlt54VA4bcgGNdGrUoDtbCd9XcM82EUHbNoC96VWGzzXDCI1AFHWrTCFZAFllRxharrcPqq8wXPUCYbHGJKdAnrfPgu3XrmiCuscy9N4wQ7T0MGOjjoNQjhq5Gyo16jjaZl9_zHe6/s2048/IMG_20210109_0001.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1407" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLxmMRlt54VA4bcgGNdGrUoDtbCd9XcM82EUHbNoC96VWGzzXDCI1AFHWrTCFZAFllRxharrcPqq8wXPUCYbHGJKdAnrfPgu3XrmiCuscy9N4wQ7T0MGOjjoNQjhq5Gyo16jjaZl9_zHe6/w275-h400/IMG_20210109_0001.jpg" width="275" /></a></div> <p></p><p style="text-align: justify;">Gracias al blog <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://divesgallaecia.blogspot.com/2020/11/el-dios-vagabundo.html" target="_blank">Dives Gallaecia</a></b></span> he descubierto este cómic de Fabrizio Dori, publicado en español por <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://www.ecccomics.com/comic/el-dios-vagabundo-7330.aspx" target="_blank">ECC Ediciones</a></b></span>. Su protagonista es Eustis, un sátiro condenado por Artemisa a vagar solo, con aspecto humano, apartado de sus compañeros del cortejo de Dioniso.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_MxsWY0ubIv6ofdtqLnbgICqNQX0vPyPccPW7Nx4dtBjvA8Lbec4vIdG8dfRLF74-Rjk9VjNjwhGA0i9GGTYs0gxCrUmhR2xzaxOCCC-lrq-C4w1YYREhOuGWijfo71y2Z66XyoKVeU0q/s2048/IMG_20210109_0002.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1422" data-original-width="2048" height="278" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_MxsWY0ubIv6ofdtqLnbgICqNQX0vPyPccPW7Nx4dtBjvA8Lbec4vIdG8dfRLF74-Rjk9VjNjwhGA0i9GGTYs0gxCrUmhR2xzaxOCCC-lrq-C4w1YYREhOuGWijfo71y2Z66XyoKVeU0q/w400-h278/IMG_20210109_0002.jpg" width="400" /></a></div> <p></p><p style="text-align: justify;">Sus andanzas llegan hasta nuestros días. Vive en los suburbios de una ciudad moderna, en medio de un campo de girasoles. Allí recibe la visita de diversos personajes, atraídos por las maravillosas historias que cuenta.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPvbnkvhEZxGuyeqKxUpKh35G0dHMhHwijkm6lDDHTl9GdgT10cqKAFu0odUKsnVTff1uHdXVbwj1VTKFfuxFdmBoawlZkJ5QgVfk47fj275j3q6HqfZOUt5snURN624s6t48S9vuq9eO5/s2356/IMG_20210109_0003.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="843" data-original-width="2356" height="143" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPvbnkvhEZxGuyeqKxUpKh35G0dHMhHwijkm6lDDHTl9GdgT10cqKAFu0odUKsnVTff1uHdXVbwj1VTKFfuxFdmBoawlZkJ5QgVfk47fj275j3q6HqfZOUt5snURN624s6t48S9vuq9eO5/w400-h143/IMG_20210109_0003.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;">Una noche descubre que no es el único de los dioses antiguos que sigue existiendo en el presente. Un fantasma le guía hasta Hécate, quien le revelará la manera de recuperar su aspecto original y reunirse con sus viejos compañeros.</p><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoulY6hn1U-uCM2xsByyWku5HOQ8_3w20xg-GR_twP-J1Nb5VUZE6ig7YNfH38tEGPPnU4hp26f1IrC3bODazhGf018YbxxEAKbpZT-ZozwIGj-O0gbSyAH3HoujcGA2YR9bq9cxEbF8lb/s2349/IMG_20210109_0004.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="828" data-original-width="2349" height="141" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoulY6hn1U-uCM2xsByyWku5HOQ8_3w20xg-GR_twP-J1Nb5VUZE6ig7YNfH38tEGPPnU4hp26f1IrC3bODazhGf018YbxxEAKbpZT-ZozwIGj-O0gbSyAH3HoujcGA2YR9bq9cxEbF8lb/w400-h141/IMG_20210109_0004.jpg" width="400" /></a></div><br /></div><div style="text-align: justify;">Eustis inicia entonces un recorrido fabuloso, a medio camino entre lo onírico y lo mitológico, en compañía de un anciano profesor miope y el espectro de un héroe griego fracasado.</div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBZ7lm4bsWumuD5tf_EUz-zY-OUoYZ5h1rNiJ6gWU7MKNDg-pnQDsj3qfO5OI7oVo_a2WqdjZS_BcaBVCXiCU19dr1wU8zuQMyVquEyUnOyjiAQmE32Y-dz2LMarrlbNQQeUuQlJAFFzGJ/s2048/IMG_20210109_0006.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1416" data-original-width="2048" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBZ7lm4bsWumuD5tf_EUz-zY-OUoYZ5h1rNiJ6gWU7MKNDg-pnQDsj3qfO5OI7oVo_a2WqdjZS_BcaBVCXiCU19dr1wU8zuQMyVquEyUnOyjiAQmE32Y-dz2LMarrlbNQQeUuQlJAFFzGJ/w400-h276/IMG_20210109_0006.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">En un mundo que ha desterrado hace mucho a los dioses paganos las figuras de la mitología que sobreviven se ven obligadas a adaptarse a los nuevos tiempos. Parece evidente la deuda del autor con <span style="color: #6aa84f;"><a href="https://www.astiberri.com/products/baco" target="_blank"><i><b>Baco</b></i></a></span>, una serie de cómics de los años 80 y 90, que también descubrí en el <a href="https://divesgallaecia.blogspot.com/2013/11/baco-de-eddie-campbell.html" target="_blank"><b>blog de Álvaro Vilariño</b></a>, y de la que he hablado en ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ en <span style="color: #6aa84f;"><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/search?q=baco+eddie+campbell" target="_blank"><b>un par de ocasiones</b></a></span>. El Baco de Eddie Campbell tiene muchas cosas en común con el Eustis de Fabrizio Dori. Ambos llevan una eternidad viviendo en un mundo que no es el suyo. Si aquel luce siempre una gorra de marinero, nuestro sátiro cubre su cabeza con un bombín. El personaje del profesor, excepto por su estatura, parece un calco del viejo Simpson, el fiel acompañante de Baco.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmi0ZI7-vI2Jxpwn-bars-ShIz3O6OMPLT3-7Y1WVD9fpi9VkgykPBDo-hL9_SZ5w2C0Ir0mCmYlfxCBlSxDNDQf2McHC5BScEzJQvZA5CmnMs2rZhfcWyr3eWg_wpcz0Hty6CpiRiHO6c/s855/IMG_20210109_0020.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="679" data-original-width="855" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmi0ZI7-vI2Jxpwn-bars-ShIz3O6OMPLT3-7Y1WVD9fpi9VkgykPBDo-hL9_SZ5w2C0Ir0mCmYlfxCBlSxDNDQf2McHC5BScEzJQvZA5CmnMs2rZhfcWyr3eWg_wpcz0Hty6CpiRiHO6c/w400-h318/IMG_20210109_0020.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdYRUzexKzWQ-QnUu4161Xl4X1TCjfwVtIPH1qHi9bGNzPzquLhITd6SPEq1CNGzRFSAp-J-xa_8pMzMcIiirqjhlgh5TG_vPYD4LDqyumGXWZwpkVL7KZx2_LIFFS-oDPLbq-sn7S39Qx/s2048/IMG_20210109_0005.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1882" data-original-width="2048" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdYRUzexKzWQ-QnUu4161Xl4X1TCjfwVtIPH1qHi9bGNzPzquLhITd6SPEq1CNGzRFSAp-J-xa_8pMzMcIiirqjhlgh5TG_vPYD4LDqyumGXWZwpkVL7KZx2_LIFFS-oDPLbq-sn7S39Qx/w400-h368/IMG_20210109_0005.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;">Pero lo que aleja a <i><b>El dios vagabundo</b></i> de <i><b>Baco</b></i>, un cómic en blanco y negro, es su prodigioso uso del color, la luz y el dibujo. Con continuos cambios de estilo, enfoque y tonalidades entre un episodio y otro Fabrizio Dori nos propone un juego fascinante de referencias, que constituye todo un homenaje a la historia de la pintura. Como en otros comics de tema mitológico no faltan las viñetas inspiradas en la cerámica griega, otras rinden tributo a los bestiarios medievales o a la pintura renacentista, pero la mayoría de estos guiños pictóricos remiten a autores del XIX y del XX, como Toulouse-Lautrec, Van Gogh, Alfons Mucha, Gustav Klimt, Otto Dix o Roy Lichtenstein. Seguro que un mejor conocedor de la historia del arte es capaz de encontrar más referentes en <i><b>El dios vagabundo</b></i>, una auténtica joya para disfrute de los sentidos, que merece la pena leer con atención para recrearse en los detalles y el mimo que el autor ha puesto en cada viñeta.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXAUv-H12L5ZDcbLqMAl1Wq8l6VSIWstvD8WzClZKKAJgr1FL7ejjgj1PTOCt3xntz4j0z06gWWPE1Lx0xNAOSCoo9Dx7fN_03xhb8Ym1q8_6bm3z3LIUZiuHon7zI-gV7dQizh1w3LunJ/s1585/IMG_20210109_0010.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="812" data-original-width="1585" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXAUv-H12L5ZDcbLqMAl1Wq8l6VSIWstvD8WzClZKKAJgr1FL7ejjgj1PTOCt3xntz4j0z06gWWPE1Lx0xNAOSCoo9Dx7fN_03xhb8Ym1q8_6bm3z3LIUZiuHon7zI-gV7dQizh1w3LunJ/w400-h205/IMG_20210109_0010.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMi6JaMDlKfMxRB97fBYtbH9ZnfQUWxSbgVRwrmMURoty0mMeLI_QUUlyOvSv8RoXDbqqssiXnYR4P912N9_OiGxTH1lJN6F8ZyKmncDxiHFxuNxGupgh7YS2ideRivxhsM-JwcIli2fJ0/s1572/IMG_20210109_0012.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1352" data-original-width="1572" height="344" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMi6JaMDlKfMxRB97fBYtbH9ZnfQUWxSbgVRwrmMURoty0mMeLI_QUUlyOvSv8RoXDbqqssiXnYR4P912N9_OiGxTH1lJN6F8ZyKmncDxiHFxuNxGupgh7YS2ideRivxhsM-JwcIli2fJ0/w400-h344/IMG_20210109_0012.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVmzyqbPUlogeb55S1uh5JhdklwfJFI56JqkZDtYGQg6hbf6YCy8xjY4duav87_Xl0wYMeWGtG43vXOToRtYPmyX9oiVBachVuVYq1sWgLW5jCHTAGtF-BuGJDPlAqBh8NMvtHJ53NV5KH/s1102/IMG_20210109_0007.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1102" data-original-width="793" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVmzyqbPUlogeb55S1uh5JhdklwfJFI56JqkZDtYGQg6hbf6YCy8xjY4duav87_Xl0wYMeWGtG43vXOToRtYPmyX9oiVBachVuVYq1sWgLW5jCHTAGtF-BuGJDPlAqBh8NMvtHJ53NV5KH/w230-h320/IMG_20210109_0007.jpg" width="230" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJeu4gEY7m1IyouhWKSZYIgP4VuiVdTy5V8BWbgw52FmsTyAvjvLkXhicmjWU2ePRGUBIGA8zLxUiRvkwKCnHE6Nq6mxvMrXf2A5CYDXPXCTMQPYqT_7QyeK5P923Spam4YZCOCwVslFPu/s2338/IMG_20210109_0011.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1082" data-original-width="2338" height="185" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJeu4gEY7m1IyouhWKSZYIgP4VuiVdTy5V8BWbgw52FmsTyAvjvLkXhicmjWU2ePRGUBIGA8zLxUiRvkwKCnHE6Nq6mxvMrXf2A5CYDXPXCTMQPYqT_7QyeK5P923Spam4YZCOCwVslFPu/w400-h185/IMG_20210109_0011.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxZTuFXhlFE-20e6TNbVB3eyJhXCZPOEzJ8gsy1RDGa2tfSRCPLKPppcy7BUSd2RMSLzT2PhgYc8saMDmkf8WESf6p1qez8X-dN8bhJAC5q2gHM4AzKpzrSLNRfXR_t1tXLkpXQN7oKDaB/s2354/IMG_20210109_0015.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1109" data-original-width="2354" height="189" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxZTuFXhlFE-20e6TNbVB3eyJhXCZPOEzJ8gsy1RDGa2tfSRCPLKPppcy7BUSd2RMSLzT2PhgYc8saMDmkf8WESf6p1qez8X-dN8bhJAC5q2gHM4AzKpzrSLNRfXR_t1tXLkpXQN7oKDaB/w400-h189/IMG_20210109_0015.jpg" width="400" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p>juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-76499647700599937322020-12-14T11:21:00.000-08:002020-12-14T11:21:21.688-08:00Por un puñado de dracmas<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0wi4LmuQJZWAzB7puiDHVQVWB3-y5YRgwNH_ZC7TiBqWqKzvhWPJNs6kYBp1SUXZKXt24MhSLMGHR19AkVrMIHTwhz9LBhjZUjKI0DNfZcfTjQgQX1q_ZcwasPRpMHkGDCGYZxo5ZhaZM/s2048/IMG_20201214_0001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1430" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0wi4LmuQJZWAzB7puiDHVQVWB3-y5YRgwNH_ZC7TiBqWqKzvhWPJNs6kYBp1SUXZKXt24MhSLMGHR19AkVrMIHTwhz9LBhjZUjKI0DNfZcfTjQgQX1q_ZcwasPRpMHkGDCGYZxo5ZhaZM/w279-h400/IMG_20201214_0001.jpg" width="279" /></a></div> <p></p><p style="text-align: justify;">Estamos a principios del siglo IV a.C. El ateniense Proteas es un soldado de fortuna. En compañía de su sarcástico criado Bomolokio, se dirige a la ciudad de Crisondión, en el Epiro, con la intención de poner su lanza y su escudo al servicio del arconte de la ciudad. Así arranca <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://www.grafitoeditorial.com/comic/punado-dracmas/" target="_blank"><i>Por un puñado de dracmas</i></a></b></span>, un cómic escrito y dibujado por Iván García y coloreado por Ruth O'Leary. <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBKsUYS7DwF6av_GMHoB2aDvGajUhVBrKbZUVWAIVz6qT6ditVELH_Mv2AjbIPNista57E7pimEGOgeBJyyUXP3NqGTtw5zDg5DjryXSZWidewMieBEBUmBC9eRNWOJeezQi95uBA4kRWJ/s2204/IMG_20201214_0002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1095" data-original-width="2204" height="199" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBKsUYS7DwF6av_GMHoB2aDvGajUhVBrKbZUVWAIVz6qT6ditVELH_Mv2AjbIPNista57E7pimEGOgeBJyyUXP3NqGTtw5zDg5DjryXSZWidewMieBEBUmBC9eRNWOJeezQi95uBA4kRWJ/w400-h199/IMG_20201214_0002.jpg" width="400" /></a></div> <p></p><p style="text-align: justify;">En Crisondión Proteas conoce a Leotíquidas, un renegado espartano. Juntos seguirán la pista de un misterioso león que amenaza la ciudad y sus alrededores.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwAFALMANHNIwFPStf_9oQm4uqObn0HBEfIyQ_etN3Nm0IJ8NBQ10J93gqhxC8VhGhjzmf9-sJX374MSc1k7Kastqk4jx7Q8mMdoQbvGab536UER8ThMdENTJ2SJbM_uryyHHHsXrWwryI/s2048/IMG_20201214_0004.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1937" data-original-width="2048" height="379" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwAFALMANHNIwFPStf_9oQm4uqObn0HBEfIyQ_etN3Nm0IJ8NBQ10J93gqhxC8VhGhjzmf9-sJX374MSc1k7Kastqk4jx7Q8mMdoQbvGab536UER8ThMdENTJ2SJbM_uryyHHHsXrWwryI/w400-h379/IMG_20201214_0004.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><i>Por un puñado de dracmas</i> es una obra de ficción, pura diversión y entretenimiento. El autor se toma sus licencias en la ambientación histórica y asume posibles errores. Así lo declara en el contenido extra incluido al final del libro.</p><blockquote><p style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i>Ni soy historiador ni este cómic pretende ser una obra de divulgación histórica. Por lo que si el lector es un buen conocedor de la época detectará alguna inexactitud, a veces por desconocimiento y otras veces en aras de la narración.</i></span><br /></p></blockquote><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3t6wn9mkIsQLoc5kUDrMs0DR1y6I6LEbXlebS0yvm6PHqiI9E8tX2ngaeHOE1e56mbVSSX4lDhVwgdgBS-8CJAr8Nv3Yq1XeZehIgLX5l6qMEBxcHJ36OEaLDU_wnkX8Xi8oZO9aBT5Ia/s2048/IMG_20201214_0007.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1883" data-original-width="2048" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3t6wn9mkIsQLoc5kUDrMs0DR1y6I6LEbXlebS0yvm6PHqiI9E8tX2ngaeHOE1e56mbVSSX4lDhVwgdgBS-8CJAr8Nv3Yq1XeZehIgLX5l6qMEBxcHJ36OEaLDU_wnkX8Xi8oZO9aBT5Ia/w400-h368/IMG_20201214_0007.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;">A pesar de ello se reconoce en la obra un buen trabajo de documentación para lograr una recreación verosímil de escenarios y personajes. Incluso escuchamos un conocido poema de Arquíloco en boca de uno de los protagonistas.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMKIKbVcI9Udw2GFj3cRmBUQ2g2feU9-q07TWWBF9zXzcrJUbCMOO5d5XT71ZK8X6-vhh_E915ekQLuB2-ZMlvG4O1A5QXehVWDglq0hx6T-zxhHWMFlT-cghB_sZQAgxz-8VgUtXQ_QeU/s2048/IMG_20201214_0006.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1961" data-original-width="2048" height="383" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMKIKbVcI9Udw2GFj3cRmBUQ2g2feU9-q07TWWBF9zXzcrJUbCMOO5d5XT71ZK8X6-vhh_E915ekQLuB2-ZMlvG4O1A5QXehVWDglq0hx6T-zxhHWMFlT-cghB_sZQAgxz-8VgUtXQ_QeU/w400-h383/IMG_20201214_0006.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;">Iván García consigue con este su primer trabajo como dibujante y guionista una entretenida historieta de acción y aventuras, con el aliciente añadido de estar ambientada en la Grecia clásica. La labor de Ruth O'Leary no pasa desapercibida, sobre todo en escenas donde la iluminación y el color juegan un papel esencial. </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYsVHiH0ksUb_EPgt0FZjGMRDfu5tgCefs8Hfimb9ShWFyoRxoDIB3HU6lsU6VgtwE0F8UFzjrYRnpGP9KB3_h9Oywkx7M1aV5cF9cXy74xLRx8WleZLPUK8juM26NocDFmlEaNQjsTViu/s2048/IMG_20201214_0008.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1417" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYsVHiH0ksUb_EPgt0FZjGMRDfu5tgCefs8Hfimb9ShWFyoRxoDIB3HU6lsU6VgtwE0F8UFzjrYRnpGP9KB3_h9Oywkx7M1aV5cF9cXy74xLRx8WleZLPUK8juM26NocDFmlEaNQjsTViu/w276-h400/IMG_20201214_0008.jpg" width="276" /></a></div> <p></p><p style="text-align: justify;">El final de la obra deja la puerta abierta para que los dos nuevos amigos, Proteas y Leotíquidas, prosigan sus aventuras. Esperemos que los autores y la editorial valenciana <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://www.grafitoeditorial.com/" target="_blank">Grafito</a></b></span>, que
ha hecho un encomiable esfuerzo para publicar y promocionar la obra en
plena pandemia (gastos de envío gratis, ejemplar dedicado por el autor,
láminas y marcapáginas de regalo), se animen a ofrecernos nuevas entregas.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9pZdcJzqzQMq7PivALc5KSvUK6DlmHnZVRyOQGa9AePK4O30F9bJOEe1thTVd-NRj1FWKnwQBlRjL-DFvijgMdrFhns3zFNtzQ_fsOCoiOOMhjPNMaD-pRialZtT24X5k05rCcnfD3Rax/s2048/IMG_20201214_0009.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1852" data-original-width="2048" height="362" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9pZdcJzqzQMq7PivALc5KSvUK6DlmHnZVRyOQGa9AePK4O30F9bJOEe1thTVd-NRj1FWKnwQBlRjL-DFvijgMdrFhns3zFNtzQ_fsOCoiOOMhjPNMaD-pRialZtT24X5k05rCcnfD3Rax/w400-h362/IMG_20201214_0009.jpg" width="400" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><i></i></p>juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-47588302605042318842020-10-18T12:33:00.003-07:002021-02-09T04:18:33.998-08:00La Cólera, una nueva mirada sobre la Ilíada<p style="text-align: justify;">Lo que define a una obra clásica es que siempre tiene algo que aportar a los lectores de épocas posteriores y es fuente permanente de inspiración para los creadores, que proyectan su mirada sobre ella y actualizan su mensaje. La <i>Ilíada</i>, el poema con el que arranca la literatura occidental, es un buen ejemplo de ello. En un arte tan joven como el cómic contamos con varias adaptaciones recientes de la obra de Homero y de la leyenda troyana. Las hay más <a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2011/06/una-nueva-version-en-comic-de-la-iliada.html" target="_blank"><b>fieles al texto original</b></a>, otras más <b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2013/09/la-edad-de-bronce-mas-comics-sobre-la.html" target="_blank">atentas a los datos arqueológicos</a></b>, algunas siguen una <b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2013/12/una-version-manga-de-la-iliada-y-la.html" target="_blank">estética determinada</a></b> o cambian parte del argumento para crear una <a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/09/una-version-diferente-en-comic-de-la.html" target="_blank"><b>historia nueva</b></a>. Hoy traemos a ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ <a href="https://www.astiberri.com/products/la-colera" target="_blank"><b><i>La cólera</i></b></a>, un nuevo y sorprendente cómic inspirado en la <i>Ilíada</i>, publicado por Astiberri con dibujos de Javier Olivares y guion de Santiago García.</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhy6Svjhs7oc_OOlmR-xnxzJ82OVsExWGxdUFTCbltuyKyzSyJfnblsCiU-bMhejgwPz8tZ-91Y0o4hRmXzpxg3_Xq5aHueo8p6-TYu8ZgofKwBxsgTlJLz_ytoKANRYj2ms6WBQF25qAkj/s2048/IMG_20201012_0001.jpg"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1504" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhy6Svjhs7oc_OOlmR-xnxzJ82OVsExWGxdUFTCbltuyKyzSyJfnblsCiU-bMhejgwPz8tZ-91Y0o4hRmXzpxg3_Xq5aHueo8p6-TYu8ZgofKwBxsgTlJLz_ytoKANRYj2ms6WBQF25qAkj/w470-h640/IMG_20201012_0001.jpg" width="470" /></a></div><p style="text-align: justify;">Como es bien sabido μῆνιν (cólera) es la primera palabra de la <i>Ilíada</i> y la cólera de Aquiles es el tema principal de la obra de Homero. En el cómic de Javier Olivares y Santiago García aparecen los principales acontecimientos de la epopeya troyana, pero no se trata de una adaptación más, sino de una obra profundamente original, que propone una nueva mirada sobre la historia de Aquiles. </p><p style="text-align: justify;"><i>La cólera</i> se inicia con una larga secuencia de batalla entre griegos y troyanos, sin diálogos, con grandes composiciones a doble página, en un <i>crescendo</i> que culmina con Aquiles despojándose del casco al final del combate. Vemos entonces el rostro del héroe por primera vez, con los rasgos que le identificarán a lo largo de la obra: el pelo rojizo, los labios finos, la mirada penetrante y sombría.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHeTTqq-8xnvd4PeUFx_YAvp2rZ3DwsqqlVZ4Xa7SuNIuXNp5taGCy2Xoz-78OP2EsEVVX-AARMPaZI0CoCNvONQU3ctQlCD_JVjzlwsXklIgkWy2aG3jgJSSSI0T_BASnHUYAmgCZnPHD/s2048/batalla.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1378" data-original-width="2048" height="269" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHeTTqq-8xnvd4PeUFx_YAvp2rZ3DwsqqlVZ4Xa7SuNIuXNp5taGCy2Xoz-78OP2EsEVVX-AARMPaZI0CoCNvONQU3ctQlCD_JVjzlwsXklIgkWy2aG3jgJSSSI0T_BASnHUYAmgCZnPHD/w400-h269/batalla.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi19gGxIgjWiSM5VgrS9wmlUNMs0ZSPR24YfdXSU5zc51AFMqskGF_E5l6cjNlvtO8YIgYJprYG_XEkLhf5DYteyv49vayC955ts3ZiAViWq-ICR9d8Se0h4RCCLYqnNAxVgvMS8V4TR6xR/s2048/IMG_20201012_0004b.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1518" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi19gGxIgjWiSM5VgrS9wmlUNMs0ZSPR24YfdXSU5zc51AFMqskGF_E5l6cjNlvtO8YIgYJprYG_XEkLhf5DYteyv49vayC955ts3ZiAViWq-ICR9d8Se0h4RCCLYqnNAxVgvMS8V4TR6xR/w474-h640/IMG_20201012_0004b.jpg" width="474" /></a></div><p style="text-align: justify;"><i>La cólera </i>es un cómic muy visual. Pasan más de treinta páginas hasta que aparece el primer diálogo, con la llegada de Ulises a la tienda de Aquiles. Hay un estilo muy reconocible en los pasajes dialogados, tanto en el dibujo, como en la disposición de las viñetas, pero en las grandes escenas a doble página Javier Olivares despliega sus dotes de ilustrador en composiciones en las que se perciben ecos del cubismo y del expresionismo. Los cambios en el estilo y en el ritmo de la narración son constantes a lo largo de la obra. Por ejemplo, cuando Aquiles, en esa primera conversación con Ulises, evoca su estancia en la isla de Esciros disfrazado de mujer.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhisEsGSeQpUnNDAW0Q9qMItmkqbfVALlHyE3N4f7HGwS47Z9DJsCIQc879NpL7RDa9FHUC5WALR-acH9JC7jSvTkoapTM2913GJit5-G13CBPrdL70V_pX-TmFxkCBCP1l1_jSA6lhuHTY/s2048/IMG_20201012_0005.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1555" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhisEsGSeQpUnNDAW0Q9qMItmkqbfVALlHyE3N4f7HGwS47Z9DJsCIQc879NpL7RDa9FHUC5WALR-acH9JC7jSvTkoapTM2913GJit5-G13CBPrdL70V_pX-TmFxkCBCP1l1_jSA6lhuHTY/w486-h640/IMG_20201012_0005.jpg" width="486" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Unas páginas más adelante, después de otra secuencia de batalla de tono épico, los autores introducen un nuevo cambio de registro con una divertida escena en la que los héroes que vuelven del combate son reducidos a caricaturas. En esta sucesión de viñetas alargadas con siluetas oscuras sobre fondo anaranjado es fácil ver un doble homenaje a la tira cómica y a la cerámica ática de figuras negras, precedente último de la historieta.</p><p style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="714" marginheight="0" marginwidth="0" scrolling="no" src="//www.slideshare.net/slideshow/embed_code/key/9HSVMyIhRiI5CW" style="border-width: 1px; border: 1px solid #CCC; margin-bottom: 5px; max-width: 100%;" width="668"> </iframe> </p><div style="margin-bottom: 5px; text-align: center;"> <b> <a href="//www.slideshare.net/secret/9HSVMyIhRiI5CW" target="_blank" title="Hacia el campamento">Hacia el campamento</a> </b> from <b><a href="https://www.slideshare.net/juanjocastro1" target="_blank">Juanjo Castro </a></b> </div><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;">Justo después de este episodio, cuando ha transcurrido aproximadamente un tercio de la obra, tiene lugar la tercera escena dialogada del cómic: Fénix le comunica a un sorprendido Aquiles que Agamenón se ha llevado a Briseida. Los autores optan aquí por una versión nueva de la historia tradicional. No hay asamblea de los aqueos, ni enfrentamiento directo entre Agamenón y Aquiles, pero el resultado es el mismo. El héroe se vuelve literalmente rojo de cólera y decide retirarse con sus hombres del combate.</p><p style="text-align: center;"></p><div style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="714" marginheight="0" marginwidth="0" scrolling="no" src="//www.slideshare.net/slideshow/embed_code/key/EXpkTekyEbX7Xx" style="border-width: 1px; border: 1px solid #CCC; margin-bottom: 5px; max-width: 100%;" width="668"> </iframe></div> <div style="margin-bottom: 5px; text-align: center;"> <b> <a href="//www.slideshare.net/secret/EXpkTekyEbX7Xx" target="_blank" title="La cólera de Aquiles">La cólera de Aquiles</a> </b> from <b><a href="https://www.slideshare.net/juanjocastro1" target="_blank">Juanjo Castro </a></b> </div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;">Quizá los lectores más puristas echen de menos algunos episodios y personajes de la obra original, o una mayor fidelidad al texto homérico. Les recomendamos que abran la <i>Ilíada </i>por el verso 478 del canto XVIII y al mismo tiempo observen con atención una larga secuencia de <i>La cólera</i>, compuesta por nueve grandes ilustraciones a doble página, que constituyen en realidad una única imagen, ya que cada una de ellas es continuación de la anterior. Verán que los dibujos se corresponden casi palabra por palabra con la descripción del escudo que Hefesto fabrica para Aquiles por encargo de Tetis. Una buena prueba de que los autores conocen en profundidad la epopeya de Homero, pero han escogido aquellos pasajes que mejor se ajustan a la historia que quieren contar.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnEe0hrYdGiHl71ivhoEQptve_qjzkL7u6LnOpGZs5iIsCy-FN98rpuhxJ6NhAXCdWOsq5yjP4S-ei06dQ7H-NHrWXGjjFw4H65Z200U9FUUi1mqt4RF2zSregRbXlS8JRgnCM-sizMon2/s2048/escudo2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1348" data-original-width="2048" height="264" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnEe0hrYdGiHl71ivhoEQptve_qjzkL7u6LnOpGZs5iIsCy-FN98rpuhxJ6NhAXCdWOsq5yjP4S-ei06dQ7H-NHrWXGjjFw4H65Z200U9FUUi1mqt4RF2zSregRbXlS8JRgnCM-sizMon2/w400-h264/escudo2.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> <span style="color: #6aa84f;"><i> La otra ciudad, la cercaban al par dos tropas de gente</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> fulgentes en armas; que se dividían en dos pareceres,</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> o ya tomarla al asalto y partirse todos los bienes</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> cuantos en sí la gentil ciudadela dentro tuviese,</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> y otros aún que no, y que a emboscada estaban poniéndose;</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> y al muro corrían esposas queridas, críos imberbes</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> y hombres de harta vejez, a por las almenas ponerse;</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> y aquellos ya en marcha, les iban Atena y Ares al frente,</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> ambos en oro, y de oro vestían ropa y jaeces,</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> hermosos y grandes en armas, como es para dioses decente,</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i> claros luciendo en mitad, y más chicos los combatientes.</i></span></div><div style="text-align: right;"><p><span style="color: #6aa84f;">(Ilíada XVIII, 509-519. <b><a href="https://www.editoriallucina.es/articulo/iliada-version-ritmica-de-agustin-garcia-calvo_77.html" target="_blank">Versión rítmica de Agustín García Calvo</a></b>)</span></p><p style="text-align: justify;"> </p><p style="text-align: justify;">Tras la retirada de los mirmidones los troyanos hacen retroceder a los griegos hasta sus naves. Las escenas de batalla se intercalan con diálogos entre Aquiles y Patroclo, en los que este intenta infructuosamente convencer a su amigo y amante para que vuelva a la lucha. Después de una de esas conversaciones Aquiles se echa a dormir. Comienza entonces la parte más sorprendente y original de <i>La cólera</i>: el sueño de Aquiles. El héroe penetra en una cueva, se zambulle en unas aguas verdosas y el cómic experimenta un giro de 180 grados, tanto en sentido figurado como literal, ya que hay que dar la vuelta al volumen para proseguir con la lectura, ahora de derecha a izquierda. Aquiles emerge al otro lado con cuerpo de mujer. Allí le espera Tetis, su madre, para guiarle hasta Europa, el satélite de Júpiter, donde le muestra a sus hijos, no a los nacidos de su vientre, sino a los hijos de su cólera. A partir de aquí se desarrolla dentro de la obra una historia futurista totalmente original.<br /></p></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUPzfAgnUj2NhDMadTwStxNt9A9XxTt7x9TeiWuEeAPz2kzZ3BkChJB2qDBUeKVg4AV8GngSE6dd_0tSD6VSQgnpesaXiZQpFG5gvFgRct4zLFzJwCPMzxcKS2bKg3NwPiP3jZKTSr0B1P/s2048/IMG_20201012_0016.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1532" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUPzfAgnUj2NhDMadTwStxNt9A9XxTt7x9TeiWuEeAPz2kzZ3BkChJB2qDBUeKVg4AV8GngSE6dd_0tSD6VSQgnpesaXiZQpFG5gvFgRct4zLFzJwCPMzxcKS2bKg3NwPiP3jZKTSr0B1P/w478-h640/IMG_20201012_0016.jpg" width="478" /></a></div><p style="text-align: justify;">Los autores se sirven de este inesperado cambio de estilo y de registro para insertar su particular denuncia social. Esa Europa futurista, en la órbita de Júpiter, no es sino un trasunto de la Europa actual, hija de la cólera, donde el abuso de poder, la injusticia social y la invisibilidad del refugiado están a la orden del día. </p><p style="text-align: justify;">Antes de que termine el sueño Tetis le plantea a su hijo la conocida elección entre una vida larga, pero sin fama, o una vida corta, pero con fama inmortal.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimcGLgz9qaQaqUQ0MLNNl3HqCrBXJj-09LElJNgbhj8nztne7DhOtH1QCKCy7tlnOGBfRz74LfMNHTqpBgkXa6oFxgXNPi2bzn1tcmnr5QtUE5erywIps2cSkap2eGFs8Ic-KSiQkJ4OIC/s2048/IMG_20201012_0017.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1525" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimcGLgz9qaQaqUQ0MLNNl3HqCrBXJj-09LElJNgbhj8nztne7DhOtH1QCKCy7tlnOGBfRz74LfMNHTqpBgkXa6oFxgXNPi2bzn1tcmnr5QtUE5erywIps2cSkap2eGFs8Ic-KSiQkJ4OIC/w476-h640/IMG_20201012_0017.jpg" width="476" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">Aquiles toma su decisión, se vuelve a sumergir en las aguas verdosas y, tras un nuevo giro del volumen, reparece al otro lado como varón. Despierta en su tienda de ese extraño sueño y descubre que, mientras dormía, Patroclo ha vuelto al combate y ha sucumbido en el campo de batalla a manos de Héctor.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhopV8fBCXupewlXEbKWC0SMp6v2Jav4XLRRx42c1kqc-IhYC_ALqfvGiuuRUNJduNqsccPcqUM6T0AN2VFof5-_XCzIUdqLfJDgh5vkusiP-WATv-Fu1nkHDszEGPj-EC32VefbEBhRl1O/s2048/patroclo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1327" data-original-width="2048" height="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhopV8fBCXupewlXEbKWC0SMp6v2Jav4XLRRx42c1kqc-IhYC_ALqfvGiuuRUNJduNqsccPcqUM6T0AN2VFof5-_XCzIUdqLfJDgh5vkusiP-WATv-Fu1nkHDszEGPj-EC32VefbEBhRl1O/w400-h259/patroclo.jpg" width="400" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;">Aquiles toma las armas para vengar a Patroclo y nos encontramos una variación más en el enfoque y en el ritmo narrativo. El final de la historia se presenta desde la perspectiva de Ulises, testigo de las últimas hazañas de Aquiles en Troya. El color y la disposición de la página cambian y, en una vertiginosa sucesión de viñetas sin diálogos, los autores ilustran el combate entre Aquiles y Héctor, los funerales de Patroclo, la muerte de Aquiles, la conquista de Troya e, incluso, la historia completa de la <i>Odisea</i>.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpJtlv_Sa0_ksEbUHPmfQXaIGtFNv7eegahe-R3LpiRX48HuM7YJTi8fpDoLHB4UouRYC4pCWYh8pjWn3u7tGdMQvsVhgEjRVod8-x3u9HNI2ofXbY2HEOksk09jWkfA-0Lkn1cewElNkO/s2048/IMG_20201012_0020.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1517" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpJtlv_Sa0_ksEbUHPmfQXaIGtFNv7eegahe-R3LpiRX48HuM7YJTi8fpDoLHB4UouRYC4pCWYh8pjWn3u7tGdMQvsVhgEjRVod8-x3u9HNI2ofXbY2HEOksk09jWkfA-0Lkn1cewElNkO/w474-h640/IMG_20201012_0020.jpg" width="474" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">Un único episodio de los viajes de Ulises merece ser tratado con más extensión, cambiando de nuevo la paleta de colores, la composición de la página y volviendo a introducir los diálogos. Se trata de la Νέκυια, la evocación de los muertos del canto XI de la <i>Odisea</i>, donde se produce el reencuentro de Ulises con su compañero muerto Aquiles.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4khVvxmTQ_DyVO_WVs7BgafNEsJemU_u98DUonvuMYl1EgOKD9vw0Mi7yVqeNFR3Qr9PKMEOcaQj9qzocUUrifYW1rM9UdayQnh26xINpw1D00878BwskoatC4-bLyAL5t2cXYx2UT0LB/s2048/IMG_20201012_0022.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1551" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4khVvxmTQ_DyVO_WVs7BgafNEsJemU_u98DUonvuMYl1EgOKD9vw0Mi7yVqeNFR3Qr9PKMEOcaQj9qzocUUrifYW1rM9UdayQnh26xINpw1D00878BwskoatC4-bLyAL5t2cXYx2UT0LB/w484-h640/IMG_20201012_0022.jpg" width="484" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">El episodio final de <i>La Cólera</i> se desarrolla en Ítaca, cuando Ulises es ya un anciano al borde de las muerte. Con él se cierra este cómic, sorprendentemente versátil y poliédrico, un magnífico ejemplo de cómo se pueden mezclar la tradición y la modernidad, la fidelidad a los clásicos y la libertad creativa. En este sentido nos recuerda a <i>El héroe</i>, de David Rubín, otro cómic impactante sobre la figura de Heracles, publicado en dos volúmenes también por Astiberri, y del que hablamos en su día en ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ (<b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2012/10/heracles-un-heroe-posmoderno.html" target="_blank"><i>libro uno</i></a></b> y <b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2014/10/los-trabajos-de-heracles-en-comic.html" target="_blank"><i>libro dos</i></a></b>). </p><p style="text-align: justify;">Resulta admirable que historias que se gestaron hace casi tres mil años sigan manteniendo su fuerza inspiradora y renovando su vigencia en pleno siglo XXI. Y es que por mucho que la tecnología transforme nuestro mundo, y cada vez a mayor velocidad, las obras clásicas siguen apelando a las preocupaciones esenciales de la existencia humana, que apenas han cambiado desde que los griegos antiguos las convirtieron en los temas centrales de su literatura y su pensamiento.</p><br />juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-79727177773568802492020-08-07T12:08:00.002-07:002020-08-08T10:35:59.065-07:00El sonámbulo<div style="text-align: justify;">Hace poco más de un año que comentábamos en ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/07/casandra-y-el-lobo.html" target="_blank"><i>Casandra y el lobo</i></a></b></span>, un inquietante libro de Margarita Karapanou (Atenas 1946-2008). Preparando aquella reseña descubrí que su segunda novela, <i><b>El sonámbulo</b> (Ο υπνοβάτης)</i>, también había sido publicada en español por la editorial Grupo Libro 88. La edición está agotada hace tiempo, pero es posible adquirir algún ejemplar de segunda mano a través del portal <b><a href="https://www.iberlibro.com/servlet/SearchResults?sts=t&cm_sp=SearchF-_-home-_-Results&an=Margarita+karapanou&tn=el+son%E1mbulo&kn=&isbn=" target="_blank">IberLibro</a></b>.</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHT5F__fS-bFkUYOqRzS7koxmo2pTuGI9zFSgg007Yjt9nkvzTGsFbZT_oM-RxWNUrzx1i-iqykhAeKE1h68Ktcl87rH7kxQEllSuKsh_L8459VP07D2zy9YF1v_D-vORObmW4G-AjJ6kE/s2048/IMG_20200806_0001_NEW.jpg" style="display: block; margin-left: auto; margin-right: auto; padding: 1em 0px;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1269" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHT5F__fS-bFkUYOqRzS7koxmo2pTuGI9zFSgg007Yjt9nkvzTGsFbZT_oM-RxWNUrzx1i-iqykhAeKE1h68Ktcl87rH7kxQEllSuKsh_L8459VP07D2zy9YF1v_D-vORObmW4G-AjJ6kE/w248-h400/IMG_20200806_0001_NEW.jpg" width="248" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><i><b>El sonámbulo</b></i> obtuvo en 1988 el premio al mejor libro extranjero en Francia. El tono y la ambientación son muy distintos a los de <i><b>Casandra y el lobo</b></i>, pero la autora vuelve a demostrar sus dotes narrativas y su actitud transgresora. La acción se desarrolla en una isla griega, trasunto de Hidra, en la que vive una peculiar colonia de extranjeros. Casi todos son artistas y escritores atraídos por cierta aura mágica que envuelve al lugar. Llegaron allí en busca de inspiración, pero en un proceso de degradación moral la mayoría se ha dejado arrastrar por el alcohol, el juego y otros placeres más o menos prohibidos.</div><blockquote><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i>Ella también formaba parte del grupo de extranjeros, con sus libros y sus pinturas, sus borracheras y su extraña complicidad. Engullían de inmediato a cualquier extranjero que llegara a la isla, se lo apropiaban. Habían llegado a parecerse todos entre sí como hermanos, como si hubiera ocupado la isla una familia innumerable, que obedeciendo una contraseña secreta, surgida de los confines del mundo, hubiera elegido este lugar como última etapa, igual que los elefantes enfermos se reúnen y esconden para morir en lugares secretos de la selva.</i></span><br /></div></blockquote><div style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic6lLcPVOYlSo9J0VBU1MvfQIK6hnoT6L9zIYUJRSDgajXrIzMRWazGCo0BqbO5htgWzLsS8SV60gc84AoF7wfibHDuroSA5L91IA6S6VVW7onlhsCJ9wYm3X5a3GE9HOig0nhmSCF6Zxd/s1468/o-ipnovatis-4326cover.jpg" style="display: block; margin-left: auto; margin-right: auto; padding: 1em 0px;"><img border="0" data-original-height="1468" data-original-width="1000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic6lLcPVOYlSo9J0VBU1MvfQIK6hnoT6L9zIYUJRSDgajXrIzMRWazGCo0BqbO5htgWzLsS8SV60gc84AoF7wfibHDuroSA5L91IA6S6VVW7onlhsCJ9wYm3X5a3GE9HOig0nhmSCF6Zxd/w273-h400/o-ipnovatis-4326cover.jpg" width="273" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;"><span style="font-size: small;">Portada de la edición griega</span></span><br /></td></tr></tbody></table> </div><div style="text-align: justify;">La autora traslada a su isla esa atmósfera especial propia del realismo mágico de la novela hispanoamericana. En algunos de sus personajes se percibe, por otro lado, el influjo de la literatura del absurdo. Parecen marionetas incapaces de realizar su destino, paralizados por alguna fuerza superior: una escritora que, por más que lo intenta, lleva meses sin escribir un solo párrafo, un pintor que deja sus cuadros inacabados, porque no consigue dotar de un rostro a sus figuras, o un periodista que intenta infructuosamente tomar un barco para salir de la isla.</div><blockquote><div style="text-align: justify;"><span style="color: #6aa84f;"><i>Algunas veces siento que la isla entera es un sueño, en el que todos nosotros tenemos un lugar y un papel, intentamos comprender su significado, pero no podemos, porque formamos pate de él; es más quizá seamos sus protagonistas. Tal vez, incluso, como sonámbulos, estemos paseando por una isla inexistente, y tengamos todos, en el mismo momento, el mismo sueño.</i></span><br /></div></blockquote><div style="text-align: justify;">Una serie de asesinatos vendrá a alterar la rutina de la comunidad. La isla mágica se convierte poco a poco en una isla maldita que debe purificarse. Se inicia entonces una intriga policíaca, en la que la crueldad de los crímenes y ciertos episodios irreverentes y provocadores contrastan con la ternura que inspiran algunos personajes. Margarita Karapanou da rienda suelta en <i><b>El sonámbulo </b></i>a su maestría fabuladora y se complace en incluir historias dentro de la historia, siguiendo esa estela cervantina que podríamos remontar hasta Heródoto. Una novela, en suma, plagada de ingredientes variados que no deja indiferente al lector.</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRXbr0-Ox0e6elGz0TffT5FygHkWd6cEk9qr-tSvPZk0ZcTgcLYHVw9cu5xSc1VDCta6HSKwt2WCtdx5dCmLCXPWxU_iY2H0gLIcC6b9aKiQLZjX5ulu0mtsvG3NGlIOrHY5lzB8TKxmlt/s400/%25CE%25BA%25CE%25B1%25CF%2581%25CE%25B1%25CF%2580%25CE%25AC%25CE%25BD%25CE%25BF%25CF%25852.jpg" style="display: block; margin-left: auto; margin-right: auto; padding: 1em 0px;"><img border="0" data-original-height="246" data-original-width="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRXbr0-Ox0e6elGz0TffT5FygHkWd6cEk9qr-tSvPZk0ZcTgcLYHVw9cu5xSc1VDCta6HSKwt2WCtdx5dCmLCXPWxU_iY2H0gLIcC6b9aKiQLZjX5ulu0mtsvG3NGlIOrHY5lzB8TKxmlt/s0/%25CE%25BA%25CE%25B1%25CF%2581%25CE%25B1%25CF%2580%25CE%25AC%25CE%25BD%25CE%25BF%25CF%25852.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;"><span style="font-size: small;">Margarita Karapanou</span></span><br /></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para aquellos que entiendan el griego moderno recomendamos esta entrevista concedida a la televisión pública griega, en la que la autora, dos años antes de su muerte, habla de su peculiar y traumática infancia, cuando conoció a personajes como Camus, Picasso o Sartre, de su lucha contra la enfermedad mental y de su actividad como escritora.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/Csqh50Ii7V0" width="560"></iframe></div><p style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://youtu.be/6z_QkszvEMY" target="_blank">Μαργαρίτα Καραπάνου [2]</a></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://youtu.be/wVN4sYJkaNE" target="_blank">Μαργαρίτα Καραπάνου [3]</a></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://youtu.be/Cx-4Nhp1qiI" target="_blank">Μαργαρίτα Καραπάνου [4]</a></b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://youtu.be/05w_bcSXhMk" target="_blank">Μαργαρίτα Καραπάνου [5]</a></b></span></p>juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-82078633742865173712020-03-10T13:16:00.000-07:002020-03-10T14:58:19.697-07:00Islas, ISLAS. Cuaderno de viaje por el Dodecaneso <span style="color: #38761d;"><i>Toda isla es un proyecto de orden.</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> El mar que las circunda,</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> inevitable,</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> los puntos cardinales marcando un horizonte</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> sin matices visibles,</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> la ausencia de salidas</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> que no conduzcan todas</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> a esa informe no-isla sin tiempo</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> que es el mar.</i></span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Con estos versos abre Pedro Molina Temboury la crónica poética de su viaje por las islas del Dodecaneso, publicada por la editorial Pre-Textos y galardonada con el Premio de Poesía Javier Egea en 2011. Hace tan solo unos meses comentábamos otro libro más reciente de <b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/10/un-recorrido-poetico-por-las-islas.html" target="_blank">Verónica Aranda</a></b>, que también recrea poéticamente un viaje por las islas griegas. No son los únicos poemarios inspirados por la estancia de sus autores en Grecia. Por las páginas de ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ han pasado ya los <i><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2010/06/los-archivos-griegos-de-blanca-andreu.html" target="_blank"><b>Archivos griegos</b></a> </i>de Blanca Andreu, <i><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2013/11/atenas-de-juan-vicente-piqueras.html" target="_blank"><b>Atenas</b></a> </i>de Juan Vicente Piqueras y las <a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2017/02/cronica-poetica-de-la-crisis-griega.html" target="_blank"><b><i>Crónicas de Atenas</i></b></a> de Manuel Jurado López.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1gGXilJdcPefX0lsenS3huB1h5atF95_1l64mxqoYAKNvAG5x4Fv-4gg5Ps4QpuMhfhWXTxDga8c-o_Z77dbEzxiQvvCf2MCtM7ggnqIQLFAbN3ZcNge3lJ1FeWX7zI68zt62YivufixF/s1600/IMG_20200310_0002_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="925" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1gGXilJdcPefX0lsenS3huB1h5atF95_1l64mxqoYAKNvAG5x4Fv-4gg5Ps4QpuMhfhWXTxDga8c-o_Z77dbEzxiQvvCf2MCtM7ggnqIQLFAbN3ZcNge3lJ1FeWX7zI68zt62YivufixF/s400/IMG_20200310_0002_NEW.jpg" width="230" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><a href="https://www.pedromolinatemboury.es/sobre-mi/" target="_blank">Pedro Molina Temboury</a></b> (Málaga, 1955) inició su carrera literaria en los años 80 con dos libros de poesía, para pasarse después a la novela y a la literatura de viajes. Tras un paréntesis de más de veinte años el autor ha retomado su producción poética. En <i><a href="https://www.pre-textos.com/escaparate/product_info.php?products_id=1350" target="_blank"><b><span id="goog_1896911087"></span>Islas, ISLAS</b></a><span id="goog_1896911088"></span>,</i> segundo título de esta nueva etapa, evoca un viaje veraniego por las islas del Dodecaneso con una acompañante a la que interpela en varios de los poemas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>Me dijiste una noche:</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> Grecia es como una roca</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que un gigante arrojara,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> cada isla un guijarro</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> fragmentado en el mar.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El recorrido se inicia en Rodas y desde allí, saltando de guijarro en guijarro, prosigue por Tilos, Nisiros, Kos, Kalimnos y Lipsi, para terminar en Patmos. Leros y Simi, aunque solo se divisan desde el barco, inspiran también un par de poemas. Como cabe esperar en un libro ambientado en Grecia no faltan las alusiones mitológicas, especialmente a Ulises, el viajero por antonomasia, pero también a Hefesto, recordado desde el volcán de Nisiros, o a una misteriosa ninfa que podemos identificar con la acompañante del poeta. En uno de los poemas Circe contempla cómo embarcan los turistas en el ferri de regreso. No tiene ya necesidad de convertirlos en animales. La desconexión de la rutina y la suspensión del tiempo que se opera en la isla son suficientes para transformarlos en seres diferentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>cuando les veo partir</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> -bronceados y ahítos de bañarse y holgar-</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> la mayoría aún arrastran su propia inconsistencia</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> pero algunos también el no ser ya los mismos,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> haber saboreado un elixir divino</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> de recuerdo perenne</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que al retomar sus vidas siempre echarán de menos:</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> el deseo de ser isla</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> y que nada te alcance,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> sin istmos ni penínsulas ni mareas vadeables,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> sin pasado ni nombre, sin internet, sin móvil,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> los vulgares hechizos</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> de su mundo mortal.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al autor le gusta contraponer el glosioso pasado clásico, la belleza del paisaje, o las pintorescas ermitas y monasterios con la presión del turismo y la vida moderna. Así, <span style="color: #38761d;"><i>en los acantilados de Kalimnos / los argonautas hoy / saltan en parapente / con el </i>i pod <i>a tope</i></span>. En el monasterio de Juan el Teólogo de Patmos hay popes de todo tipo: <span style="color: #38761d;"><i>popes que cancerberos / te reclaman la entrada / o censuran la carne / que exhiben las turistas / ...y hasta alguno que lee / un libro de Stieg Larsson / las tapas camufladas / como un misal piadoso</i></span>. Pero nos compadecemos especialmente de ese otro pope de un monasterio de Tilos que soñó con vivir <i><span style="color: #38761d;">retirado del mundo</span> </i>sin que nadie se acerque a su <span style="color: #38761d;"><i>nido de águilas</i></span>,</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>Si acaso peregrinos o visitas piadosas,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> no turistas de </i>trekking</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que le disparan fotos</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> y confunden con sendas de interés ecológico</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> los caminos de Dios</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> -aún peores los hippies,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que en verano se instalan en la playa desierta</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> al pie del monasterio</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> y se bañan desnudos y fuman marihuana-.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYZhaI9NInho_WX9j6nKiOm7FD_69ysIDoLOivslOqUsYW7Yjm8zOm00KXmvFqmOQsirEVfMIZmL5DvT77LaplnEfWCHFg9hRZnb95FA_f_pATiweHqfHNQVuEvtyeCZhlp708qD3QG8ch/s1600/zavos_dsc1582-thumb-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="960" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYZhaI9NInho_WX9j6nKiOm7FD_69ysIDoLOivslOqUsYW7Yjm8zOm00KXmvFqmOQsirEVfMIZmL5DvT77LaplnEfWCHFg9hRZnb95FA_f_pATiweHqfHNQVuEvtyeCZhlp708qD3QG8ch/s400/zavos_dsc1582-thumb-large.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Monasterio de Agios Panteleimonas en Tilos</span></td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Otro tema recurrente son los barcos y las travesías. El poeta imagina a los veleros por la noche en el puerto como amantes que se mecen y buscan el contacto de sus cascos, o como confidentes que <span style="color: #38761d;"><i>intercambian / secretos en voz baja</i></span>. Las travesías entre islas tienen algo de mágico:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>En cubierta,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> viajeros que buscan un sentido</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> a sus vidas en tierra.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> ...</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> Y el barco que navega</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> indiferente a todo,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> flotando como un sueño</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que no termina nunca.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cada barco tiene su propia personalidad. Frente a los modernos ferris y catamaranes, puntuales y asépticos, el modesto buque familiar <i>Panagίa Spilianί</i> navega entre Rodas y Nisiros luciendo un encanto especial.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>Lento como el verano</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> nunca llega a su hora,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> navega renqueante como chatarra aquea</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> y al atracar se gritan en la lengua de Ulises</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> el padre y los hermanos</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> juramentos sonoros</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> invocando a Atenea, a Poseidón, a Eolo</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> o mejor al dios Euro</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que propicia turistas.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTnLtFSpLO_hbwuv1sLTf7bcoJKM9AMlPnv3kJU0l88-Qfrv9WtE448StVKpyX4686qml8WNw7t7nWJYTnPXlp0WLNcILBfB1T4FY4k2kWotzCDbkAxaUxJve_amsdqzqoBhzUMflISJrd/s1600/PANAGIA_SPILIANI.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTnLtFSpLO_hbwuv1sLTf7bcoJKM9AMlPnv3kJU0l88-Qfrv9WtE448StVKpyX4686qml8WNw7t7nWJYTnPXlp0WLNcILBfB1T4FY4k2kWotzCDbkAxaUxJve_amsdqzqoBhzUMflISJrd/s400/PANAGIA_SPILIANI.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">El <i>Panagίa Spilianί</i> saliendo de Nisiros</span></td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La placidez del viaje veraniego, el abandono al descanso y al <span style="color: #38761d;"><i>lento fluir de las horas</i></span> le traen al poeta recuerdos de otro tiempo y de otro mar, que sin embargo es el mismo, a pesar de la distancia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>Qué extraño que me bañe</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> en las islas de Grecia</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> y me recuerde niño</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> nadando en una playa</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> de las costas de Málaga.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El viaje llega a su fin, pero en el avión de regreso los viajeros tienen ocasión de contemplar por última vez, desde una perspectiva nueva, esas islas en las que han pasado unos días inolvidables. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>de pronto tan pequeñas</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que parece imposible</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> haber cabido en ellas,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que los días y las noches</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> que nos dieron cobijo</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> no fueran claustrofóbicos</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> en lugar de felices.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La mayoría de los poemas están compuestos en heptasílabos con ocasionales rimas asonánticas, lo que confiere al libro un ritmo y una sonoridad muy reconocibles. La poesía de Molina Temboury es fluida y transparente. Sabe recrear escenas con fina ironía y sentido del humor, trazar conexiones entre pasado y presente, evocar los paisajes visitados y los momentos vividos, transmitiendo esa sensación de felicidad que proporcionan los placeres efímeros y sencillos. Consigue contagiarnos, en suma, ese<span style="color: #38761d;"><i> deseo de ser isla / y que nada te alcance<span style="color: black;">.</span></i></span><br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allow="accelerometer; autoplay; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/LAwWeuV8MKM" width="560"></iframe>
<span style="background-color: white;"><span style="color: #38761d; font-size: x-small;"> </span></span><br />
<span style="background-color: white;"><span style="color: #38761d; font-size: x-small;">El autor habla de su libro</span></span></div>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-26357804865754903192020-02-26T10:26:00.000-08:002020-02-26T10:35:51.238-08:00In memoriam Kikí Dimulá<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgo3M_1nFsKj7p7wXAAlaUPavTt7JycG9p88yrN-ipgN7OefDcyRIyG3kWeZr-XxZN4R82lVk5C9Cne582jl6SNXaoMaMRw1JeatpJuyDT9Humv4teMOVQzSEZPJPrGE1snHSjiZh4owqt9/s1600/22333181-768x512.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="768" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgo3M_1nFsKj7p7wXAAlaUPavTt7JycG9p88yrN-ipgN7OefDcyRIyG3kWeZr-XxZN4R82lVk5C9Cne582jl6SNXaoMaMRw1JeatpJuyDT9Humv4teMOVQzSEZPJPrGE1snHSjiZh4owqt9/s400/22333181-768x512.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span class="st"><b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Kik%C3%AD_Dimul%C3%A1" target="_blank"><i>Κική Δημουλά</i></a></b> (Atenas, 6 de junio de 1931 - 22 de febrero de 2020)</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: left;">
HE PASADO</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Camino y cae la noche.</div>
<div style="text-align: left;">
Decido y cae la noche.</div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
He sido curiosa y he estudiado mucho.</div>
<div style="text-align: left;">
Sé de todo. Un poco de todo.</div>
<div style="text-align: left;">
Conozco los nombres de las flores cuando se marchitan,</div>
<div style="text-align: left;">
sé cuando reverdecen las palabras y cuándo sentimos frío.</div>
<div style="text-align: left;">
Sé con qué facilidad se abre la cerradura de los sentimientos</div>
<div style="text-align: left;">
con cualquier llave del olvido.</div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Hubo días de lluvia,</div>
<div style="text-align: left;">
me instalé detrás de este</div>
<div style="text-align: left;">
alambrado acuático</div>
<div style="text-align: left;">
con paciencia y discreción,</div>
<div style="text-align: left;">
como el dolor de los árboles</div>
<div style="text-align: left;">
cuando cae su última hoja,</div>
<div style="text-align: left;">
y como el miedo de los valientes.</div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
He pasado por jardines, frente a fuentes</div>
<div style="text-align: left;">
y he visto muchas estatuas que se reían joviales</div>
<div style="text-align: left;">
sin saber por qué.</div>
<div style="text-align: left;">
Y pequeños cupidos, presumidos.</div>
<div style="text-align: left;">
Sus arcos tensos</div>
<div style="text-align: left;">
parecían lunas menguantes en mis noches de ensueño.</div>
<div style="text-align: left;">
He soñado muchos y hermosos sueños</div>
<div style="text-align: left;">
y estuve a punto de perderme.</div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
He pensado en los sentimientos,</div>
<div style="text-align: left;">
de los míos y de los demás,</div>
<div style="text-align: left;">
y hubo siempre espacio entre ellos</div>
<div style="text-align: left;">
para que pasara el dilatado tiempo.</div>
<div style="text-align: left;">
He pasado y he vuelto a pasar por Correos.</div>
<div style="text-align: left;">
He escrito cartas y las he vuelto a escribir;</div>
<div style="text-align: left;">
he invocado sin tregua al dios de la respuesta.</div>
<div style="text-align: left;">
He recibido breves postales:</div>
<div style="text-align: left;">
una cordial despedida desde Patras</div>
<div style="text-align: left;">
y ciertos saludos</div>
<div style="text-align: left;">
desde la Torre de Pisa que se inclina.</div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste porque el día se inclina. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
He hablado mucho. A la gente,</div>
<div style="text-align: left;">
a los faroles, a las fotografías.</div>
<div style="text-align: left;">
Y mucho a las cadenas.</div>
<div style="text-align: left;">
He aprendido a leer manos,</div>
<div style="text-align: left;">
y a perder manos.</div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
He viajado, es verdad. He ido aquí, he ido allá...</div>
<div style="text-align: left;">
El mundo siempre a punto de envejecer.</div>
<div style="text-align: left;">
He perdido aquí, he perdido allá.</div>
<div style="text-align: left;">
He perdido por ser observadora</div>
<div style="text-align: left;">
y también por ser distraída.</div>
<div style="text-align: left;">
He ido al mar.</div>
<div style="text-align: left;">
Tenía derecho a un espacio. Supongamos que lo conseguí.</div>
<div style="text-align: left;">
Tuve miedo de la soledad e imaginé a la gente;</div>
<div style="text-align: left;">
a unos los vi caer junto a un polvo tranquilo,</div>
<div style="text-align: left;">
traspasado por un rayo solar;</div>
<div style="text-align: left;">
a otros junto al sonido de una campana mínima.</div>
<div style="text-align: left;">
Y me llegó el sonido del toque de la campana</div>
<div style="text-align: left;">
de la soledad ortodoxa.</div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Jugué con el fuego y me quemé lentamente.</div>
<div style="text-align: left;">
Tampoco me faltó la experiencia de las lunas.</div>
<div style="text-align: left;">
Sus fases menguantes, sombrías, sobre mares y ojos,</div>
<div style="text-align: left;">
me han nutrido.</div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
He resistido tanto como pude a este río</div>
<div style="text-align: left;">
cuando estaba crecido, para que no me llevase,</div>
<div style="text-align: left;">
y cuando fue posible he imaginado los ríos secos</div>
<div style="text-align: left;">
que tenían agua, pero me arrastraron.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
No, no estoy triste.</div>
<div style="text-align: left;">
A la hora precisa cae la noche.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
(Traducción de <b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2011/10/simbolos-solubles-de-kiki-dimula.html" target="_blank">Nina Anghelidis</a></b>)<br />
</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe width="320" height="266" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/likIf6L-voo/0.jpg" src="https://www.youtube.com/embed/likIf6L-voo?feature=player_embedded" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
ΠΕΡΑΣΑ <br />
<br />
Περπατώ και νυχτώνει.<br />
Αποφασίζω και νυχτώνει.<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη.<br />
<span id="more-3265"></span><br />
Υπήρξα περίεργη και μελετηρή.<br />
Ξέρω απ’ όλα. Λίγο απ’ όλα.<br />
Τα ονόματα των λουλουδιών όταν μαραίνονται,<br />
πότε πρασινίζουν οι λέξεις και πότε κρυώνουμε.<br />
Πόσο εύκολα γυρίζει η κλειδαριά των αισθημάτων<br />
μ’ ένα οποιοδήποτε κλειδί της λησμονιάς.<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη.<br />
<br />
Πέρασα μέρες με βροχή,<br />
εντάθηκα πίσω απ’ αυτό<br />
το συρματόπλεγμα το υδάτινο<br />
υπομονετικά κι απαρατήρητα,<br />
όπως ο πόνος των δέντρων<br />
όταν το ύστατο φύλλο τους φεύγει<br />
κι όπως ο φόβος των γενναίων.<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη.<br />
<br />
Πέρασα από κήπους, στάθηκα σε συντριβάνια<br />
και είδα πολλά αγαλματίδια να γελούν<br />
σε αθέατα αίτια χαράς.<br />
Και μικρούς ερωτιδείς, καυχησιάρηδες.<br />
Τα τεντωμένα τόξα τους<br />
βγήκανε μισοφέγγαρο σε νύχτες μου και ρέμβασα.<br />
Είδα πολλά και ωραία όνειρα<br />
και είδα να ξεχνιέμαι.<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη.<br />
<br />
Περπάτησα πολύ στα αισθήματα,<br />
τα δικά μου και των άλλων,<br />
κι έμενε πάντα χώρος ανάμεσά τους<br />
να περάσει πλατύς ο χρόνος.<br />
Πέρασα από ταχυδρομεία και ξαναπέρασα.<br />
Έγραψα γράμματα και ξαναέγραψα<br />
και στο θεό της απαντήσεως προσευχήθηκα άκοπα.<br />
Έλαβα κάρτες σύντομες:<br />
εγκάρδιο αποχαιρετιστήριο από την Πάτρα<br />
και κάτι χαιρετίσματα<br />
από τον Πύργο της Πίζας που γέρνει.<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη που γέρνει η μέρα.<br />
<br />
Μίλησα πολύ. Στους ανθρώπους,<br />
στους φανοστάτες, στις φωτογραφίες.<br />
Και πολύ στις αλυσίδες.<br />
Έμαθα να διαβάζω χέρια<br />
και να χάνω χέρια.<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη.<br />
<br />
Ταξίδεψα μάλιστα.<br />
Πήγα κι από δω, πήγα κι από κει…<br />
Παντού έτοιμος να γεράσει ο κόσμος.<br />
Έχασα κι από δω, έχασα κι από κει.<br />
Κι από την προσοχή μου μέσα έχασα<br />
κι από την απροσεξία μου.<br />
Πήγα και στη θάλασσα.<br />
Μου οφειλόταν ένα πλάτος. Πες πως το πήρα.<br />
Φοβήθηκα τη μοναξιά<br />
και φαντάστηκα ανθρώπους.<br />
Τους είδα να πέφτουν<br />
απ’ το χέρι μιας ήσυχης σκόνης,<br />
που διέτρεχε μιαν ηλιαχτίδα<br />
κι άλλους από τον ήχο μιας καμπάνας ελάχιστης.<br />
Και ηχήθηκα σε κωδωνοκρουσίες<br />
ορθόδοξης ερημίας.<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη.<br />
<br />
Έπιασα και φωτιά και σιγοκάηκα.<br />
Και δεν μου ‘λειψε ούτε των φεγγαριών η πείρα.<br />
Η χάση τους πάνω από θάλασσες κι από μάτια,<br />
σκοτεινή με ακόνισε.<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη.<br />
<br />
Όσο μπόρεσα έφερ’ αντίσταση σ’ αυτό το ποτάμι<br />
όταν είχε νερό πολύ, να μη με πάρει,<br />
κι όσο ήταν δυνατόν φαντάστηκα νερό<br />
στα ξεροπόταμα<br />
και παρασύρθηκα.<br />
<br />
Όχι, δεν είμαι λυπημένη.<br />
Σε σωστή ώρα νυχτώνει.<br />
<br />juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-10432869324391796602020-02-09T11:51:00.000-08:002020-02-09T11:51:30.913-08:00Qué queda de la noche. Cavafis en París<div style="text-align: justify;">
Durante los meses de mayo y junio de 1897 el poeta alejandrino Constantinos Cavafis (1863-1933) hizo un viaje por Francia e Inglaterra en compañía su hermano Yannis, más conocido por John en el círculo familiar. Después de llegar por barco hasta Marsella los dos hermanos viajaron a París y, desde allí, a Londres. De regreso volvieron a pasar unos días en la capital francesa, antes de tomar el barco que les llevaría de nuevo a Alejandría. <i><span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://sextopiso.es/esp/item/399/que-queda-de-la-noche" target="_blank">Qué queda de la noche</a></b></span> (<b>Τι μένει από τη νύχτα</b>)</i> es una novela que recrea los tres últimos días del poeta en París. Su autora es <a href="https://el.wikipedia.org/wiki/%CE%88%CF%81%CF%83%CE%B7_%CE%A3%CF%89%CF%84%CE%B7%CF%81%CE%BF%CF%80%CE%BF%CF%8D%CE%BB%CE%BF%CF%85" target="_blank">Ersi Sotirópoulos</a>, cuya novela <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2017/12/zigzag-entre-naranjos-amargos.html" target="_blank"><i>Zigzag entre naranjos amargos</i></a></b></span> hemos comentado en otra entrada de <a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2017/12/zigzag-entre-naranjos-amargos.html" target="_blank">ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ</a>. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXzJ7rXWdQTHVKamvwZpetDz3wX1WYlkRee8HoatHSWy8egdOQUXS5h9NQNciWbG5J0ehEXcnfZwG5fuPsVI0lqgJPHYkffc7mRYli0vShBSDwgcFj60O0TkbFHIWdhC8VDrLTFp8D9POk/s1600/Qu%25C3%25A9+queda+de+la+noche.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1047" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXzJ7rXWdQTHVKamvwZpetDz3wX1WYlkRee8HoatHSWy8egdOQUXS5h9NQNciWbG5J0ehEXcnfZwG5fuPsVI0lqgJPHYkffc7mRYli0vShBSDwgcFj60O0TkbFHIWdhC8VDrLTFp8D9POk/s400/Qu%25C3%25A9+queda+de+la+noche.jpg" width="261" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En la primavera de 1897 Cavafis acaba de cumplir 34 años y lleva ya un tiempo trabajando en la Oficina de Riegos del Ministerio de Obras Públicas en Alejandría. Tan solo ha publicado algunos poemas en revistas y en hojas sueltas de escasa difusión. El viaje con su hermano le permite evadirse del ambiente de su ciudad natal y de la fuerte personalidad de su madre, con la que vive. La autora nos presenta a un Cavafis que siente la necesidad de dar un nuevo rumbo a su vida, de encontrar su propia voz como poeta, de liberarse de una sexualidad reprimida y culpable. La ciudad a la que llega todavía se encuentra conmocionada por el incendio del Bazar
de la Charité y dividida en torno a la polémica del caso Dreyfus. El guía de los dos hermanos en estos tres días parisinos será Nicos Mardaras, un griego emigrado con el que se encuentran en un café, inquieto y locuaz personaje, un tanto cargante, buen conocedor de los asuntos mundanos de París y secretario informal de Jean Moréas, autor del que ya hemos hablado en ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ en un par de ocasiones (<a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2011/09/el-viaje-de-grecia-de-jean-moreas.html" target="_blank">aquí</a> y <a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/09/la-grecia-eterna.html" target="_blank">aquí</a>). Moréas, al que Cavafis ha enviado dos poemas para conocer su influyente opinión, se encuentra fuera de París, pero Mardaras les propone visitar su casa y su biblioteca.</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Cómo ansiaba ver los libros que habían formado a aquel gran poeta, descubrir quiénes eran los escritores que lo habían educado, porque no era un simple poeta, sino un resorte de la vida intelectual, inspirador de movimientos literarios, quizá una de las dos o tres personas cuya opinión contaba de verdad en París.</i></span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
En los siguientes días Mardaras se ofrece para acompañar a los hermanos Cavafis por los locales de moda parisinos, incluyendo el Arca, una casa de campo en las afueras de la ciudad, donde se organizan exclusivas veladas en las que se puede encontrar <i>lo más exquisito y lo más bajo</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3CfH1w9A97dsnLi09lcVxxTbWbdTu4YrE3CtED0jmoaIIn0umc-V4Ko6Q7ECT3JdJPWXHTlhCy_k8kgglatkpE8m6PKYFZZ_0LLzABQSTARwNijkoac9o81b9WHrtJdECz1JatnJmiehp/s1600/Cavafis1896.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1052" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3CfH1w9A97dsnLi09lcVxxTbWbdTu4YrE3CtED0jmoaIIn0umc-V4Ko6Q7ECT3JdJPWXHTlhCy_k8kgglatkpE8m6PKYFZZ_0LLzABQSTARwNijkoac9o81b9WHrtJdECz1JatnJmiehp/s400/Cavafis1896.jpg" width="262" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Cavafis en 1896</span></td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Excepto un par de breves capítulos escritos en primera persona, el libro está narrado en tercera persona por una voz omnisciente, que penetra en la mente del poeta para mostrarnos sus inquietudes, dudas y remordimientos. La autora construye así, desde dentro, un personaje lleno de matices que atraviesa un momento crucial de su vida. Las referencias a la obra cavafiana son continuas. En un sugerente juego literario imagina cómo se gestaron algunos de los temas y los poemas más célebres del autor alejandrino, como <i>La ciudad </i>o <i>El dios abandona a Antonio</i>. Nos sumerge, en suma, en el arduo trabajo que ha de afrontar todo creador, incluso los más geniales, hasta encontrar su estilo personal, su propia manera de conciliar el arte con la vida.</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Algo le había pasado por la cabeza, la idea de que toda esta dificultad en la escritura podía no deberse a la escritura. Puede que no tuviera que ver con que su talento estaba aún en ciernes, sin cultivar. Quizá el problema estuviera en él, en su interior. La gran necesidad de ruptura en su poesía que sentía con tanta intensidad los útimos meses, el imprudente impulso de romper las normas -cuando no estaba preparado todavía, porque sabía que no lo estaba-, de deshacerse de los lirismos y florituras verbales, de quitarse de encima toda influencia de otros poetas y corrientes, de ser él mismo su propia corriente, quizá reflejara, a fin de cuentas, una necesidad de ruptura en su vida con todo lo que hasta entonces había sido su vida. Ruptura con las normas, las convenciones sociales. Se encontraba ante un enorme dilema. El consabido dilema. ¿Cómo podía alguien con una vida mediocre, conservadora, limitada, escribir grandes versos? ¿Hablar de grandes pasiones, de épocas de atrevimiento? Error. No debían confundirse aquellas dos cosas. La escritura saldría perdiendo. Pero, ¿cómo se podían distinguir?</i></span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><i>Qué queda de la noche</i></b> ha sido editado en español por la editorial Sexto Piso con traducción de Vicente Fernández González y Antonio Vallejo Andújar. La autora acudió a España para presentar la traducción de su libro y concedió sendas entrevistas a los periódicos <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://elpais.com/cultura/2018/04/18/actualidad/1524066885_830171.html" target="_blank">El País</a></b></span> y <b><a href="https://www.lavanguardia.com/vida/20180417/442667183883/ersi-sotiropoulos-se-mete-en-la-piel-del-poeta-griego-costantino-cavafis-en-que-queda-de-la-noche.html" target="_blank">La Vanguardia</a></b>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWdhTKkvHzr-nmiCqowCa9ATSSemia6CYbhJjPcfH1SSmn1tnf4SZWEqb-FuSortiZ3HND3V79mz470P86PdvXForDW4H_3f5uzO8aj_46lpId1PfR2Wa8WG5SaIKgdPZgRbFO4l8zI84P/s1600/Ersi+Sotiropoulos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="654" data-original-width="980" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWdhTKkvHzr-nmiCqowCa9ATSSemia6CYbhJjPcfH1SSmn1tnf4SZWEqb-FuSortiZ3HND3V79mz470P86PdvXForDW4H_3f5uzO8aj_46lpId1PfR2Wa8WG5SaIKgdPZgRbFO4l8zI84P/s400/Ersi+Sotiropoulos.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Ersi Sotirópulos en el Círculo de Bellas Artes de Madrid</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-57894361150054881812019-11-29T12:35:00.000-08:002019-11-29T12:35:07.575-08:00La inmortalidad de los perros<div style="text-align: justify;">
Hace ya un tiempo que comentamos <b><span style="color: #6aa84f;"><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2017/10/cuatro-estaciones-de-costas-mavrudis.html" target="_blank"><i>Cuatro estaciones</i></a></span></b>, un libro de poemas del escritor griego <b><a href="https://el.wikipedia.org/wiki/%CE%9A%CF%8E%CF%83%CF%84%CE%B1%CF%82_%CE%9C%CE%B1%CF%85%CF%81%CE%BF%CF%85%CE%B4%CE%AE%CF%82" target="_blank">Costas Mavrudís</a></b> (Tinos, 1948). Anunciábamos entonces la publicación en español de la colección de relatos que hoy nos ocupa, editada por <b><span style="color: #6aa84f;"><a href="http://www.hojadelata.net/tienda/la-inmortalidad-de-los-perros/" target="_blank">Hoja de Lata</a></span></b> con traducción de Ángel Pérez González.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoIjTD8j0FuSnd9MomxArrKmkN-JRYeTWyl79UfSskTvnwLLprDTsM53aImI01bX3h1HX5wSdhQHecYBYsmNCufJYtmF1khc_12O2P-wx7Cjn8-mZk1QrgvCSI6gLUsaSI-05E4OVas7To/s1600/IMG_20191127_0004_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1098" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoIjTD8j0FuSnd9MomxArrKmkN-JRYeTWyl79UfSskTvnwLLprDTsM53aImI01bX3h1HX5wSdhQHecYBYsmNCufJYtmF1khc_12O2P-wx7Cjn8-mZk1QrgvCSI6gLUsaSI-05E4OVas7To/s400/IMG_20191127_0004_NEW.jpg" width="273" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><b>La inmortalidad de los perros</b> (Η αθανασία των σκύλων)</i>, que recibió en 2014 el Premio Nacional de Literatura griego en la categoría de Narrativa Breve, se compone de setenta y una microhistorias que rara vez exceden las tres páginas. Algunas son pura ficción, pero en la mayoría la ficción se mezcla con los recuerdos personales. Muchas otras son reflexiones a partir de una anécdota, una cita literaria o una noticia periodística. La literatura y el cine están muy presentes, al igual que la pintura y la fotografía, una obsesión personal del autor, fascinado por esas imágenes congeladas de un pasado huidizo, que él se esfuerza por restituir y fijar en sus obras. Hemos utilizado el término microhistorias porque nos parece el más neutro para abarcar la variedad de enfoques de un libro en el que las fronteras entre relato, ensayo y recuerdos permanecen difusas.<br />
<br />
A pesar de la diversidad de las piezas incluidas en el libro, hay algo que tienen en común todas ellas: la aparición, o al menos la mención, de uno o más perros. A veces en un papel central, generalmente como elementos secundarios, en ocasiones pasando inadvertidos, reducidos a una alusión mínima ο marginal. Porque la idea que subyace a toda la obra, planteada ya desde el primer capítulo, es que los perros siempre están ahí, como testigos mudos y casi indiferentes de los asuntos humanos, ya sea en <i>Las Meninas</i> de Velázquez, o en fotografías personales; en películas como <i>Viridiana,</i> o en libros como <i>El Gatopardo;</i> vagando por una excavación arqueológica, o acurrucados en el asiento trasero de un coche; como pretexto para una separación amorosa, o como reclamo publicitario de un conocido sello discográfico.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS-BMFnpW7xQP25qpXnQm6-mAPZacW6B1ZzVG-vScGYknMkMfHtOYBYWFBaMkFKeY76qFYbQ7Xx0alzm_WNV6N_9ptKVpdHdnab9fJLLje8str8Fk_Psxq_VNnl3zbz5qoB4KKvF-hG4qB/s1600/SPN4100.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="489" data-original-width="682" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS-BMFnpW7xQP25qpXnQm6-mAPZacW6B1ZzVG-vScGYknMkMfHtOYBYWFBaMkFKeY76qFYbQ7Xx0alzm_WNV6N_9ptKVpdHdnab9fJLLje8str8Fk_Psxq_VNnl3zbz5qoB4KKvF-hG4qB/s400/SPN4100.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i> <span style="color: #6aa84f;">La voz de su amo. </span></i><span style="color: #6aa84f;">Francis Barraud</span></td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La segunda historia nos da la clave del título del libro. En ella el dueño de Hermes, un <i>setter </i>inglés de quince años, explica su teoría sobre la inmortalidad de los perros:</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>El perro, muy señor mío, ¡es inmortal! [...] No se mueren más que los que lo saben. [...] Hermes no tiene conciencia, ignora el final, igual que el bosque no sabe nada de la serrería. Dichoso de él. Ha vivido y se muere sin sospechar de su ausencia, sin saber nada del tiempo. De modo que cuando llegue el momento le aplicaré la eutanasia a un ser despreocupado, que es como decir inmortal.</i></span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Las historias se van sucediendo sin responder aparentemente a ningún orden preconcebido, aunque algunas parecen agrupadas en bloques. Así encontramos unas cuantas ambientadas en Tinos, la isla natal del autor, otro grupo está protagonizado por ancianos, y en la parte final hay tres relatos narrados por una voz femenina. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como bien afirma Vicente Fernández González, autor del prólogo a la edición española y buen conocedor de la obra de Mavrudís por haber traducido dos de sus poemarios, <span style="color: #6aa84f;"><i>la narración en </i>La inmortalidad de los perros <i>vibra con concisión poética</i></span>. Igual que un poema está cargado de referencias, evocaciones e imágenes concentradas en unos pocos versos, estas narraciones condensan, en el breve espacio de un par de páginas, reflexiones, recuerdos y ficciones que llevan de un tema a otro, de una situación a otra, de una cita a otra. Mavrudís se nos muestra como una especie de orfebre literario o prestidigitador de las palabras, capaz de convertir cada una de las piezas del libro, cuidadosamente elaborada, en una pequeña joya con varias historias en su interior, que se van desplegando ante la mirada cautivada del lector.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYnO7bHiT4TQkY8mmlYUY8twCt7-hfzuvC3skY6VPK5UQoFk1xdrw63bLH2d-vCdx65xrFlThWJMTX6UscuXH4pseLyBerKK66C14z-XT2X0gJqVg9776hmFHqGacK4i7t02Xqx97PaIkO/s1600/kostas-mavroudis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="666" data-original-width="1000" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYnO7bHiT4TQkY8mmlYUY8twCt7-hfzuvC3skY6VPK5UQoFk1xdrw63bLH2d-vCdx65xrFlThWJMTX6UscuXH4pseLyBerKK66C14z-XT2X0gJqVg9776hmFHqGacK4i7t02Xqx97PaIkO/s400/kostas-mavroudis.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Costas Mavrudís</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-59719816552086955592019-11-17T12:12:00.000-08:002019-11-17T12:12:14.640-08:00El número 31328<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjCoYR4qwhR5gaXndf0cRUzJZNjnQznY5wwqdmpZADRTRakq6cWGo5nNYRvws9JMNngfexFHMu20MJ7nxWWOBBLUsGz3O0XQfokJPe_NzerlMIcHc4Yhk3oUtNC5m_OCUE_kCcUt_krmcw/s1600/IMG_20191115_0001_NEW2_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1187" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjCoYR4qwhR5gaXndf0cRUzJZNjnQznY5wwqdmpZADRTRakq6cWGo5nNYRvws9JMNngfexFHMu20MJ7nxWWOBBLUsGz3O0XQfokJPe_NzerlMIcHc4Yhk3oUtNC5m_OCUE_kCcUt_krmcw/s400/IMG_20191115_0001_NEW2_NEW.jpg" width="296" /></a></div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>1922. La Anatolia dulcísima como siempre; digna de un soneto, o algo parecido. Todo era apacible y delicado aquel otoño. El enemigo había llegado a nuestra ciudad, Aivalí. Y en el puerto habían atracado barcos con pabellones americanos. La orden era que la mercancía deteriorada -los niños y las mujeres- debían embarcar rumbo a Grecia. Pero que los hombres de entre dieciocho y cuarenta y cinco años partirían hacia el interior como esclavos en los batallones de trabajo.</i></span></blockquote>
Así comienza <i><span style="color: #6aa84f;"><a href="https://editorial.us.es/es/detalle-libro/480086/el-numero-31328" target="_blank"><b>El número 31328</b></a></span> (Tο νούμερο 31328)</i>, subtitulado <i><b>El libro del cautiverio</b> (</i><i><i>Το βιβλίο της σκλαβιάς)</i></i>, un relato autobiográfico en el que <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://el.wikipedia.org/wiki/%CE%97%CE%BB%CE%AF%CE%B1%CF%82_%CE%92%CE%B5%CE%BD%CE%AD%CE%B6%CE%B7%CF%82" target="_blank">Ilías Venezis</a></b></span> da testimonio de su dramática experiencia tras la catástrofe de Asia Menor. Ilías Venezis, seudónimo de Ilías Melos, fue uno de los prosistas más destacados de la llamada generación del 30 y vivió en carne propia las consecuencias de la derrota del ejército griego en 1922. Había nacido en Aivalí en 1904, así que cuando los turcos reconquistan la ciudad tiene dieciocho años y se ve obligado a separarse de su familia.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioAPmbbKU-7-BB3Tqf1NUIqmKDaZRKXE1MKIbHk10oE3F8gK4M73v1kNDUvG_A_b5zvjraLqD4AZnqfEQY-EwMBRKOSpWZyIPZ7pK1hXL8dXwhf5XL__ruCmEOpcObTO1QDrHFHSOXzkO6/s1600/19-1--20-thumb-medium.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="263" data-original-width="420" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioAPmbbKU-7-BB3Tqf1NUIqmKDaZRKXE1MKIbHk10oE3F8gK4M73v1kNDUvG_A_b5zvjraLqD4AZnqfEQY-EwMBRKOSpWZyIPZ7pK1hXL8dXwhf5XL__ruCmEOpcObTO1QDrHFHSOXzkO6/s400/19-1--20-thumb-medium.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"> <span style="color: #6aa84f;">Vista del puerto de Aivalí antes de 1922</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Al principio intenta esconderse y más tarde escapar sobornando a los centinelas del puerto, pero es apresado y conducido a una cárcel improvisada en el sótano de una vivienda. Durante tres noches angustiosas consigue librarse de las <i>purgas</i> de prisioneros. Entonces comienzan las terribles marchas hacia el interior. Caminan semidesnudos, descalzos, padeciendo hambre y sed. Los que no pueden seguir el ritmo, agotados por el cansancio o la enfermedad, son rematados por los soldados que los escoltan. Se inicia un rápido proceso de deshumanización. Cada uno solo piensa en aliviar como sea el sufrimiento que atormenta su cuerpo. Estas son sin duda las páginas más duras del libro, en las que el autor presenta con frialdad, casi con indiferencia, las escenas brutales de las que es testigo, como si hubiera perdido la capacidad de sentir compasión por el dolor ajeno.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"> <i>Las dos muchachas que se nos unieron en Pérgamo nos dieron un respiro. Andábamos sobre tierra sin cultivar, y a cada rato hacíamos un alto. Los soldados se las turnaban, volvían y comenzábamos de nuevo la marcha. Este aderezo nos venía bien. Podíamos descansar. Sin embargo, de nuevo hacia el mediodía, tuvimos que decir adiós aun compañero que cayó extenuado. Se había hecho sus necesidades encima y apestaba. La enfermedad se había cebado en él. No sé cómo se llamaba. ¿De qué servía saberlo?</i></span></blockquote>
A pesar de todo siempre queda un mínimo rescoldo de esperanza, incluso en las situaciones más difíciles. El protagonista y Aryiris, un antiguo compañero de colegio, se apoyan mutuamente para intentar resistir las penalidades. Otro de los prisioneros comparte con ellos los jirones de tela de saco con los que cubre sus pies. Por fin el grupo de Venezis se detiene en una localidad del interior de Anatolia y empieza a ser utilizado como mano de obra esclava. Los trabajos son duros y extenuantes, pero el hecho de librarse del sufrimiento continuo de las marchas hace que los prisioneros recuperen poco a poco su humanidad.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Entre nosotros, entre los veintitrés hombres, en cuanto nos abandonó la agonía de las caminatas, en cuanto tuvimos la certeza de que ya no nos moverían de allí, comenzó a producirse una curiosa efervescencia. Los cuerpos se reponían de su abandono e intentaban retomar una postura frente a la vida. Cada uno hacía por acercarse al otro; olíamos nuestros alientos como animales que husmean. Era un acercamiento lleno de reservas y de miedo, como cuando, por la noche, las fieras salen de sus antros porque tienen hambre, inquietas. De igual modo obrábamos nosotros.</i></span></blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw5y7RoXRSrMJaox5oOCuiiGkg-zaEiagixKoVOWCi5RdFRWNdGRGKvl4vH5i4ik1dK0TCvbNZkSinlKv7cXvPKEWIG9XVZBylwXbVsU4OVrmUPOEMH0_Mq4yb6oUwa8akLYQx7cjOLr1Z/s1600/Elias_Venezis1925.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="476" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw5y7RoXRSrMJaox5oOCuiiGkg-zaEiagixKoVOWCi5RdFRWNdGRGKvl4vH5i4ik1dK0TCvbNZkSinlKv7cXvPKEWIG9XVZBylwXbVsU4OVrmUPOEMH0_Mq4yb6oUwa8akLYQx7cjOLr1Z/s400/Elias_Venezis1925.jpg" width="317" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Ilías Venezis en 1925</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
La población turca se muestra hostil hacia los prisioneros, en represalia por las atrocidades cometidas por el ejército griego durante su retirada de Asia Menor. Pero también se producen gestos benevolentes. Un anciano les lleva restos de tabaco, una mujer les proporciona comida cuando están enfermos, un médico militar toma a su servicio al autor, que consigue así librarse por un tiempo de los trabajos más pesados.<br />
<br />
Un día llegan tres nuevos prisioneros procedentes de Esmirna. Tienen en la muñeca una plaquita triangular metálica con un número en caracteres turcos. Venezis y sus compañeros los contemplan con envidia: están registrados con un número en algún lugar. En cambio ellos no figuran en ninguna lista. En cualquier momento pueden ser eliminados sin que nadie los eche de menos. Pasa el tiempo y el autor es trasladado a un nuevo destino en Magnesia, un campamento donde, después de varios meses, tendrá ocasión de lavarse y le afeitarán la cabeza. Allí recibe también con alegría su número personal.<br />
<br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>Nos conducen a una oficina.</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> -¿Nombre?</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> Se lo decimos. Los apellidos también.</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> -Número 31328 -dice el escribano, y me da una placa con el número.</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> La aprieto entre mis manos. ¡Qué alegría! ¡Qué alegría!</i></span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij1_1qJvHl-QzKG1CnlSurXsQdnnTQCJp4ZaMTMxVo3A7znxaQq_zhoCzavvEK6Z5gWfxEfaMEfKjm4EvSv-hC9oLhT57dFe_YnKYemlMbyBZlXZsReP4H7rU4Kps1IQg1alixt37h4mZn/s1600/Venezis-ilias-no31328-1931.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="534" data-original-width="377" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij1_1qJvHl-QzKG1CnlSurXsQdnnTQCJp4ZaMTMxVo3A7znxaQq_zhoCzavvEK6Z5gWfxEfaMEfKjm4EvSv-hC9oLhT57dFe_YnKYemlMbyBZlXZsReP4H7rU4Kps1IQg1alixt37h4mZn/s400/Venezis-ilias-no31328-1931.jpg" width="281" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Portada de la primera edición</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Entra a formar parte de un <i>amele taburu</i>, un batallón de trabajo. Al frente de cada pelotón hay un <i>çavus</i>, un vigilante nombrado de entre los griegos que hablan turco. Aprovechándose de su posición privilegiada explotan a sus compatriotas y se comportan con más crueldad que la mayoría de los turcos. Algo parecido ocurrirá años más tarde en los campos de concentración alemanes con los temidos <i>kapos</i>, prisioneros designados por los nazis para estar a cargo de un barracón o un grupo de trabajo.<br />
<br />
Los meses pasan, termina el invierno, aparecen las primeras flores, llega el verano y los prisioneros que aún sobreviven van perdiendo la esperanza de la liberación. Por otro lado, el sentimiento de revancha y odio de los turcos hacia ellos se va dulcificando. Los guardianes turcos también anhelan regresar a sus lugares de origen. Empiezan a compadecerse de los prisioneros y a percibir que tienen más cosas en común de lo que parece. Comparten con ellos el deseo de reencontrarse con los suyos y el odio hacia los oficiales y los colaboracionistas griegos, que han organizado una especie de mafia en el campamento.<br />
<br />
Los trabajos del estado han terminado y los prisioneros tienen más tiempo para pensar en su situación. Con el ocio sobreviene la desesperación y algunos caen en la locura. A pesar de que ya se ha firmado la paz deben seguir confinados en el campamento. Un grupo de refugiados turcos procedentes de Grecia es alojado en unos barracones, separados del resto por alambre de espinos. Al llegar sienten resentimiento hacia los griegos, les insultan y les tiran piedras, pero acabarán por comprender que todos son víctimas de la guerra. Se establece entre ellos una complicidad especial, comparten la comida que les sobra e incluso los niños turcos pasan la otro lado de la alambrada para jugar con los prisioneros griegos.<br />
<br />
Al fin llega la noticia de la partida. La esclavitud ha terminado, pero la alegría no es completa, porque ya no regresarán más a sus hogares en Anatolia. Un barco espera para llevarlos a Grecia. Desde Aivalí, el pueblo de Venezis, tres mil prisioneros habían partido hacia el interior. Solo veintitrés regresarán con vida.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNRUdv6w9F21732EU6aqqPCGZh3Q7JdRT8rgamVyi_J7FHMw4XR6Ii7neSkFPUfLNe3HuxMr9RcluBzpNrA5QflwHsMibmKPYhoVr_pfUm-I5pMVdDjPmj-iD5mIKZQkxHQw87TCOvzPIf/s1600/42527729_2112392755439581_9036747968312508416_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="802" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNRUdv6w9F21732EU6aqqPCGZh3Q7JdRT8rgamVyi_J7FHMw4XR6Ii7neSkFPUfLNe3HuxMr9RcluBzpNrA5QflwHsMibmKPYhoVr_pfUm-I5pMVdDjPmj-iD5mIKZQkxHQw87TCOvzPIf/s400/42527729_2112392755439581_9036747968312508416_n.jpg" width="333" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Casa de Ilías Venezis en Aivalí</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
El relato de Venezis es directo, sobrio, descarnado, como corresponde a una experiencia tan dura vivida a una edad temprana, pero no destila odio ni pretende juzgar. No se trata de una historia de víctimas y verdugos, buenos y malos. A veces son los propios griegos los más despiadados con sus compañeros, y no es extraño que los turcos se muestren compasivos. La crueldad o los buenos sentimientos no son patrimonio ni de unos ni de otros. En demasiadas ocasiones y lugares, antes y después de 1922, el ser humano ha infligido dolor y tormento a sus semejantes. Como señala el autor en el prólogo a la segunda edición, el libro pretende dar testimonio de ese dolor.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>En este libro no existe alma, ni hay margen para ningún viaje a lugares metafísicos. Cuando la carne es abrasada como se abrasa aquí, con hierro candente, esta se transmuta en una deidad todopoderosa, acallando cualesquiera otras consideraciones. Se podrá decir que ningún dolor es comparable al dolor moral. Esto lo dicen los sabios y los libros. Sin embargo, si salimos a las calles y preguntamos a los que pueden dar testimonio de esto, a aquellos cuyos cuerpos fueron atormentados mientras la muerte batía sus alas sobre sus cabezas -y es muy fácil encontrarlos, porque nuestra época se ha encargado de llenar el mundo de ellos-, si les preguntas, te dirán que no existe nada, nada más profundo ni más sagrado que un cuerpo que sufre tormento.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Este libro es una ofrenda a ese dolor.</i></span></blockquote>
En unos tiempos en los que algunas opciones políticas intentan relativizar el pasado y criminalizar al que es diferente es muy recomendable volver la mirada hacia libros como <b><i>El número 31328</i></b> y a la amplia literatura sobre los campos de concentración y el <i>gulag</i>. Son la mejor prueba de las funestas consecuencias que se derivan del empeño en afirmar la propia identidad alardeando de patrias y banderas, mientras se alientan los odios entre grupos étnicos.<br />
<br />
<b><i>El número 31328</i></b> fue publicado en español en 2006 por el <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://editorial.us.es/es/detalle-libro/480086/el-numero-31328" target="_blank">Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla</a></b></span>, con cuidada traducción, introducción y notas de Manuel González Rincón.</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-60167537892129045772019-10-20T11:33:00.000-07:002019-10-20T11:33:52.494-07:00Un recorrido poético por las islas griegas<div style="text-align: center;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWzkhCb0VGkUBQb6lNnA6GpOUOstPtFS0SCfEeoF_BR4DrcO-VVoPTtU3eyM2v32DHcA9a_ywwaVIntCZWOImJo3rW-J1wAHI1X4Jau4ao7BuJ3OsnbSTrZPHDbuHrK6OFYi0TygI4kOy3/s1600/IMG_20191020_0002_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1345" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWzkhCb0VGkUBQb6lNnA6GpOUOstPtFS0SCfEeoF_BR4DrcO-VVoPTtU3eyM2v32DHcA9a_ywwaVIntCZWOImJo3rW-J1wAHI1X4Jau4ao7BuJ3OsnbSTrZPHDbuHrK6OFYi0TygI4kOy3/s400/IMG_20191020_0002_NEW.jpg" width="335" /></a></div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<b><span style="color: #6aa84f;"><i>Las islas son el regalo hecho al mundo en días de paz para su gozo</i></span></b></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Con esta cita de María Zambrano, que constituye toda una declaración de intenciones, se abre <a href="https://www.reinodecordelia.es/producto/dibujar-una-isla/" target="_blank"><span style="color: #6aa84f;"><i><b>Dibujar una Isla</b></i></span></a>, el libro de poemas de <b><span style="color: #6aa84f;"><a href="https://www.reinodecordelia.es/autor/veronica-aranda/" target="_blank">Verónica Aranda</a></span></b>, galardonado con el XX Premio de Poesía Ciudad de Salamanca y publicado por la editorial <i>Reino de Cordelia</i>. En las páginas que siguen la autora se entrega, en compañía de la persona amada, al gozo y al descubrimiento de algunas islas griegas, que son efectivamente un regalo, pero también un enigma que debe ser revelado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Toda isla es un enigma</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> cuando lava y espuma</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> se entrelazan.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> Cuando recolectamos en silencio</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> piedras turquesa</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> y emociones últimas.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> Cuando declina abril</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> y hay cinturas esquivas,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> cartas sin responder,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> y unas salinas de un extraño rojo.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El itinerario poético de Verónica Aranda comienza por las islas del Egeo y su primer destino es Santorini, donde se pregunta si</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Acaso la existencia </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> es esta forma lenta</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> de bajar los peldaños</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> y divisar volcanes.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Míkonos, la isla que <span style="color: #6aa84f;"><i>en los antros se embriaga / y aplica el </i>carpe noctem</span>, es un buen lugar para el encuentro amoroso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Me buscas; estupor,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> muy cerca de las yemas de los dedos.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> El movimiento torpe</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> que se enquista en las ingles </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> nos llena de archipiélagos.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Después de las islas más turísticas el recorrido prosigue por otras menos frecuentadas. Folégandros con <span style="color: #6aa84f;"><i>su luz fresca de cal y aguamanil</i></span> y su <span style="color: #6aa84f;"><i>extraño aroma a sandía caliente</i></span> invita a nadar y abandonarse en sus plácidas aguas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Nado a crol</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> y me alejo de la orilla;</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> me pierdo en la corriente </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> primitiva del mar.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> Soy una nadadora ensimismada.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieaxx93VwVBdDJuchaKyL5AkhUGWghfEU7kagl8nqp6HVwoQGZHnO8vynmzrvE5RfM7uj0qjiQX92NhB_kspqby0IzPeSRmJyuVnJ_KR7Gzan98C5JxPgSeRr-qefH6FUT-0_q2kmm5Q3d/s1600/IMG_9364.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieaxx93VwVBdDJuchaKyL5AkhUGWghfEU7kagl8nqp6HVwoQGZHnO8vynmzrvE5RfM7uj0qjiQX92NhB_kspqby0IzPeSRmJyuVnJ_KR7Gzan98C5JxPgSeRr-qefH6FUT-0_q2kmm5Q3d/s400/IMG_9364.JPG" width="300" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;"><i>Luz fresca de cal y aguamanil</i>. (Foto de Alicia Andrés, tomada del <b><a href="http://veronicaaranda.blogspot.com/" target="_blank">blog de la autora</a></b>)</span><br /><i></i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
En Milos la quietud se plasma en la forma <span style="color: #6aa84f;"><i>en que los pescadores, / siempre meditabundos, / contemplan el fulgor de las medusas</i></span>. En Kímolos, en <span style="color: #6aa84f;"><i>un mediodía blanco / de textura porosa</i></span>, la plenitud consiste en <span style="color: #6aa84f;"><i>yacer y que me narres / historias de fareros</i></span>. El periplo por las Cícladas culmina en Sifnos y Sérifos, donde las calas son una nueva invitación a entregarse a la voluptuosidad.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Si un pinar delimita</i></span></div>
<span style="color: #6aa84f;"><i>la voluptuosidad, sus tonos sepia,</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> decido no alejarme de las playas de fósiles.</i></span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Desde Sérifos un salto hacia el norte lleva a la autora hasta las Espóradas para contemplar, en Skiathos, las vistas desde la alcoba de Papadiamandis. En Skópelos sorprenden el paisaje y la vegetación, muy diferentes a los de las Cícladas, y la extraña forma de la isla.</div>
<br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>Una isla imposible</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"> <i> de dibujar, con infinitos cabos,</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> limoneros frondosos y colinas</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> donde los monjes enloquecen.</i></span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
El recorrido por el Egeo termina en Alónnisos, disfrutando una vez más de la suspensión del tiempo y del placer del baño.</div>
<br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>Nado, constante, sobre los erizos</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> y sobre las incógnitas.</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> Un tiempo fértil se dilata</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> en las calas remotas.</i></span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
En la segunda parte del libro la autora vuela hasta las islas del mar Jónico. La isla de Odiseo no está incluida en la ruta, pero desde el aire contempla su silueta y no se puede resistir a componer un breve poema, en el que evoca a Penélope, sola en el lecho conyugal, cansada de intentar averiguar el paradero de su esposo.<br />
<br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>Sobrevolamos Ítaca.</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> Penélope se arropa con dos sábanas.</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> Un viejo mapamundi</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> reposa sobre el lado</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> vacío de su lecho.</i></span><br />
<br />
Las referencias geográficas son ahora menos precisas. Solo se mencionan expresamente tres destinos: Corfú, Paxos y el <span style="color: #6aa84f;"><i>paraíso diminuto</i></span> de Antípaxos.<br />
<br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>No recuerdo</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> la forma de la isla,</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> solo el sabor del vino de Antipaxos,</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> solo tus hombros tensos</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> en ese paraíso diminuto.</i></span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhifXPfqMjUYlMr2pEUpAkSMpEnd0IuY-OqXDZbi6rf_DzqVQh6f5MWRw2Cr0RxJ4uW0krdQaodlwhoabXU2h956ctQenTeZ-qauWMoSECeQKiB9hSGxI1tYEV_gdLmBh9rlAaVQ3RAXex4/s1600/TTT_Ionian_Islands_Antipaxos_MAY17_09.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="666" data-original-width="1000" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhifXPfqMjUYlMr2pEUpAkSMpEnd0IuY-OqXDZbi6rf_DzqVQh6f5MWRw2Cr0RxJ4uW0krdQaodlwhoabXU2h956ctQenTeZ-qauWMoSECeQKiB9hSGxI1tYEV_gdLmBh9rlAaVQ3RAXex4/s400/TTT_Ionian_Islands_Antipaxos_MAY17_09.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Antípaxos</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
En el resto de los poemas del Jónico, sin una localización exacta, hay lugar para el desencuentro amoroso, la reconciliación y una cierta sensación de fatiga, de pasión que se apaga, de viaje que toca a su fin.<br />
<br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>El tiempo es troje en ruinas;</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> algo más que una vid en ese espacio</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> donde ya es autoengaño</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> lo que era deseo.</i></span><br />
<br />
Pero el libro no se cierra con el final del viaje. En una tercera parte titulada <i>Dibujar una casa</i>, la autora delinea con sus versos los esbozos de varias casas. O quizás se trate más bien de una sola casa, multiforme, que cambia de aspecto para cobijar los distintos estados de ánimo que suscita la relación amorosa. En uno de ellos, <i>La casa equilibrio</i>, encontramos una alusión a las construcciones tradicionales de las Cícladas.<br />
<br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> No hacer muchas preguntas</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> y asomarse a los días</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> desde una balaustrada</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> que tiene el blanco exacto de las cícladas.</i></span><br />
<br />
Con <b><i>Dibujar una Isla</i></b> Verónica Aranda nos regala una poesía directa, breve, sincera, a menudo transparente, pero no siempre sencilla. Para el amante de Grecia tiene el valor añadido de que la mayor parte del libro nos transporta líricamente a la luz, los aromas, los sonidos y los paisajes de las islas griegas.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicJ7hOhUL7WigTpwo-yA-AMW21Rv2xvbNLGHXMnQTOljJ0olfkM_t5EoIm8n8p9btzpNfqR1uAExJXk7qRCazcLUudKo1Xpbc46wVZl-wz_FXiUkHJ_fsQabgIsy-ci8oyUzVpii1TVgu5/s1600/1255479_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="510" data-original-width="756" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicJ7hOhUL7WigTpwo-yA-AMW21Rv2xvbNLGHXMnQTOljJ0olfkM_t5EoIm8n8p9btzpNfqR1uAExJXk7qRCazcLUudKo1Xpbc46wVZl-wz_FXiUkHJ_fsQabgIsy-ci8oyUzVpii1TVgu5/s400/1255479_1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Verónica Aranda</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-25615647319123219752019-09-28T13:08:00.002-07:002021-02-09T04:21:56.969-08:00Una versión diferente en cómic de la leyenda de Troya<div style="text-align: justify;">
Llevamos casi diez años publicando en ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ reseñas sobre comics inspirados en la leyenda troyana. Algunas de esas entradas se cuentan entre las más leídas del blog. Por aquí han pasado, sobre todo, adaptaciones de la <i>Odisea</i>: <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2014/06/una-vieja-version-en-comic-de-la-odisea.html" target="_blank">el clásico de Pérez Navarro y Martín Saurí</a></b></span>, que data de los años ochenta; una <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2010/10/una-nueva-version-en-comic-de-la-odisea.html" target="_blank">versión destinada al público escolar</a></b></span>; la serie de tres volúmenes titulada <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2013/02/ulises-de-sebastien-ferran-otra-version.html" target="_blank"><i>Ulises</i></a></b></span>, del francés Sébastien Ferran, y <b><span style="color: #6aa84f;"><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2011/12/otra-version-en-comic-de-la-odisea.html" target="_blank">un tomo de <i>Clásicos Ilustrados Marvel</i></a></span> </b>con guion de Roy Thomas. La <i>Ilíada</i> no ha atraído tanto la atención del mundo de la historieta, pero en su día comentamos la <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2011/06/una-nueva-version-en-comic-de-la-iliada.html" target="_blank">adaptación de Marvel</a></b></span> y una <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2013/12/una-version-manga-de-la-iliada-y-la.html" target="_blank">versión manga de la <i>Ilíada </i>y la <i>Odisea</i></a></b></span> en un solo volumen. Más allá de los poemas homéricos un par de comics han pretendido abarcar el ciclo troyano completo: <span style="color: #93c47d;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2012/10/la-guerra-de-troya-en-comic.html" target="_blank"><i>La guerra de Troya</i></a></b></span>, que cierra la trilogía sobre el tema firmada por Roy Thomas para Marvel, y <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2013/09/la-edad-de-bronce-mas-comics-sobre-la.html" target="_blank"><i>La Edad de Bronce</i></a></b></span>, un ambicioso proyecto inconcluso de Eric Shanower.<br />
<br />
En general todas estas obras siguen fielmente la versión tradicional del mito y lo adaptan con mayor o menor fortuna al lenguaje del cómic. Pero hoy nos ocupamos de una obra con un planteamiento diferente. Sus autores se sirven de los personajes y situaciones de la leyenda troyana para construir un argumento novedoso. Se trata de la serie <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://www.yermoediciones.com/producto/troya-el-pueblo-del-mar/" target="_blank"><i>Troya</i></a></b></span>, con guion de Nicolas Jarry y dibujos de Erion Campanella Ardisha, publicada en español por <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://www.yermoediciones.com/producto/troya-los-misterios-de-samotracia/" target="_blank">Yermo Ediciones</a></b></span> en dos volúmenes.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuDysIiSh6BU6IeRfW3GG33BbcwUVDB3jMPfjpSevEk_DcdpL1FWysYxh6JgZTAsgB0IKwAjV8oApVUo5hsclp4hqnuEDRrv72ozsVp0ptCL3WK7wnHCMkJ9n1C_jT9RNztcImGTtbeuCa/s1600/IMG_20190922_0002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1146" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuDysIiSh6BU6IeRfW3GG33BbcwUVDB3jMPfjpSevEk_DcdpL1FWysYxh6JgZTAsgB0IKwAjV8oApVUo5hsclp4hqnuEDRrv72ozsVp0ptCL3WK7wnHCMkJ9n1C_jT9RNztcImGTtbeuCa/s400/IMG_20190922_0002.jpg" width="286" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2PfFdtweYawsmJXY_ZVHxvn-2TAV8iGKQA9JFcvaTUTaWqM3Tbd4rmgxs93zcT8d85qg1jTeufjFHDwH_oQCICBrYXoy7urpLjobaHCI9wwania2PvpbSe7bPbjw9VZGwSe2E7EKjAVK-/s1600/IMG_20190922_0003.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1147" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2PfFdtweYawsmJXY_ZVHxvn-2TAV8iGKQA9JFcvaTUTaWqM3Tbd4rmgxs93zcT8d85qg1jTeufjFHDwH_oQCICBrYXoy7urpLjobaHCI9wwania2PvpbSe7bPbjw9VZGwSe2E7EKjAVK-/s400/IMG_20190922_0003.jpg" width="286" /></a></div>
<br />
En el primer episodio, titulado <i>El pueblo del mar</i>, arrancan los hilos argumentales que se irán desarrollando a lo largo de la obra. Hécate, una misteriosa mujer hija de la Luna, acude al oráculo de Delfos para consultar a la Pitia sobre el enfrentamiento que se está gestando entre Zeus y su padre Cronos. Entretanto, Aquiles con sus mirmidones intenta conseguir armas de hierro en Egipto y busca a Tindáreo, el rey de Esparta, con el que trama una alianza para oponerse al poderoso Agamenón. Pero Tindáreo y su ejército han sido aniquilados por una fuerza misteriosa, que ha dejado el campo de batalla cubierto de cenizas negras. La misma amenaza se cierne desde el este sobre el imperio hitita, por lo que su rey decide solicitar la ayuda del faraón de Egipto.<br />
<br />
Es normal que en este tipo de obras el rigor arqueológico y filológico quede en un segundo plano y se puedan colar en una historia ambientada en el siglo XIII a.C. elementos arquitectónicos y de cultura material propios de épocas posteriores. Al fin y al cabo el mismo Homero tenía sus dudas sobre cómo podían los héroes de sus poemas combatir desde carros tirados por caballos. Pero en este caso las alarmas saltan desde la primera página, cuando vemos una recreación de la Acrópolis de Atenas de época clásica para ilustrar lo que se supone que es el oráculo de Delfos. Llama también la atención encontrar cúpulas y minaretes en las ciudades de Egipto y del imperio hitita, o una representación de Anubis y una especie de minotauro egipcio en la tumba de Tindáreo en Esparta.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWKlz9TodN83H10FFEinQ6WhWiRKmbyqnLxaXhy1cfgBiNwhgqdGM8r_GxyTZHQ_-lot6Uh9VRhV_e8OnhXVozeesWJP4RncYb1Hb5xY1Q5uBdlcrtRgHdes1y3h6Hi1DRaYU6ZTWUQmcM/s1600/IMG_20190922_0004_NEW2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1426" data-original-width="1557" height="366" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWKlz9TodN83H10FFEinQ6WhWiRKmbyqnLxaXhy1cfgBiNwhgqdGM8r_GxyTZHQ_-lot6Uh9VRhV_e8OnhXVozeesWJP4RncYb1Hb5xY1Q5uBdlcrtRgHdes1y3h6Hi1DRaYU6ZTWUQmcM/s400/IMG_20190922_0004_NEW2.jpg" width="400" /></a></div>
<span id="goog_2137447686"></span><span id="goog_2137447687"></span><span id="goog_2137447682"></span><span id="goog_2137447683"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghvm8LCcFdJga7Xf5g00ZZUZNXDACwR3wnWOJdC3pq_uSazRSpiyunGzt4cT3aDWPMjAZ9h5CMizQIownP3fsCOBb2ss1ydK4Q3qY8UjFUogRyq_ZpgCVPNXM3FjVgPzr0JO1m9I5m32vo/s1600/IMG_20190922_0007_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="538" data-original-width="1498" height="142" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghvm8LCcFdJga7Xf5g00ZZUZNXDACwR3wnWOJdC3pq_uSazRSpiyunGzt4cT3aDWPMjAZ9h5CMizQIownP3fsCOBb2ss1ydK4Q3qY8UjFUogRyq_ZpgCVPNXM3FjVgPzr0JO1m9I5m32vo/s400/IMG_20190922_0007_NEW.jpg" width="400" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span id="goog_2137447682"></span><span id="goog_2137447683"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRTqoYFpVl3EdCkHgH83JKLvKvNrp2uxvBm_rgyCtNKtB0PTnkgjK7boEAZeJi9ZgfTEbcwMT4JrCjJpuft7SRMLWDKruiNZfozhjxKML8widf4Pmmjt4Bf_dx7jp7MwCuWberU3IJnP_K/s1600/IMG_20190922_0008_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1208" data-original-width="661" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRTqoYFpVl3EdCkHgH83JKLvKvNrp2uxvBm_rgyCtNKtB0PTnkgjK7boEAZeJi9ZgfTEbcwMT4JrCjJpuft7SRMLWDKruiNZfozhjxKML8widf4Pmmjt4Bf_dx7jp7MwCuWberU3IJnP_K/s400/IMG_20190922_0008_NEW.jpg" width="218" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span id="goog_2137447682"></span><span id="goog_2137447683"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTiJemZ2mpFS0mLDM-C2TC2LqlDupDRcyqRbuhVYDV19eytQJq4Ow78qz9xlKKbrvk7it5Wq8FC7HNYO4GKVxHWpOQXcLpnL943iey3cgJkltZNYYS79pmVL87gvnMAHXGttMRpULMjXPk/s1600/IMG_20190922_0005_NEW2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="968" data-original-width="1533" height="252" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTiJemZ2mpFS0mLDM-C2TC2LqlDupDRcyqRbuhVYDV19eytQJq4Ow78qz9xlKKbrvk7it5Wq8FC7HNYO4GKVxHWpOQXcLpnL943iey3cgJkltZNYYS79pmVL87gvnMAHXGttMRpULMjXPk/s400/IMG_20190922_0005_NEW2.jpg" width="400" /></a></div>
<span id="goog_2137447682"></span><span id="goog_2137447683"></span><br />
Pero dejemos a un lado de momento los escrúpulos arqueológicos para que la trama siga su curso. Tras la muerte de Tindáreo su hija Helena es coronada como reina de Esparta. A la ceremonia acuden los principales reyes de Grecia y dos jóvenes príncipes de Troya, Paris y Héctor. La nueva reina se verá obligada a renunciar a su amor por Aquiles para ceder ante las razones de estado. Podemos comprobar cómo los principales personajes del ciclo troyano van apareciendo en el cómic, pero las piezas se encajan de manera diferente para conformar un puzle totalmente nuevo.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="714" marginheight="0" marginwidth="0" scrolling="no" src="//www.slideshare.net/slideshow/embed_code/key/3jLNSCjGG4l9BN" style="border-width: 1px; border: 1px solid #ccc; margin-bottom: 5px; max-width: 100%;" width="668"> </iframe> <br />
<div style="margin-bottom: 5px; text-align: center;">
<b> <a href="https://www.slideshare.net/juanjocastro1/coronacin-de-helena" target="_blank" title="Coronación de Helena">Coronación de Helena</a> </b> from <b><a href="https://www.slideshare.net/juanjocastro1" target="_blank">Juanjo Castro </a></b> </div>
<br />
Más allá de intrigas políticas y alianzas matrimoniales el complot orquestado por Cronos para arrebatarle el poder a Zeus va tomando forma. Los misteriosos ejércitos que atacan el imperio hitita están a su servicio, al igual que las Erinias, unas siniestras guerreras que intentan intervenir en los asuntos de los hombres. Hécate, conocedora de los planes de Cronos, va en busca del centauro Quirón. A ellos se unirá Aquiles, rechazado por Helena. Entre los tres tratarán de encontrar la manera de frenar el avance de las fuerzas de Cronos en <i>El secreto de Talos</i>, el segundo capítulo de la serie.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhua0MKpHphnQIUDzAwBrbNpxeGiC6SqY0PU9aElaht5IAvRJHDpxqnf0PbnBrF_8Hyo50NwEosPF0nzRplTqPcjz5i3sTMZqJQdNA_uvv8yIdEOnzSCc32_lecy8_zF2CRJvv-JpnwulFk/s1600/IMG_20190922_0005_NEW4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1570" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhua0MKpHphnQIUDzAwBrbNpxeGiC6SqY0PU9aElaht5IAvRJHDpxqnf0PbnBrF_8Hyo50NwEosPF0nzRplTqPcjz5i3sTMZqJQdNA_uvv8yIdEOnzSCc32_lecy8_zF2CRJvv-JpnwulFk/s400/IMG_20190922_0005_NEW4.jpg" width="392" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZWza-pRyja7PVEIC-y0Kq4vgl3s9ImeMUie5mM1NaRxR36oLs64EOFhQfX7ww4PgprBaB4PrgV1_KKUKp-IyREOmyKIF8XlF9QpYq5nVn35QcME5fTdUP1GCrul5l6zmSVsaenyGZSUS1/s1600/IMG_20190922_0004_NEW6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="646" data-original-width="1600" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZWza-pRyja7PVEIC-y0Kq4vgl3s9ImeMUie5mM1NaRxR36oLs64EOFhQfX7ww4PgprBaB4PrgV1_KKUKp-IyREOmyKIF8XlF9QpYq5nVn35QcME5fTdUP1GCrul5l6zmSVsaenyGZSUS1/s400/IMG_20190922_0004_NEW6.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Por su parte, Helena decide seducir a Paris para escapar del matrimonio con el malvado Menelao. En el tercer capítulo, <i>Los misterios de Samotracia</i>, los dos amantes llegan a Troya, mientras que Hécate, Quirón y Aquiles se dirigen a la isla de Samotracia para consultar a la Gran Madre. En una nueva licencia arqueológica de los autores las monumentales estatuas que aparecen a la entrada del santuario están inspiradas en la cultura precolombina.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglYFZsHafKF2X3BijTlPf2JUiWiwFULunYyknGfS3DkrhwDgfvNI8AITafRLnwvkdeWGjiinWRJZuDF5Y8wm9A8AJP8-PoWxlXBMeS9Z-A_RHAL4s1jZ0csPTI3LbnAQ-Oj4jSHaUK_eco/s1600/IMG_20190922_0006_NEW1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1091" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglYFZsHafKF2X3BijTlPf2JUiWiwFULunYyknGfS3DkrhwDgfvNI8AITafRLnwvkdeWGjiinWRJZuDF5Y8wm9A8AJP8-PoWxlXBMeS9Z-A_RHAL4s1jZ0csPTI3LbnAQ-Oj4jSHaUK_eco/s640/IMG_20190922_0006_NEW1.jpg" width="435" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCimg32qcgldWPm4lbID0vj86Vbxz0MfJqMqaR4m9f6-yXojUtCLIkiZxw1ZFwxsVvHzr73-b8Lj81v2VXiidyVvEj6jOgMHj9QaFQ7H28gj1kSM18r1QgYQzhJZmgDzsJmLonMjMtBDN7/s1600/IMG_20190922_0004_NEW7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1296" data-original-width="1336" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCimg32qcgldWPm4lbID0vj86Vbxz0MfJqMqaR4m9f6-yXojUtCLIkiZxw1ZFwxsVvHzr73-b8Lj81v2VXiidyVvEj6jOgMHj9QaFQ7H28gj1kSM18r1QgYQzhJZmgDzsJmLonMjMtBDN7/s320/IMG_20190922_0004_NEW7.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Tras la huida de Helena, los griegos que siguen a Agamenón emprenden los preparativos para navegar hacia Troya, pero no encuentran vientos favorables. Las oscuras fuerzas que mueven los hilos de los acontecimientos exigen el sacrificio de Ifigenia, la hija de Agamenón. A estas alturas del cómic ya nos vamos acostumbrando a que los elementos de la leyenda original se traten de una forma novedosa al insertarse en la trama.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="714" marginheight="0" marginwidth="0" scrolling="no" src="//www.slideshare.net/slideshow/embed_code/key/1UXtEtJOpno6L3" style="border-width: 1px; border: 1px solid #ccc; margin-bottom: 5px; max-width: 100%;" width="668"> </iframe> <br />
<div style="margin-bottom: 5px; text-align: center;">
<b> <a href="https://www.slideshare.net/juanjocastro1/sacrificio-de-ifigenia" target="_blank" title="Sacrificio de ifigenia">Sacrificio de Ifigenia</a> </b> from <b><a href="https://www.slideshare.net/juanjocastro1" target="_blank">Juanjo Castro </a></b> </div>
<br />
En el último capítulo, <i>Las puertas del Tártaro</i>, todas las líneas argumentales convergen y los protagonistas principales acuden a la ciudad de Troya: el rey hitita, que a lo largo de la historia ha intentado poner a salvo a su pueblo con ayuda de los egipcios; el ejército griego, comandado por Agamenón, y el trío formado por Hécate, Quirón y Aquiles, que en las costas de Troya se reúnen con Patroclo y los mirmidones. Aparece por fin Cronos en escena, pero no con el aspecto con el que había sido presentado ocasionalmente a lo largo de la obra, cuando se hacía alusión a sus luchas pasadas, sino caracterizado como un típico villano de Marvel, con barba de varios días.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi3lsXoWs-PHF-DkwbkLkY42vNPsWCaj2E4UoqHLPmW-cXksOeebg-0xhToYugzAlkbq8peNkfjdis6eJIEEzHF6ph__6krvTA7tI13N8He26HiS4zyAqUw_n2mAByBQAruSrT9v9-qBb6/s1600/IMG_20190922_0004_NEW11.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1600" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi3lsXoWs-PHF-DkwbkLkY42vNPsWCaj2E4UoqHLPmW-cXksOeebg-0xhToYugzAlkbq8peNkfjdis6eJIEEzHF6ph__6krvTA7tI13N8He26HiS4zyAqUw_n2mAByBQAruSrT9v9-qBb6/s400/IMG_20190922_0004_NEW11.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIm0D99efDaXuwVewj7ZCLXhluG-NnbTw5n5_My7R3RFShDoDzQGGo_UmyytFY39Qp1GkYKSOeUh_ItBv3aSFnta4jsRkgCotHOpleKjzRhwkllWtaXWXftjC2BkromYg8dM0sLrr0tbEg/s1600/IMG_20190922_0004_NEW12.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="607" data-original-width="1600" height="151" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIm0D99efDaXuwVewj7ZCLXhluG-NnbTw5n5_My7R3RFShDoDzQGGo_UmyytFY39Qp1GkYKSOeUh_ItBv3aSFnta4jsRkgCotHOpleKjzRhwkllWtaXWXftjC2BkromYg8dM0sLrr0tbEg/s400/IMG_20190922_0004_NEW12.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix5CkdnjYc2IpSKpdNOFBmwSF1KGtEipmwa1k2L38enaz7Mvm-qG4bhCJSoXpCSmiTbRr2SQi4WgcokiRCB5yBP3ksMDLAn5PlDJR9C4D6Coq-3-iQy3MCT4GhLPKSK9haKxLS9xz0QSaP/s1600/IMG_20190922_0004_NEW13.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1021" data-original-width="1600" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix5CkdnjYc2IpSKpdNOFBmwSF1KGtEipmwa1k2L38enaz7Mvm-qG4bhCJSoXpCSmiTbRr2SQi4WgcokiRCB5yBP3ksMDLAn5PlDJR9C4D6Coq-3-iQy3MCT4GhLPKSK9haKxLS9xz0QSaP/s400/IMG_20190922_0004_NEW13.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Llega el momento de la lucha final en torno a Troya y encontramos los personajes y episodios conocidos: la muerte de Patroclo, el combate entre Héctor y Aquiles, el caballo que libera a las fuerzas enemigas en el interior de la ciudad... Pero, como hemos dicho más arriba, esas mismas piezas, cambiadas de orden y con elementos nuevos, conformarán un cuadro completamente diferente al transmitido tradicionalmente.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioBVeGhAMJ7ymCWUhQcgWOxHihlWCCN9W51XEuX3w2iBj2G6wYaPvp0yKjbm05xu2uXECVP55XESwZXA9rHj0R7CxxxMSjAyLBAhxtUbDOgBSZ9GICEPCvbFBK2fDn8gvahyK0aJpSibty/s1600/IMG_20190922_0004_NEW14.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1099" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioBVeGhAMJ7ymCWUhQcgWOxHihlWCCN9W51XEuX3w2iBj2G6wYaPvp0yKjbm05xu2uXECVP55XESwZXA9rHj0R7CxxxMSjAyLBAhxtUbDOgBSZ9GICEPCvbFBK2fDn8gvahyK0aJpSibty/s640/IMG_20190922_0004_NEW14.jpg" width="436" /></a></div>
<br />
En general la serie es un tanto irregular, con pasajes brillantes y otros más convencionales, tanto en el dibujo como en el guion. He de confesar que he experimentado sensaciones encontradas mientras leía <i>Troya</i>. Al principio desconcierto y, a veces, hasta indignación por las recreaciones de algunos escenarios y determinadas licencias del argumento; decepción también porque un episodio tan significativo como el combate entre Héctor y Aquiles se resuelva en apenas tres viñetas. Pero reconozco, por otro lado, la libertad de todo creador para innovar a partir del material transmitido y, en este sentido, los autores consiguen un resultado francamente original. La historia, con sus titubeos iniciales, con sus luces y sus sombras, termina por funcionar y logra enganchar al lector.</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-28734748033137647302019-09-03T14:45:00.000-07:002019-09-03T14:45:08.986-07:00La Grecia eterna<div style="text-align: justify;">
Es normal poner etiquetas a las distintas etapas de la historia de un país y hablar, por ejemplo, de la España antigua, la España medieval o la España moderna. En el caso de Grecia, sin embargo, la distinción entre Grecia clásica y Grecia moderna no siempre es inocente y responde a una mera clasificación cronológica. Quizás porque el período más valorado e influyente de su historia se remonta a la Antigüedad, muchos estudiosos se han empeñado en trazar una frontera infranqueable que niega cualquier tipo de continuidad cultural y étnica entre los griegos antiguos y los modernos. Como si estos últimos fueran una especie de indignos sucesores, que habitan el mismo territorio que sus gloriosos antepasados y hablan una forma evolucionada de su prestigiosa lengua, contaminada con elementos extraños. Para superar esa tendenciosa dicotomía entre Grecia clásica y Grecia moderna a mí me gusta utilizar la expresión Grecia eterna. Ese es precisamente el título del libro que hoy comentamos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH7NOkhyNtCe0tytFTxngbqkzlT7TiIh8Wn7pCPmSxyz_Z0807IZ_OVh4LdKi9goO8jjrsZd-SEDr1yANmU8PXMHa-dhQA-zuVo9bfK_W4UDvZRvuP8ENeeeqbKHWPFymtosn7NVeUMeob/s1600/IMG_20190709_0002_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1141" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH7NOkhyNtCe0tytFTxngbqkzlT7TiIh8Wn7pCPmSxyz_Z0807IZ_OVh4LdKi9goO8jjrsZd-SEDr1yANmU8PXMHa-dhQA-zuVo9bfK_W4UDvZRvuP8ENeeeqbKHWPFymtosn7NVeUMeob/s400/IMG_20190709_0002_NEW.jpg" width="285" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><a href="https://www.editorialrenacimiento.com/los-viajeros/846-la-grecia-eterna.html" target="_blank"><i><b>La Grecia eterna</b></i></a></span> no es un libro reciente. Fue publicado en 1908 y la editorial <i>Renacimiento</i> lo reedita ahora en su colección <i>Los Viajeros</i> con presentación de <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2011/01/carpe-amorem-de-aurora-luque.html" target="_blank">Aurora Luque</a></b></span>. Su autor, <span style="color: #6aa84f;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_G%C3%B3mez_Carrillo" target="_blank"><b>Enrique Gómez Carrillo</b></a></span> (1873-1927), fue un personaje peculiar. Nacido en Guatemala, emigró a Europa donde entró en contacto con los círculos literarios de París y Madrid. Fue nombrado cónsul de su país en Francia y llegaría a ser condecorado con la Legión de Honor por su promoción de la cultura francesa y su labor como corresponsal durante la Primera Guerra Mundial. Escritor prolífico, cultivó la ficción, la crítica literaria y, sobre todo, el periodismo. Sus crónicas internacionales, que cubren lugares tan variados como Rusia, Japón, Egipto, China o Palestina le valieron el título de <i>príncipe de los cronistas</i>. Buena prueba del prestigio de Gómez Carrillo es el hecho de que su libro sobre Grecia fuera traducido un año después al francés con prólogo de Jean Moréas, autor del que ya hablamos en otra ocasión en <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2011/09/el-viaje-de-grecia-de-jean-moreas.html" target="_blank">ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ</a></b></span>. Fue conocido también por su vida bohemia y mujeriega. Estuvo casado,
entre otras, con la célebre actriz y cantante Raquel Meller y se le
llegó a relacionar con la entrega a las autoridades francesas de la
espía Mata-Hari.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgHH7tLB64L0x6WTECRXoaCl2naPeuOd6_1_jpmKJszkHWLGFLmTklS5Fnw85y-DW8ceoBGVpobNIkkVlbNGmG5UK0d4jPzzhoEfhCZcnRjftSoy24NORSWd-Suf0J2Yqq10N0f77OJDDI/s1600/enrique-gomez-carrillo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="386" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgHH7tLB64L0x6WTECRXoaCl2naPeuOd6_1_jpmKJszkHWLGFLmTklS5Fnw85y-DW8ceoBGVpobNIkkVlbNGmG5UK0d4jPzzhoEfhCZcnRjftSoy24NORSWd-Suf0J2Yqq10N0f77OJDDI/s400/enrique-gomez-carrillo.jpg" width="256" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Enrique Gómez Carrillo</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Cuando Gómez Carrillo viaja a Grecia, en los albores del siglo XX, se encuentra un país que ha experimentado una intensa transformación desde su independencia del dominio turco, apenas setenta años antes, y que todavía no ha alcanzado las fronteras que hoy conocemos. La crónica se inicia cuando el barco en el que navega el autor atraviesa el estrecho de Mesina y se adentra en lo que él llama <i>el mar de la Odisea</i>. Pasa de noche junto a las Islas Jónicas, que apenas se distinguen en la oscuridad, pero le sirven de pretexto para lanzar una primera andanada contra la ciencia alemana, la geografía y la filología, que ponen en duda que la Ítaca actual pueda ser la patria de Ulises.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>La geografía es una demoledora de leyendas, casi tan absurda como la filología. Para probar lo que se propone, no sólo ha cambiado el sitio de las islas, de los puertos, de los mares, sino que ha llegado a decir que Ulises, el divino Ulises, encarnación del alma helénica, fue, no un griego, sino un fenicio.</i></span></blockquote>
Gómez Carrillo no viaja solo, lo hace en compañía de un tal Mauricio, que será su interlocutor a lo largo del recorrido y con el que intercambiará opiniones y puntos de vista sobre diversos temas. Una vez en tierra, el trayecto entre el Pireo y Atenas les sirve para descubrir la luz, el cielo y el paisaje del Ática y establecer semejanzas con el de España. Ya en Atenas el autor se sorprende por encontrarse con una ciudad moderna, con un pequeño París, de amplias avenidas y edificios neoclásicos.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>¡Atenas, la nueva Atenas que ha resucitado de una muerte milenaria, la Atenas libre, fuerte y docta soñada por Byron, hela aquí! En verdad, yo nunca me la figuré tal cual hoy aparece en mis primeras peregrinaciones callejeras. A fuerza de oír hablar de su esclavitud, la creí vestida a la oriental, con trapos violentos y joyas vistosas.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Es una ciudad elegante, animada, lujosa, limpia, rica y digna. Por ninguna parte un mendigo, ni una tienda sórdida, ni un grupo andrajoso. En este sentido, Roma es más oriental que Atenas.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Atenas es occidental, como una ciudad de Francia, como una ciudad de España.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>-Parece -me dice Mauricio- una capital de provincia francesa, poblada por españoles.</i></span></blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRC_ggQn1pKCpkJOc0KHpvJ7UymdZv1K0mQQOtzrP2T8woq4UGsttdPPEtoxR5J18U8UK5NiJMIkSDnJtFUnQpXFWaH4BxE2raeH8khqaVw6zTZalGW-JBJo_Cxz4I4MWi-ejOJiXaxku_/s1600/993140_10494551_947870488624421_7559766622073316329_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="609" data-original-width="870" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRC_ggQn1pKCpkJOc0KHpvJ7UymdZv1K0mQQOtzrP2T8woq4UGsttdPPEtoxR5J18U8UK5NiJMIkSDnJtFUnQpXFWaH4BxE2raeH8khqaVw6zTZalGW-JBJo_Cxz4I4MWi-ejOJiXaxku_/s400/993140_10494551_947870488624421_7559766622073316329_n.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">La avenida Panepistimíu y la Academia Nacional a principios del siglo XX</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXipEIkEbZQO4oK5n4gv9nBkvNdNDUuGrMCucvRyKArQDXH0Rxbu6MpOR9B2O3TotZwKZqtCysWBQSyIFJg3XlZMOrCiWc1YMjI_DyEZVnclhAjeTPHBdQ6asmlDJYztIiYlYaYLQV_yww/s1600/syntagma_square_loc016-1181x1250.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1250" data-original-width="1181" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXipEIkEbZQO4oK5n4gv9nBkvNdNDUuGrMCucvRyKArQDXH0Rxbu6MpOR9B2O3TotZwKZqtCysWBQSyIFJg3XlZMOrCiWc1YMjI_DyEZVnclhAjeTPHBdQ6asmlDJYztIiYlYaYLQV_yww/s400/syntagma_square_loc016-1181x1250.jpg" width="377" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">La plaza Sίntagma en 1901</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Siguen un par de capítulos sobre <i>la raza eterna</i> y <i>el alma nacional</i>, conceptos que nos resultan un tanto trasnochados, pero en los que se apoya el autor para defender la continuidad cultural entre la Grecia antigua y la moderna. Su mente traza fácilmente similitudes entre los griegos actuales y los estereotipos clásicos. El heroísmo demostrado durante la Guerra de Independencia contra los turcos es parangonable a las hazañas de la Antigüedad. En otro capítulo, titulado <i>El alma pagana</i>, insiste en la supervivencia del paganismo en algunos aspectos de la religiosidad moderna: los dioses griegos han traspasado sus poderes e intercambiado su figura con los santos cristianos; Asclepio ha sido sustituido por la Virgen de Tinos.<br />
<br />
Como todo viajero occidental Gómez Carrillo se siente atraído por los restos del pasado clásico, pero se acerca a ellos con una mirada distinta a la del arqueólogo, el filólogo o el académico, ante cuyas teorías ya hemos visto que experimenta cierta prevención. La Antigüedad se despoja del frío academicismo universitario y se vuelve más humana y cercana, cuando uno contempla los escenarios donde se desarrolló.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Toda antigüedad, vista desde aquí, se trueca en una época palpitante que nos interesa, no por su impasible y olímpica lejanía, no por su armoniosa blancura de mármol, no por su carácter majestuoso, sino, al contrario, por su vigor, por su intensidad, por su vida. Lo que nuestros doctos profesores nos presentan cual una era sobrehumana, fue la más humana de las eras. Por eso fue la más grande. Por eso sus vestigios, convertidos en reliquias de mármol o en recuerdos de poesía y de aventuras, están más presentes que los vestigios aún no enterrados de siglos cercanos.</i></span></blockquote>
En cualquier caso el autor es buen conocedor de la cultura clásica. Sus visitas al Cerámico, Eleusis, Micenas, Epidauro o Corinto, más que minuciosas descripciones de los restos arqueológicos, le suscitan reflexiones diversas sobre las costumbres del pasado, en las que se muestra deudor de ese academicismo que tanto critica. A diferencia de otros viajeros contemporáneos el esplendor de los restos y las leyendas antiguas no eclipsa su curiosidad por otros períodos de la historia de Grecia. Un par de capítulos se ocupan de la literatura medieval, el ciclo de <i>Diyenís</i>, las canciones de los <i>kleftes</i> y las leyendas populares.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKVLSg9nG-JIftBb7-cqFOfwE4yIbHR58abN5esSrP-ajMlNPwzaofZMNK3wbO0ng4HdDBgkzdgC7ZIiySZmuWrA_BJbnS4NVAUiYITQdQH7vS9zZkkAStq0cmMARvzVhXA2TpLOcCPhP5/s1600/IMG_20190709_0002a_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1207" data-original-width="804" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKVLSg9nG-JIftBb7-cqFOfwE4yIbHR58abN5esSrP-ajMlNPwzaofZMNK3wbO0ng4HdDBgkzdgC7ZIiySZmuWrA_BJbnS4NVAUiYITQdQH7vS9zZkkAStq0cmMARvzVhXA2TpLOcCPhP5/s400/IMG_20190709_0002a_NEW.jpg" width="266" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Portada de la edición original</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Teniendo en cuenta la personalidad de Gómez Carrillo no podían faltar en el libro unas páginas dedicadas a la vida mundana de la capital griega y a las mujeres atenienses, cuya elegancia es equiparable a la de las parisinas. Se siente fascinado por las antiguas figurillas de terracota, las famosas <i>tanagras</i>, en las que encuentra un precedente de la moda femenina de su tiempo. Le llama la atención la bulliciosa vida de los cafés, toda una institución social donde los griegos se reúnen para hablar y discutir desde la mañana a la noche sin apenas consumir.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Venid todos a Atenas si queréis saber lo que es el amor perpetuo del café... Porque aquí no hay horas determinadas para reunirse alrededor de las mesitas de mármol. Desde el amanecer los lugares donde se bebe están llenos de gente. Pero cuando digo se "bebe" me expreso mal. En los cafés griegos no se bebe. Se habla, se discute, se perora. Yo no sé cómo los cafeteros no se arruinan. Cada velador pertenece a un grupo, y en cada grupo hay una persona que pide una copa de raki o una taza de moka. Los demás toman agua clara y pronuncian claros discursos. El interior de los establecimientos, por grande que sea, resulta estrecho para la concurrencia desde las diez o las once de la mañana. Después del almuerzo, las aceras se pueblan de mesitas. El café invade la calle. La charla llena la ciudad.</i></span></blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSCgarQDh_vKQJgGHu9NaK7llZyquJhdY36lZKwE5tmr9TuZR_OW_8iV4EquAaCE4j6JKZJeqc_6xexmcjqD1njIL2DsyOcmfQWaevQ-5ivcnngK3tvaZ-9TqQUCDR4-YgjHNO0oCBcb31/s1600/Plateia_Mitropoleos-1907.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="361" data-original-width="540" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSCgarQDh_vKQJgGHu9NaK7llZyquJhdY36lZKwE5tmr9TuZR_OW_8iV4EquAaCE4j6JKZJeqc_6xexmcjqD1njIL2DsyOcmfQWaevQ-5ivcnngK3tvaZ-9TqQUCDR4-YgjHNO0oCBcb31/s400/Plateia_Mitropoleos-1907.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Café Licurgo de la plaza Mitropóleos en 1907</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
El libro se cierra con una curiosa reflexión final sobre los motivos por los que algunos viajeros experimentan cierta desilusión al contemplar la Acrópolis y el Partenón. Es el caso de Chateaubriand, Lamartine, Gautier y el propio Gómez Carrillo.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Si existe en el mundo un santuario que no impresiona con la brusca exaltación, es la Acrópolis. [...] La roca del santuario sólo nos inquieta, obligándonos a recogernos para interrogarnos mentalmente y para examinar los motivos de nuestra desilusión momentánea. Porque aunque no siempre queremos confesárnoslo a nosotros mismos, la desilusión existe, la desilusión es una realidad dolorosa.</i></span></blockquote>
La Acrópolis es el santuario de Atenea, la diosa de la razón, perfecta y distante. En contra de lo esperado su visión no provoca una emoción inmediata. Por eso el viajero siente esa frialdad cuando se halla frente a su templo y necesita un tiempo para interiorizar su grandeza.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Más tarde, contemplando desde este mi balconcillo lejano la apoteosis del templo en la claridad de la aurora, he llegado poco a poco a comprender la grandeza divina de la pobre columnata en ruinas. Y lo mismo que el gran Renan, he dicho en voz baja, sin exaltarme, mi oración ante la Acrópolis:</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>"¡Diosa de los ojos verdes, bendita seas!..."</i></span></blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfhSp70nT824VUo3VaezM4LYc9PajP18lUILHNG_kqFtx8IHqe-ZPD8N9gnrJNe4KC0UCx56tzbqEho3bEdYWrWU-XDfJIb4aSoB9rVtEIlxt_bRR0ti2suCuByWgwxKpZzmqG42qd7ZnA/s1600/9c0d46938ccd1e8ca0d9218a4dc9aac4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="971" data-original-width="1600" height="242" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfhSp70nT824VUo3VaezM4LYc9PajP18lUILHNG_kqFtx8IHqe-ZPD8N9gnrJNe4KC0UCx56tzbqEho3bEdYWrWU-XDfJIb4aSoB9rVtEIlxt_bRR0ti2suCuByWgwxKpZzmqG42qd7ZnA/s400/9c0d46938ccd1e8ca0d9218a4dc9aac4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Vista de la Acrópolis desde el templo de Zeus Olímpico</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
El libro de Enrique Gómez Carrillo puede parecer anticuado en ciertos aspectos y alejado de nuestra sensibilidad, pero es un testimonio valioso sobre la sociedad griega de la época y los intereses de quienes recorrían Grecia a principios del siglo XX, muy diferentes a los de los visitantes actuales, que rehúyen el bullicio de la capital en busca de pintorescos destinos de sol y playa. Sea como fuere, siempre ha habido, hay y habrá viajeros que acudan a la irresistible llamada de la Grecia eterna.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
Otros testimonios interesantes sobre la Grecia de finales del XIX y principios del XX:</div>
<ul>
<li><i><span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2013/06/paseos-por-atenas-de-emmanuil-roidis.html" target="_blank">Paseos por Atenas</a></b></span> </i>de Emmanuil Roídis.</li>
<li><i><span style="color: #6aa84f;"><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2015/12/un-espanol-en-grecia-durante-la-primera.html" target="_blank"><b>De París a Monastir</b></a></span> </i>de Gaziel.</li>
</ul>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-42176849718786777772019-07-14T03:28:00.000-07:002019-07-14T03:35:47.973-07:00Casandra y el Lobo<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQzMBx_BPHpJybnYLjw_6oarZBDi6wRsQqKpcjau5jfYQ7fv3GMl3fzDTw9WdoRhDdwHz7np_msu5u_JKk_4BZhsc2m_XoaagS7TbsInmca8WCDCjxm8wuVHpaBf3rRn21l9WYN20BN0Ke/s1600/IMG_20190709_0001_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1001" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQzMBx_BPHpJybnYLjw_6oarZBDi6wRsQqKpcjau5jfYQ7fv3GMl3fzDTw9WdoRhDdwHz7np_msu5u_JKk_4BZhsc2m_XoaagS7TbsInmca8WCDCjxm8wuVHpaBf3rRn21l9WYN20BN0Ke/s400/IMG_20190709_0001_NEW.jpg" width="250" /></a></div>
<br />
Casandra es una niña griega de buena familia. Tiene institutrices inglesas y reside en un barrio distinguido de Atenas, junto al palacio real. Observa el mundo de los adultos con mirada infantil, un tanto ingenua.</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>En el palacio viven el rey, la reina y el resto de la familia. En la puerta grande, para cuidarlos, tienen niñeros con faldas blancas y gorritos arrugados de color rojo. Por todos los alrededores, unos policías relucientes vigilan los muros para que no se escapen ni el rey, ni la reina ni sus hijos. De todas formas a ellos les da exactamente igual, porque tienen un jardín enorme para jugar.</i></span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Casandra vive con sus abuelos, miembros de la alta burguesía, que se relacionan con generales, embajadores y poetas. La abuela Safo ejerce de matriarca y su fuerte personalidad eclipsa la de los demás.</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Yo no sé de qué barriga he salido. Puede que naciera de la abuela. La abuela ha parido a toda la gente de la casa. Creo que parió incluso al general y, cuando a veces la llamo "papá", le sale hasta bigote debajo de la nariz.</i></span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
A Casandra todo le parece un juego: la afición a la bebida de la tía Patra, o las tendencias depresivas del tío Jarílaos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Fui con la abuela a visitar a la tía Patra, que estaba en el hospital. Según entendí, bebía mucho de un jugo amarillo que quemaba. Nosotros también teníamos en el salón, en unas botellas.</i></span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Un día el tío Jarílaos desapareció. Lo estuvieron buscando mucho tiempo, hasta que lo encontraron en Batis, en la arena, debajo del mar. Tenía una piedra atada al cuello con un cordel para que no se le perdiera.</i></span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Su madre vive en París y la niña pasa temporadas con ella. La figura del padre ausente aparece solo cuando lo onírico y lo imaginario predominan en los recuerdos de Casandra. La cocinera Faní y el camaleónico criado Petros ejercen una influencia especial sobre ella, al descubrirle un mundo opuesto al de la rígida moral de la clase acomodada.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que podría parecer un cuento infantil, por el estilo y la voz narrativa, es en realidad una mirada demoledora sobre la sociedad griega de los años setenta, sobre la infancia, la educación, la injusticia social o los abusos sexuales. <i><b>Casandra y el Lobo</b> (<b>Η Κασσάνδρα και ο Λύκος</b>)</i> es un libro desconcertante, de fronteras difusas, en el que se confunden lo real y lo imaginario, el sueño y la vigilia, lo lúdico y lo trágico, la demencia y la cordura, el bien y el mal. El contraste entre la sinceridad e inocencia con la que la protagonista presenta sus vivencias y la crudeza de lo que cuenta hacen que el lector se revuelva incómodo en la butaca. Es una sensación parecida a la que experimenté hace unos años al ver en el cine la película <i><span style="color: #93c47d;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2010/05/canino-una-pelicula-griega-en-los-cines.html" target="_blank">Canino</a></b></span> </i>de Yorgos Lanthimos. La pequeña Casandra pone en cuestión nuestras certezas de adultos, nos muestra en el espejo a nuestros propios monstruos, nos hace dudar de si el lobo del cuento merece nuestro miedo o nuestra compasión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<i><span style="color: #6aa84f;">Corría a su cuarto con el libro bajo el brazo y se lo tendía con ternura.</span></i></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<i><span style="color: #6aa84f;">El primer dibujo era un lobo que abría la boca y se tragaba siete jugosos cerditos.</span></i></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<i><span style="color: #6aa84f;">Me daba lástima por él. ¿Cómo podía tragarse tantos a la vez? Siempre se lo decía y se lo preguntaba. Entonces él me metía su mano velluda en las braguitas blancas y me tocaba. Yo no sentía nada aparte de calor. El dedo iba y venía y yo miraba al lobo. Jadeaba y sudaba. No me molestaba mucho, la verdad.</span></i></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<i><span style="color: #6aa84f;">Ahora, cuando me acarician, siempre pienso en el lobo y siento lástima por él.</span></i></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinGBaXxlQaO-UsadweDIpigQ-RhuEXAikSqK0YIbWK_yOfwLht166Jo-7SEy6pjqi-ZVj4DBpWzDFhDgK7uTNSXgjcVYIh6f60SOCxsgg1Ns-_PQ6-Hr2f426AsqOmdgtJEp65HNzTeeJr/s1600/626860.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="447" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinGBaXxlQaO-UsadweDIpigQ-RhuEXAikSqK0YIbWK_yOfwLht166Jo-7SEy6pjqi-ZVj4DBpWzDFhDgK7uTNSXgjcVYIh6f60SOCxsgg1Ns-_PQ6-Hr2f426AsqOmdgtJEp65HNzTeeJr/s400/626860.jpg" width="267" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Portada de la edición inglesa de la obra</span></td></tr>
</tbody></table>
Margarita Karapanou (Atenas 1946-2008) es la autora de este inquietante libro que fue prohibido en Grecia durante la dictadura de los coroneles y se publicó antes en inglés que en griego. Su madre, Margarita Liberaki, fue una renombrada escritora y dramaturga griega, que vivió buena parte de su vida en París y se relacionó con grandes figuras de la literatura, como Camus o Ionesco. La infancia de la autora transcurrió entre Grecia y París y sirve de inspiración para el mundo recreado en <b><i>Casandra y el Lobo</i></b>. En 2017 la editorial <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://www.ardiciaeditorial.es/libros/2218/" target="_blank">Ardicia</a></b></span> ha editado la obra en español con una cuidada traducción de Julia Osuna Aguilar.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU6mCzFsbOt2GD0KPRjXXQd03Zwp9JjPOLcYSZrKO25oHDbW1hzoiZwd_lKk79gK-UuMVqIJ3NqpSwPd_JHk6p29lZJI_lYjBD087kgXWsLi23416aCJZHOIrYngfZJrN7RQVO29cHsEjl/s1600/images_logotexnia-afierwmata_Ianouarios-2013_margarita-karapanou.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="216" data-original-width="320" height="270" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU6mCzFsbOt2GD0KPRjXXQd03Zwp9JjPOLcYSZrKO25oHDbW1hzoiZwd_lKk79gK-UuMVqIJ3NqpSwPd_JHk6p29lZJI_lYjBD087kgXWsLi23416aCJZHOIrYngfZJrN7RQVO29cHsEjl/s400/images_logotexnia-afierwmata_Ianouarios-2013_margarita-karapanou.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Margarita Karapanou</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-48739855186866650842019-06-30T09:11:00.000-07:002019-06-30T11:27:24.472-07:00Tras las huellas del mito y la historia (y V): La montaña de los centauros<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;"> τὸν ὀνύμαξε τράφοισα Κένταυρον, ὃς</span></i><br />
<i><span style="color: #6aa84f;">ἵπποισι Μαγνητίδεσσι ἐμίγνυτ' ἐν Παλίου</span></i><br />
<i><span style="color: #6aa84f;">σφυροῖς, ἐκ δ' ἐγένοντο στρατός</span></i><br />
<i><span style="color: #6aa84f;">θαυμαστός, ἀμφοτέροις</span></i><br />
<i><span style="color: #6aa84f;">ὁμοῖοι τοκεῦσι, τὰ ματρόθεν μὲν κάτω, τὰ δ' ὕπερθε πατρός.</span></i><br />
<br />
<i><span style="color: #6aa84f;">Lo crió y lo llamó Centauro, y él</span></i><br />
<i><span style="color: #6aa84f;">se unió a las yeguas de Magnesia en las faldas</span></i><br />
<i><span style="color: #6aa84f;">del Pelión, y surgió un pueblo</span></i><br />
<i><span style="color: #6aa84f;">admirable, a ambos</span></i><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>progenitores semejante, a la madre por abajo, por arriba al padre. </i></span><br />
<br />
<span style="color: #6aa84f;"> Píndaro, <i>Pítica</i> II, 44-48 </span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es nuestra última mañana en Vergina y bajamos a desayunar, esta vez sí, bien abrigados. La κυρία Anguelikí nos colma de atenciones. Prepara una bolsa llena de provisiones, como si fuéramos a emprender un largo y peligroso viaje. Nos hace un regalo muy especial, una canción tradicional de buenos días, que debemos entonar varias veces hasta que la aprendemos. Nos pide que le escribamos y sale a la calle para despedirse mientras nuestro coche emprende la marcha. En realidad vamos a hacer un recorrido de poco más de 200 kilómetros, desandando parte del trayecto que nos ha traído hasta aquí. Volvemos a pasar a los pies del Olimpo, que sigue mostrándose esquivo, con sus cumbres cubiertas de nubes, y atravesamos de nuevo el valle de Tempe, labrado por las aguas del río Peneo. Penetramos en la llanura de Tesalia para desviarnos poco después hacia la izquierda, en dirección al monte Pelión, esa larga y escarpada lengua de tierra que separa el profundo golfo Pagasético del mar Egeo.<br />
<br />
La montaña está salpicada de encantadores pueblecitos, encaramados en la ladera, con su arquitectura característica de casas cúbicas, gruesos muros y tejados a cuatro aguas. Nuestro primer destino son los pueblos de Portariá y Makrinitsa, los más
turísticos de la zona, con muchas de sus casonas convertidas en hoteles
y abundancia de tiendas, bares y restaurantes en las calles
principales. Aprovechando el único terreno llano, la plaza principal se abre al horizonte. Un par de árboles de gigantescas copas sirven para darle sombra. Desde Makrinitsa las vistas del golfo de Pagasas son magníficas. A nuestros pies se extiende la ciudad de Volos, en la que nos vamos a alojar los últimos días de nuestro viaje.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1gEP60hMVAk7UqdayoNNTX7ZomCq_VdJVJMFsnE8FoYqRh8tYBSGdG4B7r2aYK3-NadZf3BH-Jl2ubR1oh1PQ418i0w4gi-JCjBH76i7Dr2TFeTnk_PJWCVeQ7mnTewUN-hlB5CAzENMi/s1600/IMG_20190419_154326.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1gEP60hMVAk7UqdayoNNTX7ZomCq_VdJVJMFsnE8FoYqRh8tYBSGdG4B7r2aYK3-NadZf3BH-Jl2ubR1oh1PQ418i0w4gi-JCjBH76i7Dr2TFeTnk_PJWCVeQ7mnTewUN-hlB5CAzENMi/s400/IMG_20190419_154326.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Vista de Volos y el golfo Pagasético</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1FoGgCxhUENje2o8kksyYUpB0YmYGmP1tm6XUWR6_5J3KMutt53UqwMZIAb-fINzH5Sik-wTtLOyhP6z3NOwUKPMlEgc94bZ7ezlQ7ugiwctrMn7rjVG2nmzJ6b1wOM11zPD3ufb0bngU/s1600/IMG_3605.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1FoGgCxhUENje2o8kksyYUpB0YmYGmP1tm6XUWR6_5J3KMutt53UqwMZIAb-fINzH5Sik-wTtLOyhP6z3NOwUKPMlEgc94bZ7ezlQ7ugiwctrMn7rjVG2nmzJ6b1wOM11zPD3ufb0bngU/s400/IMG_3605.CR2" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Plaza de Makrinitsa</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Seguimos ascendiendo por la carretera hacia las alturas del Pelión. Según la mitología fue en esta montaña donde el impío Ixión se unió a una nube con la apariencia de Hera. Había sido enviada por Zeus para comprobar si se atrevía a consumar su sacrílega pasión. El fruto de esos amores fue Centauro, quien se apareó con las yeguas del Pelión y dio lugar a la estirpe de los seres mitad hombre, mitad caballo. En la más alta de las cumbres se alza hoy un repetidor y en otra se distinguen unas pistas de esquí, cubiertas todavía de nieve.<br />
<br />
Iniciamos el descenso por la vertiente que mira al Egeo. La carretera serpentea y va perdiendo altura en una sucesión interminable de curvas. A los bosques de hoja caduca les suceden pequeñas parcelas con frutales, olivos, viñedos y huertos. El mar se divisa más abajo. Llegamos al pueblo de Zagorá, un caserío diseminado en varios barrios, cada uno con su plaza y su iglesia. Nos detenemos en la de Agios Georgios y damos un paseo para recobrarnos del mareo después de tantas curvas. Nos gustaría seguir bajando para explorar los pueblos de la costa, pero todavía queda un trecho de carretera sinuosa. Decidimos dar la vuelta hacia Volos. Mañana tendremos ocasión de descubrir otros rincones de esta hermosa montaña.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGfiJff621S4LP0yIomZ0ASqdzcn9cGwS-A00DIXYGBCR4mtbB7fVcFegmR3pI0eViwO4UfIsOhQ_B0AcqeW9eMiz7PaliGV0ODto9lF3l0BHhPhfeGvjovBC1qKwguXC6LETSaqW-iVkV/s1600/IMG_5959.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGfiJff621S4LP0yIomZ0ASqdzcn9cGwS-A00DIXYGBCR4mtbB7fVcFegmR3pI0eViwO4UfIsOhQ_B0AcqeW9eMiz7PaliGV0ODto9lF3l0BHhPhfeGvjovBC1qKwguXC6LETSaqW-iVkV/s400/IMG_5959.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Plaza de Agios Georgios en Zagorá</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Volos es una ciudad moderna y cosmopolita, de amplias avenidas. La más concurrida es Αργοναυτών, el Paseo de los Argonautas, que discurre en paralelo al mar. La arteria principal por la que circula el tráfico rodado lleva el nombre de Ιάσονος, Jasón. Los nombres no son casuales, ya que Volos es la antigua Pagasas, el puerto desde el que zarparon los Argonautas, al mando de Jasón, en busca del vellocino de oro. La nave Argo se ha convertido en símbolo de la ciudad: decora una fuente en la entrada principal al centro urbano y su silueta está presente en todas las papeleras del municipio.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN9pujOMTdf16phATfr6lvOP52D8pe8DdBqahFHmJKTByVVq7NTXLvapbSbnz3ta2-yg7FWUZtAqcUItjH6UhGgbs8xGBSP-oM1ja_Q8Tstds6pLA1RvpFcd0RXqmPrp-5saPqyI1bPjGD/s1600/IMG_20190420_180119.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN9pujOMTdf16phATfr6lvOP52D8pe8DdBqahFHmJKTByVVq7NTXLvapbSbnz3ta2-yg7FWUZtAqcUItjH6UhGgbs8xGBSP-oM1ja_Q8Tstds6pLA1RvpFcd0RXqmPrp-5saPqyI1bPjGD/s400/IMG_20190420_180119.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGmZnNyb0M1ICWJVeVVUgZIL2L7uMfsXugpIfap9Yv9fc5Ri1b-LduDis4RshCCBNFwF-aO8U5uw9_ApnkLQh1TFTuRneXLfli7OYOQp85grY4wNc-d8DRZwW3V8jLaSt_RmA0hiVO_t1k/s1600/IMG_20190421_130558.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGmZnNyb0M1ICWJVeVVUgZIL2L7uMfsXugpIfap9Yv9fc5Ri1b-LduDis4RshCCBNFwF-aO8U5uw9_ApnkLQh1TFTuRneXLfli7OYOQp85grY4wNc-d8DRZwW3V8jLaSt_RmA0hiVO_t1k/s400/IMG_20190421_130558.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
Nos alojamos en un luminoso y amplio apartamento con vistas a la montaña. El propietario es un agradable profesor de instituto jubilado que nos recibe con una hospitalidad menos bulliciosa que la de nuestra anfitriona de Vergina, pero igual de sincera. Pasamos un buen rato conversando sobre el pasado y el presente de Volos. Para cuando se marcha los rayos del sol han empezado a declinar. Desde la terraza tenemos una buena panorámica de las cumbres del Pelión.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi06B-EDFt4UURg_WTB9RINwXQ8LShfpsHsUSpZhsjLJqsCjwaD3YEZlRscyO0yP_RtNBQIGFyP6HxVC6gilPVdRTjhsxAPSgdVLFlXbnkv7NjY29h_4tjhsaq3OMJxdfj4QjPEPjk-xirI/s1600/IMG_20190419_193528.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi06B-EDFt4UURg_WTB9RINwXQ8LShfpsHsUSpZhsjLJqsCjwaD3YEZlRscyO0yP_RtNBQIGFyP6HxVC6gilPVdRTjhsxAPSgdVLFlXbnkv7NjY29h_4tjhsaq3OMJxdfj4QjPEPjk-xirI/s400/IMG_20190419_193528.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
El día siguiente está marcado en el calendario como uno de los más especiales de nuestras vacaciones. Vamos a viajar en el <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://www.trainose.gr/%cf%84%ce%bf%cf%85%cf%81%ce%b9%cf%83%ce%bc%cf%8c%cf%82-%cf%80%ce%bf%ce%bb%ce%b9%cf%84%ce%b9%cf%83%ce%bc%cf%8c%cf%82/%cf%84%cf%81%ce%ad%ce%bd%ce%bf-%ce%ba%ce%b1%ce%b9-%ce%b1%ce%bd%ce%b1%cf%88%cf%85%cf%87%ce%ae/%ce%b8%ce%b5%ce%bc%ce%b1%cf%84%ce%b9%ce%ba%cf%8c-%cf%84%cf%81%ce%ad%ce%bd%ce%bf-%cf%80%ce%b7%ce%bb%ce%af%ce%bf%cf%85/" target="_blank">τρενάκι</a></b></span>, el viejo ferrocarril de vía estrecha que unía Volos con los pueblos del Pelión. La línea, proyectada a finales del XIX, tenía previsto rodear la montaña y llegar a Zagorá, pero el trazado solo se completó hasta Miliés. Entre 1903 y 1971 el Μουτζούρης, el <i>tiznado de hollín</i>, como lo bautizaron cariñosamente los lugareños, cubrió puntualmente su recorrido. Con la llegada de las carreteras y el automóvil dejaría de funcionar hasta que se volvió a abrir con fines turísticos en 1996. Tan solo circula algunos fines de semana de primavera, así que hemos planificado el viaje para hacer coincidir nuestra estancia en Volos con este sábado de abril. En varios lugares de la ciudad se pueden observar tramos de la antigua vía con dos anchos diferentes: uno para los trenes regionales y otro más estrecho para el τρενάκι. Pero el Μουτζούρης ya no parte desde Volos, sino desde la estación de Ano Lechonia, un pueblo a poco más de diez kilómetros. Cuando llegamos el tren ya espera en el andén con la jefa de estación dispuesta para dar la salida.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEQVwEl07sQ_CxYX3RbxVB2DXQkIZN5mkUrV7yrFUsAKTFNJppQ2dt3YsXuxfPjWQXty7cW5S5-5f2ymPE66y6vfjwVmju5ViHe6S3d4F4msDossSif0zj9hsHbwFl96nTbkH9chIiO682/s1600/IMG_3617.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEQVwEl07sQ_CxYX3RbxVB2DXQkIZN5mkUrV7yrFUsAKTFNJppQ2dt3YsXuxfPjWQXty7cW5S5-5f2ymPE66y6vfjwVmju5ViHe6S3d4F4msDossSif0zj9hsHbwFl96nTbkH9chIiO682/s400/IMG_3617.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnKviyyXOxs4YDKW9INuDR0cuY0pqvZ1thPszA-QYidKDUzfsbQaTU-y5F-KKl70My152ssOq9ZYsOGpBzSAbQlPJWot5lMF3D2jAr2HakXNDoIzsZckG13aoO_Wl53ALB1FEEXfY-CSgi/s1600/IMG_3769.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnKviyyXOxs4YDKW9INuDR0cuY0pqvZ1thPszA-QYidKDUzfsbQaTU-y5F-KKl70My152ssOq9ZYsOGpBzSAbQlPJWot5lMF3D2jAr2HakXNDoIzsZckG13aoO_Wl53ALB1FEEXfY-CSgi/s400/IMG_3769.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Tomamos asiento en uno de los vagones de madera con bancos corridos. Varios grupos de jóvenes en viaje de estudios realizan hoy también la excursión. El tren emprende la marcha y lentamente empieza a ganar altura y a alejarse de la costa. Quizás sea por el traqueteo un tanto hipnótico de los vagones, o por el cielo plomizo que confiere al día una luz especial, o por las laderas cubiertas de olivos y punteadas de cipreses. El caso es que sentimos una emoción especial al ver cómo se va desplegando ante nosotros uno de los paisajes más amables y seductores que hayamos visto nunca en Grecia.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxhEc85bu0r4PkA0TrFjpAYncbZKk97wqfytqGzEuDCIzuMAtx9raYiG9d3BcJsqCqrAAEtI3kTzxQXjt9O3KvGKhcH9zS-s4nQw124T9_sIOrcOAZ6EBnwnY9jgGtyfdqUKPYmgTG0nD8/s1600/IMG_20190420_102546.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxhEc85bu0r4PkA0TrFjpAYncbZKk97wqfytqGzEuDCIzuMAtx9raYiG9d3BcJsqCqrAAEtI3kTzxQXjt9O3KvGKhcH9zS-s4nQw124T9_sIOrcOAZ6EBnwnY9jgGtyfdqUKPYmgTG0nD8/s400/IMG_20190420_102546.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5I8Ipr_GnbemAcKgnwRKVdmrXPgnSHBZcwq5spGzWIZ38ZoucQcVIoRntJPUtQKkidyK7X7i-zeoHy5rVPBlUd0gCMLpo0d7lvNgWhDK-A7sHb3TzqIqjp53qP1IXWrFHDkZehD7oskjT/s1600/IMG_3688.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5I8Ipr_GnbemAcKgnwRKVdmrXPgnSHBZcwq5spGzWIZ38ZoucQcVIoRntJPUtQKkidyK7X7i-zeoHy5rVPBlUd0gCMLpo0d7lvNgWhDK-A7sHb3TzqIqjp53qP1IXWrFHDkZehD7oskjT/s400/IMG_3688.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Después de cruzar varios viaductos de piedra el tren hace una parada de veinte minutos en la estación de Ano Gatzea, un pueblecito a medio camino de Miliés.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipbFt7TzhmcxYBZNEYqCebyMzcYHbEljDcS0jDqSDGOsNB60u8XlY3afec_Ti2Ko4J3bWzMUngJnXzPzo0xE5XRU2YBcJtN5b8fTMC7lAxAT_7XQlV0io89YQ776fMdPH6KjpyclXOIGtT/s1600/IMG_3640.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipbFt7TzhmcxYBZNEYqCebyMzcYHbEljDcS0jDqSDGOsNB60u8XlY3afec_Ti2Ko4J3bWzMUngJnXzPzo0xE5XRU2YBcJtN5b8fTMC7lAxAT_7XQlV0io89YQ776fMdPH6KjpyclXOIGtT/s400/IMG_3640.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZg0rJjvXBrm7LLaq8wBv7D8iBTGgU66Cz-XgKOunpAu8SzhsfZurmMsr-YD5ktIgaCk2C1L4mGJ69jxteCBnA5EHu-JEKEqEM59bxseQvOcV3J81h5XQQsr1tMIp7Thusq-t1L-EWnVT1/s1600/IMG_20190420_100951.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZg0rJjvXBrm7LLaq8wBv7D8iBTGgU66Cz-XgKOunpAu8SzhsfZurmMsr-YD5ktIgaCk2C1L4mGJ69jxteCBnA5EHu-JEKEqEM59bxseQvOcV3J81h5XQQsr1tMIp7Thusq-t1L-EWnVT1/s400/IMG_20190420_100951.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSlQ_CMyKDHwqFX0lbAP9-_tB9ZJDkZM87A3Ao5qer65IUb-PgfzJP0KBrkUXUOMYRFArJ_EozAD0P6lhEck_6qCWjUg03qemxVwXcQpA1Svc9EW9bso55mw8wKm1YCOEVtgfQk5hS8qd0/s1600/IMG_3657.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSlQ_CMyKDHwqFX0lbAP9-_tB9ZJDkZM87A3Ao5qer65IUb-PgfzJP0KBrkUXUOMYRFArJ_EozAD0P6lhEck_6qCWjUg03qemxVwXcQpA1Svc9EW9bso55mw8wKm1YCOEVtgfQk5hS8qd0/s400/IMG_3657.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoj3DcaYfprCPAc__qwQTsCL-Zplj2uP6BDsiVMWLq751v8SqvR4EWwcfnuFvh6r7BUNvBHVkwgQ2hckgpnBgKP9I5ggdxD5Qm05JEFQPt6TOe5gXGSqYgNBCrfMUHb3nCc5srNdUopo62/s1600/IMG_5975.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoj3DcaYfprCPAc__qwQTsCL-Zplj2uP6BDsiVMWLq751v8SqvR4EWwcfnuFvh6r7BUNvBHVkwgQ2hckgpnBgKP9I5ggdxD5Qm05JEFQPt6TOe5gXGSqYgNBCrfMUHb3nCc5srNdUopo62/s400/IMG_5975.JPG" width="300" /></a></div>
<br />
El trayecto continúa ofreciéndonos magníficas vistas del Pelión y del golfo. Finalmente se divisa el caserío de Miliés, pero antes de llegar hay que atravesar uno de los viaductos más singulares del recorrido, diseñado, como el resto de la línea, por el ingeniero italiano Evaristo de Chirico. Se trata de una estructura de hierro que salva el barranco en línea recta, aunque el tren traza sobre ella una ligera curva.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjeOmUYYCdJq2mKmKKuIcvkDznv097VBYW0SAuiWQPeDhMkHq9l7EuNXElGZxpAEdllLmeTbhxQOsaHMjAY_mdxoWGDFKL4fGzI-apILe6yh00UIQ9RiBu4tUVSkgP3saJu_TCuXFUb2HX/s1600/IMG_3703.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjeOmUYYCdJq2mKmKKuIcvkDznv097VBYW0SAuiWQPeDhMkHq9l7EuNXElGZxpAEdllLmeTbhxQOsaHMjAY_mdxoWGDFKL4fGzI-apILe6yh00UIQ9RiBu4tUVSkgP3saJu_TCuXFUb2HX/s400/IMG_3703.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJKLJu2YyW9bXl_zPeggnwn93Yw2YaIVJSHtgeAZI5vtEMqV2cmpdput0caC3H5M1oSpOGy3YxUqCDOWAdg3AwslW-s0-bME_5W6zu3Dwwr-3G9ngHtWjiW51IuX7Q7x_dQiwOq0lMvyHT/s1600/IMG_3706.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJKLJu2YyW9bXl_zPeggnwn93Yw2YaIVJSHtgeAZI5vtEMqV2cmpdput0caC3H5M1oSpOGy3YxUqCDOWAdg3AwslW-s0-bME_5W6zu3Dwwr-3G9ngHtWjiW51IuX7Q7x_dQiwOq0lMvyHT/s400/IMG_3706.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO1figTOYyFNW6NltwKPzIFkuuolKSU3QItm0TpVV88OKTzQ9eF-USSMZUf88Hg0Jss1pqgnw9EqeSAJ1buNWMWazjfI4kFpGR-uferineAQLrH21e0wUe508dERnZPWKWhy6H9bjgVNsn/s1600/IMG_3713.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO1figTOYyFNW6NltwKPzIFkuuolKSU3QItm0TpVV88OKTzQ9eF-USSMZUf88Hg0Jss1pqgnw9EqeSAJ1buNWMWazjfI4kFpGR-uferineAQLrH21e0wUe508dERnZPWKWhy6H9bjgVNsn/s400/IMG_3713.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje-fQHtz9MaBjYSfVbBc36-CFF8giKlDOhkGZWZzi2_oii6niYNVq9G4xCPtZkNi1UKNM18N4LhxWposl1fA8sn_xUXKdNJhnBT130FqfzoC64PJG0hl54qxN-iOnABDPC630_Yu08QdPJ/s1600/IMG_20190420_150159.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje-fQHtz9MaBjYSfVbBc36-CFF8giKlDOhkGZWZzi2_oii6niYNVq9G4xCPtZkNi1UKNM18N4LhxWposl1fA8sn_xUXKdNJhnBT130FqfzoC64PJG0hl54qxN-iOnABDPC630_Yu08QdPJ/s400/IMG_20190420_150159.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Desde la estación un sendero desciende hacia la cueva de Quirón. Aunque los centauros se caracterizaban por sus costumbres brutales, Quirón tenía un origen y un talante diferentes. Sus padres fueron Fílira, una hija de Océano, y Cronos, que había adoptado la forma de un caballo para unirse a ella. Quirón destacó por su prudencia, sabiduría y conocimientos médicos. Fue maestro de Aquiles, Asclepio y Jasón, que recibieron sus enseñanzas en estos parajes. Cerca de la cueva donde vivía el centauro se celebraron las bodas de Tetis y Peleo, a las que fueron invitados todos los dioses, excepto Eris, la Discordia. La diosa se presentó en mitad del banquete con una manzana de oro para la más hermosa, desencadenando así el ciclo de leyendas más productivo de la mitología griega.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEfoE_mQzIYvsofiBQMXzwz1t4fmiGcSTpb3FHgF6I8s8tgW_12zdwtpHlSJ72m1HOIvsLwlZ0Mwz4iAAhejLSO-Szz0t2RZOsUUyqXcJgKyXpjCvI4q7xdrPTWr9Oe2jQtX8RecY279u7/s1600/IMG_20190420_115536.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEfoE_mQzIYvsofiBQMXzwz1t4fmiGcSTpb3FHgF6I8s8tgW_12zdwtpHlSJ72m1HOIvsLwlZ0Mwz4iAAhejLSO-Szz0t2RZOsUUyqXcJgKyXpjCvI4q7xdrPTWr9Oe2jQtX8RecY279u7/s400/IMG_20190420_115536.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Entorno de la cueva de Quirón</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHdOm66MyeU1RsdSvSqJBqD08UdqBJTwSgRmS1mBhVO19GVJMW4mabAsJduHSPLCiFeB9R0WbcaUGCogdA0NwZgSFvoSdDKLHB9cGBO0WN1V2ohD0amHjI2XXUMXzu0UEnN5trGOaPJFi2/s1600/IMG_20190420_115546.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHdOm66MyeU1RsdSvSqJBqD08UdqBJTwSgRmS1mBhVO19GVJMW4mabAsJduHSPLCiFeB9R0WbcaUGCogdA0NwZgSFvoSdDKLHB9cGBO0WN1V2ohD0amHjI2XXUMXzu0UEnN5trGOaPJFi2/s400/IMG_20190420_115546.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi07bm10Un8zv0ZQt-eyYRs2RGIbaA3iFGxN6g3HIhnkyJiZCarq_tvNojX40m5wvVx6u_eoNIajFZblBgVHN6nb_CovsJeW74tBx3cqGP3QMrP8e9QPtvopo9hR6uVdXMkCOeOzLnkOxsm/s1600/IMG_3726.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi07bm10Un8zv0ZQt-eyYRs2RGIbaA3iFGxN6g3HIhnkyJiZCarq_tvNojX40m5wvVx6u_eoNIajFZblBgVHN6nb_CovsJeW74tBx3cqGP3QMrP8e9QPtvopo9hR6uVdXMkCOeOzLnkOxsm/s400/IMG_3726.CR2" width="400" /></a></div>
<span id="goog_554917970"></span><span id="goog_554917971"></span><br />
Volvemos sobre nuestros pasos y en veinte minutos de caminata llegamos al centro del pueblo, que nos depara un par de descubrimientos inesperados. Cegados por los encantos naturales de la montaña, sus referencias mitológicas y su pintoresco τρενάκι, se nos habían pasado por alto, a la hora de preparar el viaje, dos tesoros que custodia Miliés. El primero es la iglesia de los Taxiarcas, o de los Arcángeles, que preside la plaza. Su interior está decorado con preciosas pinturas al fresco del siglo XVIII, entre las que destacan las escenas del nártex que representan el juicio final. Cerca de la iglesia está la biblioteca pública, un sencillo edificio que nos han recomendado que visitemos. Subimos unas empinadas escaleras hasta la puerta. En lo alto de la fachada se distingue en letras mayúsculas el lema ΨΥΧΗΣ ΑΚΟΣ, <i>remedio del espíritu</i>. La planta baja es una biblioteca convencional, que ofrece préstamo y consulta de libros. Seguimos por la escalera interior las indicaciones de Ιστορικό Τμήμα, <i>Sección Histórica</i>, y entramos en una amplia sala en forma de U con anaqueles acristalados hasta el techo y algunas vitrinas con libros antiguos expuestos. Le preguntamos a la bibliotecaria sobre el origen de estos fondos y nos explica la fascinante historia de la escuela de Miliés y de su <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://vivl-mileon.mag.sch.gr/index.html" target="_blank">biblioteca <i>ψυχής ἄκος</i></a></b></span>.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOFrfzv9hNeVkrAWZH5XtfoTrJ52g_1a48D1IVj_7-CMZE_JkRDAQtOp0YfF-7HXsLt0lQ47z1Q8HqD8pcKgOOV5uYF_UO_29ZWuvlqyhDNWTfjtA51RIkeCYsyZB_OwlNKO7eofDtfN_g/s1600/800px-Milies_Library_-_1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOFrfzv9hNeVkrAWZH5XtfoTrJ52g_1a48D1IVj_7-CMZE_JkRDAQtOp0YfF-7HXsLt0lQ47z1Q8HqD8pcKgOOV5uYF_UO_29ZWuvlqyhDNWTfjtA51RIkeCYsyZB_OwlNKO7eofDtfN_g/s400/800px-Milies_Library_-_1.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
A finales del siglo XVIII la población griega de la zona se concentraba en los pueblos del interior, mientras que en las localidades costeras y en la ciudad de Volos se asentaban las guarniciones turcas que ejercían el control del territorio. De Miliés eran originarios Antimos Gazís, Gregorios Kostandás y Demetrios Filipidis, tres figuras destacadas de la renovación cultural griega que siguieron trayectorias paralelas. En metrópolis como Viena, París, Bucarest o Constantinopla se impregnaron de las ideas de la Ilustración y se empeñaron en llevarlas a Grecia para elevar el nivel cultural de sus compatriotas. En 1814 Gazís y Kostandás comprometieron su esfuerzo y su patrimonio personal en la fundación de una escuela en su pueblo natal, que ofreciera un programa educativo superior, basado no sólo en las disciplinas humanísticas, sino también en las ciencias experimentales. Aportaron libros de su propiedad, adquirieron otros nuevos e instrumentos de observación científica, construyeron un edificio como sede de la escuela y convirtieron así a Miliés en el centro de difusión de las ideas ilustradas en Grecia. En 1821 Antimos Gazís izó la bandera de la revolución en la plaza del pueblo, sumándose al levantamiento contra los turcos. Meses más tarde los otomanos retomaron el control de Miliés, se perdieron parte de los fondos de la biblioteca y la escuela se cerró. En 1830 Kostandás regresó y la escuela volvió a funcionar hasta su muerte, acaecida en 1844. En la Segunda Guerra Mundial los alemanes incendiaron el pueblo y el edificio de la escuela quedó destruido. A pesar de tan azarosa historia todavía se conservan en el edificio actual, financiado por una benefactora local, auténticas joyas bibliográficas, como las <i>editiones principes </i>de Aristóteles y Aristófanes, impresas en Venecia por Aldo Manucio en 1497 y 1498 respectivamente, o un ejemplar de la Enciclopedia de Diderot y D'Alembert. La bibliotecaria nos habla con pasión de todos estos tesoros, despliega ante nosotros mapas de Grecia del XVIII y del XIX y nos muestra con orgullo la bandera que ondeó en la plaza de Miliés en 1821.<br />
<br />
Todavía conmovidos por la proeza ejemplar de este grupo de hombres y mujeres, empeñados en difundir y custodiar la luz del conocimiento, reponemos fuerzas en un restaurante de la plaza. Después de elevar el espíritu hay que dar también satisfacción al cuerpo. Cuando se acerca la hora de partir tomamos el camino que conduce a la estación, indicado por unos pequeños carteles de madera que no precisan explicación.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdewUIgmRAsBBPTaAUHo1Lbf7_L7iqO6MqATyOsMbl28G9XSTDBIHeZI5hCLBsO85E_SlNY1ajlJf5Vpy2clk2o145XhKbFBZH6haSpgcnmXbHZn86EI3EU-IrT1kpaod9MYz_yWeanwwL/s1600/IMG_20190420_122720.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdewUIgmRAsBBPTaAUHo1Lbf7_L7iqO6MqATyOsMbl28G9XSTDBIHeZI5hCLBsO85E_SlNY1ajlJf5Vpy2clk2o145XhKbFBZH6haSpgcnmXbHZn86EI3EU-IrT1kpaod9MYz_yWeanwwL/s400/IMG_20190420_122720.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
El viaje de vuelta en el Μουτζούρης nos permite gozar de nuevo del cautivador paisaje. Realizo parte del trayecto de pie en la plataforma entre dos vagones, para disfrutar del aire de la montaña y dejarme llevar por el acompasado vaivén del tren. Son ya muchos los rincones que he visitado y las experiencias que he vivido en Grecia, pero esta jornada en el Pelión ocupará sin duda un lugar destacado entre mis recuerdos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeHBKqYXnP0CZANAkG4yr_yNFRVJRffMWXevHHSSKTQ4X0c1_mJ1e4DzzGQjhLBK7wJ_J8Gye6L-Q0SClpyMXOw-MNYCtVngtOq639p4VsZmh4XwoBJmRN-Mg1w1WWew9my3EVdVsZSTCE/s1600/IMG_20190420_152446.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeHBKqYXnP0CZANAkG4yr_yNFRVJRffMWXevHHSSKTQ4X0c1_mJ1e4DzzGQjhLBK7wJ_J8Gye6L-Q0SClpyMXOw-MNYCtVngtOq639p4VsZmh4XwoBJmRN-Mg1w1WWew9my3EVdVsZSTCE/s400/IMG_20190420_152446.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Amanece nuestro último día en Grecia. Nos queda un largo trayecto hasta el aeropuerto de Atenas, pero el vuelo no sale hasta las diez de la noche, así que aún disponemos de tiempo para visitar algunos lugares. Hemos visto muchas ruinas antiguas durante el recorrido, pero hoy vamos a retroceder más en el tiempo. A poca distancia de Volos están las localidades de Sesklo y Dímini, dos de los asentamientos neolíticos más antiguos de Europa. Sesklo estuvo habitado desde mediados del séptimo milenio a. C. Somos los únicos visitantes en esta mañana de domingo y el vigilante nos acompaña amablemente a través de un pinar hasta la parte principal del yacimiento, mientras nos cuenta que un arqueólogo español estuvo aquí hace poco. Los bordes de la colina donde se asentaba la población han sido socavados por el torrente que corre a sus pies. En lo alto se conservan los restos de la llamada casa del ceramista.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0xKBVOi5lnp4ITbJ2Rvlu4l05hFJVsBAyDV7bMymFBlVmzmhMoqIL42HaUZpk62nvvWRxw053Tb3E6JqcX40Hj6xtVRciNmTNEdAP7SVPa-3dV_9xxE6jRLx9W1DXuiHBpFHdK9tSfo5L/s1600/IMG_3785.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0xKBVOi5lnp4ITbJ2Rvlu4l05hFJVsBAyDV7bMymFBlVmzmhMoqIL42HaUZpk62nvvWRxw053Tb3E6JqcX40Hj6xtVRciNmTNEdAP7SVPa-3dV_9xxE6jRLx9W1DXuiHBpFHdK9tSfo5L/s400/IMG_3785.CR2" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Casa del ceramista</span></td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-WCiz8xKJyOZdLEMYWbA0Azo_xggumVp3gEZQvSALPwLASxk-W6vx3O5FwGiKF_wK399APK44HupVkELZtkuKUvPn4u2QpHdrcBlt4D4d1GBmaSqz7N69TlEfYX4QGWhHaC8qkEZut6dC/s1600/IMG_3786.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-WCiz8xKJyOZdLEMYWbA0Azo_xggumVp3gEZQvSALPwLASxk-W6vx3O5FwGiKF_wK399APK44HupVkELZtkuKUvPn4u2QpHdrcBlt4D4d1GBmaSqz7N69TlEfYX4QGWhHaC8qkEZut6dC/s400/IMG_3786.CR2" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Vista del entorno de Sesklo</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
El poblado neolítico de Dímini, más reciente, data del quinto milenio a. C. Se distingue claramente una estructura urbana de seis muros concéntricos que delimitaban una serie de corredores y patios entre los que se levantaban las casas. Al pie de la colina se ha excavado un asentamiento de época micénica que se ha identificado con la antigua Yolcos, la patria de Jasón, el lugar donde el usurpador Pelias encontró la muerte a manos de sus propias hijas por instigación de Medea. Hoy domingo solo hay un vigilante en las ruinas, por lo que tenemos que conformarnos con contemplar los restos micénicos desde lejos, a través de la valla. Al menos son accesibles dos tumbas de esta época. Una de ellas ha perdido la cubierta, pero la otra conserva el triángulo de descarga sobre la puerta.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOUH5Zl-oqeG_03O52FW499_viJ74M4dRdKp9D8lmWBRwLFhY92rw4_bD32SDfMyAZ2rf7r-i3QuAbg4WQsLhxEz6VyrzaD0tXzBCklHgr6knZPtiHztLB8q__jUy6JFvYwWQ-z5pGYpfo/s1600/IMG_3772.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOUH5Zl-oqeG_03O52FW499_viJ74M4dRdKp9D8lmWBRwLFhY92rw4_bD32SDfMyAZ2rf7r-i3QuAbg4WQsLhxEz6VyrzaD0tXzBCklHgr6knZPtiHztLB8q__jUy6JFvYwWQ-z5pGYpfo/s400/IMG_3772.CR2" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Poblado neolítico de Dímini</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzBol0y4pJuWuhyZBwnp7hrR0qYVZGiMc444cATyjbioGc79LyPl98_sZgZ_pD8ajnbbc8ItyyiVJCs0rr0CXA3ew_Clj1P0VBdQCLiU-mv4-K-TUcbe-6XlE7AAEr3I2ocyGs70DXf0Ag/s1600/IMG_3775.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzBol0y4pJuWuhyZBwnp7hrR0qYVZGiMc444cATyjbioGc79LyPl98_sZgZ_pD8ajnbbc8ItyyiVJCs0rr0CXA3ew_Clj1P0VBdQCLiU-mv4-K-TUcbe-6XlE7AAEr3I2ocyGs70DXf0Ag/s400/IMG_3775.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnmJj7T31WSXC7TLD0acE9eK7RFSaNUW4mmTpanzxQiFhFVSH1rI-fKMuiWdJ5rbAPcPXWoC94YCBu7f074zZvEE-6Oi5Ubwf0aLEC5BWNSF21q4BS9wdgdctnzsCu_bl9JfwAZUlefq62/s1600/IMG_3776.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnmJj7T31WSXC7TLD0acE9eK7RFSaNUW4mmTpanzxQiFhFVSH1rI-fKMuiWdJ5rbAPcPXWoC94YCBu7f074zZvEE-6Oi5Ubwf0aLEC5BWNSF21q4BS9wdgdctnzsCu_bl9JfwAZUlefq62/s400/IMG_3776.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlz4hlakx_A5QOjWLDXuXQvyBjZRsgEMEUaMf4GwN6gg4B0FBb6nCfJAdXsEOhzB9Q-fARNqVVUo6aupobueiIi919nSdkKTnxvmZMusegmTNrUHR8A5wO75igndyY1onLuT9kSOUmiMMX/s1600/IMG_3783.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlz4hlakx_A5QOjWLDXuXQvyBjZRsgEMEUaMf4GwN6gg4B0FBb6nCfJAdXsEOhzB9Q-fARNqVVUo6aupobueiIi919nSdkKTnxvmZMusegmTNrUHR8A5wO75igndyY1onLuT9kSOUmiMMX/s400/IMG_3783.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Las horas van pasando, pero nos resistimos a poner fin a nuestro viaje. Todavía tenemos un lugar señalado en el itinerario, el antiguo emplazamiento de Ptía, la patria de Aquiles y sus mirmidones. Hemos buscado su ubicación en el <i><span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://pedroolalla.com/index.php/es/mithologikos-atlas-elladas" target="_blank">Atlas Mitológico de Grecia</a></b></span></i> de Pedro Olalla y en el portal <span style="color: #6aa84f;"><i><b><a href="http://odysseus.culture.gr/" target="_blank">ΟΔΥΣΣΕΥΣ</a></b></i></span> del Ministerio de Cultura griego. Sabemos que apenas se conservan ruinas de interés, pero el poder evocador del lugar justifica nuestro desvío. La carretera que bordea el norte del golfo desde Volos empieza a alejarse de la costa. A pesar de que no hay ninguna señalización del sitio arqueológico, el navegador, sin cuya ayuda nos habríamos perdido en más de una ocasión, nos indica que debemos girar a la izquierda por una pista asfaltada. Un poco más adelante tomamos un camino que asciende por la ladera de una colina. Apenas se reconocen las rodadas, cubiertas por hierbas cada vez más altas. Encontramos a un pastor con su rebaño de ovejas y cabras, sentado a cierta distancia. Le preguntamos por las ruinas, pero no parece entender de qué le hablamos. Finalmente aparcamos en una pequeña explanada. Dirigimos la mirada hacia abajo y distinguimos los restos de un teatro, más allá la llanura y al fondo el mar. Ascendemos por la colina y descubrimos, semiocultos por las flores y la vegetación, los muros de la ciudad de Aquiles, el héroe que intercedió por <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/05/tras-las-huellas-del-mito-y-la-historia.html" target="_blank">Ifigenia</a></b></span> allá en Áulide, donde estuvimos hace unos días, al que educó el centauro Quirón en la cueva que visitamos ayer mismo. La mañana es luminosa. Parece un buen lugar para poner punto y final a este intenso viaje en el que hemos seguido las huellas del mito y la historia. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig4pKkPzIh6ywrbd5-9JjD3LNvbzoiyq0zEIZ5rCE_m_eTzjwQNpHfEhgwAlaGJWM0I9RpGrnCJc89s_bq_THo3C8reMCHmhRICqN5iQAFt7NeB5hdUEP_gC7JETScFqGoX44OubSffpGa/s1600/IMG_20190421_133632.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig4pKkPzIh6ywrbd5-9JjD3LNvbzoiyq0zEIZ5rCE_m_eTzjwQNpHfEhgwAlaGJWM0I9RpGrnCJc89s_bq_THo3C8reMCHmhRICqN5iQAFt7NeB5hdUEP_gC7JETScFqGoX44OubSffpGa/s400/IMG_20190421_133632.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKnn96fpZaj5zTl0cBz3qZbPj_anRuHBBiXnA38Y3LAYdqfU_SUI5PQGMtUEwp56E2T2DNOK4ctKRk7z7rwHfDb9COBlhnj1bb_dQLky9OcjTuJAnub-QfCKvzYinVCgL-nQR3PluecXtf/s1600/IMG_20190421_135016.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1185" data-original-width="1600" height="295" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKnn96fpZaj5zTl0cBz3qZbPj_anRuHBBiXnA38Y3LAYdqfU_SUI5PQGMtUEwp56E2T2DNOK4ctKRk7z7rwHfDb9COBlhnj1bb_dQLky9OcjTuJAnub-QfCKvzYinVCgL-nQR3PluecXtf/s400/IMG_20190421_135016.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
De camino al aeropuerto volvemos a rodear el <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/06/tras-las-huellas-del-mito-y-la-historia.html" target="_blank">monte Otris</a></b></span>, a pasar por las <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/05/tras-las-huellas-del-mito-y-la-historia_27.html" target="_blank">Termópilas</a></b></span>, a contemplar la costa de Eubea, que acompañó la primera parte de nuestro itinerario. Los recuerdos recientes se agolpan en la memoria, mezclados con cierta amargura por el viaje que termina. Al acercarnos al extrarradio de Atenas nos damos cuenta de que todavía queda bastante tiempo para que salga nuestro avión. Una idea empieza a cobrar forma. Sería una lástima estar tan cerca y no rendir una visita a la ciudad de Atenea. No hace falta pensárselo mucho. La amargura se diluye y deja paso al entusiasmo. Nos metemos de lleno en la vorágine del tráfico de Atenas. Dejamos el coche, por una buena suma de dinero, en un garaje regentado por paquistaníes. El precio bien merece la pena. En unos instantes nos plantamos en uno de los lugares más bellos de Atenas. Caminamos por la colina de las Musas para llegar a la Pnix, la explanada donde se reunía la asamblea, el corazón de la democracia ateniense, donde cualquier ciudadano tenía el derecho de hablar o callar. Para nosotros ha llegado el momento de callar y contemplar en silencio cómo el sol de la tarde hace resplandecer la roca sagrada de la Acrópolis.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVyXPgSnd_jp14vLYQ_0S21bw1eefi_TlVwKSYz_hWoN0dlqpOJquwJajk8uku_zi0fXIHVD6FpUGwPGL0-LFEjo3K62d8s1xMRYOrdPfXB7xUwdJbydlvnuJ4VizA2RYAbSWIzXAptNiu/s1600/IMG_6026.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVyXPgSnd_jp14vLYQ_0S21bw1eefi_TlVwKSYz_hWoN0dlqpOJquwJajk8uku_zi0fXIHVD6FpUGwPGL0-LFEjo3K62d8s1xMRYOrdPfXB7xUwdJbydlvnuJ4VizA2RYAbSWIzXAptNiu/s400/IMG_6026.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhcqrPblJcCog0yS0sJabACxIf3SeTIk1Np2IKGKmgEAgdAO44onaq8XdsapR6yVhJnWWbYO_p9yA47vVI269ZyDDphzzeCmeDLxx-R4NIf8VAWI3cxPhrKuyZk6yS6y8gf7hgoZ2YTZNZ/s1600/IMG_3790.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhcqrPblJcCog0yS0sJabACxIf3SeTIk1Np2IKGKmgEAgdAO44onaq8XdsapR6yVhJnWWbYO_p9yA47vVI269ZyDDphzzeCmeDLxx-R4NIf8VAWI3cxPhrKuyZk6yS6y8gf7hgoZ2YTZNZ/s400/IMG_3790.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">τοὐλεύθερον δ' ἐκεῖνο· τίς θέλει πόλει</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">χρηστόν τι βούλευμ' ἐς μέσον φέρειν ἔχων;</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">καὶ ταῦθ' ὁ χρῄζων λαμπρός ἐσθ', ὁ μὴ θέλων</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">σιγᾷ. τί τούτων ἔστ' ἰσαίτερον πόλει;</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;"> La libertad es eso. ¿Quién quiere a la ciudad</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">algún consejo útil exponer públicamente?</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">Y quien eso decide es ilustre, y el que no quiere</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">calla. ¿Qué mayor igualdad que esta en una ciudad?</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;">Eurípides, <i>Suplicantes </i>438-441 </span></div>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-33741749168816336552019-06-16T14:49:00.000-07:002019-06-16T15:12:21.409-07:00Tras las huellas del mito y la historia (IV): Filipo y Alejandro<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>διδάξας οὖν αὐτοὺς περὶ τοῦ συμφέροντος</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> καὶ παρορμήσας διὰ τῶν λόγων πρὸς τοὺς ἀγῶνας</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>θυσίας μεγαλοπρεπεῖς τοῖς θεοῖς συνετέλεσεν ἐν Δίῳ τῆς Μακεδονίας</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> καὶ σκηνικοὺς ἀγῶνας Διὶ καὶ Μούσαις,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> οὓς Ἀρχέλαος ὁ προβασιλεύσας πρῶτος κατέδειξε</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Tras mostrarles su utilidad y exhortarles con sus palabras al combate,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>celebró magníficos sacrificios para los dioses en Díon de Macedonia,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>y los certámenes teatrales en honor de Zeus y las Musas,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>que había instituido Arquelao, quien reinó antes que él.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;">Diodoro Sículo, <i>Biblioteca histórica</i>, 17, 16, 3.</span> </div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
Díon, la ciudad sagrada de los macedonios, estaba situada a los pies del Olimpo, en la planicie que se extiende entre las montañas y el mar. Aquí se rendía culto a varias divinidades, principalmente a Zeus Olímpico y a las Musas, pero también a Deméter, Dioniso, Ártemis o Afrodita. El rey Arquelao instituyó a finales del siglo V unos juegos atléticos y teatrales que se celebraban periódicamente con una duración de nueve días. En época romana se estableció una próspera colonia de la que se conservan importantes restos. Actualmente Díon es un extenso parque arqueológico con dos zonas bien diferenciadas: los santuarios consagrados a los dioses y la ciudad, rodeada por una larga muralla. La visita al recinto se realiza por unos agradables senderos que permiten recorrer las ruinas, perfectamente integradas en la vegetación y en el paisaje. Llevamos ya tres días en la región del Olimpo, pero las nubes no nos han dejado divisar sus cimas. Poco después de franquear el edificio que da acceso al parque nos giramos para contemplar el panorama. Al fin se abre un claro entre las nubes y podemos disfrutar, por unos instantes, de la visión de las cumbres nevadas de la montaña de los dioses.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTzwEDe4aUkMKzSyzz2oziXdkhEXqr52k8JKB6e9xM_fnaP6b-PZA_EaCiIutC0x-dwu4gE7_4PcgyquBEF9fZIRozbOUtWPVlRwW_NUBgEkj5MC-SRYuDazc840Iz_J3noKmMsxC0h007/s1600/IMG_3537.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTzwEDe4aUkMKzSyzz2oziXdkhEXqr52k8JKB6e9xM_fnaP6b-PZA_EaCiIutC0x-dwu4gE7_4PcgyquBEF9fZIRozbOUtWPVlRwW_NUBgEkj5MC-SRYuDazc840Iz_J3noKmMsxC0h007/s400/IMG_3537.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Entablamos conversación con un guía turístico que está esperando a un grupo de estudiantes. Al enterarse de que somos españoles nos cuenta que al día siguiente vuela hacia Málaga con otro grupo de adultos para visitar la Costa del Sol. A los griegos siempre les agrada encontrar extranjeros que hablen su lengua, pero cuando uno les explica que enseña además griego antiguo en un instituto de secundaria el asombro es mayúsculo. Casi todos reaccionan con un μπράβο!, esa expresión que ha tomado el griego del italiano para manifestar sorpresa y aprobación al mismo tiempo. Se sienten orgullosos de que su lengua, aunque sea en su forma antigua, sea tan apreciada más allá de sus fronteras.<br />
<br />
Iniciamos la visita y, mientras estamos entretenidos leyendo un panel informativo, se acerca el grupo de jóvenes. Vienen desde Miconos y están realizando su viaje de estudios. El guía, antes de empezar la explicación, les comenta que enseño griego antiguo en un instituto de España. Los adolescentes y sus profesores me miran como si fuera un extraterrestre, al tiempo que se empiezan a escuchar varios μπράβο! Un tanto cohibido ante tanta admiración me veo obligado a improvisar unas palabras sobre las bellezas de la <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2012/04/de-nuevo-en-grecia.html" target="_blank">isla de Miconos</a></b></span>, su <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2012/05/el-caballo-de-troya-en-el-museo-de.html" target="_blank">museo arqueológico</a></b></span> y las ruinas de Delos. Después de desearles un buen viaje proseguimos con nuestra visita.<br />
<br />
Un riachuelo surge cerca de las ruinas del templo de Isis. Se trata del río Bafiras, asociado a la leyenda de Orfeo. Aunque la versión más extendida del mito afirma que el célebre músico murió en la región de Tracia, Pausanias recoge otra tradición que sitúa su muerte en las proximidades de esta ciudad de Díon. Las ménades, resentidas con Orfeo porque después de haber perdido a Eurídice rehuía el trato con ellas y no participaba en los rituales de Dioniso, lo asesinaron y despedazaron su cuerpo. Luego intentaron lavarse las manos ensangrentadas en las aguas del Helicón, que descendía desde el Olimpo. Pero el río no quiso ser cómplice de tan horrible crimen y ocultó su curso bajo tierra, para reaparecer precisamente aquí con el nombre de Bafiras.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfGMD3xmczJQ7lr3ThV1cqhqujNFjRvQZA7eVs6whuWVoIIbJt8oY7niVDkcrVn3KwpuKrzA1AuwKamr5UElOXpdOXFOGDnXPMwIk47QLcEBlmCcS_DRnIZOxqEATSXr8YwPsoQhQ7Jv1c/s1600/IMG_20190417_111817.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfGMD3xmczJQ7lr3ThV1cqhqujNFjRvQZA7eVs6whuWVoIIbJt8oY7niVDkcrVn3KwpuKrzA1AuwKamr5UElOXpdOXFOGDnXPMwIk47QLcEBlmCcS_DRnIZOxqEATSXr8YwPsoQhQ7Jv1c/s400/IMG_20190417_111817.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">El río Bafiras y el templo de Isis</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Caminamos en paralelo al curso del río hasta llegar a los restos del altar de Zeus, el lugar más destacado del santuario, del que solo se conservan algunos sillares. En este recinto sagrado con vistas al Olimpo Filipo II de Macedonia celebró sus victorias militares, y su hijo Alejandro ofreció magníficos sacrificios al dios supremo, antes de iniciar su expedición a Asia.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmcBrdDF4tgdd3NXyARiAw3KJAEt6mPTNtZgFd9Ee0a6FCEc79fIA5BNqesiSLUyfEGo7Kg7Lg9CEsJcoYQAqh-3HDb_0QwvsKKvSaCyEYMLCB-P9cmAuT7UjSz9Tc0t-GKj6HqaJAdjGo/s1600/IMG_20190417_113900.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmcBrdDF4tgdd3NXyARiAw3KJAEt6mPTNtZgFd9Ee0a6FCEc79fIA5BNqesiSLUyfEGo7Kg7Lg9CEsJcoYQAqh-3HDb_0QwvsKKvSaCyEYMLCB-P9cmAuT7UjSz9Tc0t-GKj6HqaJAdjGo/s400/IMG_20190417_113900.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">El altar de Zeus con el Olimpo al fondo</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Cerca del altar, entre los árboles, se distinguen los muros de un teatro de época romana. Un poco más allá, en campo abierto, se levanta el antiguo teatro griego. Estas modestas ruinas pueden presumir de ser el único teatro, junto con el de Dioniso en Atenas, que ha albergado el estreno de alguna obra de los tres grandes trágicos. En los últimos años de su vida Eurípides se retiró a la corte del rey Arquelao de Macedonia y, verosímilmente, representó aquí su obra perdida <i>Arquelao </i>y <i>Las Bacantes</i>. <i>Ifigenia en Áulide</i>, tragedia de la que hablamos al <span style="color: #38761d;"><b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/05/tras-las-huellas-del-mito-y-la-historia.html" target="_blank">principio de nuestro viaje</a></b></span>, también fue compuesta durante la estancia del autor en Macedonia, pero se estrenó póstumamente en Atenas.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_FD2jePDKrzqNprY_I4g7OZviEqFRsYsyViAuPTYTnHuswD_aO3-7eqKdF5NeOJA4lc1JO3Z7ItC1-RLu4aImX6-_zaHuv_IM7YIqt9r5Q-V7PIPkmwKKJ_tsrcVfbLtwPb-8zNZQYZWQ/s1600/IMG_3564.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_FD2jePDKrzqNprY_I4g7OZviEqFRsYsyViAuPTYTnHuswD_aO3-7eqKdF5NeOJA4lc1JO3Z7ItC1-RLu4aImX6-_zaHuv_IM7YIqt9r5Q-V7PIPkmwKKJ_tsrcVfbLtwPb-8zNZQYZWQ/s400/IMG_3564.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoyMS8ehtt2zth29qsI8xlPdJKOX2A1KYvoJrJ3TaUJk_spy9V6V8GBejKG1Pntx5al0_4c3j8TRZqqdN7M1W0lK1zua0SvAp86CenEQRwjkNvEMN6vDFdk3hxIA7VvYITMRhl9IdMkHiT/s1600/IMG_3562.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoyMS8ehtt2zth29qsI8xlPdJKOX2A1KYvoJrJ3TaUJk_spy9V6V8GBejKG1Pntx5al0_4c3j8TRZqqdN7M1W0lK1zua0SvAp86CenEQRwjkNvEMN6vDFdk3hxIA7VvYITMRhl9IdMkHiT/s400/IMG_3562.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Abandonando el espacio de los santuarios se entra en la ciudad propiamente dicha, que solo está excavada parcialmente. La mayoría de los restos son de época romana: unas magníficas termas, calles pavimentadas y lujosas mansiones. Después de recorrer las ruinas hay que acercarse al museo, situado en un amplio edificio fuera del parque, donde se conservan la mayoría de los hallazgos del yacimiento. Entre ellos destaca el gran mosaico que decoraba el triclinio de la llamada casa de Dioniso y un curioso instrumento musical, la <span style="color: #38761d;"><b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hydraulis" target="_blank">hidraulis</a></b></span>, precedente último del órgano, que utilizaba un mecanismo hidráulico ideado por Ctesibio de Alejandría para hacer pasar el aire por unos tubos de bronce.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvk2I14BiOZG0gSxsG2lUGI4FlVph1xFpbQNzs6QnI8JSSZSDbUOLheh0cP7MxsKWwesQl3ucgZK_Abqt3yZMOMGjW2MuT4KpEuTOvVniOsdNXQH5OQy2hXJAwHX-Z0e6It0kMQ3VVQnPl/s1600/IMG_3577.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvk2I14BiOZG0gSxsG2lUGI4FlVph1xFpbQNzs6QnI8JSSZSDbUOLheh0cP7MxsKWwesQl3ucgZK_Abqt3yZMOMGjW2MuT4KpEuTOvVniOsdNXQH5OQy2hXJAwHX-Z0e6It0kMQ3VVQnPl/s400/IMG_3577.CR2" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Mosaico de la casa de Dioniso</span></td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGtSgtwxyCIhrCkv1T0EpRk6jT-xn5OgjJytFHGAuIEU3JPng0iYcmS_Z1H_caAw-PaZeoFyrbAKBRuGBAbPzOefsyFzA4lEnlTSCPp7SG56xG7Br_otpcSzp_DFLeccyRQPCrJ5BBh0H5/s1600/IMG_3574.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1067" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGtSgtwxyCIhrCkv1T0EpRk6jT-xn5OgjJytFHGAuIEU3JPng0iYcmS_Z1H_caAw-PaZeoFyrbAKBRuGBAbPzOefsyFzA4lEnlTSCPp7SG56xG7Br_otpcSzp_DFLeccyRQPCrJ5BBh0H5/s400/IMG_3574.CR2" width="266" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Hidraulis de Díon</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Al final de una mañana tan intensa de arqueología nada mejor que reponer fuerzas disfrutando de una típica comida griega en uno de los restaurantes que hay junto al museo. Desde aquí cogemos el coche para dirigirnos a nuestro próximo destino, unos kilómetros más al norte. Se trata de la localidad de Vergina, un tranquilo pueblo en el corazón de Macedonia, fundado en los años veinte para acoger a refugiados griegos procedentes de Asia Menor. En 1977 se produjo aquí uno de los descubrimientos más sorprendentes de la arqueología. Desde mediados del siglo XIX se habían sucedido las investigaciones en la zona en busca de los restos de la ciudad de Egas, la antigua capital del reino macedonio. Pero hubo que esperar a las excavaciones dirigidas por Manolis Andrónikos para que salieran a la luz las tumbas reales de Filipo de Macedonia y su familia, un hallazgo a la altura de los de Schliemann en Micenas o Howard Carter en Egipto.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqw-h0smiDXG_EkxWzaq0K6csTfsNKxAj8uZRw0RBzQtxQgaighjtZ33qcnendhHUuO6iZpgBBtHBwjjjGt5Lh3RaA9Bn57ljRBbOaajk_ol__UFcErHmY9Skf842eEpTNa8AK3vUAoaHN/s1600/616+X+438+Scan.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="436" data-original-width="613" height="283" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqw-h0smiDXG_EkxWzaq0K6csTfsNKxAj8uZRw0RBzQtxQgaighjtZ33qcnendhHUuO6iZpgBBtHBwjjjGt5Lh3RaA9Bn57ljRBbOaajk_ol__UFcErHmY9Skf842eEpTNa8AK3vUAoaHN/s400/616+X+438+Scan.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Descubrimiento de la tumba de Filipo en las excavaciones de 1977</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
No hay muchos alojamientos en Vergina, ya que la mayoría de los visitantes vienen en excursiones de un día desde Tesalónica u otras localidades costeras. Nosotros nos vamos a alojar en un αρχοντικό, el equivalente griego de nuestras casas rurales. Una joven empleada nos abre la puerta, pero enseguida aparece la dueña del establecimiento, la Κυρία Αγγελική, una entrañable y bulliciosa anciana que vive en la planta baja de la casa. Antes de realizar cualquier trámite y darnos las llaves de nuestras habitaciones nos invita a sentarnos en la salita para agasajarnos con unos dulces, interesarse por nuestro viaje y entablar una agradable conversación de bienvenida.<br />
<br />
A la mañana siguiente tendremos ocasión de comprobar que todo lo que derrocha en simpatía y hospitalidad nuestra anfitriona lo ahorra en calefacción. Somos los únicos huéspedes y nos recibe en el salón-cocina de su casa para ofrecernos un más que generoso desayuno. Ella va bien abrigada con un forro polar, pero nosotros, en mangas de camisa tenemos un poco de frío. A pesar de su cálida conversación y de que improvisa un obsequio para cada uno de nosotros, estamos deseando subir a la habitación para coger una prenda de abrigo. Una vez recuperadas las fuerzas y el calor nos disponemos a visitar el <b><span style="color: #6aa84f;"><a href="http://www.aigai.gr/" target="_blank">Museo de las tumbas reales de Egas</a></span></b>. Es un edificio nuevo que respeta el emplazamiento original de las tumbas y se ha cubierto de tierra para simular el aspecto primitivo del túmulo. En la explanada de entrada hay varios grupos de niños y jóvenes. Estamos en la semana anterior a las vacaciones de Pascua, un período apropiado para las excursiones escolares.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGJO3hiAKuvfJQ4AxCkSVxEqWZ2xFGEoy9MER8EfdDBLOyng38M4lj2XBVJWlQuSlM2Xn_BSUBXP-msNMdUOuUiKcA6kgO-lkaQqPPsCGgTsehANimkNbEvCs8pR7PD6IbzSbiZsjzp83h/s1600/IMG_3579.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGJO3hiAKuvfJQ4AxCkSVxEqWZ2xFGEoy9MER8EfdDBLOyng38M4lj2XBVJWlQuSlM2Xn_BSUBXP-msNMdUOuUiKcA6kgO-lkaQqPPsCGgTsehANimkNbEvCs8pR7PD6IbzSbiZsjzp83h/s400/IMG_3579.CR2" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Entrada al Museo de las tumbas reales de Egas</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Dentro del museo está prohibido hacer fotografías, así que las que ilustran esta entrada a partir de ahora están tomadas de internet. Nada más franquear el control de acceso llama la atención la oscuridad que reina en el interior, invitando al visitante a tomar conciencia de que accede al espacio de los muertos, al reino de Hades. En contraste, las piezas expuestas están perfectamente iluminadas. Nos recibe una colección de estelas funerarias, algunas en relieve, otras pintadas, que se reutilizaron como relleno del túmulo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK_oH5dladkxGr1Z7kH4-vV6JjlD4bb-QldMC1eeB7H2jFTHetoOOymyyOvzWNvOcCYSeBfRoDEpZONG0RZMzQ0pJA_iBvGpdgIY0c6JujvFen1nPUDpzltufVKoCaLnScGp2lx9PM9tLz/s1600/First+unit+Painted+gravestones+of+Macedonians.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="940" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK_oH5dladkxGr1Z7kH4-vV6JjlD4bb-QldMC1eeB7H2jFTHetoOOymyyOvzWNvOcCYSeBfRoDEpZONG0RZMzQ0pJA_iBvGpdgIY0c6JujvFen1nPUDpzltufVKoCaLnScGp2lx9PM9tLz/s400/First+unit+Painted+gravestones+of+Macedonians.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Siguiendo el sentido de la visita nos encontramos con la llamada tumba de las columnas exentas, posterior a la de Filipo, que perteneció a un personaje lo suficientemente importante como para ser enterrado junto a las tumbas reales. Desgraciadamente el enterramiento fue saqueado en la Antigüedad, al igual que la tumba en forma de cofre situada un poco más allá. Aquí se encontraron los restos de un recién nacido y una mujer, que se ha identificado con Nicesípolis, la quinta esposa de Filipo. Lo que no pudieron llevarse los saqueadores fueron las magníficas pinturas que decoraban las paredes de la tumba, uno de los pocos ejemplos que conservamos de la pintura griega antigua. Tres de los muros estaban decorados con escenas que representan el episodio del rapto de Perséfone. En una de las paredes el dios de los muertos rapta a la hija de Deméter en presencia de Hermes, en otra aparece la diosa entristecida por la perdida de su hija, y en la tercera se distingue a las tres Moiras que tienen en sus manos el destino de los hombres. Supongo que por motivos de conservación no se puede acceder al interior de la tumba, así que hay que conformarse con contemplar las pinturas en una fiel reproducción que se expone en el museo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl56bgZZV4vbx81aLcaT_4j-5bwkhxcvi8vlqQ_g-VOvxqJqEevVKyqmnKs5mB1E2MTo4PSkP6mAg01nP1lMoim8gmlfbgfTQ4SMk35NqoKipCMyThQ6dSGewo0KPtStunDnPnmvPblshK/s1600/ENOTHTA+3+TO+IROON+KAI+O+TAFOS+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="940" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl56bgZZV4vbx81aLcaT_4j-5bwkhxcvi8vlqQ_g-VOvxqJqEevVKyqmnKs5mB1E2MTo4PSkP6mAg01nP1lMoim8gmlfbgfTQ4SMk35NqoKipCMyThQ6dSGewo0KPtStunDnPnmvPblshK/s400/ENOTHTA+3+TO+IROON+KAI+O+TAFOS+1.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
La siguiente sección está dedicada a la tumba de Filipo II de Macedonia. Unas escaleras descienden hasta la fachada monumental, cuya visión sobrecoge al visitante. En torno a la puerta de mármol dos semicolumnas y un friso dórico que conserva su policromía original. En lo alto otro friso con una escena pintada de cacería, tan del gusto de la realeza macedonia, en la que se ha querido identificar a Filipo y a Alejandro entre los personajes.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHLwcymP5v4x91Ocge4V2BJGonBEkSsl_tts3iJ7aH9c0oiySaYHr9i6yYyj7NWJ8ZM33avyebDDdPikpv9OwXO_ONz9jqVAXBRbfnf42bQN7eToWNycJM3vvOo2OFVkuKD52bRL4Q-qAt/s1600/%25C2%25BFEs-efectivamente-la-tumba-del-padre-de-Alejandro-Magno.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="536" data-original-width="1000" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHLwcymP5v4x91Ocge4V2BJGonBEkSsl_tts3iJ7aH9c0oiySaYHr9i6yYyj7NWJ8ZM33avyebDDdPikpv9OwXO_ONz9jqVAXBRbfnf42bQN7eToWNycJM3vvOo2OFVkuKD52bRL4Q-qAt/s400/%25C2%25BFEs-efectivamente-la-tumba-del-padre-de-Alejandro-Magno.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Hay que volver a subir las escaleras para recrearse, en la sala principal del museo, en todos los tesoros que se encontraron tras la puerta de mármol que sellaba la tumba. Después de su cremación los restos del rey fueron depositados en un cofre de oro, sobre el que se colocó una corona de roble también dorada. Todo ello se introdujo en un sepulcro de mármol que se hallaba en la sala principal de la tumba. En la antecámara otro sepulcro de mármol, con su cofre y su corona de oro, contenía los restos de otra esposa de Filipo, la princesa tracia Meda, quien, según las costumbres de su pueblo, se suicidó para acompañar a su esposo al Hades. Sobre los sepulcros se colocaron unos magníficos lechos de banquete, adornados con oro, marfil y piedras preciosas. En la estancia principal se encontró la lujosa armadura del rey, decorada con apliques de oro, junto al yelmo, la espada y el escudo, en cuyo centro se representaba en márfil la lucha entre Aquiles y Pentesilea. Esparcidos por el suelo o apoyados en los muros se hallaron los recipientes y utensilios de bronce utilizados en el baño ritual del difunto, y los restos de la pira funeraria.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb7VHRkKX43msn_-O1pmOfBrXKV_iEZeJYkDzaYcTCxjcjXHK6ectwguIMmoacXz3Vvui3iDaqWApnw2w9Oj6-gmnKkcbQ1JYvfZmtmiURsMxToL2QdOGmsWNeGIlp0b94xqdiIOWNmZo4/s1600/8.+Fifth+Unit+General+view.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="482" data-original-width="940" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb7VHRkKX43msn_-O1pmOfBrXKV_iEZeJYkDzaYcTCxjcjXHK6ectwguIMmoacXz3Vvui3iDaqWApnw2w9Oj6-gmnKkcbQ1JYvfZmtmiURsMxToL2QdOGmsWNeGIlp0b94xqdiIOWNmZo4/s400/8.+Fifth+Unit+General+view.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Sala principal del museo</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxFzSi-YD9XaL_XLWNo4LMB6sxsZvQ7hks0yFyKF_TJRoqreDCuQErUD3aoF_92wnCpGqfyqnRLddWvhxWoaArhFbc3vaP2loghUNCMaD-hFU7hDkna8Y_rtqUsjCjQnoqh_Gz0DCMCXpA/s1600/940+X+550_DSC8203.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="940" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxFzSi-YD9XaL_XLWNo4LMB6sxsZvQ7hks0yFyKF_TJRoqreDCuQErUD3aoF_92wnCpGqfyqnRLddWvhxWoaArhFbc3vaP2loghUNCMaD-hFU7hDkna8Y_rtqUsjCjQnoqh_Gz0DCMCXpA/s400/940+X+550_DSC8203.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Cofre y corona de Meda</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Resulta impresionante la cantidad y calidad de los objetos que se enterraron con el rey macedonio. Pero quizás lo que más llama mi atención son dos cabezas de marfil de poco más de tres centímetros. Se han identificado como fieles retratos de Filipo y Alejandro. Yo los he visto reproducidos muchas veces en libros de arte, vídeos y páginas de internet, pero no podía imaginarme que fueran tan pequeñas y que formaran parte del conjunto de figuras que decoraba uno de los lechos funerarios.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZcR8MdVMfiDAVRcV5PvBNcKCUg7YtWJB1SD4YRguE1RA5B2G1mLGgWX-cv5PH73t_A3jPgdfZN8WALkNO-EDFSZkH_Od9Za7QxL39TGxgyct9I8Tqq3oQuCFSPxM4a6vP0LhRzbuZDvkr/s1600/aegae-main08_new.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="1280" height="171" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZcR8MdVMfiDAVRcV5PvBNcKCUg7YtWJB1SD4YRguE1RA5B2G1mLGgWX-cv5PH73t_A3jPgdfZN8WALkNO-EDFSZkH_Od9Za7QxL39TGxgyct9I8Tqq3oQuCFSPxM4a6vP0LhRzbuZDvkr/s400/aegae-main08_new.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh993nBS1IC_xkTl-_8LUwvASaAHbhQi2rNpU4r2hEvERfbE_unG_WtJaDnARg-yg51DCjPLqyOYVBY4fab7xueTprSI1DvBhFmBNRNEnl-i4TuXK-EUchg9v24k-pxUw8JgjsOPZDtRFZf/s1600/949+X+550_DSC8306.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="545" data-original-width="940" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh993nBS1IC_xkTl-_8LUwvASaAHbhQi2rNpU4r2hEvERfbE_unG_WtJaDnARg-yg51DCjPLqyOYVBY4fab7xueTprSI1DvBhFmBNRNEnl-i4TuXK-EUchg9v24k-pxUw8JgjsOPZDtRFZf/s400/949+X+550_DSC8306.png" width="400" /></a></div>
<br />
El museo depara aún una nueva sorpresa al visitante, otra tumba monumental que conserva prácticamente intacta su fachada y su policromía. Aquí fue enterrado Alejandro IV, el infortunado hijo de Alejandro y Roxana, a quien Casandro ordenó asesinar. Los objetos encontrados en el interior de la tumba se exponen en la última sección del museo.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFW_xyYaMsLwQCTRfA241bkhSmC9ojNtGHaxID5VtmXAJnZLq38n8MlgWPlIY6Au2B9PjA3nBGTZ6j1qDGuZqeVnvRb527lCqGObEvdjg1MDHlyfOoALaFV91-xXQD1DG4a36ot6r6BvTG/s1600/4fc04763b9406d742dec7e8e39d95b18.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="640" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFW_xyYaMsLwQCTRfA241bkhSmC9ojNtGHaxID5VtmXAJnZLq38n8MlgWPlIY6Au2B9PjA3nBGTZ6j1qDGuZqeVnvRb527lCqGObEvdjg1MDHlyfOoALaFV91-xXQD1DG4a36ot6r6BvTG/s400/4fc04763b9406d742dec7e8e39d95b18.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Tumba de Alejandro IV</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Un tanto aturdidos todavía por la magnificencia de los hallazgos de estas tumbas reales salimos al exterior, desde la penumbra del Hades a un mediodía luminoso de primavera, del mundo de los muertos al de los vivos. En la parte alta de la ciudad de Egas, sobre una extensa terraza que domina el paisaje circundante, Filipo mandó construir su palacio, un edificio que sirvió de modelo para las residencias de los monarcas helenísticos. Se encuentra cerrado al público, porque se están llevando a cabo labores de restauración y acondicionamiento, pero nos han dicho que en horario de trabajo los operarios permiten a los visitantes echar un vistazo desde fuera. Subimos por un camino de tierra hasta una explanada donde están aparcados varios coches, camiones y furgonetas. Un vigilante nos advierte de que no se pueden hacer fotografías y nos conduce hasta un pequeño andamio, desde el que se divisa la parte principal del palacio, en la que se afanan arqueólogos, restauradores y albañiles. Nos quedamos con ganas de pasear por los patios y contemplar los mosaicos que decoran las habitaciones, pero lo tendremos que dejar para otra ocasión. Descendemos de nuevo por el camino y nos fijamos con más atención en las modestas ruinas del teatro que había en la ladera, a los pies del palacio. Aquí tuvo lugar un suceso que cambió el curso de la historia del mundo antiguo. Mientras se celebraba la boda de Cleopatra, una hija de Filipo, el rey fue asesinado por un miembro de su escolta. En la confusión posterior al crimen el asesino fue ejecutado y Alejandro proclamado rey de los macedonios. Estas gradas, que hoy permanecen mudas al otro lado de la verja que nos impide acceder a ellas, fueron testigos de esos acontecimientos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9FHauQZWUhju-4vnlZNJ1Qyp4Nswk0wOsdo3VEqJZk_Q1t52BfsCfeXF4RIrSLDs5S2bQcrSmYkCG4MZ9FgEeMJ8VP3oCLur99WFy35xU7kWqxw1VrKkWXaqaw8bmkAWat2Lw49B3JwoN/s1600/940+x+550+geniki+fotografisi+apo+anaskafi+anaktorou1.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="940" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9FHauQZWUhju-4vnlZNJ1Qyp4Nswk0wOsdo3VEqJZk_Q1t52BfsCfeXF4RIrSLDs5S2bQcrSmYkCG4MZ9FgEeMJ8VP3oCLur99WFy35xU7kWqxw1VrKkWXaqaw8bmkAWat2Lw49B3JwoN/s400/940+x+550+geniki+fotografisi+apo+anaskafi+anaktorou1.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Palacio de Filipo en Egas</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUzMtktAo4Y0GGmMGd2d1NflFI_lS_wt1lZxRAH8B_WXvA8ZFxpaSQWyVb4bO6TBkatKCsW8vyekQEdAecpfHujlp__O2slqcd2fxNEJt319I9meaQocohQnalqeaIji2NoJJIP5eaLWnS/s1600/19b77ad69a4948de7a659c024a24b7f7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUzMtktAo4Y0GGmMGd2d1NflFI_lS_wt1lZxRAH8B_WXvA8ZFxpaSQWyVb4bO6TBkatKCsW8vyekQEdAecpfHujlp__O2slqcd2fxNEJt319I9meaQocohQnalqeaIji2NoJJIP5eaLWnS/s400/19b77ad69a4948de7a659c024a24b7f7.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Teatro de Egas</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
De vuelta a nuestro alojamiento para descansar un rato me paro a conversar con la señora Anguelikí sobre nuestras visitas de la mañana. Me muestra con orgullo una vitrina que preside el salón de su casa en la que guarda reproducciones de diversos objetos relacionados con Filipo y Alejandro. Habla con emoción del sufrimiento del hijo que tuvo que contemplar cómo asesinaban a su padre en el teatro que acabamos de ver. Para que no merme su admiración por Alejandro me ahorro comentarle las sospechas de que él mismo pudiera estar implicado en el complot. Me enseña después una placa en la que está inscrito el juramento que Alejandro habría hecho en la ciudad babilonia de Opis, abogando por la igualdad de todos los hombres, sin distinción de raza u origen, medidos tan solo atendiendo a su virtud. Para ella Alejandro es casi un santo, un precursor de las ideas de Cristo. En realidad este supuesto juramento es invención de un autor decimonónico que lo incluyó en una novela histórica sobre el macedonio que tuvo cierta difusión en Grecia. La actitud de nuestra anfitriona es una muestra del magnetismo que sigue ejerciendo la figura de Alejandro, exaltada por el nacionalismo griego más allá de su dimensión histórica.<br />
<br />
Siguiendo las huellas de Alejandro visitamos por la tarde otro lugar realmente emotivo a unos kilómetros de Vergina, el Ninfeo de Mieza. Aquí un Alejandro adolescente, antes de convertirse en rey y dar inicio a su leyenda, recibió durante dos años, junto con otros jóvenes de la nobleza macedonia, las enseñanzas de Aristóteles, el filósofo con cuyo rastro nos encontramos en <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="https://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2019/05/tras-las-huellas-del-mito-y-la-historia_27.html" target="_blank">Calcis</a></b></span> al principio de nuestro viaje. Una estatua del estagirita se alza cerca del lugar donde aparcamos el coche.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU_FMeDaJEx4ckpZZm8BUOiDFFwaFH6sM-DSoczmgpCXzYKQkWLTlCYmsxpfX-UD4Qdw5eFFUX9oQaZA5oavwMGWoyZpK_q6O-b5MhSi431B9Hiwj8Viz0IJMDVaK-zYHpKRHOp5d-Ejg9/s1600/IMG_20190418_175416.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU_FMeDaJEx4ckpZZm8BUOiDFFwaFH6sM-DSoczmgpCXzYKQkWLTlCYmsxpfX-UD4Qdw5eFFUX9oQaZA5oavwMGWoyZpK_q6O-b5MhSi431B9Hiwj8Viz0IJMDVaK-zYHpKRHOp5d-Ejg9/s400/IMG_20190418_175416.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
Hay que caminar unos metros junto a un río, en medio de una vegetación exuberante, para llegar al Ninfeo, un espacio consagrado inicialmente a las ninfas que eran adoradas en unas cuevas excavadas en la roca. En torno a ellas se levantaron pórticos y otras construcciones. Todavía hoy se pueden distinguir en la roca originaria las marcas de la techumbre de los edificios. No cuesta imaginar al filósofo impartiendo sus enseñanzas mientras pasea con sus escogidos discípulos, o se sientan en los bancos de piedra.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNST4nw9lhVL6FQnB5TqfPWgQGl-nzFEALVRkFZ3VWPFrPaXxxDV4EnPEkTbvA5m7VrGhwwqRMZvY_SW_I_v40lgNQY9FgjZUHXBVhiWFIMcbB4UifXrm81LjEeW_IN79pIirQSnG4mkW0/s1600/IMG_20190418_171655.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNST4nw9lhVL6FQnB5TqfPWgQGl-nzFEALVRkFZ3VWPFrPaXxxDV4EnPEkTbvA5m7VrGhwwqRMZvY_SW_I_v40lgNQY9FgjZUHXBVhiWFIMcbB4UifXrm81LjEeW_IN79pIirQSnG4mkW0/s400/IMG_20190418_171655.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-n9X7ZonxWiL_EDyGGNbUiULJL6dFsuPJc9t6xwjOLs9xuCzQRzSYsuLV7HJNu_gy_HUZLXREtJarL5eyJ8eP6mc6I8g-eNB5j3xGaG6NyY_5yBUFDEqKEZdixKDnGLjXQMZ6QSWr7enB/s1600/IMG_20190418_172332.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-n9X7ZonxWiL_EDyGGNbUiULJL6dFsuPJc9t6xwjOLs9xuCzQRzSYsuLV7HJNu_gy_HUZLXREtJarL5eyJ8eP6mc6I8g-eNB5j3xGaG6NyY_5yBUFDEqKEZdixKDnGLjXQMZ6QSWr7enB/s400/IMG_20190418_172332.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSW2EwJhWAltG4hiTgQr3UYoXzhNzNhrpGTwHbV0F2e384pwg6xqTv7y6GHuxqjuLPa_L1RD_5O1WPkXDzlYB9oSuAMhnEkRBJfI9DeO1_JH4ymUSVwYIhopx55ZRlGfBYlXEhMIvNtd1T/s1600/IMG_20190418_173456.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSW2EwJhWAltG4hiTgQr3UYoXzhNzNhrpGTwHbV0F2e384pwg6xqTv7y6GHuxqjuLPa_L1RD_5O1WPkXDzlYB9oSuAMhnEkRBJfI9DeO1_JH4ymUSVwYIhopx55ZRlGfBYlXEhMIvNtd1T/s400/IMG_20190418_173456.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Después de recrearnos en este idílico paraje todavía tenemos tiempo de acercarnos al antiguo teatro de Mieza. El mar tenía que ser visible desde aquí hace dos mil trescientos años, cuando los sedimentos fluviales no habían cubierto la llanura que se extiende ante nosotros. Sentados en las gradas, mientras el sol va poniéndose a nuestras espaldas, dirigimos la mirada hacia el este. Es el mismo paisaje que debió contemplar Alejandro con trece o catorce años, sin sospechar quizás que, poco después, sus pasos le llevarían en esa dirección hasta los confines del mundo conocido por los griegos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCQuYTsNIN94gctV1VksuAWOULMeKmwJorQRU8KyPQ3dl0zlozRTPzEAEU0_Yk6WXLlVLtAk-X0nMlBKFPDaXG3xMEbEsq-WVWIGiFYvPJWY9Cq9eMQxsNZgg-yI6FY4fbXWdsALSwBnv1/s1600/IMG_20190418_182721.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCQuYTsNIN94gctV1VksuAWOULMeKmwJorQRU8KyPQ3dl0zlozRTPzEAEU0_Yk6WXLlVLtAk-X0nMlBKFPDaXG3xMEbEsq-WVWIGiFYvPJWY9Cq9eMQxsNZgg-yI6FY4fbXWdsALSwBnv1/s400/IMG_20190418_182721.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Σχολὴν μὲν οὖν αὐτοῖς καὶ διατριβὴν τὸ περὶ Μίεζαν Νυμφαῖον ἀπέδειξεν,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>ὅπου μέχρι νῦν Ἀριστοτέλους ἔδρας τε λιθίνους καὶ ὑποσκίους περιπάτους δεικνύουσιν.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Así que les concedió como escuela y lugar de estudio el Ninfeo junto a Mieza,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>donde todavía ahora se muestran los asientos de piedra de Aristóteles y sus paseos a la sombra.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;">Plutarco, <i>Alejandro </i>7, 3.</span></div>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-81269280700253854082019-06-04T15:56:00.000-07:002019-06-04T15:56:04.605-07:00Tras las huellas del mito y la historia (III): Las montañas de los dioses<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>δηρὸν γὰρ μάρναντο πόνον θυμαλγέ' ἔχοντες</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Τιτῆνές τε θεοὶ καὶ ὄσοι Κρόνου ἐξεγένοντο,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>ἀντίον ἀλλήλοισι διὰ κρατερὰς ὑσμίνας,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>οἳ μὲν ἀφ' ὑψηλῆς Ὄθρυος Τιτῆνες ἀγαυοί,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>οἳ δ' ἄρ' ἀπ' Οὐλύμποιο θεοί, δωτῆρες ἐάων,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>οὓς τέκεν ἠύκομος Ῥείη Κρόνῳ εὐνηθεῖσα.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> Pues largo tiempo luchaban con doloroso esfuerzo</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>los dioses Titanes y cuantos nacieron de Cronos,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>unos contra otros en duros combates,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>unos desde el alto Otris, los ilustres Titanes,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>otros desde el Olimpo, los dioses dadores de bienes,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>a los que engendró Rea de hermosa cabellera tras yacer con Cronos.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;">Hesíodo, <i>Teogonía</i> 629-634.</span><br />
</div>
<div style="text-align: right;">
</div>
<br />
A vueltas entre el mito y la historia habíamos dejado a Heracles en nuestra anterior entrada agonizante e intentando aliviar sus dolores en las aguas de las Termópilas. Unos kilómetros más allá se abre a la izquierda el valle en el que estaba situada la ciudad de Traquis. Enfrente se alza el macizo del monte Eta. Hasta la cumbre de esta montaña ordena Heracles que transporten su cuerpo moribundo, que lo coloquen sobre una pira y que le prendan fuego mientras aún conserva la vida. Entonces Zeus, su padre, hace resonar un trueno y una nube se eleva desde la pira, culminando así la apoteosis del héroe, que a partir de ahora se contará entre los inmortales.</div>
<div style="text-align: justify;">
No tenemos tiempo de subir por los valles del Eta, pero desde la llanura observamos la línea del tren que serpentea encaramada a la base de las montañas. Se trata de la vía principal que une Atenas con Tesalónica. Nos acercamos al pequeño pueblo de Gorgopótamos, porque aquí tuvo lugar uno de los sabotajes más célebres de la Segunda Guerra Mundial. En noviembre de 1942 Grecia estaba ocupada por los alemanes que utilizaban sus vías férreas para transportar suministros hacia el sur con destino al ejército de Rommel, destacado en el norte de África. La ocupación alemana de Grecia fue brutal, pero aun así los griegos mostraron una fiera resistencia contra el invasor. Con la ayuda de miembros del servicio de operaciones especiales británico, los guerrilleros griegos consiguieron <span style="color: #38761d;"><b><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Harling" target="_blank">volar el viaducto</a></b></span> que salvaba el barranco de Gorgopótamos. En las represalias posteriores los alemanes ejecutaron a varios miembros de la población local. Tras la guerra el puente fue reconstruido y hoy es considerado monumento nacional.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXJnPgUOQfunB0FDhkgYt9HRhafyIfNxGaau520j0YU5pN1bP47LHyIgvN7LPcoYu_W1dOmrb11Z5kkmqnVjh7hieXSVAtZwc-8BhWSayz739LeoEEMaED9hiez6_owXYMf5maP3UBpX3A/s1600/IMG_5835.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXJnPgUOQfunB0FDhkgYt9HRhafyIfNxGaau520j0YU5pN1bP47LHyIgvN7LPcoYu_W1dOmrb11Z5kkmqnVjh7hieXSVAtZwc-8BhWSayz739LeoEEMaED9hiez6_owXYMf5maP3UBpX3A/s400/IMG_5835.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAKmKul4aO8tAlOJ6EhMc5aTpogox5T_WiKSb1vM4oqW4GHaIz5x5qkm2Jxpu-dlzJnUAtis9YVd_LlPfko0Gfs5W3vvp_6Wrx7RZjvfpe_b11FNA7-6dLr_G7BHkea06YtdTMvT5TQCXI/s1600/IMG_5836.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAKmKul4aO8tAlOJ6EhMc5aTpogox5T_WiKSb1vM4oqW4GHaIz5x5qkm2Jxpu-dlzJnUAtis9YVd_LlPfko0Gfs5W3vvp_6Wrx7RZjvfpe_b11FNA7-6dLr_G7BHkea06YtdTMvT5TQCXI/s400/IMG_5836.JPG" width="400" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij-g9plIAwKFkjZShXiLu6YNuR2EF5t632xxe8DBQR7wNhqQa8X5Pf986mnuZaQYMU-Nk12P0XnYQE8ILL8atHiMihUyD-eqNCNuq0Ew_zXYE6-vx6jhrPirV6qslgnLvBkKMoX2ZTSxse/s1600/Gorgopotamos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="455" data-original-width="620" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij-g9plIAwKFkjZShXiLu6YNuR2EF5t632xxe8DBQR7wNhqQa8X5Pf986mnuZaQYMU-Nk12P0XnYQE8ILL8atHiMihUyD-eqNCNuq0Ew_zXYE6-vx6jhrPirV6qslgnLvBkKMoX2ZTSxse/s400/Gorgopotamos.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"> <span style="color: #38761d;">El puente de Gorgopótamos tras su voladura en 1942</span></td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desde Gorgopótamos nuestra ruta cambia de sentido. Nos dirigimos ahora hacia el este para bordear el golfo Maliaco. La isla de Eubea, omnipresente desde el inicio del viaje, vuelve a estar casi a tiro de piedra. A la izquierda de la carretera se levanta otra enorme montaña. Se trata del monte Otris, desde el que los Titanes, comandados por Cronos, se enfrentaron a Zeus y sus hermanos, que se habían hecho fuertes en la cumbre del Olimpo, bastantes kilómetros más al norte. La <i>Teogonía </i>de Hesíodo relata el violento combate de padres contra hijos, tíos contra sobrinos, luchando por hacerse con el gobierno del cosmos. En esta batalla primordial resuena el mar, se convulsiona la tierra, las montañas vibran desde su base, el estruendo llega hasta lo más profundo del Tártaro. Finalmente resultan vencedores Zeus y sus hermanos, que ejercerán su poder desde el Olimpo, mientras que la cima del Otris queda desierta de dioses. </div>
<div style="text-align: justify;">
Seguimos bordeando el macizo montañoso girando poco a poco hacia el norte, donde se extiende la gran llanura de Tesalia. Pasados unos kilómetros nuevas montañas se divisan a nuestra derecha: el monte Pelión, al que volveremos al final del viaje, y el monte Osa, escenario de otra batalla primigenia. Desde su cumbre los Gigantes intentaron el vano desafiar el poder de los dioses Olímpicos. </div>
<div style="text-align: justify;">
Entre el monte Osa y las estribaciones del sur del Olimpo se abre un estrecho valle por el que discurre el río Peneo. La moderna autopista atraviesa las montañas mediante larguísimos túneles, pero merece la pena desviarse por la antigua carretera para disfrutar del paisaje del valle de Tempe, plagado de referencias mitológicas. Fue aquí donde una flecha de Eros hirió el corazón de Apolo, que se sintió inmediatamente enamorado de la bella Dafne. Ella había sido herida a su vez por otra flecha con punta de plomo, que producía el efecto contrario. El dios persigue a la ninfa que intenta escapar por todos los medios. Cuando está a punto de ser alcanzada invoca la ayuda de su padre, el dios río Peneo, que se compadece de ella y la transforma en el árbol del laurel. Hay varios aparcamientos a los lados de la carretera para contemplar las vistas del valle. Desde uno de ellos se puede cruzar el río por un puente peatonal que conduce a la ermita de Ayia Paraskeví. Las lluvias del invierno y de la primavera hacen que el Peneo fluya hoy con fuerza por el fondo del valle.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE3IW21-JQAUk6wIO6lNk5qjzZxUSIhA_GQVU3__8sTyD5V3OXJFOlkUmOggU1QFnfSIkoa9rz9oT2kMJhE7OtEvG_hVIJOMj_S9f_Wypmqt6sWYyiF-i_IOrHkjiFSMf1jrAE5v6vsVWe/s1600/IMG_20190415_173633..jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1067" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE3IW21-JQAUk6wIO6lNk5qjzZxUSIhA_GQVU3__8sTyD5V3OXJFOlkUmOggU1QFnfSIkoa9rz9oT2kMJhE7OtEvG_hVIJOMj_S9f_Wypmqt6sWYyiF-i_IOrHkjiFSMf1jrAE5v6vsVWe/s400/IMG_20190415_173633..jpg" width="266" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGsTMUxotZahvVWn7QpA2jHDGpFRExzvNLbIhg5nsnQav3rQd4kFM2Tz4lgBcPmPJsdlbZ6c4GVPAlheCcALTytTcwLw9cds5csTrnSi4ov5PCX2PnuZl_l_UHKEpLFEeEsAbPu0jD3glV/s1600/IMG_5840.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGsTMUxotZahvVWn7QpA2jHDGpFRExzvNLbIhg5nsnQav3rQd4kFM2Tz4lgBcPmPJsdlbZ6c4GVPAlheCcALTytTcwLw9cds5csTrnSi4ov5PCX2PnuZl_l_UHKEpLFEeEsAbPu0jD3glV/s400/IMG_5840.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPxgQPjytCUEX_xaVlXBWWMg0oGhK7OMyOUmhuMT9s0MnHxFO8YIGpSLKPlIfpGeRryc80yk_84J8wKrFh0PppNmTM4NdafOK-8TL77l4arMPLXxgzvFFYzuEJhmCXjW5Z7D2Q-dpUMGCd/s1600/IMG_20190415_173651.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPxgQPjytCUEX_xaVlXBWWMg0oGhK7OMyOUmhuMT9s0MnHxFO8YIGpSLKPlIfpGeRryc80yk_84J8wKrFh0PppNmTM4NdafOK-8TL77l4arMPLXxgzvFFYzuEJhmCXjW5Z7D2Q-dpUMGCd/s400/IMG_20190415_173651.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Otra célebre persecución amorosa tuvo lugar en estas orillas. Aristeo, hijo de Apolo y padre de Acteón, intentaba alcanzar a Eurídice, la esposa de Orfeo. Mientras huye por la espesura del bosque una serpiente muerde a la joven, que muere por efecto del veneno. Orfeo lamentó la pérdida de su amada con cantos tan conmovedores, que se le autorizó a descender hasta el mundo de los muertos para rescatarla, aunque, como sabemos, su impaciencia hizo que la perdiera para siempre. Volveremos a encontrarnos con Orfeo en otro momento de nuestro viaje. Pero no todo es mitología en este valle. Junto a la ermita un monumento recuerda a los guerrilleros griegos caídos en otro sabotaje contra un tren que transportaba tropas nazis durante la ocupación alemana.<br />
A la salida del valle entramos en la región de Pieria, una división administrativa de Macedonia, limitada al oeste por el imponente Olimpo y al este por el Egeo. Nos volvemos a apartar de la ruta principal para ascender por una carretera sinuosa hasta Palaios Panteleímonas, un pequeño pueblo situado en las estribaciones del Olimpo. Aunque no llueve el cielo continúa cubierto y la montaña de los dioses nos oculta sus cumbres entre las nubes.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYeqLkzQRrYV3QAvKsl82hyphenhyphenwUuvxlI9fEkEJcDYi9HAXkZElwijGsCwUtVULmn9fBatvFzUj0oFXct-eA9g2-cZtAdDO81hrhfpN0OZnOmrs-2_Hh2KtWh6lxbyYdp0tTaE64f67z9QaRK/s1600/IMG_3436.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYeqLkzQRrYV3QAvKsl82hyphenhyphenwUuvxlI9fEkEJcDYi9HAXkZElwijGsCwUtVULmn9fBatvFzUj0oFXct-eA9g2-cZtAdDO81hrhfpN0OZnOmrs-2_Hh2KtWh6lxbyYdp0tTaE64f67z9QaRK/s400/IMG_3436.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
La mayoría de estos pueblos de montaña quedaron semiabandonados cuando su población empezó a emigrar a las grandes ciudades o se trasladó a la costa, aprovechando el desarrollo del turismo. Hoy en día Palaios Panteleímonas vuelve a resurgir gracias a la iniciativa de algunos artesanos y arquitectos que han restaurado las casas en ruinas o construido otras nuevas respetando el estilo tradicional. Nos lo cuenta un artesano mientras trabaja en su taller, que hace también las veces de tienda. Se ha trasladado aquí desde Tesalónica para montar su pequeño negocio, pero se ve obligado a residir en la costa, donde viven más niños y hay una escuela para su hija, servicios médicos, supermercados, etc. Excepto en períodos de vacaciones y en fines de semana Palaios Panteleímonas es un pueblo prácticamente desierto. Hoy es lunes. Paseando por sus calles encontramos tan solo un par de tiendas de recuerdos abiertas, un parroquiano que atraviesa la calle principal en ciclomotor y unos perros que sestean junto a la palza de la iglesia.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5LFyy65VJeqAvC6lyEu8T9Fr5j0P31JG0WflZu6F0VAfY7Vj85_lK3NRrYmT04U-rxy1N4c0_VDasq8xwTBRWjDkQfxTR0z3j5l4ySktGxaCt7L7dD6Ig1NNJP2GWM_nV82eaqr5nwtP0/s1600/IMG_3443.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5LFyy65VJeqAvC6lyEu8T9Fr5j0P31JG0WflZu6F0VAfY7Vj85_lK3NRrYmT04U-rxy1N4c0_VDasq8xwTBRWjDkQfxTR0z3j5l4ySktGxaCt7L7dD6Ig1NNJP2GWM_nV82eaqr5nwtP0/s400/IMG_3443.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJsOgjzjKDRbOdYiREuC543zL7Qt4_C7H-dMEyeHu7HftL0ELvA7-KOociQQrdDbXWL8vHOJjRxxDse9NsyXSu9Up1a5fQnJq1bK1gFphQaSfjv3kiERrGu8LbwaA2hUwalriHbQ1VS8ca/s1600/IMG_3447.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJsOgjzjKDRbOdYiREuC543zL7Qt4_C7H-dMEyeHu7HftL0ELvA7-KOociQQrdDbXWL8vHOJjRxxDse9NsyXSu9Up1a5fQnJq1bK1gFphQaSfjv3kiERrGu8LbwaA2hUwalriHbQ1VS8ca/s400/IMG_3447.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdfido_A0g13ng45346-4Oqt_e5_cPn8G7HPnecNP9qnwPfUxXjEIsFNAfaOadoRLUq2lMIDEg1ipSPLcBfUTng3gpIm6vomIn-3RW9syMxlYFgm5TbeNOnDxqKbHzIa6rzk13anJHj5XY/s1600/IMG_3450.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1067" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdfido_A0g13ng45346-4Oqt_e5_cPn8G7HPnecNP9qnwPfUxXjEIsFNAfaOadoRLUq2lMIDEg1ipSPLcBfUTng3gpIm6vomIn-3RW9syMxlYFgm5TbeNOnDxqKbHzIa6rzk13anJHj5XY/s400/IMG_3450.CR2" width="266" /></a></div>
<br />
Todo el centro está ocupado por tiendas, bares y restaurantes que hoy están cerrados. En un soleado fin de semana de primavera el pueblo debe presentar un aspecto muy diferente, atestado de terrazas llenas de clientes y con los expositores de las tiendas invadiendo parte de la calle. Es el drama de tantos pueblos condenados a desparecer: para revivir tienen que vender su alma al turismo y renunciar a su modo de vida tradicional. Se convierten en pintorescos decorados, pequeños centros comerciales abiertos donde comprar algún recuerdo, comer platos típicos y sacar unas fotos. Es el precio que hay que pagar para no acabar abandonados y en ruinas.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3DTWskbbdxVUBdo7g5v4194jipvvrK9gs57MlCksVMX17JKuFMjZqGzRLcKeT8bqbCnBt3LwDhVshGdy6AR9kNaLsg4jZuDVIU86Q2PVYCDHrdLUKCaihm0MndhA1m0ptaIxPgShJ9TKN/s1600/IMG_3449.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3DTWskbbdxVUBdo7g5v4194jipvvrK9gs57MlCksVMX17JKuFMjZqGzRLcKeT8bqbCnBt3LwDhVshGdy6AR9kNaLsg4jZuDVIU86Q2PVYCDHrdLUKCaihm0MndhA1m0ptaIxPgShJ9TKN/s400/IMG_3449.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Descendemos de nuevo hacia la costa disfrutando de unas magníficas vistas de la franja litoral que se extiende al este del Olimpo. Nos vamos a alojar un par de días en la localidad de Leptokaryá, en un pequeño hotel junto a la playa. Antes de llegar a la puerta la joven recepcionista sale a recibirnos con una sonrisa, haciendo gala de esa sincera hospitalidad con la que los griegos tratan a los visitantes. El nombre del hotel nos trae recuerdos del inicio de nuestro viaje.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBrLCvIlAlu4_xxghuBVZ83qhB0EYb4wG-OQsOnwBH9MqSM3tNcWcaMZbnNqoQe_4fY8_cY4msXq4PDTwDNCC7ewHCxpqANi6k6Jay0nCdoQZc8STEl-qMzXd7Jmj93vNpMe96oZatJfOw/s1600/ed6d7159cc2a742d.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="525" data-original-width="700" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBrLCvIlAlu4_xxghuBVZ83qhB0EYb4wG-OQsOnwBH9MqSM3tNcWcaMZbnNqoQe_4fY8_cY4msXq4PDTwDNCC7ewHCxpqANi6k6Jay0nCdoQZc8STEl-qMzXd7Jmj93vNpMe96oZatJfOw/s400/ed6d7159cc2a742d.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
A la mañana siguiente nos levantamos mirando al Olimpo, que sigue privándonos de la visión de sus cumbres, cubiertas de nubes. Tomamos la carretera que asciende desde la costa y, después de pasar por el pueblo de Litóchoro, nos adentramos en el corazón del macizo montañoso por la espectacular garganta de Enipeas.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLfp-JNwX2k8ZulKGHjpXMIGuCyo_GBtkQjm9F7hFLeBO2fQJKaTDOWPzRT3mMGMwF67d7y2xwYQes3Y_1yJSHXteDgzF86jEhWk8FacldnOuOVkEA6VEO2YtCNWll7fam-_71fPp0AWVL/s1600/IMG_20190416_122501.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1067" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLfp-JNwX2k8ZulKGHjpXMIGuCyo_GBtkQjm9F7hFLeBO2fQJKaTDOWPzRT3mMGMwF67d7y2xwYQes3Y_1yJSHXteDgzF86jEhWk8FacldnOuOVkEA6VEO2YtCNWll7fam-_71fPp0AWVL/s400/IMG_20190416_122501.jpg" width="266" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Garganta de Enipeas</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
La carretera termina en el paraje llamado Prionia. A partir de aquí más de seis horas de exigente caminata conducen a la cumbre del Olimpo. En esta época del año es necesario venir equipado para andar sobre la nieve y el hielo, así que nos conformamos con ascender tan solo un tramo del sendero hasta las fuentes del arroyo Enipeas. En el trayecto nos cruzamos con unos excursionistas españoles que nos advierten de la presencia de unos llamativos animales que se mueven torpemente entre la hojarasca y la tierra húmeda.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggTHvC4TfwkZgow1Tq8iAgjeUBMwvLI-e1GBc3FpRlD0zZnTzgR6mCgKjvZslJCpTwp0cpALVwd4rWgwRYd66cMemIiu_U1O6zBh_xth4h-Ef-ucmlGpcaOVde1sIrtrmlLtiO85pdPmMi/s1600/IMG_20190416_123132.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggTHvC4TfwkZgow1Tq8iAgjeUBMwvLI-e1GBc3FpRlD0zZnTzgR6mCgKjvZslJCpTwp0cpALVwd4rWgwRYd66cMemIiu_U1O6zBh_xth4h-Ef-ucmlGpcaOVde1sIrtrmlLtiO85pdPmMi/s400/IMG_20190416_123132.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_01j2VO9pzAxe2jJJm18KMOqU1gUOuCei_hx0rp_5HUGTq1e2BidNIN3ExksC2y9oUNbk977yLx66bQJ2RR40BoMOZGJR5L2tA-4Fdw8Yieb8n8a2arVQlPs0REzA1rzBQYdZaMgued25/s1600/IMG_3468.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_01j2VO9pzAxe2jJJm18KMOqU1gUOuCei_hx0rp_5HUGTq1e2BidNIN3ExksC2y9oUNbk977yLx66bQJ2RR40BoMOZGJR5L2tA-4Fdw8Yieb8n8a2arVQlPs0REzA1rzBQYdZaMgued25/s400/IMG_3468.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Veremos más salamandras a lo largo de la jornada. De momento volvemos sobre nuestros pasos para realizar otra ruta más asequible que desciende desde Prionia por el barranco de Enipeas. El recorrido alterna pinares, hayas y acebos, y discurre junto al arroyo, cruzándolo en varias ocasiones.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXxsVbHlGidbm55dpHJCEQ8kx0no0a1s-RBOcsBkmddd18DFgvvMNCX2dH-LaqxARtXv9E1kdRrNLdF2jscd-6mdaRruuH9Gd5OF2kkjhEsER4pUa0sWeXhHn3af3j2I51NlOnfGfvlmCG/s1600/IMG_5877.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXxsVbHlGidbm55dpHJCEQ8kx0no0a1s-RBOcsBkmddd18DFgvvMNCX2dH-LaqxARtXv9E1kdRrNLdF2jscd-6mdaRruuH9Gd5OF2kkjhEsER4pUa0sWeXhHn3af3j2I51NlOnfGfvlmCG/s400/IMG_5877.JPG" width="300" /></a></div>
<br />
El sendero prosigue hasta Litóchoro, pero nosotros vamos a llegar solo hasta Άγιο σπήλαιο, la cueva santa, una oquedad en la pared de la que brota un manantial y en la que la tradición afirma que estuvo retirado San Dioniso, el primer monje que practicó el ascetismo en estas montañas. Una modesta capilla se levanta en el lugar en el que vivió el santo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7WETgMWZsmzASnw_p70Af8wbXcmbt2OR1roXn3dNDIkJLn85GZ5LdAmSrqHOs9OcFmuF56oY2_M88wMouhp0rIlqzepiQUhJahC_dwwCCHv2tPDtN1gd-uRstG2eN2mJmQdRlcKWLyg2r/s1600/IMG_20190416_143332.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7WETgMWZsmzASnw_p70Af8wbXcmbt2OR1roXn3dNDIkJLn85GZ5LdAmSrqHOs9OcFmuF56oY2_M88wMouhp0rIlqzepiQUhJahC_dwwCCHv2tPDtN1gd-uRstG2eN2mJmQdRlcKWLyg2r/s400/IMG_20190416_143332.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Cruzamos al otro lado del río para regresar a Prionia, pasando por el monasterio que fundó San Dioniso en el siglo XVI. Actualmente está siendo restaurado y no se puede visitar. Como tantos otros monasterios griegos fue siempre un foco de resistencia contra los invasores. Por eso lo atacaron los turcos en el siglo XIX y los alemanes en el XX.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8ZVZUjUrFBmFFLEMecDjqOa_ErHZhu33le4tvMlnaQJEGwFenQ8K7xXKbdTl_j8eDg9-oe0H-1iNe43PvrQUWfLY8ml0YrbSW7LsOI7XCn1d9u0ZecrD1GvBj2Xi5aHtvu2Nj3HH_gwHT/s1600/IMG_5891.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8ZVZUjUrFBmFFLEMecDjqOa_ErHZhu33le4tvMlnaQJEGwFenQ8K7xXKbdTl_j8eDg9-oe0H-1iNe43PvrQUWfLY8ml0YrbSW7LsOI7XCn1d9u0ZecrD1GvBj2Xi5aHtvu2Nj3HH_gwHT/s400/IMG_5891.JPG" width="300" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Antiguo monasterio de San Dioniso</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Al atardecer regresamos a Leptokaryá, que tiene ese aire entre decadente y fantasmal de las localidades costeras fuera de temporada. Caminamos junto a la playa buscando algún local abierto donde cenar. La mole del Olimpo, omnipresente, sigue cubierta de nubes. Hemos venido hasta aquí tras las huellas de la mitología, pero hoy la belleza natural de los parajes que hemos recorrido ha hecho que nos olvidáramos por momentos de que estábamos paseando por la montaña de los dioses.<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;"> ... ἥ γ' ἀνεδύσετο κῦμα θαλάσσης.</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">ἠερίη δ' ἀνέβη μέγαν οὐρανὸν Οὔλυμπόν τε.</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">εὖρεν δ' εὐρύοπα Κρονίδην ἄτερ ἥμενον ἄλλων</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">ἀκροτάτῃ κορυφῇ πολυδειράδος Οὐλύμποιο·</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">... Ella emergió de las olas del mar.</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">Temprano ascendió al ancho cielo y al Olimpo.</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">Encontró al Cronida de luenga mirada sentado aparte de los otros</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span style="color: #6aa84f;">en la más alta cumbre del Olimpo de muchas crestas.</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;">Homero, <i>Ilíada </i>I, 496-499</span></div>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-26140701731158674112019-05-27T08:46:00.001-07:002019-05-27T08:46:59.003-07:00Tras las huellas del mito y la historia (II): Heracles y las Termópilas<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>ὦ ξεῖν', ἀγγέλλειν Λακεδαιμονίοις ὅτι τῇδε</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>κείμεθα τοῖς κείνων ῥήμασι πειθόμενοι.</i></span><br />
<br />
<span style="color: #6aa84f;"><i> Extranjero, anuncia a los lacedemonios que aquí</i></span><br />
<span style="color: #6aa84f;"><i>yacemos por obedecer sus órdenes.</i></span><br />
<br />
<span style="color: #6aa84f;">Simónides de Ceos<i> </i></span><br />
<br />
</div>
Calcis, o Chalkida, es una ciudad moderna y cosmopolita. Está estratégicamente situada en el punto más estrecho del Euripo, el canal que separa Eubea, la segunda isla más grande de Grecia, del continente. Son apenas cuarenta metros salvados por un puente, en el que el tránsito de coches y peatones es continuo. En cierto sentido Eubea es una isla que ha dejado de serlo por obra de este puente, igual que el Peloponeso ha dejado de ser una península desde que existe el canal de Corinto. Paradojas de la caprichosa geografía de Grecia. Un animado paseo marítimo, lleno de bares, hoteles y restaurantes, sigue la línea de costa y conforma la vista más caracterísitica de la ciudad. Llegamos a Calcis al atardecer. El día, que había amanecido radiante, se ha ido cubriendo de nubes. Al fondo se distingue la cumbre nevada del Dirfis, la montaña más alta de Eubea.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJlNvzRtFhvQYP7qQBLJM65L_ob48tJt3etKsJlpo8skYEkkL1784VaK8ymj3_GqpauLdk_YZTHlcj-RwGm-QuM8n5g3pYVblqDz6W6zeO2xFSbGrV1GiBeF3tgFnYPqhMdAC_KCwN2c_O/s1600/IMG-20190519-WA0013.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJlNvzRtFhvQYP7qQBLJM65L_ob48tJt3etKsJlpo8skYEkkL1784VaK8ymj3_GqpauLdk_YZTHlcj-RwGm-QuM8n5g3pYVblqDz6W6zeO2xFSbGrV1GiBeF3tgFnYPqhMdAC_KCwN2c_O/s400/IMG-20190519-WA0013.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Vista de Calcis desde el puente que la une al continente.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Se produce aquí un curioso fenómeno que ya llamó la atención de los antiguos. Una corriente de agua, que puede alcanzar los once nudos, fluye constantemente por el estrecho, pero cada seis horas el flujo se detiene y cambia lentamente de dirección. Por efecto de las mareas, las dos grandes masas de agua encerradas en el golfo norte y el golfo sur de Eubea intercambian parte de su caudal, como si se de una gigantesca clepsidra se tratara. Por la noche, en los momentos de encalmada, <span style="color: #38761d;"><b><a href="https://youtu.be/wNRNGerb2aI" target="_blank">el puente se abre</a></b></span> para permitir el paso de veleros y barcos pequeños, y Eubea vuelve a ser una isla. Hasta aquí suele venir el equipo griego de piragüismo en aguas bravas para entrenar aprovechando la fuerza de la corriente. El cielo se ha ido cubriendo cada vez más y ha empezado a chispear. El paseo ha quedado vacío de viandantes. Desde la terraza de nuestro hotel se divisa el puente y la corriente del Euripo.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWGnUxqfOUBhPGSBnQ0Bv3Txy7cn4BTaN2aA_raTgSTkoJgyk-GwQXxRL0fCHrvnQrvYzHDr41s4x98Hnubx05NqCVvel066BO24dj41f_g9AmePsUTws-dT55OsbirRSEfT6wymStslaZ/s1600/IMG_5801.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWGnUxqfOUBhPGSBnQ0Bv3Txy7cn4BTaN2aA_raTgSTkoJgyk-GwQXxRL0fCHrvnQrvYzHDr41s4x98Hnubx05NqCVvel066BO24dj41f_g9AmePsUTws-dT55OsbirRSEfT6wymStslaZ/s400/IMG_5801.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">La corriente del Euripo y el puente de Calcis bajo la lluvia.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
A pesar de su aspecto moderno Calcis es una ciudad con una larga historia. Por su posición privilegiada fue, junto con Eretria, la <i>polis </i>más importante de Eubea en la Antigüedad. En los siglos VIII y VII a.C. destacó como una de las grandes impulsoras del proceso de colonización. En el norte del Egeo la península Calcídica tomó su nombre de las colonias fundadas por ciudadanos de Calcis. La colonia griega más antigua de Italia, Cumas, fue también una fundación calcidia, al igual que Regio, en el estrecho de Mesina, o Zancle y Tauromenio, en Sicilia. Desde este pequeño rincón del Egeo los habitantes de Calcis se extendieron por todo el Mediterráneo, en busca de nuevas tierras y de nuevos mercados, pero llevando consigo su lengua, sus tradiciones y su cultura. Se podría afirmar que las letras que aparecen en esta pantalla proceden en última instancia de Calcis, ya que fue la variante del alfabeto griego utilizada en Cumas la que adoptaron, primero los etruscos y luego los latinos, para transcribir su propia lengua.<br />
Pero Calcis, además de tierra de emigración, ha sido también tierra de acogida. Su vecino más ilustre fue Aristóteles. Tras la muerte de Alejandro Magno, abandonó Atenas por temor a los sentimientos antimacedonios que se despertaron en la ciudad y se retiró a Calcis. Haciendo alusión a la condena de Sócrates dijo que se marchaba para evitar que los atenienses cometieran un nuevo atentado contra la filosofía. Una cabeza del filósofo sobre una columna jónica recibe al visitante nada más cruzar el puente que une la ciudad con el continente. Otro busto en bronce delante del ayuntamiento recuerda que Aristóteles murió aquí en el año 322 a.C.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7kIyicKt0LNqMCcS3zPV6dobJKm55ayKUZb93U-QO1bmNG_NwCsQsJG4SW9P9MwZPSCeBpd2kbk4S5kMVO23AAb2Jjkf2CaIPbts1mpM1CX3i4mFUE0RpFr2JJXg5n4WXZLgHfPHpV5-M/s1600/IMG-20190519-WA0012.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7kIyicKt0LNqMCcS3zPV6dobJKm55ayKUZb93U-QO1bmNG_NwCsQsJG4SW9P9MwZPSCeBpd2kbk4S5kMVO23AAb2Jjkf2CaIPbts1mpM1CX3i4mFUE0RpFr2JJXg5n4WXZLgHfPHpV5-M/s400/IMG-20190519-WA0012.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPEPUrsyySKZgL5e2-QKbt0KCh4imeyf8gSfGSWpymaO699VEMQDOhv1XgDP1Luf3TkDJO9TsEfTqpyjkdm0_W2mKPlWn8-qzuB3WGxWcRSHW-va5iznE9OWKNLJ-XeYXI76qNdDSyfwaO/s1600/IMG-20190519-WA0017.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPEPUrsyySKZgL5e2-QKbt0KCh4imeyf8gSfGSWpymaO699VEMQDOhv1XgDP1Luf3TkDJO9TsEfTqpyjkdm0_W2mKPlWn8-qzuB3WGxWcRSHW-va5iznE9OWKNLJ-XeYXI76qNdDSyfwaO/s400/IMG-20190519-WA0017.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
A la mañana siguiente Calcis nos despide con un fuerte aguacero. Parece que el tiempo no nos va a acompañar en esta jornada. Cruzamos el puente y conducimos en dirección noroeste bordeando el golfo norte de Eubea. La isla se va alejando para volver a acercarse al continente en uno de sus extremos. Entre las nubes y la lluvia se distingue el monte Ceneo, en cuya cumbre Heracles habría ofrecido un sacrificio a Zeus en agradecimiento por haber conquistado la ciudad eubea de Ecalia. Antes había enviado a Traquis, en el continente, donde le esperaba su esposa Deyanira, parte del botín y prisioneros de guerra. Entre ellos se encontraba la hermosa Yole, la hija del rey, de la que se había encaprichado Heracles. Deyanira, herida por los celos, le envía a su esposo una túnica impregnada en la sangre del centauro Neso. Tiempo atrás, antes de morir por las flechas de Heracles, el centauro le había aconsejado a Deyanira que guardara un poco de su sangre, porque le podría servir como filtro de amor en el caso de que su esposo dejara de quererla. En realidad la sangre de Neso es un poderoso veneno que actúa como el fuego si se expone al calor o a los rayos del sol. El heraldo Licas es el encargado de llevarle a Heracles la túnica envenenada. Ataviado con ella, el héroe se dispone a oficiar el solemne sacrificio. Cuando el calor del altar se transmite a la túnica unos terribles dolores se apoderan de Heracles. Enfurecido con su heraldo, que le ha traído el funesto regalo, lo agarra de un pie y lo arroja desde lo alto del monte. Los restos de su cuerpo esparcidos en el mar forman las islas Licades, esos pequeños islotes en el extremo de Eubea que contemplamos ahora por la ventanilla del coche.<br />
Unos kilómetros más adelante un indicador de la autopista nos anuncia el desvío a las Termópilas, el escenario de uno de los episodios más glosados de la historia de Grecia. El paisaje ha cambiado notablemente desde la Antigüedad. Los sedimentos del río Esperqueo han rellenado el golfo Maliaco y han modificado la línea de costa. El terreno por el que transitamos era mar en el siglo V a.C. Junto a la carretera antigua se levanta el monumento a Leónidas erigido a mediados del siglo XX.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjbqwz8Ec_HekCea4bkJdqcsh8xOUTp6Kf6DOYpPtvLQjjEE0XZeBjdoxAuyqrt9u2K2CUN45ZR9v2nUbscU-KncFzWq85egPNPJcgqZ49vDoKQ14suVjjZWa-1WBiNRUVMI_f-oxCBcg3/s1600/IMG_20190415_123146.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjbqwz8Ec_HekCea4bkJdqcsh8xOUTp6Kf6DOYpPtvLQjjEE0XZeBjdoxAuyqrt9u2K2CUN45ZR9v2nUbscU-KncFzWq85egPNPJcgqZ49vDoKQ14suVjjZWa-1WBiNRUVMI_f-oxCBcg3/s400/IMG_20190415_123146.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq4fQcAfZ01cwtzyG0ENMPIUI62Vo4oWIyJ1rady7Fi70q3HZGKtX2qsufMutgte-aJjHhMZBTC7_GnYhBEBA6FZAg0TVCG_f2ahWGOBEAQn8Hld0exZnjdp2FuseSeCuyNYmgkFTqDijv/s1600/IMG_3355.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq4fQcAfZ01cwtzyG0ENMPIUI62Vo4oWIyJ1rady7Fi70q3HZGKtX2qsufMutgte-aJjHhMZBTC7_GnYhBEBA6FZAg0TVCG_f2ahWGOBEAQn8Hld0exZnjdp2FuseSeCuyNYmgkFTqDijv/s400/IMG_3355.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Parece que el tiempo nos concede una tregua. Después de tanta lluvia apenas chispea. Bajamos del coche y nos recreamos en el paisaje. Estas escarpadas laderas cubiertas de vegetación se levantaban a escasos metros de la costa en el año 480 a.C. Era el lugar ideal para que los griegos pudieran bloquear el avance del inmenso ejército persa que Jerjes hacía marchar desde el norte. Si el traidor Efialtes no hubiera revelado a los persas un paso entre las montañas quizás el curso de la guerra habría sido diferente.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPsOlAZYsCIq258kWG2-GPvdEAyDXLNvIepnD41JNpV5S_ZC5DJYd4MZgPqW00RNbtEKoH0lozJaGaE-1lVisLESG24HzlyEakoI7zBkqUsHb63SbDz-o5aGOiuo4A8RjrEw1MiZpwI0P-/s1600/IMG_3364.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPsOlAZYsCIq258kWG2-GPvdEAyDXLNvIepnD41JNpV5S_ZC5DJYd4MZgPqW00RNbtEKoH0lozJaGaE-1lVisLESG24HzlyEakoI7zBkqUsHb63SbDz-o5aGOiuo4A8RjrEw1MiZpwI0P-/s400/IMG_3364.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
El caso es que Leónidas, a pesar de que sabía que la victoria era imposible, decidió quedarse con sus trescientos espartanos y ganarse así la gloria de los siglos venideros. Para ser justos hay que recordar que junto a ellos cayeron los novecientos ilotas que les servían de escuderos. También se quedaron bajo coacción cuatrocientos tebanos que, según cuenta Heródoto, se pasaron a los persas en cuanto tuvieron ocasión. Pero quizás los más olvidados de toda esta historia sean los setecientos hoplitas de la ciudad beocia de Tespias, capitaneados por Demófilo, que decidieron luchar hasta el final junto a los espartanos. Su sacrificio es aún mayor si tenemos en cuenta que estos setecientos soldados constituían la práctica totalidad de las fuerzas de la ciudad. Desde los años noventa un pequeño monumento situado junto al de Leónidas corrige este olvido histórico.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYApmaftJZdHtlJItNH_tilGVUDfVMio-lKOm2NkLSYtqdB8Cq84OFhV5wAQ-NUiMg6zaobzfpsN5ZSYKD4kUAaSNDzT7HuieG7rv4H3k9GlmjVI9aVer7bJswJQutIQmvfEmLK4fbZWrL/s1600/IMG_20190415_130003.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYApmaftJZdHtlJItNH_tilGVUDfVMio-lKOm2NkLSYtqdB8Cq84OFhV5wAQ-NUiMg6zaobzfpsN5ZSYKD4kUAaSNDzT7HuieG7rv4H3k9GlmjVI9aVer7bJswJQutIQmvfEmLK4fbZWrL/s400/IMG_20190415_130003.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxrXJYhmsmr6s9sH_uktDecfw21euKDu-2iVL5zrG9PJJuDRQcD-D5nLYpBYow0Z7gQ-wZfIGrEGV2ZP_WeLYamvLJordKsDVgOKebuWsinx8KBlpVYqnpCh0DNRY22dnbQu-CsF4TiiHy/s1600/IMG_20190415_130023.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxrXJYhmsmr6s9sH_uktDecfw21euKDu-2iVL5zrG9PJJuDRQcD-D5nLYpBYow0Z7gQ-wZfIGrEGV2ZP_WeLYamvLJordKsDVgOKebuWsinx8KBlpVYqnpCh0DNRY22dnbQu-CsF4TiiHy/s400/IMG_20190415_130023.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
Paro el enclave más emotivo relacionado con la batalla no son estos monumentos modernos, un tanto grandilocuentes. Hay que cruzar al otro lado de la vieja carretera y ascender una pequeña colina que casi pasa desapercibida. Aquí es donde se retiraron los griegos en la última fase de la contienda. Los arqueólogos han encontrado gran cantidad de puntas de flechas, esas que no dejaban ver el sol a los combatientes. En la cumbre se levantó en su día un león de piedra en honor a Leónidas, del que no queda ningún resto. Actualmente una modesta placa de piedra rojiza reproduce el célebre epigrama de Simónides de Ceos en recuerdo de los espartanos caídos. El lugar tiene algo de mágico. Por mucho que sepamos que la literatura y la tradición han adornado y engrandecido la significación de la batalla, en lo alto de esta pequeña colina, rodeados por este paisaje de mar y montañas, ante este sencillo monumento, un pequeño escalofrío nos recorre la espalda.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic1-58Ogp-wKHzGlKT6jAm2BFxbvn7BQFPlqM4VWR7knyczZi8uMjYuu0A4v220Bq9UMR-lHnn2_aIKp9AzfXKhDZI7qokqtbI5lba1209clOAXNJ4BtHoS2En_gr5AjIoXfm9mdUNZbcU/s1600/IMG_3366.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic1-58Ogp-wKHzGlKT6jAm2BFxbvn7BQFPlqM4VWR7knyczZi8uMjYuu0A4v220Bq9UMR-lHnn2_aIKp9AzfXKhDZI7qokqtbI5lba1209clOAXNJ4BtHoS2En_gr5AjIoXfm9mdUNZbcU/s400/IMG_3366.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9QKw5e1NVDLm7K6ncQUVmxC9euVNBK9kILhtIPS9v_m5X6GYhAytGJmtNakCGREyYuNZnS-vh045Cve2cxTEgq0kdBXKWzqwYirB2dauXccBfAzSk5yEbpygJPNIZQXxN3JY9Ro70oVoh/s1600/IMG_20190415_123645.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9QKw5e1NVDLm7K6ncQUVmxC9euVNBK9kILhtIPS9v_m5X6GYhAytGJmtNakCGREyYuNZnS-vh045Cve2cxTEgq0kdBXKWzqwYirB2dauXccBfAzSk5yEbpygJPNIZQXxN3JY9Ro70oVoh/s400/IMG_20190415_123645.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXizLkXcLneM3I1292qxGfyC-1P2U7CFRwbzja6xZuKMtCMh9ZRg5pJXBH2uyPLB6ssO9QPGCrqdHP3mLuYJxxSpBq2xw7XZFZ5d7qfGH-AlxIvTHKb2S80qDTi6zJF7c3-u_kC1K9rbCi/s1600/IMG_20190415_123630.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXizLkXcLneM3I1292qxGfyC-1P2U7CFRwbzja6xZuKMtCMh9ZRg5pJXBH2uyPLB6ssO9QPGCrqdHP3mLuYJxxSpBq2xw7XZFZ5d7qfGH-AlxIvTHKb2S80qDTi6zJF7c3-u_kC1K9rbCi/s400/IMG_20190415_123630.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
En el siglo I el filósofo y místico Apolonio de Tiana visitó las Termópilas. Se cuenta que sus acompañantes, viendo las cumbres de alrededor, se pusieron a discutir sobre cuál sería la montaña más alta de Grecia. Entonces Apolonio ascendió a esta colina para afirmar que era la montaña más elevada, porque los que habían muerto aquí luchando por la libertad habían hecho que su altura sobrepasara la cumbre del Eta y la de muchos Olimpos.<br />
Descendemos de nuevo hacia la carretera y nos acercamos a un curso de agua humeante que discurre por la base de las montañas. Se trata de los manantiales de aguas termales sulfurosas que dan nombre al lugar: Termópilas significa en griego puertas calientes. La humedad y el frescor que ha dejado la lluvia en el ambiente hace que el vapor resulte todavía más visible. Es momento de aparcar un momento la historia para volver a la mitología. Habíamos dejado hace unos párrafos al pobre Heracles retorciéndose de dolor en el monte Ceneo de Eubea. Su hijo Hilas se encarga de transportarlo en parihuelas hasta Traquis, en el continente, donde Deyanira, desesperada por haber provocado sin quererlo el sufrimiento de su esposo, se ha quitado ya la vida. Antes de llegar pasan junto a unos manantiales de agua fresca que surgen del corazón de las montañas. Heracles se sumerge en ellos intentando calmar el fuego que le consume, pero lo único que consigue es contagiar su calor a las aguas, que desde entonces siguen desprendiendo vapor. Hoy algunos bañistas intentan aprovechar sus cualidades curativas.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDuxb58V0ZJLz9TJSF6kvKJwXsHFOm5BM58JLgHtFoK03uGwmGbgIrt_E5GV0fVargy2bxlU5KOkOcR4x4nGeYiLg6ygmLc81D3AhQNIuSV6LkTjgaez7gjpHtR5sPYVW1dbVNSl-Jdq1t/s1600/IMG_20190415_131812.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDuxb58V0ZJLz9TJSF6kvKJwXsHFOm5BM58JLgHtFoK03uGwmGbgIrt_E5GV0fVargy2bxlU5KOkOcR4x4nGeYiLg6ygmLc81D3AhQNIuSV6LkTjgaez7gjpHtR5sPYVW1dbVNSl-Jdq1t/s400/IMG_20190415_131812.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPmAGq2ALoBBGuP8oksNpM6fNIxiVI8VcVX-YnJQPpJIR-HqFGNVHwCVJoVaK_627q_iACGMdgTpgyAsDUFmxj7-tScvCYRGkBYe2taGy6ok-vE6Vvuv7n04Cg8ZgbkDX-_-inho8XsDM4/s1600/IMG_20190415_130809.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPmAGq2ALoBBGuP8oksNpM6fNIxiVI8VcVX-YnJQPpJIR-HqFGNVHwCVJoVaK_627q_iACGMdgTpgyAsDUFmxj7-tScvCYRGkBYe2taGy6ok-vE6Vvuv7n04Cg8ZgbkDX-_-inho8XsDM4/s400/IMG_20190415_130809.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Al ascender por el curso del torrente hasta la fuente última del manantial pasamos junto a una zona ajardinada y unos edificios de apartamentos, situados a escasos metros de las aguas termales. Unos niños juegan al balón, se ven algunos hombres de rasgos árabes y la discreta presencia de un coche de policía. En los balcones de obra de los edificios se observan unos ingeniosos añadidos, construidos con madera y lonas para ganar más espacio. Da la impresión de que estos antiguos apartamentos han sido ocupados por nuevos inquilinos que apenas caben en ellos. Nuestras dudas se despejan cuando seguimos avanzando y nos encontramos unos grandes contenedores con el logotipo de ACNUR, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados. Se trata de un <span style="color: #38761d;"><b><a href="https://www.facebook.com/hotspothermopyles/" target="_blank">asentamiento de desplazados</a></b></span> sirios, refugiados que se han quedado desde hace unos años varados en mitad de ninguna parte, poniendo a prueba la capacidad de acogida de una Grecia en crisis, y sacándole los colores a una Europa siempre dispuesta a exigir que se pague la deuda, pero remisa a la hora de hacer cumplir sus propios compromisos. Un nuevo escalofrío nos recorre la espalda al ver ante nosotros, aquí en las Termópilas, el verdadero rostro de la guerra, al darnos cuenta de quiénes son los auténticos héroes de la historia. No son los reyes, los generales o los soldados, entrenados para matar o morir, por muy altos que sean los ideales que los mueven. Son estos hombres, mujeres y niños que han visto cómo su mundo se derrumbaba, que han tenido que abandonarlo todo para buscar una nueva oportunidad lejos de su tierra. El verdadero heroísmo no se demuestra en el campo de batalla, reside en la capacidad de las víctimas de cualquier guerra, de cualquier violencia, para levantarse y empezar de nuevo. Nos acordamos ahora de las compasivas palabras de Deyanira en <i>Las Traquinias</i> de Sófocles cuando contempla a las cautivas enviadas a Traquis como botín de guerra.<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>ἐμοὶ γὰρ οἶκτος δεινὸς εἰσέβη, φίλαι,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>ταύτας ὁρώσῃ δυσπότμους ἐπὶ ξένης</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>χώρας ἀοίκους ἀπάτοράς τ' ἀλωμένας,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>αἳ πρὶν μὲν ἦσαν ἐξ ἐλευθέρων ἴσως</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>ἀνδρῶν, τανῦν δὲ δοῦλον ἴσχουσιν βίον.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>ὦ Ζεῦ τροπαῖε, μή ποτ' εἰσίδοιμί σε</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>πρὸς τοῦμὸν οὕτω σπέρμα χωρήσαντά ποι,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>μηδ', εἴ τι δράσεις, τῆσδέ γε ζώσης ἔτι.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i> Una terrible compasión me ha entrado, amigas,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>al ver a estas desdichadas en tierra</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>extraña vagando, sin casa, sin padres,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>las que antes de hombres libres quizás</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>provenían, y ahora llevan una vida servil.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>¡Zeus de las derrotas, que nunca te vea</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>marchando así contra mi descendencia,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;"><i>y si lo haces, que al menos yo ya no viva!</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #6aa84f;">Sófocles, <i>Las Traquinias, </i>298-305<i> </i></span> </div>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-72657287707628004212019-05-19T10:51:00.000-07:002019-05-20T05:21:02.268-07:00Tras las huellas del mito y la historia (I): Ifigenia y Maratón<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>σὲ δ' ἀμφὶ σεμνάς, Ἰφιγένεια, κλίμακας</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Βραυρωνίας δεῖ τῇδε κλῃδουχεῖν θεᾷ·</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>οὗ καὶ τεθάψῃ κατθανοῦσα, καὶ πέπλων</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>ἄγαλμά σοι θήσουσιν εὐπήνους ὑφάς,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>ἃς ἂν γυναῖκες ἐν τόκοις ψυχορραγεῖς</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>λίπωσ' ἐν οἴκοις.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Y tú, Ifigenia, en las sagradas escaleras</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Brauronias debes servir a la diosa;</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>allí además serás enterrada al morir, y como ofrenda</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>te dedicarán las sutiles telas de los vestidos</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>que dejen en casa las mujeres </i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>que exhalen su alma en el parto.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;">Eurípides, <i>Ifigenia entre los tauros</i>, 1462-1467 </span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
Olimpo, Parnaso, Pelión, Peneo, Aqueronte, Tebas, Maratón, Salamina... En ningún sitio como en Grecia los nombres de las montañas, los ríos, las islas o las ciudades están tan cargados de significado. Echando un vistazo a un mapa de Grecia, o transitando por sus carreteras nos salen al paso topónimos familiares, que nos evocan leyendas mitológicas o nos recuerdan episodios de nuestros viejos libros de historia. Cuando uno recorre Grecia es difícil resistirse a la tentación de detenerse en esos lugares. Los ríos, las montañas, los paisajes siguen siendo esencialmente los mismos que contemplaron gloriosas hazañas, o en los que se ambientaron los antiguos mitos. Puede que algunas localidades hayan perdido su pasada grandeza, que se hayan convertido en anodinas ciudades modernas, rodeadas de fábricas y polígonos industriales, que no conserven apenas vestigios de la Antigüedad. Pero aun así siguen ejerciendo un magnetismo especial, asociado al poder evocador de su nombre. Hay que reconocer que los antiguos griegos fueron espléndidos propagandistas de su tierra y su pasado. Todos los pueblos tienen leyendas relacionadas con su geografía o su devenir histórico, pero ninguno ha elaborado en torno a ellas una mitología y una literatura tan ricas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Desde hace algún tiempo intento acudir cada dos o tres años a mi cita primaveral con Grecia, coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa. Siempre tengo un itinerario en la cabeza, pero para cerrar el recorrido me sirven de inestimable ayuda dos recursos: el primero es <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://odysseus.culture.gr/" target="_blank">ΟΔΥΣΣΕΥΣ</a></b></span>, una página del ministerio de cultura griego que incluye un mapa cultural de Grecia, en el que están señalados todos los monumentos, museos y sitios arqueológicos del país; el otro es el <a href="https://pedroolalla.com/index.php/es/mithologikos-atlas-elladas" target="_blank"><span style="color: #6aa84f;"><b><i>Atlas mitológico de Grecia</i></b></span></a> de Pedro Olalla, una obra de consulta fundamental sobre la geografía mítica de Grecia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mi viaje de este año comenzó en Artémida, una localidad costera cercana al aeropuerto de Atenas. Su nombre no es casual, ya que esta zona del litoral del Ática estuvo en la Antigüedad estrechamente vinculada a Ártemis, la diosa de la caza, hermana de Apolo. A un par de kilómetros se encuentra Braurón, el principal santuario consagrado a la diosa por los atenienses. Según la leyenda en este lugar se veneraba la imagen de Ártemis que Ifigenia y Orestes habían traído desde Táuride, la actual Crimea. Como cuenta Eurípides en <i>Ifigenia entre los tauros</i>, Orestes rescató a su hermana, obligada a ejercer como sacerdotisa en tan remoto lugar, y juntos regresaron a Grecia, después de sustraer la estatua de la diosa. <br />
El santuario se sitúa al abrigo de un promontorio rocoso, en una zona pantanosa junto a la desembocadura de un arroyo. Del antiguo templo de Ártemis solo quedan los cimientos, pero se ha reconstruido parte del pórtico dórico que rodeaba el gran patio central. Somos los únicos visitantes en esta mañana luminosa, las abundantes lluvias del invierno han cubierto de verdor todo el paraje, que tiene un encanto especial.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsd_xpIutdTj5reD1auZTCIit7yzjT9pGt6TcpaPifVC8Td4hvkGUeKkFQCz0ACJpYN4mw56cvYeNGGNyjvNwmvQYC2KB9ijvhytM2E1avV486KviGQdZT7JGMI4S_juC1jNJtUbz_nqxe/s1600/IMG_20190414_103342.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsd_xpIutdTj5reD1auZTCIit7yzjT9pGt6TcpaPifVC8Td4hvkGUeKkFQCz0ACJpYN4mw56cvYeNGGNyjvNwmvQYC2KB9ijvhytM2E1avV486KviGQdZT7JGMI4S_juC1jNJtUbz_nqxe/s400/IMG_20190414_103342.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg0tbwFIuD3kZ-aczByyKGr15IsLAnIlnNNzNOtRIr_kI7m4VAg9-3jkODZ46Wuom0hP3oeT9Ovzm3VFD1HfEeGgZ3_ZH28WOvMXQ4dfQ4lSp0GWU_zrp8NT9apOhKxudJy8E7gGvFA7xW/s1600/IMG_3314.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg0tbwFIuD3kZ-aczByyKGr15IsLAnIlnNNzNOtRIr_kI7m4VAg9-3jkODZ46Wuom0hP3oeT9Ovzm3VFD1HfEeGgZ3_ZH28WOvMXQ4dfQ4lSp0GWU_zrp8NT9apOhKxudJy8E7gGvFA7xW/s400/IMG_3314.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwQK50NQxq2BUSpwT8HyRyRrufvJ5Lh2oj3a_weCKuVew0INnFw484hDR3T3AzC-iGNJD0qoRLHBhk92N4kAG8Gm7Yn9-PqlcS3RvhBxfDTzurM1FYgQ1DJv6tYwNApWWrHN1h_8mzXdIr/s1600/IMG_20190414_104627.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwQK50NQxq2BUSpwT8HyRyRrufvJ5Lh2oj3a_weCKuVew0INnFw484hDR3T3AzC-iGNJD0qoRLHBhk92N4kAG8Gm7Yn9-PqlcS3RvhBxfDTzurM1FYgQ1DJv6tYwNApWWrHN1h_8mzXdIr/s400/IMG_20190414_104627.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"> <span style="color: #6aa84f;">Vista del santuario desde los cimientos del templo de Ártemis</span></td></tr>
</tbody></table>
<span id="goog_1896114605"></span><span id="goog_1896114606"></span><br />
En torno al patio central hay una serie de habitaciones con lechos adosados a las paredes. Aquí es donde vivían los <i>oseznos</i>, niños de entre cinco y diez años que habían sido entregados al servicio de la diosa, en agradecimiento por la ayuda recibida durante el parto. Hay que recordar que Ártemis, además de diosa de la caza, era también la protectora de los nacimientos. En el museo que hay junto al yacimiento se pueden contemplar un buen número de estatuas sonrientes de estos pequeños servidores de la diosa.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0k30MAPYBlGCYogyt60nwnCCENmFoK72LL8jsf9UpmjoCiCa1Y3mY4cVdt1mDdrL39ZiSnNxhHxeOvQFWoJ2riuS76ZCZSUA-x3Bm6XRcXHmTT4Spp006luYNdbLOe4yv0p5Lp_Ag6Y_E/s1600/IMG_20190414_102156.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0k30MAPYBlGCYogyt60nwnCCENmFoK72LL8jsf9UpmjoCiCa1Y3mY4cVdt1mDdrL39ZiSnNxhHxeOvQFWoJ2riuS76ZCZSUA-x3Bm6XRcXHmTT4Spp006luYNdbLOe4yv0p5Lp_Ag6Y_E/s400/IMG_20190414_102156.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8EmQf1GfTsrMQMLemALo_0YDIXBoYNh61G6wvWiZ6FFfQ_ZFQqJeYVcvKUyAQ-bRYnG47l2ZQjpMxShca0pn3eXdFGrFx1SZiFNeERx5EuxY6Nu4mCRVspcKSKKQu9VXrrJ2g2A-7zatM/s1600/IMG-20190519-WA0020.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8EmQf1GfTsrMQMLemALo_0YDIXBoYNh61G6wvWiZ6FFfQ_ZFQqJeYVcvKUyAQ-bRYnG47l2ZQjpMxShca0pn3eXdFGrFx1SZiFNeERx5EuxY6Nu4mCRVspcKSKKQu9VXrrJ2g2A-7zatM/s400/IMG-20190519-WA0020.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
Para acceder a la entrada principal del santuario el camino que viene de Atenas debía sortear un arroyo, no muy profundo, pero con caudal constante. Para ello se construyó un curioso puente de piedra en el que todavía se pueden apreciar las huellas de los carros que traían a los peregrinos de todas partes del Ática. Cerca de él una pequeña ermita dedicada a San Jorge sigue manteniendo el carácter religioso del lugar. Antes de abandonar el yacimiento nos asomamos a unas pequeñas cavidades en el promontorio rocoso, donde supuestamente se hallaba la tumba de Ifigenia, la hija de Agamenón, que habría permanecido hasta su muerte en Braurón, consagrada al culto de Ártemis.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB26Gv5Lky9O7fmxMMm7HQIEvjYK7d1BR6LHFJCKz5224EHxX1DWsfCecT7H69nB_bTE2T4SP5LF7wcfKaJXeSIhiEWpkwEJR1Nl6QmYPDG9ZQAXmoeogSCbeWo6nQbKrqobBdR0G9xzoF/s1600/IMG_3312.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB26Gv5Lky9O7fmxMMm7HQIEvjYK7d1BR6LHFJCKz5224EHxX1DWsfCecT7H69nB_bTE2T4SP5LF7wcfKaJXeSIhiEWpkwEJR1Nl6QmYPDG9ZQAXmoeogSCbeWo6nQbKrqobBdR0G9xzoF/s400/IMG_3312.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiulZhInURWEvKgq4rNbXFKniy79ESr3ll2UOR2NOtnYJrCWZc3pOGJjcdVr_cfmbJnqjTa8guE9DqqU9wMuymCWLmmu2uLzN0cMXYLsaWpQ_hUMPV1KQylt41SXqKFBOLRCa_vZD2A7c0T/s1600/IMG_20190414_105123.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiulZhInURWEvKgq4rNbXFKniy79ESr3ll2UOR2NOtnYJrCWZc3pOGJjcdVr_cfmbJnqjTa8guE9DqqU9wMuymCWLmmu2uLzN0cMXYLsaWpQ_hUMPV1KQylt41SXqKFBOLRCa_vZD2A7c0T/s400/IMG_20190414_105123.jpg" width="300" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Tumba de Ifigenia</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Tomamos el coche hacia el norte para dirigirnos a la llanura de Maratón, donde tuvo lugar la célebre batalla del 490 a.C. y donde mucho antes Teseo dio muerte al toro que asolaba la región. La carretera atraviesa varias localidades de la costa este del Ática, situadas entre montañas cubiertas de pinares y el mar. De repente el paisaje cambia y presenta un aspecto desolador: las laderas aparecen calcinadas, se distinguen aquí y allá los esqueletos de viviendas carbonizadas. Ahora comprendemos el origen de los enormes apilamientos de madera oscura que habíamos visto unos kilómetros atrás. Nos encontramos en Mati, donde hace apenas unos meses se produjo el terrible <a href="http://www.rtve.es/noticias/20180730/se-eleva-91-numero-muertos-incendios-grecia/1771460.shtml" target="_blank"><span style="color: #6aa84f;"><b>incendio</b></span></a> que se cobró más de noventa víctimas, atrapadas por las llamas entre la montaña y el mar.<br />
Conmocionados todavía por la magnitud del desastre llegamos a Maratón, un lugar en el que se mantiene vivo el eco de la historia. Nuestro primer destino es el túmulo donde los atenienses enterraron con todos los honores a sus 192 hoplitas caídos en la batalla contra los persas. En mitad de un olivar se levanta el imponente montículo, cubierto de hierbas y flores en este principio de la primavera ateniense. Rodeamos en casi total soledad este sencillo monumento, cargado de significado, que ha resistido el paso del tiempo. A la salida, en el aparcamiento, nos despide una moderna estatua de Milcíades, el general que guio a los atenienses hasta la victoria.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPNJ-seOSbPScOW2aXIfuCwUOm8w6z7wnj7IKXwazxbacbXzRMM6vRwuAjN7atao9KGUJkZxEX_SqOubLp-fZJDXZDRkJ3M8nusU_KgmnlasUUev7IvoMDujU7_RanjLx5zfThLkLgvjzI/s1600/IMG_20190414_121817.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPNJ-seOSbPScOW2aXIfuCwUOm8w6z7wnj7IKXwazxbacbXzRMM6vRwuAjN7atao9KGUJkZxEX_SqOubLp-fZJDXZDRkJ3M8nusU_KgmnlasUUev7IvoMDujU7_RanjLx5zfThLkLgvjzI/s400/IMG_20190414_121817.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiednbedi0TL44smzasGs7NCij8PC1PIzAm46HqX6QlFt2AehULLtdv1-SD7g8Up2ojAGz4hWdeJqba6oBxcMDBlomGWrQ3922guz3EdClM0R0NXSLgkDHE_wgwW9vAAV_9Bdn9jcLMdPPD/s1600/IMG_20190414_122755.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiednbedi0TL44smzasGs7NCij8PC1PIzAm46HqX6QlFt2AehULLtdv1-SD7g8Up2ojAGz4hWdeJqba6oBxcMDBlomGWrQ3922guz3EdClM0R0NXSLgkDHE_wgwW9vAAV_9Bdn9jcLMdPPD/s400/IMG_20190414_122755.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKe9dLOvLvBoaHyZ1R7o7WcRuZsQAxcGqTE-6OOjld8Jg7rhlxlmJAPVXEmuUryLnIiBX5mi8qC3WNHuPtyLSlwt-FJIz5fvNFzywUUdus_LX_Y7JBHPwgweRUxEn5i6dEZIxWDpNhKlu2/s1600/IMG_3336.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKe9dLOvLvBoaHyZ1R7o7WcRuZsQAxcGqTE-6OOjld8Jg7rhlxlmJAPVXEmuUryLnIiBX5mi8qC3WNHuPtyLSlwt-FJIz5fvNFzywUUdus_LX_Y7JBHPwgweRUxEn5i6dEZIxWDpNhKlu2/s400/IMG_3336.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Cogemos de nuevo el coche y nos dirigimos al museo arqueológico, un pequeño edificio situado más al interior, donde la llanura limita ya con las montañas. En sus proximidades se halla otro túmulo más modesto que albergaba los restos de los plateenses caídos en la batalla de Maratón. La ciudad beocia de Platea, tradicional aliada de los atenienses, fue la única que les prestó ayuda en un momento tan crítico. Según cuenta Heródoto, el esforzado heraldo Fidípides había cubierto a pie en tan solo dos días la distancia entre Atenas y Esparta para solicitar la ayuda de los lacedemonios, pero éstos, retenidos en el Peloponeso por un escrúpulo religioso que les impedía salir en campaña antes de la luna llena, llegaron al Ática demasiado tarde, cuando la batalla ya se había decidido.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIilGYbXlxa_W2E8ODjbhojhdCl482QOr5DEyZmxAdzNcBRV6Jil1SLioty6_lcT3EcSFRZY7mpUy1RVKayD2u6F-BApLN3kKi67aHso15dXwfKaDVG-71g0wtxVr3iZJbVCSQB9LfLPic/s1600/IMG_20190414_132924.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIilGYbXlxa_W2E8ODjbhojhdCl482QOr5DEyZmxAdzNcBRV6Jil1SLioty6_lcT3EcSFRZY7mpUy1RVKayD2u6F-BApLN3kKi67aHso15dXwfKaDVG-71g0wtxVr3iZJbVCSQB9LfLPic/s400/IMG_20190414_132924.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbSJzWU5T4xzG4XQuJ2ZJmUB0TOCuz8u5oaD2QraTWHHIIU6VZctG3_mKFMNmbPtDUwZAdCIgem4bLYpIOFhi_v9ET1vGxKtLnC2tiKEQiOf2JW3XBh0otluto_BwNt3LwMdaWlEtJOT8V/s1600/IMG_3340.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbSJzWU5T4xzG4XQuJ2ZJmUB0TOCuz8u5oaD2QraTWHHIIU6VZctG3_mKFMNmbPtDUwZAdCIgem4bLYpIOFhi_v9ET1vGxKtLnC2tiKEQiOf2JW3XBh0otluto_BwNt3LwMdaWlEtJOT8V/s400/IMG_3340.CR2" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Túmulo de los plateenses</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
En el pequeño museo de Maratón, entre otros restos arqueológicos hallados en la zona, destaca la sala dedicada a la batalla, donde se conserva el capitel y dos tambores del trofeo erigido por los atenienses en recuerdo de la victoria. Se trata de una monumental columna jónica que debió estar coronada por una Nike. A unos kilómetros del museo, hacia el este, se puede contemplar, en el emplazamiento original del trofeo, una réplica moderna del monumento.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq-2u7tQrZXR5ldUS6DqGpcBBf4KUFTmlxTZnGskV6qoCIbU8uQcaHIw9Tq0xLtXSGndC0xfo2aPTkhjWWfXX3EwaKPJpFaqWTg7if7QMVrn3HXzZf3PJTcVFltG4p4DxeqrZ_uRVSCk0T/s1600/IMG_20190414_131625.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq-2u7tQrZXR5ldUS6DqGpcBBf4KUFTmlxTZnGskV6qoCIbU8uQcaHIw9Tq0xLtXSGndC0xfo2aPTkhjWWfXX3EwaKPJpFaqWTg7if7QMVrn3HXzZf3PJTcVFltG4p4DxeqrZ_uRVSCk0T/s400/IMG_20190414_131625.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9JqeS930R9tLB2HuRxIW-8rgmKp6hIwwm2Cd-MUoI5Ngl7vsySd5b3GfO6BA0_lAWj4HLyrNND5GjjZQdtC21weSFJEp62r9AgodSaopcJyDdGomi_9sm2OZbIwgVrRGLhlPiNOBgbM8B/s1600/IMG_3346.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9JqeS930R9tLB2HuRxIW-8rgmKp6hIwwm2Cd-MUoI5Ngl7vsySd5b3GfO6BA0_lAWj4HLyrNND5GjjZQdtC21weSFJEp62r9AgodSaopcJyDdGomi_9sm2OZbIwgVrRGLhlPiNOBgbM8B/s400/IMG_3346.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Abandonamos la llanura de Maratón y la tierra del Ática para dirigirnos a nuestro próximo destino, ya en la región de Beocia, donde el litoral de la isla de Eubea se va aproximando hasta casi juntarse con el continente. Allí se encuentra la bahía de Áulide en la que, según la leyenda, se congregó la flota griega capitaneada por Agamenón, antes de emprender la travesía hasta Troya. Hoy en día el paraje está dominado por una fábrica de cemento abandonada, un puente colgante, astilleros y zonas industriales. Gracias a la fuerza evocadora de la literatura podemos imaginar aquí a las más de mil naves que Homero menciona en su catálogo, esperando los vientos favorables que las lleven a Troya.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoiZAy13SOuhvpkZfAp261axnkdF8BG11msBsW3qeXTGLCj0FyKb6lY6OBWj6DoIBhA-ysFPL_JRQzfJx9NvNTiRdr9Q8FndTt7VAI6TP2CK_6a3ozh6fLktu9RqisU79P_xKJgYth9jW9/s1600/IMG_20190414_173633.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoiZAy13SOuhvpkZfAp261axnkdF8BG11msBsW3qeXTGLCj0FyKb6lY6OBWj6DoIBhA-ysFPL_JRQzfJx9NvNTiRdr9Q8FndTt7VAI6TP2CK_6a3ozh6fLktu9RqisU79P_xKJgYth9jW9/s400/IMG_20190414_173633.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk-EjzwX63BD_HbjAmuUkyBODoEjDdhBP6Uq6pqluzp6sMl91wBEdmF2l1GQ8fTAD8Iu2bSpWmOIuBidoqEtbiLeaAv-bDZ93irkVHsfnAtpcDGuIMkHPuPS7YXE67G7vqnSdq_fxcEAVT/s1600/IMG_3352.CR2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk-EjzwX63BD_HbjAmuUkyBODoEjDdhBP6Uq6pqluzp6sMl91wBEdmF2l1GQ8fTAD8Iu2bSpWmOIuBidoqEtbiLeaAv-bDZ93irkVHsfnAtpcDGuIMkHPuPS7YXE67G7vqnSdq_fxcEAVT/s400/IMG_3352.CR2" width="400" /></a></div>
<br />
Es en esta costa donde se habría establecido el campamento de los aqueos, cada vez más impacientes por la larga espera. Aquí Agamenón se habría tenido que enfrentar al terrible dilema planteado por las palabras del adivino Calcante: elegir entre su deber como padre o su compromiso como caudillo de los griegos. Si quería conseguir vientos propicios para la flota debía sacrificar a su hija Ifigenia en el altar de la diosa Ártemis. Al final se impuso el comandante al padre e hizo venir a su hija desde Micenas con el pretexto de una boda con Aquiles, el mejor partido entre los guerreros griegos. Pero en Áulide le esperaba a Ifigenia un destino bien diferente. Aun hoy quedan junto a la vía del tren y la autopista algunos restos del santuario de Ártemis. Aquí, justo en el instante en el que iba a recibir el golpe fatal, se produjo un portento: la diosa se compadeció de la joven, la sustrajo a las miradas de todos y se la llevó hasta la lejana Táuride. Su lugar en el altar lo ocupó un ciervo, víctima propiciatoria para la expedición a Troya. El resto de la historia de Ifigenia ya lo conocemos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZS5WPLcpzhm0xsr0j1eiqIhRFqv4SU3b8u1Umhwf7JKNjvOsnGywVDFsJhorwFjYO78YQGcD6qlDs28e4xQT_m11I_UMzpjeHNtqpT1nqwNcr5UDYoMFfWQHWGMEtOqXeyf7WQ7IDyay-/s1600/IMG_20190414_172457.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZS5WPLcpzhm0xsr0j1eiqIhRFqv4SU3b8u1Umhwf7JKNjvOsnGywVDFsJhorwFjYO78YQGcD6qlDs28e4xQT_m11I_UMzpjeHNtqpT1nqwNcr5UDYoMFfWQHWGMEtOqXeyf7WQ7IDyay-/s400/IMG_20190414_172457.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Ruinas de Áulide</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Muy cerca de Áulide se encuentra la ciudad eubea de Calcis. De allí procedían las mujeres que forman el coro de la tragedia de Eurípides <i>Ifigenia en Áulide</i>. Han cruzado el Euripo, el estrecho canal que separa Eubea del continente, para contemplar las naves y el campamento de los aqueos. Nosotros hacemos el camino en sentido inverso. Chalkida, nombre actual de Calcis, es un buen sitio para pasar la noche después de un día tan intenso.<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>ἔμολον ἀμφὶ παρακτίαν</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>ψάμαθον Αὐλίδος ἐναλίας</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Εὐρίπου διὰ χευμάτων</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>κέλσασα στενοπόρθμων,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Χαλκίδα πόλιν ἐμάν προλιποῦσ'</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i> He llegado a la arena</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>costera de la marina Áulide</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>arribando por las corrientes</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>de estrechos pasos del Euripo,</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>tras abandonar mi ciudad de Calcis.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;">Eurípides, <i>Ifigenia en Áulide</i>, 164-168. </span></div>
<br /></div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-34620351760613898752019-04-27T12:12:00.001-07:002021-02-09T04:24:30.504-08:00Cántame un mito<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfSZpom5hndYPf_gYEfPCLinS-pD_i6jz_9BzoPVWipnoIm6QWrLAyoqSnICiMD9yFKZvW_brBcKgv6N_Vkxf62bfznp_9do7GHc1fl2D7Wd13NqRRoitTw2s0N6psc_woQQVyjtK1ERSU/s1600/logo+ondair%25C3%25A9n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1141" data-original-width="1598" height="228" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfSZpom5hndYPf_gYEfPCLinS-pD_i6jz_9BzoPVWipnoIm6QWrLAyoqSnICiMD9yFKZvW_brBcKgv6N_Vkxf62bfznp_9do7GHc1fl2D7Wd13NqRRoitTw2s0N6psc_woQQVyjtK1ERSU/s320/logo+ondair%25C3%25A9n.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Desde hace varios cursos viene funcionando en el instituto una emisora de radio, OndAirén, abierta a la participación de toda la comunidad educativa. Los programas se emiten durante los recreos, pero se pueden escuchar en cualquier momento gracias al <b><a href="http://ondairen2.blogspot.com/" target="_blank">blog de OndAirén</a></b> y a su cuenta en <b><a href="https://www.ivoox.com/podcast-ondairen_sq_f1270659_1.html" target="_blank">ivoox</a></b>.</div>
<div style="text-align: justify;">
Nuestra compañera Sagrario Patón, profesora de inglés, es la actual responsable de la emisora y ha organizado un <b><a href="http://centroformacionprofesorado.castillalamancha.es/comunidad/crfp/recurso/radio-escolar-ondairen-taller-de-radio-educativa/233f72d9-8431-410b-92d4-3dc7255e3c5a" target="_blank">taller de radio educativa</a></b>, en el que nos ha animado a colaborar. Desde la clase de griego de 1º de Bachillerato hemos participado con un programa al que hemos titulado <i><b>Cántame un mito</b></i>. Aprovechando que estábamos trabajando sobre las leyendas y los personajes relacionados con la guerra de Troya, hemos seleccionado algunos de los episodios más conocidos para resumirlos en antena, y hemos buscado canciones de diversos estilos relacionadas con ellos. El resultado se puede escuchar a continuación.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" id="audio_33752482" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_33752482_4_1.html?c1=ff6600" style="border: 1px solid #EEE; box-sizing: border-box; width: 100%;"></iframe>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" id="audio_33902946" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_33902946_4_1.html?c1=ff6600" style="border: 1px solid #EEE; box-sizing: border-box; width: 100%;"></iframe>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" id="audio_34160772" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_34160772_4_1.html?c1=ff6600" style="border: 1px solid #EEE; box-sizing: border-box; width: 100%;"></iframe>
<iframe id='audio_34711198' frameborder='0' allowfullscreen='' scrolling='no' height='200' style='border:1px solid #EEE; box-sizing:border-box; width:100%;' src="https://www.ivoox.com/player_ej_34711198_4_1.html?c1=ff6600"></iframe>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" id="audio_34974873" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_34974873_4_1.html?c1=ff6600" style="border: 1px solid #EEE; box-sizing: border-box; width: 100%;"></iframe></div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-70998699357636999422019-04-08T11:26:00.000-07:002019-04-08T11:26:13.331-07:00Gorgonas y Ateneas<div style="text-align: justify;">
Llevo varios años pasando casi a diario por delante de la misma casa. Se trata de una vivienda como tantas otras de Tomelloso, ni muy antigua, ni muy moderna, con la fachada remozada y pintada regularmente. Tiene una puerta principal de madera y otra más grande, de chapa, para acceder a la cochera.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9VqGhQW0hqu6dWDUBBL-3ZYxj8H4ZTD8BuN2R_OeUAJwXkiwNcbA9AM-g2uGY6MCnAMhEf6nbgzsCkDzBVRpILeDCbdrJwyFt_EnOZwc4PsoiIXmONkA30BLunYc6lW5-HM6OtcdNfczj/s1600/3bIMG_20190404_182819.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9VqGhQW0hqu6dWDUBBL-3ZYxj8H4ZTD8BuN2R_OeUAJwXkiwNcbA9AM-g2uGY6MCnAMhEf6nbgzsCkDzBVRpILeDCbdrJwyFt_EnOZwc4PsoiIXmONkA30BLunYc6lW5-HM6OtcdNfczj/s400/3bIMG_20190404_182819.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Recientemente he reparado en un detalle que hasta ahora no había llamado mi atención. En la parte inferior de la puerta de chapa hay dos apliques de forja en los que nunca me había fijado, quizás por encontrarse casi a la altura del suelo. Se trata de dos pequeñas cabezas rodeadas por motivos vegetales.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjra7Xoi1FMlkK2Y5IAeb276X30Rgbol5cd65hMOwGpSsclQ8CxmrQNKGmD3gbdSjb_VlwNiSHHSzC80BJ0l1yNheW0MAPojoHzafQDY4cGPrVpGsvjpDP5Zj2iz7-1TuHa0qSrJXu0M_HP/s1600/6IMG_20190323_191113.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjra7Xoi1FMlkK2Y5IAeb276X30Rgbol5cd65hMOwGpSsclQ8CxmrQNKGmD3gbdSjb_VlwNiSHHSzC80BJ0l1yNheW0MAPojoHzafQDY4cGPrVpGsvjpDP5Zj2iz7-1TuHa0qSrJXu0M_HP/s400/6IMG_20190323_191113.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPZGeW5mxEJueYbr0STSOfBi8PCa6wo0OTO_V76BltVHTMYo1-9paNpFFlo_f6gGQDYROWinkJpuLc7Q6LuR_3sli1bP8-DHl6q1OGJH2jJ1LgYw65HbRiPiWQWJxGmR-akb9seKaUo2pX/s1600/7IMG_20190323_191121.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPZGeW5mxEJueYbr0STSOfBi8PCa6wo0OTO_V76BltVHTMYo1-9paNpFFlo_f6gGQDYROWinkJpuLc7Q6LuR_3sli1bP8-DHl6q1OGJH2jJ1LgYw65HbRiPiWQWJxGmR-akb9seKaUo2pX/s400/7IMG_20190323_191121.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Las sucesivas capas de pintura no permiten distinguir bien los rasgos, pero a primera vista parecen los rostros de dos gorgonas, con su característica cabellera de serpientes. También podría tratarse de imágenes de Apolo o Ártemis, si el adorno en forma de lazo que lucen sobre la frente fuera un <i>cróbilos</i>, ese peculiar moño con el que se suele representar a estas dos divinidades.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMWgKbA0mQIWl5cX3ppECbuOeY-BhzZXOkE48_FFYA9_ccNV5c-bOCKsfXpsmFwWLK_OUoj3xogJlqtBnY_rXAoPKSTm5IP8vzZxbVOCQb-6V7LdraDQQyOs__F0sFm-F3bDbJW6v57a0L/s1600/10IMG_20190323_191045.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMWgKbA0mQIWl5cX3ppECbuOeY-BhzZXOkE48_FFYA9_ccNV5c-bOCKsfXpsmFwWLK_OUoj3xogJlqtBnY_rXAoPKSTm5IP8vzZxbVOCQb-6V7LdraDQQyOs__F0sFm-F3bDbJW6v57a0L/s400/10IMG_20190323_191045.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgm6c6AgsxfB2_2dUkpkvV38X5lUWcYxI5KhWKQdmPdgy5R1Bpr1TjPXuNNlmCMGPaHPaeKDY42Y_D51BbKSM16toP7AeWRnGWnPBkENfL-vZD_8FASIelInQfN32_NAx1eNdlOyhyphenhyphencZenP/s1600/11IMG_20190323_191053.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgm6c6AgsxfB2_2dUkpkvV38X5lUWcYxI5KhWKQdmPdgy5R1Bpr1TjPXuNNlmCMGPaHPaeKDY42Y_D51BbKSM16toP7AeWRnGWnPBkENfL-vZD_8FASIelInQfN32_NAx1eNdlOyhyphenhyphencZenP/s400/11IMG_20190323_191053.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
En cualquier caso, yo prefiero pensar que se trata de dos gorgonas, que aquí, a dos manzanas de mi casa, en un pueblo manchego y en pleno siglo XXI, siguen cumpliendo con la misma función apotropaica que tenían hace más de 2.500 años en la antigua Grecia: alejar las malas influencias y mantenerlas apartadas del hogar. Ahora me fijo en ellas siempre que paso y he empezado a mirar con más atención los adornos de estas modestas puertas de chapa. Así he descubierto otros motivos que, como las gorgonas, parecen querer ahuyentar a los malos espíritus. He encontrado una cabeza masculina difícil de identificar en los llamadores de un par de puertas, y dos sencillas cabezas de león en los pomos de otra.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4HW6ec16yyUoEG3SU0ymDSXSc0XxuvYyk9hhnJRdmhSReMD5k1H1S6PIeS1TdmLE9jollcvk7bdaoR8m11haKtIFFkzWLQEj3rKj1dgvoWZdWPOsc9fYWpvEvsohQXnqK5ABwU2xFqPHK/s1600/13IMG_20190403_193126.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4HW6ec16yyUoEG3SU0ymDSXSc0XxuvYyk9hhnJRdmhSReMD5k1H1S6PIeS1TdmLE9jollcvk7bdaoR8m11haKtIFFkzWLQEj3rKj1dgvoWZdWPOsc9fYWpvEvsohQXnqK5ABwU2xFqPHK/s320/13IMG_20190403_193126.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGk2NBfR3plglvP4B7nQ-rD3huoUhXTPjAivbVQhpjvU19Uj1Gij5zJ7EOgX7BGT11LWKSoCPC-i3VdhQ2OOYVwcsEbEYgIS_UGwTpfsTFmL4ICMs37TiJsKbbCfG2f75yvplHm-AOZGNC/s1600/15IMG_20190324_132558.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGk2NBfR3plglvP4B7nQ-rD3huoUhXTPjAivbVQhpjvU19Uj1Gij5zJ7EOgX7BGT11LWKSoCPC-i3VdhQ2OOYVwcsEbEYgIS_UGwTpfsTFmL4ICMs37TiJsKbbCfG2f75yvplHm-AOZGNC/s400/15IMG_20190324_132558.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgilHsfI5M6YV73K72l_pexau_8BTl4uoAMEScnGhRWgFIcUowpZBrGR95oWOwoQqiIlTSYh6YDHdnWQNivT8lCbXUQfe7jvQQ4b7m9W5dB1twU-L_qniiUkkCnMzkv_fsRsPWhN_16nddg/s1600/18IMG_20190324_130322.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgilHsfI5M6YV73K72l_pexau_8BTl4uoAMEScnGhRWgFIcUowpZBrGR95oWOwoQqiIlTSYh6YDHdnWQNivT8lCbXUQfe7jvQQ4b7m9W5dB1twU-L_qniiUkkCnMzkv_fsRsPWhN_16nddg/s400/18IMG_20190324_130322.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPhEQcwm84T1TW_mja5P4IrhTwJYIOez3GEjI_XpKM7dycm0ohxpwhJxKZrsE_voIhfDONyow9a7gVtUsNeUIHHqxu7B3qIIlA6PJoAXZajsdS3X27L0SbJuhRAR3mtHpUj3UEa3F5sHfA/s1600/19IMG_20190403_192627.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPhEQcwm84T1TW_mja5P4IrhTwJYIOez3GEjI_XpKM7dycm0ohxpwhJxKZrsE_voIhfDONyow9a7gVtUsNeUIHHqxu7B3qIIlA6PJoAXZajsdS3X27L0SbJuhRAR3mtHpUj3UEa3F5sHfA/s320/19IMG_20190403_192627.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFzCWTIwHItJDDWPzU58gwQJ9BOgDgfEddn4PDZNpiazzyS2djT-ejHmKZHcs6TTqit7zdBOfppz232B1uwpeSN2aZmGj-YWDeqAYcHg78U2zH6gfurv_7BOfBPxLtKnsTJfjP9owvVRF5/s1600/22IMG_20190324_132411.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFzCWTIwHItJDDWPzU58gwQJ9BOgDgfEddn4PDZNpiazzyS2djT-ejHmKZHcs6TTqit7zdBOfppz232B1uwpeSN2aZmGj-YWDeqAYcHg78U2zH6gfurv_7BOfBPxLtKnsTJfjP9owvVRF5/s400/22IMG_20190324_132411.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
Mientras paseo por Tomelloso con la mirada preparada para nuevos descubrimientos me he acordado de otra casa que sí llamó mi atención la primera vez que la vi, pero por la que no paso muy a menudo. Decido acercarme a verla. La fachada está pintada de un verde poco habitual por estos lares y tiene un bonito mirador acristalado en la planta superior. La puerta de entrada y las ventanas de la planta baja están adornadas con frisos en relieve presididos por sendas cabezas de Atenea. Al llegar frente a la casa en cuestión descubro con sorpresa que unos operarios están picando desde un andamio móvil uno de los frisos de la segunda planta. El inmueble lleva tiempo abandonado y supongo que hay riesgo de que los relieves se desprendan sobre la acera. Puede que las Ateneas tengan las horas contadas.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv9eZnZ25iKRUMPCicshIadng5F7s9mIfCcQe9LK8CEZyqo0rszang6ioW4aFmGDGReOG1KITa_p3JL4z6l9UuTcK8q596dzfiYlilKdKdC78FHB3eydcPpyf5SNfMJm2N01QZfUjcEsrb/s1600/23IMG_20190402_201205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv9eZnZ25iKRUMPCicshIadng5F7s9mIfCcQe9LK8CEZyqo0rszang6ioW4aFmGDGReOG1KITa_p3JL4z6l9UuTcK8q596dzfiYlilKdKdC78FHB3eydcPpyf5SNfMJm2N01QZfUjcEsrb/s400/23IMG_20190402_201205.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRB0i3qh0bpaqX5qRfUZLG5dzWHZYx1G88eeMrTeOEXM7_URG2mHT-lW3QtLpUarKufKbWQ6REMAhrum1AKh89QKrXrmZ3fJI-hwiBwWsTtAQI-Ed2MMPlyHtwDi8pzrMSvQ2K4i4pI-XL/s1600/IMG_20190402_201142.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRB0i3qh0bpaqX5qRfUZLG5dzWHZYx1G88eeMrTeOEXM7_URG2mHT-lW3QtLpUarKufKbWQ6REMAhrum1AKh89QKrXrmZ3fJI-hwiBwWsTtAQI-Ed2MMPlyHtwDi8pzrMSvQ2K4i4pI-XL/s400/IMG_20190402_201142.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1ba-evwn5NnL0RxI_CtizMJGDMSpskmmm7q5AEUPydwZm173EkttGsv5e2zyWxrQ-l7NGDInuvHbunINpUdOVcSnJaN4o3DwAqyBCxqzgWfHftaTAam8tt3enWvdAvXaR3zFtj3qB8GDc/s1600/IMG_20190402_201304.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1ba-evwn5NnL0RxI_CtizMJGDMSpskmmm7q5AEUPydwZm173EkttGsv5e2zyWxrQ-l7NGDInuvHbunINpUdOVcSnJaN4o3DwAqyBCxqzgWfHftaTAam8tt3enWvdAvXaR3zFtj3qB8GDc/s400/IMG_20190402_201304.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4Af8FIAJJfxTWlLJ5GfnVZDcfVNSajhvv-V6w3OIMRi9z4z6Zdekeg5QKw7f2OF_WzYmsNL1qgENKbjfjXV4GzUbXszqE3MQGa5hTCoyI5iAzRF5I1CS2b2wWCFAOxaynsujcOWqtte_5/s1600/IMG_20190402_201329.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4Af8FIAJJfxTWlLJ5GfnVZDcfVNSajhvv-V6w3OIMRi9z4z6Zdekeg5QKw7f2OF_WzYmsNL1qgENKbjfjXV4GzUbXszqE3MQGa5hTCoyI5iAzRF5I1CS2b2wWCFAOxaynsujcOWqtte_5/s400/IMG_20190402_201329.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Parece una extraña casualidad que, el mismo día en que he sentido el impulso de acercarme a esta casa, los adornos que la hacen tan peculiar estén a punto de desaparecer. Es como si las dos pequeñas gorgonas hubiesen querido advertirme del peligro que corrían las Ateneas que habitan unas manzanas más allá. No en vano gorgonas y Ateneas están íntimamente relacionadas: la diosa de la inteligencia lucía en su pecho, sobre la égida, la terrible cabeza de Medusa.<br />
<br />
He vuelto pasados unos días para ver si seguían las obras en la fachada. Han desaparecido todos los frisos de la planta superior. En su lugar hay unos parches de yeso gris. Ya no está el andamio y, aunque la acera sigue vallada, no hay nadie trabajando. Parece que las Ateneas de la planta baja se han salvado de momento.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt055AqoOWrzDAU0nMW_K5kFK4wD8qJrzrwlMMHt8btfduYGUN_mgwGRthJYnEtQcMzOERKvwdUf_sJekx5DxfriTkx9c37k39NFnqYrPbcRNWHCQW7zI-fdaQn302yzImpo7G6aZEqJn3/s1600/IMG_20190404_183115.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt055AqoOWrzDAU0nMW_K5kFK4wD8qJrzrwlMMHt8btfduYGUN_mgwGRthJYnEtQcMzOERKvwdUf_sJekx5DxfriTkx9c37k39NFnqYrPbcRNWHCQW7zI-fdaQn302yzImpo7G6aZEqJn3/s400/IMG_20190404_183115.jpg" width="400" /></a></div>
<span id="goog_1318796542"></span><span id="goog_1318796543"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsoo1pVNbBe8n1I2h7lxo2ufztuHvV-L2DGT6NwB3dB_M32vPNKr2tWZvVjvmbV0Z9e6vu7hJ31CRj6geOkom3tR1fsbyNtH2_2vyoVxtxRYbdwO8NcYBvS9t3hfSAZcSROQmC6Q4pqAn5/s1600/IMG_20190402_201240.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsoo1pVNbBe8n1I2h7lxo2ufztuHvV-L2DGT6NwB3dB_M32vPNKr2tWZvVjvmbV0Z9e6vu7hJ31CRj6geOkom3tR1fsbyNtH2_2vyoVxtxRYbdwO8NcYBvS9t3hfSAZcSROQmC6Q4pqAn5/s400/IMG_20190402_201240.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br /></div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-37500462108791029892019-02-24T14:40:00.000-08:002019-02-24T14:40:04.867-08:00Cartas de los hombres<div style="text-align: justify;">
Hace ya más de dos mil años que Publio Ovidio Nasón dio voz en sus <b><i>Heroidas</i></b> a alguna de las figuras femeninas más célebres de la mitología. En esta colección de cartas poéticas, compuesta en dísticos elegíacos, Penélope, Medea, Helena, Fedra y Ariadna, entre otras, dirigen sus quejas, reproches e inquietudes a sus respectivos esposos o amantes. Las seis últimas cartas están agrupadas por parejas y en ellas cada una de las protagonistas responde a los argumentos planteados por su compañero en la misiva precedente. Pero la mayoría de estas cartas de mujeres quedan sin respuesta, a la espera de que lleguen a sus destinatarios.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnCdJ60pBwWmNGtAMZJIhgqWPKq_45R9jQ-0yBSGI61WGH-f-FBm47M7-MnDqWvWA7mZNFHmLrGtE7LvnHLGMnQTE4xwXQW1-eR_Hsk5gZ7-4dtJ8cIpkC0a1_zIox5QFaeUaBT46SLpfa/s1600/Ovidius1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="265" data-original-width="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnCdJ60pBwWmNGtAMZJIhgqWPKq_45R9jQ-0yBSGI61WGH-f-FBm47M7-MnDqWvWA7mZNFHmLrGtE7LvnHLGMnQTE4xwXQW1-eR_Hsk5gZ7-4dtJ8cIpkC0a1_zIox5QFaeUaBT46SLpfa/s1600/Ovidius1.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Publio Ovidio Nasón</span></td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Otros escritores antes que Ovidio habían hecho el esfuerzo de meterse en la piel de las mujeres para intentar comprender los sentimientos y emociones del alma femenina. Nos podríamos remontar hasta Estesícoro, el poeta lírico griego que, según la leyenda, perdió la vista por ofender a Helena en uno de sus poemas. Habría recuperado la visión tras componer su <b><i>Palinodia</i></b>, una nueva versión del mito en la que la reina de Esparta salía mejor parada. Sabemos también que entre los ejercicios retóricos del sofista Gorgias se incluía un <b><i>Encomio de Helena</i></b>, en el que se justificaba a la denostada heroína, acusada habitualmente de haber provocado la guerra de Troya. La influencia sofística es evidente en Eurípides y en los personajes femeninos de sus tragedias: esas Medeas, Hécubas, Andrómacas o Fedras que reivindican con pasión, pero también con sólidos argumentos retóricos, su dignidad, al tiempo que denuncian las injusticias a las que se ven sometidas. Es un hecho conocido que Eurípides no gozó del favor de sus contemporáneos, que contemplaban escandalizados a unas mujeres que no reprimían sus emociones y no se sometían en silencio a la autoridad del varón. Sin embargo, en épocas posteriores sus tragedias se volvieron las favoritas del público y su influencia se extendió hasta la literatura latina. No sólo el teatro de Séneca, sino también las <b><i>Heroidas</i></b> de Ovidio beben en última instancia de las fuentes de Eurípides.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrIPJJjC7eFNKg1_B4oaVFAAgYpcD5xlj-VLaA7dGYnAPB4BSUrTGVaNs_8Rf0pkTxho4NJhCSTbUvtHtmo2KpNLUm2Ibc0verndkBOP1ZLd7NQiyDmmg-0TY9iaenX9AZuL4jJziH7Tlb/s1600/Heroidas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1054" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrIPJJjC7eFNKg1_B4oaVFAAgYpcD5xlj-VLaA7dGYnAPB4BSUrTGVaNs_8Rf0pkTxho4NJhCSTbUvtHtmo2KpNLUm2Ibc0verndkBOP1ZLd7NQiyDmmg-0TY9iaenX9AZuL4jJziH7Tlb/s400/Heroidas.jpg" width="262" /></a></div>
<br />
Como decíamos al principio, esas cartas de mujeres, salidas de la pluma de Ovidio, fueron enviadas hace ya dos mil años, pero quedaron sin respuesta. Aunque sabemos cómo acabaron las historias de sus protagonistas, resulta tentador preguntarse qué habrían respondido Hércules, Jasón o Aquiles si las hubieran leído, cómo habrían justificado sus acciones Ulises, Hipólito o Eneas. Ese es el reto que se ha propuesto <a href="http://www.gracielarodriguez.es/" target="_blank">Graciela Rodríguez Alonso</a> (Santander, 1958) en sus <span style="color: #38761d;"><b><a href="https://www.lahuertagrande.com/publicacion/cartas-de-los-hombres/" target="_blank"><i>Cartas de los hombres</i></a></b></span>, publicadas por la editorial <i>La Huerta Grande</i>.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Al leer las </i><b>Heroidas </b><i>me identifiqué, primero, con cada una de las
remitentes para, después, ponerme en el lugar de los verdaderos
destinatarios, los hombres a quienes ellas adoraban, imprecaban,
anhelaban o maldecían sin recibir respuesta. Sólo el silencio.</i></span></blockquote>
La autora ha desarrollado su carrera profesional en el mundo de la informática, pero demuestra una sólida formación literaria, que le ha permitido resolver brillantemente el desafío de escribir las respuestas a las epístolas de las heroínas de Ovidio. En un proceso inverso al del poeta latino, penetra en el alma masculina para intentar comprender y justificar su modo de actuar. Hay una diferencia formal con el precedente ovidiano. Estas cartas están escritas en prosa, aunque con un estilo que recoge las figuras e imágenes de la literatura clásica y no desentona con el original latino, mucho menos con la prosa en la que están escritas las traducciones modernas de las <i><b>Heroidas</b>.</i><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYBCK29vz0DzvSiP25H_Zu4VuxYrVVPj4lgy7qra2bUSju84DZnbKn3Q9zS3ULA83gFwrx5ePeVVvqlxn1T9cceMLHemdkW83panDGEGxmTBTT3w9_wDspPePZy2-vLgUDyqu1_V83f-D7/s1600/Cartas+de+los+hombres.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1174" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYBCK29vz0DzvSiP25H_Zu4VuxYrVVPj4lgy7qra2bUSju84DZnbKn3Q9zS3ULA83gFwrx5ePeVVvqlxn1T9cceMLHemdkW83panDGEGxmTBTT3w9_wDspPePZy2-vLgUDyqu1_V83f-D7/s400/Cartas+de+los+hombres.jpg" width="292" /></a></div>
<i><br /></i>
<i><span id="goog_77579427"></span><span id="goog_77579428"></span><br /></i>
En la obra de Graciela Rodríguez Alonso se incluyen sólo cartas de hombres. Las redactan aquellos héroes a los que las heroínas de Ovidio dirigieron sus palabras. Como señala la autora en la introducción, lo más doloroso para el que escribe una carta es la falta de respuesta.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<i> <span style="color: #6aa84f;">Todo aquel que haya escrito una carta sabe qué efectos pueden provocar esas páginas desde el momento en que se envían. Uno se desprende de ellas aguardando una respuesta, sin poder apartarlas de su mente, temiendo -sobre todo si son de alguien muy querido- que se extravíen en algún lugar del camino, calculando cuánto tardarán en llegar, imaginando cuándo serán leídas, qué efecto provocarán y cómo serán respondidas. No hay nada más decepcionante que la ausencia de respuesta.</span></i></blockquote>
La mayoría de las cartas del libro son respuestas directas a las compuestas por Ovidio, a cuyos argumentos replican punto por punto. Se podrían leer a continuación de su precedente latino. Es el caso de la de Odiseo a Penélope, la de Jasón a Medea, o la de Paris a Enone, por citar sólo algunos ejemplos. Otras cartas, aunque presentan los mismos protagonistas, no responden a las cartas de Ovidio, porque están escritas en un momento diferente de la relación entre los personajes. Así Teseo escribe a Ariadna desde Creta, poco antes de partir hacia Atenas, mientras que la carta que Ovidio puso en boca de Ariadna está fechada en Naxos, después de haber sido abandonada por Teseo. Un tercer grupo de cartas son totalmente originales e introducen interlocutores que no aparecían en la obra de Ovidio. Y es que la autora, después de contestar a las cartas que quedaron sin respuesta, no puede resistirse a la tentación de imaginar qué palabras habría podido dirigir Aquiles a Deidamía, al enterarse de que había engendrado un hijo con ella, o un Odiseo ya anciano a Circe, añorando desde Ítaca las aventuras pasadas.<br />
<br />
Los sentimientos expresados en estas <b><i>Cartas de los hombres</i></b> varían según los casos. En unas encontramos compasión, compromiso y amor sincero, aunque combinados con reproches motivados por los celos o la impaciencia. En otras el tono predominante es el rechazo, cuando no el desprecio más absoluto, como en los casos de Jasón y Medea, o Hipólito y Fedra. En ocasiones aparece la sorpresa, como en la carta antes citada de Teseo a Ariadna. El héroe ha descubierto en el laberinto que Ariadna visitaba regularmente al Minotauro, que éste la amaba, que no es sólo el aspecto lo que nos hace monstruosos.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Asterión ha muerto, pero en cada uno de nosotros habita un monstruo que grita en soledad. No hay salida, Ariadna, no hay hilo ni espada ni alas de cera que nos libren de nuestro monstruo particular. Imaginas que hay un lugar a salvo lejos de Creta, sueñas con una vida sin laberinto al otro lado del mar. No existe. Huir no es la solución, ya sabes cuál ha sido el final de Ícaro. De nada sirve ocultar nuestras culpas, mantener en secreto nuestros deseos, confiar en los dioses. Sólo nos queda vivir como mortales atados a un hilo cuya longitud depende de la decisión del destino. Y no volver a preguntarnos por la salida.</i></span></blockquote>
Como vemos a la autora le gusta innovar sobre las historias habitualmente transmitidas o rebuscar en tradiciones diferentes del mito. Así, en la carta de Demofoonte a Filis retoma una versión poco conocida del abandono de Ariadna. El barco de Teseo no llega a Naxos, sino a Chipre, arrastrado por una tempestad, y Ariadna, enferma y embarazada, se queda allí al cuidado de las mujeres de la isla. Cuando Teseo regresa a por ella ha fallecido en el parto.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3mfR14mdze7HdoyZOKzk-Y8oNWqo6zwpGGjC8brtl6_bdYTrYUc95zqUTnzFRtjGNqzfrkbzefIizDNYWEy7Qvf83FdJmpWL0R-2FgkcXRCeT61zYt4uUzVk4NHN_-RWAmTRo-erNs1P6/s1600/Ariadna.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="709" data-original-width="1200" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3mfR14mdze7HdoyZOKzk-Y8oNWqo6zwpGGjC8brtl6_bdYTrYUc95zqUTnzFRtjGNqzfrkbzefIizDNYWEy7Qvf83FdJmpWL0R-2FgkcXRCeT61zYt4uUzVk4NHN_-RWAmTRo-erNs1P6/s400/Ariadna.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;"><i>Ariadna en Naxos. </i>Evelyn De Morgan. 1877</span><br /><i></i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
En el caso de Eneas la innovación es todavía más audaz. El héroe troyano menciona una carta que ha recibido de Dido, la heroida VII de Ovidio, y que no tiene intención de abrir, porque su misiva está dirigida a Ana, la hermana de Dido. Es de ella de quien está enamorado y le exhorta a partir con él hacia Italia:<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>No tengo para Dido palabras de alivio ni tampoco de esperanza. Sólo piedad. Para ti, Ana, tengo los mismos deseos que en cada una de nuestras noches has escuchado. No pierdas tiempo. Sígueme.</i></span></blockquote>
En la misma línea se sitúa la carta de Odiseo a Helena, en la que, desencantado por la vida que ha llevado desde su regreso, recuerda su pasado con nostalgia:<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Soy Nadie, soy casi Cualquiera, soy Todos aguardando en una isla que durante demasiados años confundí con el hogar definitivo. </i></span></blockquote>
En general los remitentes de estas cartas no se muestran caprichosos o insensibles, como podría deducirse de algunos argumentos expresados por las heroínas ovidianas. Graciela Rodríguez nos presenta la otra cara de la moneda, humanizando a estas grandes figuras de la mitología, revelando su hartazgo por una vida que no han elegido, agobiados por el peso del destino, por el lado más amargo del heroísmo. Resuenan en nuestros oídos las palabras que Orestes dirige a Hermíone: <span style="color: #6aa84f;"><i>sufrimos el castigo de ser hijos de nuestros padres</i></span>; o las que Aquiles escribe a Deidamía desde Troya: <span style="color: #6aa84f;"><i>la vida del más sencillo de los labriegos es preferible a la del rey de todos estos muertos cargados de gloria que cubren los campos hasta donde alcanza la vista</i></span>.<br />
<br />
El libro se cierra con un epílogo firmado por <span style="color: #6aa84f;"><i>un amigo de Ovidio Nasón</i></span>, el profesor Vicente Cristóbal, buen conocedor y traductor de la obra del poeta de Sulmona. La autora ha sido alumna de sus clases de <i>Tradición Clásica</i> en la Universidad Complutense de Madrid y estas <b><i>Cartas de los hombres</i></b> son un magnífico ejemplo de la vigencia de esa tradición, que no es mero estudio anticuario del pasado, sino diálogo fructífero que sigue sirviendo como fuente de inspiración inagotable en pleno siglo XXI.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilZHGH1ILK-1smUeCP0ZlywIpRF5cbb_zTeBchnbDQYer3TIcKItEqf6oH2iph6Q2gxnfw5yjUI-OVLg7VWjgP2_BC_ji6DvQf2FiTloYsh1NW9L6weyU4PAyZS1qVv-tGVDaUQ8wa7t7I/s1600/GRACIELA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1130" data-original-width="1600" height="281" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilZHGH1ILK-1smUeCP0ZlywIpRF5cbb_zTeBchnbDQYer3TIcKItEqf6oH2iph6Q2gxnfw5yjUI-OVLg7VWjgP2_BC_ji6DvQf2FiTloYsh1NW9L6weyU4PAyZS1qVv-tGVDaUQ8wa7t7I/s400/GRACIELA.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Graciela Rodríguez Alonso</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-56217795978303158292018-11-10T10:26:00.002-08:002018-11-10T10:26:30.426-08:00Grecia, viaje de otoño<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><b><a href="http://www.xaviermoret.com/" target="_blank">Xavier Moret</a></b></span> (Barcelona, 1952) es un periodista y reportero de viajes, colaborador habitual de <i>El Periódico</i>. Ha publicado varios libros en los que recoge sus experiencias viajeras por los Estados Unidos, Australia, Islandia, Hong Kong o Armenia. El último, que lleva por título <i><b><span style="color: #38761d;"><a href="https://www.planetadelibros.com/libro-grecia-viaje-de-otono/210062" target="_blank">Grecia, viaje de otoño</a></span></b> (Grècia, viatge de tardor), </i>nos ofrece su visión personal del país heleno y ha sido editado por <i>Península</i>.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-x5VNgLRBP1bFxqCMNxEpF6o2mpTvnidQb5B4kLRgMUtmbktO_DMdkK0haTA7I8gvJtIFcbgCLhxJ7esN6O_YilnyoFH06IXPPlkgMNKhAME94MxMhYIlSv6l23X7UmVDcaPJrRZ-6cXP/s1600/Grecia%252C+viaje+de+oto%25C3%25B1o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1010" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-x5VNgLRBP1bFxqCMNxEpF6o2mpTvnidQb5B4kLRgMUtmbktO_DMdkK0haTA7I8gvJtIFcbgCLhxJ7esN6O_YilnyoFH06IXPPlkgMNKhAME94MxMhYIlSv6l23X7UmVDcaPJrRZ-6cXP/s400/Grecia%252C+viaje+de+oto%25C3%25B1o.jpg" width="251" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Grecia no es un destino nuevo para el autor. Desde que lo descubriera, allá por los años 70, ha vuelto a visitarlo en varias ocasiones. El libro podría ser un compendio de todas esas visitas, pero se centra en un viaje reciente por un país en tiempos de crisis, emprendido en otoño, fuera de temporada, para saldar una deuda, cumplir con un propósito que ya presentía Moret en aquella primera ocasión: escribir un libro sobre Grecia. Se trata de un proyecto ambicioso, según declara en la introducción.</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>Un libro que fuera a la vez la narración de un viaje griego, una descripción de sus maravillosos paisajes, un repaso de su apasionante historia, una revisión de su rica mitología y una reivindicación de un país que está en el origen de la cultura europea, en el origen de todos nosotros.</i></span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
No menos ambicioso es el recorrido, que se inicia en Atenas, el Ática y las islas del golfo Sarónico, prosigue por el Peloponeso y la Grecia continental, y da un salto a Corfú, antes de visitar Creta, las Cícladas y algunas islas del Dodecaneso. De vuelta al continente el autor recorre Tesalónica y Macedonia mientras espera el <i>diamonitirion</i>, el salvoconducto que le permitirá pasar unos días en el Monte Atos. La última parada de este apretado itinerario es Ítaca, la isla de Odiseo.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHvidXK3VdgFYbjte_OjjzynUIBdS53knm5LjcuePE4IqI6XSGvtTjCkgzczp3zecbXehvfYZcfQI7gRR8_OJaAByfx_8EEOw6FFK97GzKaOO50zrZ8CsdagbL1VGuwyjtmPdDyJYAVNX5/s1600/Itaca-Maggio-2013-035.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="640" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHvidXK3VdgFYbjte_OjjzynUIBdS53knm5LjcuePE4IqI6XSGvtTjCkgzczp3zecbXehvfYZcfQI7gRR8_OJaAByfx_8EEOw6FFK97GzKaOO50zrZ8CsdagbL1VGuwyjtmPdDyJYAVNX5/s400/Itaca-Maggio-2013-035.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Ítaca</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
A diferencia de su primer viaje, con 20 años, en autostop y con una mochila a la espalda, en esta ocasión Moret cuenta con buenos contactos en Atenas y Tesalónica. Gracias a ellos, además de acceder al Monte Atos, tendrá el privilegio de pasear por Atenas con un guía de excepción, el novelista Petros Márkaris, y de visitar la Acrópolis acompañado por los arqueólogos responsables de su restauración, que le permiten acceder a sitios vedados a los turistas habituales. Son precisamente los capítulos dedicados a Atenas y al Monte Atos los que resultan más interesantes. Márkaris comparte con el autor sus impresiones, siempre lúcidas, sobre el urbanismo ateniense y la crisis. En la Acrópolis nos subimos a un andamio para contemplar los Propileos desde las alturas. En la Montaña Santa nos contagiamos de esa sensación de viaje en el tiempo que supone adentrarse en sus monasterios.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinozdtvJ66cUsPNKiLbvGREFu7SuPXpV6jjB1_r5u93c4xEkxla6SHZnDa8a276imHuAESwd9gMHzqu8iN-VrwAJVZOvChrnD9pCRq3WZeXuJfcF5BBvS3Yd9Kz4BhP18vlLCus7BhGxfI/s1600/8534728806_722e61939d_z.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="385" data-original-width="640" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinozdtvJ66cUsPNKiLbvGREFu7SuPXpV6jjB1_r5u93c4xEkxla6SHZnDa8a276imHuAESwd9gMHzqu8iN-VrwAJVZOvChrnD9pCRq3WZeXuJfcF5BBvS3Yd9Kz4BhP18vlLCus7BhGxfI/s400/8534728806_722e61939d_z.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">El Partenón visto desde lo alto de los Propileos</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
El resto del libro se resiente de lo apretado del itinerario y da la impresión de intentar abarcar demasiados destinos en poco tiempo. El autor describe los paisajes, las ciudades, los monumentos más significativos, busca los escenarios donde se rodaron películas como <i>Zorba el griego</i>, <i>Los cañones de Navarone </i>o <i>Mamma Mia!</i>, recuerda leyendas mitológicas, evoca el pasado histórico, pero no logra transmitir el alma de los lugares que visita. Sus conversaciones con camareros, recepcionistas de hotel y algún lugareño o extranjero suelen girar en torno a los efectos del turismo, en ocasiones sobre las consecuencias de la crisis, pero no sirven para revelar el carácter de los griegos actuales, tan a menudo ensombrecidos por la grandeza de su pasado a los ojos de los viajeros occidentales. Aunque el subtítulo del libro es <i>Hombres, dioses y templos en la cuna de Europa</i>, los hombres de a pie quedan en un segundo plano ante el peso de la historia. Al autor se le cuela además alguna que otra imprecisión histórica, etimológica y algunos errores en la transcripción de nombres propios. Se trata, por tanto de un libro un tanto desigual, donde destacan aquellos capítulos en los que el viajero se sale de la rutina de lo previsible. Hay que reconocer, no obstante, el oficio de Xavier Moret como cronista de viajes y su sincera admiración por los paisajes y el legado cultural griego.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGPS7Y5luQ4VhkkBd-mD_f-hKTRPSaQbLVP41XcAfMg9lNzROFFna1_MIN-uv1I-z4owEbbJnPVJwGOGIYaZc0swQSbkt3P_qfeF52CP-H-hwl4lQFnCoMc5uAD6_hlpziM-iWs1KUpu7C/s1600/Xavier-Moret-genocidio-persiste-despues_EDIIMA20150222_0158_4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="643" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGPS7Y5luQ4VhkkBd-mD_f-hKTRPSaQbLVP41XcAfMg9lNzROFFna1_MIN-uv1I-z4owEbbJnPVJwGOGIYaZc0swQSbkt3P_qfeF52CP-H-hwl4lQFnCoMc5uAD6_hlpziM-iWs1KUpu7C/s400/Xavier-Moret-genocidio-persiste-despues_EDIIMA20150222_0158_4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"> <span style="color: #38761d;">Xavier Moret</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br /></div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-41706770339509888512018-09-24T14:08:00.000-07:002018-09-24T14:08:35.542-07:00Agamenón de Yannis Ritsos<div style="text-align: justify;">
La editorial <i><span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://www.acantilado.es/persona/yannis-ritsos/" target="_blank">Acantilado</a></b></span> </i>prosigue con la publicación, en edición bilingüe y con traducción de Selma Ancira, de los monólogos dramáticos de tema mitológico escritos por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Yannis_Ritsos" target="_blank">Yannis Ritsos</a> (1909-1990). Los ocho títulos publicados hasta la fecha no siguen un orden cronológico. El último en aparecer ha sido <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://www.acantilado.es/catalogo/agamenon/" target="_blank"><i>Agamenón</i></a></b></span>, compuesto entre 1966 y 1970, una época difícil para el autor, que volvió a sufrir arrestos y deportaciones por sus ideas políticas durante la dictadura de los coroneles. A pesar de las dificultades este fue uno de los períodos más prolíficos de su producción poética.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZy41jCxDNu9aB2zM17bB6sgRTkE_00374tSdtJqyWUQC01WzSJ3lHz_4ZpwaZ9Tov8OVP3KtW2MfREfvZizugcSVr8lhNJWO_RTK3f7XVLl40FajbkzN4rzuX-VK4pIYN96NY6xn2uA4X/s1600/Agamen%25C3%25B3n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="996" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZy41jCxDNu9aB2zM17bB6sgRTkE_00374tSdtJqyWUQC01WzSJ3lHz_4ZpwaZ9Tov8OVP3KtW2MfREfvZizugcSVr8lhNJWO_RTK3f7XVLl40FajbkzN4rzuX-VK4pIYN96NY6xn2uA4X/s400/Agamen%25C3%25B3n.jpg" width="248" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Con <i>Agamenón</i> Ritsos vuelve a ocuparse del drama de los Atridas, que ya le había servido de inspiración para otros dos monólogos: <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2010/01/la-casa-muerta-de-yannis-ritsos.html" target="_blank"><i>La casa muerta</i></a></b></span>, fechado en 1959, y <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2018/01/orestes-de-yannis-ritsos.html" target="_blank"><i>Orestes</i></a></b></span>, redactado entre 1962 y 1970. En paralelo a la composición de <i>Agamenón </i>trabaja en <span style="color: #6aa84f;"><b><a href="http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2012/06/crisotemis-de-yannis-ritsos.html" target="_blank"><i>Crisótemis</i></a></b></span>, que también aborda la trágica historia de la casa real de Micenas. Se trata pues de un tema recurrente, al que Ritsos vuelve una y otra vez para presentarnos un nuevo enfoque y proyectar sobre el pasado mitológico las inquietudes que le ocupan en el presente.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihfiDahOsWr6F0tR1RGF1DWnn7OvTL-wv6L6SDF-5fo7oLxhzgYepLg5y2KdDXeFAzChzEsx7lL_eKDJ1LMPKFLL0Vmigc7-plQigaGkexkP1hv3xwofW1EcCqJfFYhMDzqz5lsBAp0sl3/s1600/Yiannis_Ritsos_in_1984.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="372" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihfiDahOsWr6F0tR1RGF1DWnn7OvTL-wv6L6SDF-5fo7oLxhzgYepLg5y2KdDXeFAzChzEsx7lL_eKDJ1LMPKFLL0Vmigc7-plQigaGkexkP1hv3xwofW1EcCqJfFYhMDzqz5lsBAp0sl3/s320/Yiannis_Ritsos_in_1984.jpg" width="296" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Yannis Ritsos</span></td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Como es habitual en estos monólogos una larga acotación inicial sitúa la acción. Agamenón acaba de regresar triunfante a Micenas, se escuchan los tambores y los vítores de la multitud, el aroma de las hojas de laurel pisoteadas se esparce por el ambiente. Desde lo alto de la escalera, cubierta por una alfombra púrpura, Agamenón se vuelve para saludar a su pueblo. Abajo, tirada en el suelo, Casandra vocifera profecías ininteligibles. Agamenón entra en palacio, se despoja del uniforme, deja su casco en el aparador y se recuesta en un lecho. Le acompaña su esposa, Clitemnestra, que muestra una actitud servicial, pero distante. A ella se dirigen las palabras de Agamenón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #38761d;"><i>Su esposa, bella, severa, imponente, se inclina con una humildad que no casa con su apariencia y le desata las sandalias. Él posa su mano izquierda sobre los cabellos de ella, cuidando de no estropear su precioso peinado. Ella se aparta. Se queda de pie, a cierta distancia. Él sonríe con aire lejano, cansado. Le habla. No se sabe si ella lo escucha.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #38761d;"><i>Ἡ γυναίκα του, ὠραία, αὐστηρή, ἐπιβλητική, σκύβει, μέ μιάν ἀταίριαστη στό ὕφος της ταπεινοφροσύνη, νά τοῦ λύσει τά σανδάλια. Αὐτός ἀποθέτει τ' ἀριστερό του χέρι στά μαλλιά της, προσεχτικά μήν τῆς χαλάσει τήν ὠραία χτενισιά. Ἐκείνη ἀποτραβιέται. Στέκεται ὄρθια, λίγο πιό πέρα. Αὐτός χαμογελάει μακρινά, κουρασμένα. Τῆς μιλάει. Δεν ξέρεις, ἄν τόν ἀκούει.</i></span></blockquote>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZQ-EulYcPKV0y-r4LZ6gPrvvqCdS5gZL7pNwUvDQleuEdnZk_vlEikvUn_Wi_pk6ozfW8PhWoPQlXgE17KUhLPiQHi5maVLYmCe_PKjnsLHmChUI6ixx50C3TCH8S3DDbUkPsGXIWx_AV/s1600/593px-MaskeAgamemnon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="593" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZQ-EulYcPKV0y-r4LZ6gPrvvqCdS5gZL7pNwUvDQleuEdnZk_vlEikvUn_Wi_pk6ozfW8PhWoPQlXgE17KUhLPiQHi5maVLYmCe_PKjnsLHmChUI6ixx50C3TCH8S3DDbUkPsGXIWx_AV/s320/593px-MaskeAgamemnon.jpg" width="316" /></a></div>
<br />
Ritsos nos presenta a un Agamenón fatigado e indiferente ante las aclamaciones, que solicita a su esposa que le prepare un baño.<br />
<br />
<span style="color: #38761d;"><i>Prepárame un baño caliente, muy caliente; -¿ya lo habías preparado?,</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> ¿con hojas de lentisco y de arrayán? Recuerdo su olor,</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> acre, tonificante -un abandono; como si de nuevo olisqueara</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> la niñez con árboles, ríos y cigarras.</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i><br /></i></span>
<span style="color: #38761d;"><i> Ἐτοίμασέ μου ἔνα ζεστό λουτρό, πολύ ζεστό· -τό ἐτοίμασες κιόλας;</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> μέ φύλλα σκίνου καί μυρτιᾶς; Θυμᾶμαι τ' ἄρωμά τους,</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> ἀψύ, τονωτικό -μιά ἐγκατάλειψη· σά νά ὀσμίζεσαι πάλι</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> τήν παιδική ἡλικία μέ δέντρα, μέ ποτάμια, μέ τζιτζίκια.</i></span><br />
<br />
Pero más que una fatiga física Agamenón experimenta una fatiga vital. No le interesa el botín, ni Casandra, ni el sexo. Se siente viejo y tampoco quiere reconocer los efectos del tiempo en el cuerpo de su esposa, así que rehúsa compartir el lecho con ella. Hay una sensación de renuncia a lo largo de todo el monólogo, de lamento por el tiempo perdido buscando la gloria. Resulta inevitable trazar paralelismos entre las palabras de Agamenón y la situación personal de Ritsos, frisando los sesenta años, con una salud delicada y de nuevo perseguido y recluido por sus ideas políticas. Agamenón evoca los largos años pasados en Troya, recuerda a Aquiles, a Patroclo, a los compañeros caídos, y se pregunta si valió la pena tanto sufrimiento, cuánto hubo de heroísmo y cuánto de secreto egoísmo en su lucha.<br />
<br />
<span style="color: #38761d;"><i>Los otros cayeron -verdaderos valientes (pero, quién sabe,</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> con cuánta amargura y cuánto miedo ellos también). No envidié su muerte.</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> Y si encomié su heroísmo fue para ocultar</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> mi secreta gratitud por estar aún con vida -nada heroico.</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i><br /></i></span>
<span style="color: #38761d;"><i> Oἱ ἄλλοι πέσαν -σωστά παλληκάρια, (ὅμωως, ποιός ξέρει,</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> μέ πόση πίκρα, πόσο φόβο κι αὐτοί). Δεν τούς τόν ζήλεψα τό θάνατό τους.</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> Ἄν ἐγκώμιασα τόν ἡρωϊσμό τους, εἶταν γιά νά κρύψω</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> τήν μυστική μου εὐγνωμοσύνη πώς ἐγώ ἀκόμη ζοῦσα -διόλου ἤρωας.</i></span><br />
<br />
Otro tema recurrente en los monólogos de Ritsos es la incomunicación. El interlocutor asiste siempre en silencio a las palabras del protagonista, que parece que hablara para sí mismo, encerrado cada uno en su propio mundo.<br />
<br />
<span style="color: #38761d;"><i> Creo que no me estás escuchando; -parecería que tienes prisa. Cierto. sí todos tenemos </i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> prisa</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> de que el otro calle para poder hablar nosotros. Y cada uno de nosotros</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> no oye sino sus propias palabras. ¿Qué importancia tienen las palabras? Sólo la acción</i></span><br />
<span style="color: #38761d;"><i> se cuenta y cuenta, -como siempre subrayabas.</i></span><br />
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>¿Crees que se habrá enfriado </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> el agua que me preparaste? No hace falta que vengas conmigo;</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> podré arreglármelas solo -me acostumbré allá abajo; y quizá es mejor así.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> Θαρρῶ πώς δέ μ' ἀκοῦς· -σά νά βιάζεσαι. Μά, ναί, ὅλοι βιαζόμαστε</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> νά σταματήσει ὁ ἄλλος, νά μιλήσουμε ἐμεῖς. Καί καθένας μας</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> μονάχα τά δικά του λόγια ἀκούει. Τί σημασία ἔχουν τά λόγια; Μόνο ἠ πράξη</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> μετριέται καί μετράει, -ὅπως τόνιζες πάντα.</i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Λές νἄχει κρυώσει </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> τό νερό πού μού ἐτοίμασες; Δέ χρειάζεται νἄρθεις μαζί μου·</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> τά καταφέρνω μόνος μου -συνήθισα κεῖ κάτω· κ' ἴσως καλύτερα ἔτσι.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjamxoJqtNww93O3ZKgHuMp-OzqrLk_LpvmiUhwKIt9pEHID-NwWcsrwtjjUzVaDJYgbJo0k5639qW9VNpfPFaOd092Phybo1pvOMDkwhOOsNgyqKU7TZRlX8kzndSGX_cylQSoColOgpGV/s1600/museum+of+fine+arts+Boston.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1350" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjamxoJqtNww93O3ZKgHuMp-OzqrLk_LpvmiUhwKIt9pEHID-NwWcsrwtjjUzVaDJYgbJo0k5639qW9VNpfPFaOd092Phybo1pvOMDkwhOOsNgyqKU7TZRlX8kzndSGX_cylQSoColOgpGV/s400/museum+of+fine+arts+Boston.jpg" width="337" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Crátera de figuras rojas con el asesinato de Agamenón. <b><a href="https://www.mfa.org/collections/object/mixing-bowl-calyx-krater-with-the-killing-of-agamemnon-153661" target="_blank">Boston Museum of Fine Arts</a></b>.</span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Con sus frecuentes alusiones al baño Agamenón parece presentir su muerte inminente, e incluso conocer las intenciones de su esposa. Recuerda cómo le flaquearon las piernas al pisar la alfombra roja, por momentos se siente como un cadáver que se contempla a sí mismo, a su alrededor todo tiene la consistencia y la transparencia del vidrio y se apodera de él una extraña clarividencia que le permite vislumbrar lo que hay más allá de los objetos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i>Antes de poner la mano sobre el pomo de la puerta, antes de abrir,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> antes de entrar en la sala, ya he visto el canapé, las sillas,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> y el espejo que reproduce la imagen del muro opuesto con el cuadro</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> de una antigua batalla naval. Antes de entrar en el baño </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> veo las hojas del arrayán flotar en el agua y las caras hinchadas</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> de los vapores subir al techo y agolparse junto al tragaluz. Aun</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> en el momento de mi muerte más o menos distingo.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> Πρίν βάλω τό χέρι μου στό πόμολο τῆς πόρτας, πρίν ἀνοίξω,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> πρίν μπῶ στήν αἴθουσα, ἔχω κιόλας δεῖ τόν καναπέ, τίς καρέκλες,</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> καί τόν καθρέφτη πού εἰκονίζει τόν ἀπέναντι τοῖχο μ' ἔνα κάδρο</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> κάποιας πανάρχαιης ναυμαχίας. Πρίν μπῶ στό λουτρώνα</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> βλέπω τά φύλλα τῆς μυρτιᾶς νά ἐπιπλέουν στό νερό καί τά πρησμένα πρόσωπα</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> τῶν ἀτμῶν ν' ἀνεβαίνουν στό ταβάνι, να συνωθοῦνται στό φεγγίτη. Ἀκόμη</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> ὥς καί τήν ὥρα τοῦ θανάτου μου διακρίνω περίπου.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A pesar de las premoniciones Agamenón no se resiste a su destino. Al final del monólogo él mismo se levanta, resuelto, casi impaciente, y se dirige al baño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Al baño, al baño </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> se va a enfriar el agua, ya se debe haber enfriado. Voy. Tú quédate; -no vale la pena. </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> ¿Insistes? -Ven.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #38761d;"><i>Στό λουτρό, στό λουτρό, </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> Θά κρυώσει τό νερό, θἄχει κρυώσει. Πηγαίνω. Ἐσύ μεῖνε· -δέ χρειάζεται. </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #38761d;"><i> Ἐπιμένεις; -Ἔλα.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como ocurría en las tragedias clásicas, fuera de la escena se desarrolla el sangriento desenlace, del que da cuenta la acotación que cierra la obra: se rompe el silencio con una nueva profecía de Casandra; se escucha ruido de tambores y trompetas; un hombre entra en la sala con una espada ensangrentada, coge el casco que está sobre la consola y vuelve a salir; aparece finalmente Clitemnestra, <span style="color: #38761d;"><i>pálida, esbelta, muy bella</i></span> <span style="color: #38761d;"><i>(ὠχρή, ὐψυλή, πανέμορφη)</i></span>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIBKO1usfQbMvKuOF3dV4bW1CtMd0bUkyDT4Qmka-QmRUjdIS97l0hz5bGsWEdpZ0-CH9aKyQPxWS1-rbhqdbZpmomqwbxR7b4H5eiVV8HgRyrSfmNRiPowmmMhOug4dLtLCd1xbLGiWI3/s1600/ClitemnestraJohnCollier.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="594" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIBKO1usfQbMvKuOF3dV4bW1CtMd0bUkyDT4Qmka-QmRUjdIS97l0hz5bGsWEdpZ0-CH9aKyQPxWS1-rbhqdbZpmomqwbxR7b4H5eiVV8HgRyrSfmNRiPowmmMhOug4dLtLCd1xbLGiWI3/s400/ClitemnestraJohnCollier.jpg" width="237" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #38761d;">Clitemnestra (1893). John Collier. Guildhall Art Gallery.</span></td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<br /></div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6581021871576143050.post-80641290718271663632018-06-19T15:54:00.000-07:002018-06-19T15:54:13.534-07:00Razones para amar el griego (antiguo)<div style="text-align: justify;">
El <i>liceo classico</i> es el itinerario más antiguo y uno de los más exigentes y prestigiosos de la escuela secundaria italiana. En sus cinco años de duración el estudio del latín y el griego ocupa un lugar destacado. El griego clásico es una de las asignaturas más temidas por los estudiantes, que tienen que enfrentarse a una prueba de traducción para superar el <i>examen de madurez</i> que les permite obtener el título. Andrea Marcolongo (Milán, 1987) pasó por las aulas del <i>liceo classico</i> y experimentó los mismos sinsabores, temores y dificultades que sufren la mayoría de sus compañeros ante el estudio del griego, aunque quedó atrapada por esta lengua y más tarde completó los estudios de Filología Clásica. Según ella misma confiesa <span style="color: #6aa84f;"><i>siendo una jovencita me enamoré del griego antiguo; el amor más largo de mi vida, en resumidas cuentas</i></span>. No mucho más tarde, con apenas 30 años, Andrea Marcolongo nos habla de esa historia de amor personal por el griego antiguo en su libro <i><span style="color: #38761d;"><b><a href="https://www.megustaleer.com/libros/la-lengua-de-los-dioses/MES-085824" target="_blank">La lengua de los dioses</a></b></span> (La lingua geniale)</i>.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiclgVReRqPMLYaB1wlqps6Qh1oDw2ISShnrqxnBN9EMd0mBIr29DWIzx3ICZY6vmFULnEeeWCTMVteIlbt4tVkQ2UL02GQ4iys82Tt14jAVQIHg-aXCt2jTTk0Z1H0B-MJI4SKiZ5cJHf2/s1600/IMG_20180619_0004_NEW.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="989" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiclgVReRqPMLYaB1wlqps6Qh1oDw2ISShnrqxnBN9EMd0mBIr29DWIzx3ICZY6vmFULnEeeWCTMVteIlbt4tVkQ2UL02GQ4iys82Tt14jAVQIHg-aXCt2jTTk0Z1H0B-MJI4SKiZ5cJHf2/s400/IMG_20180619_0004_NEW.jpg" width="246" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
La propia autora, en el prólogo a la edición española, describe su libro como un <span style="color: #6aa84f;"><i>relato revolucionario del griego antiguo</i></span> y explica el enfoque que ha pretendido darle:</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #6aa84f;">La lengua de los dioses <i>no es un manual tradicional, un ensayo académico, una clase impartida desde lo alto de la tarima: es una síntesis del alma a través de una lengua antiquísima como la griega que, sin embargo, no ha sido nunca tan moderna.</i></span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Ciertamente no nos encontramos ante un libro convencional. Su autora, que también se considera <i><span style="color: #6aa84f;">rara, muy rara</span>, </i>se centra en lo que el griego tiene de <span style="color: #6aa84f;"><i>irremediablemente distinto</i></span> para intentar comprenderlo. Va recorriendo a lo largo de los capítulos esas rarezas que hacen del griego una lengua fascinante: su forma de expresar el deseo y el aspecto, su distinción de géneros y números, la <i><span style="color: #6aa84f;">anarquía ordenada</span> </i>de los casos o la dificultad de conocer con certeza cómo se pronunciaba. Y sabe hacerlo de una manera apasionada, provocadora y siempre original. En un estilo en el que resuenan los ecos del oscuro Heráclito recurre con frecuencia a frases sentenciosas, que expresan de un modo rotundo y un tanto enigmático algunas de las particularidades de la lengua griega. Sirvan de muestra estos ejemplos:<br />
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>El tiempo, nuestra cárcel: pasado, presente y futuro. Pronto, tarde, hoy, ayer, mañana. Siempre. Nunca.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>El aspecto servía para expresar cómo y qué cosa nace de cada comienzo y de cada final.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Estamos lingüísticamente mudos y no sabemos decir nada sin tiempo.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>El griego, gramaticalmente hablando, contaba hasta tres; uno, dos, dos o más.</i></span></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Cuando una lengua se convierte en la lengua de todos, se convierte de hecho en la lengua de nadie.</i></span></blockquote>
</div>
No menos originales son los ejemplos que utiliza para intentar hacernos comprender ciertas sutilezas de la lengua griega que no tienen correspondencia exacta en nuestras lenguas. Así, para ilustrar las diferencias aspectuales del verbo φεύγω (<i>huir</i>), la autora nos mete <span style="color: #6aa84f;"><i>en la piel, en la cabeza y sobre todo en la lengua</i></span> de un tabernero del Pireo del siglo V a.C. que observa cómo dos borrachos intentan irse sin pagar de su establecimiento.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsFFb6X-R8H3ZXF2CHpqbW1b7xDClMscONWE6pgNxK4RkliRb5pp7yDLYAEun3mq2IOOeB0Ig5cM-IJaZ7cGlcRs_3inBJxpmYUN7uUx8fRqDiSz2jFkY-S7GY4-LlIDBX9j5ntCwhTIVo/s1600/copertina-andrea-1024x793-1024x793.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="793" data-original-width="1024" height="308" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsFFb6X-R8H3ZXF2CHpqbW1b7xDClMscONWE6pgNxK4RkliRb5pp7yDLYAEun3mq2IOOeB0Ig5cM-IJaZ7cGlcRs_3inBJxpmYUN7uUx8fRqDiSz2jFkY-S7GY4-LlIDBX9j5ntCwhTIVo/s400/copertina-andrea-1024x793-1024x793.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">La autora y la portada de la edición italiana</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Los dos últimos capítulos tienen un enfoque un tanto diferente. El titulado <i>Pero entonces, ¿cómo se traduce?</i> se centra en la experiencia concreta del estudio del griego en la enseñanza secundaria italiana. A pesar de estar plagadas de jugosas anécdotas, estas páginas dejan un sabor agridulce por el <span style="color: #6aa84f;"><i>terror, el pánico, el miedo pavoroso</i></span> que provoca este auténtico <i>hueso </i>de asignatura entre los estudiantes del <i>liceo classico</i>. Recurriendo a la hipérbole, la ironía y el sentido del humor, Marcolongo apela a la camaradería del superviviente, al viejo adagio de <i>lo que no te mata te hace más fuerte</i>, pero se echa en falta algo de espíritu crítico ante unos métodos de enseñanza tan contrarios a los principios del aprendizaje natural de las lenguas. Como se afirma en el libro <span style="color: #6aa84f;"><i>es terrible la situación de quien no entiende una cosa, pero le han dicho que debe amarla</i></span>. No obstante, la autora parece alinearse con los que defienden el valor formativo de esa supuesta <i>disciplina mental</i> que se derivaría del estudio del latín y el griego desde una perspectiva meramente gramatical, enfocada a la traducción. Por suerte en la misma Italia y también en España se está volviendo la vista hacia otra metodología nada nueva, la que aplicaron hace ya quinientos años los humanistas, quienes mayor competencia han demostrado en estas lenguas al margen de los antiguos griegos y latinos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqgfbfCXAXnl8uuG1ONg_qgJpGEqXARDsw4Iehyphenhyphenw0Mk88QZexVlU_o0toECHFdQ3N6M4DgGRECyf3tLFk4mtaczkZaGMxNqXaChNsZqRplyTD5Ju3Ly0AoGwmt8SlsZXsbRKzz4MgRVM2o/s1600/083721648-88f6e094-443a-4d36-b9e4-24abeb0d7660.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="315" data-original-width="560" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqgfbfCXAXnl8uuG1ONg_qgJpGEqXARDsw4Iehyphenhyphenw0Mk88QZexVlU_o0toECHFdQ3N6M4DgGRECyf3tLFk4mtaczkZaGMxNqXaChNsZqRplyTD5Ju3Ly0AoGwmt8SlsZXsbRKzz4MgRVM2o/s400/083721648-88f6e094-443a-4d36-b9e4-24abeb0d7660.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #6aa84f;">Examen de madurez del <i>liceo classico</i></span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
En el capítulo final se hace un recorrido por la historia de la lengua griega desde sus orígenes indoeuropeos hasta nuestros días. En esto el griego también es original, es la lengua documentada con una historia más larga, la <span style="color: #6aa84f;"><i>única lengua de Europa que ha seguido cambiando dentro de sí misma sin cambiar a otra cosa distinta de ella</i></span>. Es en esta última parte donde las opiniones de la autora resultan más discutibles, porque parece presentar la evolución desde el griego clásico en adelante como un largo proceso de decadencia, hasta el punto de sugerir, en contra de lo que se afirmaba más arriba, una fractura en la época de la κοινή, a partir de la cual se podría hablar del griego antiguo como de una lengua muerta. Los datos de la exposición nos parecen confusos e imprecisos, y las afirmaciones de Marcolongo un tanto gratuitas, confundiendo las tendencias puristas del aticismo, el griego bizantino o la más reciente καθαρεύουσα, con la evolución real de la lengua. Da la impresión de que el griego moderno es una lengua artificial, creada en el siglo XIX, después de la Guerra de Independencia, que toma préstamos gramaticales y léxicos del griego antiguo. Como si la lengua popular, la δημοτική, no fuera el auténtico y legítimo vehículo de expresión del pueblo griego, eslabón último de una larguísima tradición que se inicia con las tablillas micénicas.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>Hoy el verdadero reto, no sólo lingüísticamente hablando, está en la voluntad de reconstruir una lengua por fin moderna que sirva a todos los griegos para entender y hacerse entender dentro de sus propios confines y sobre todo fuera de Grecia. [...] De hecho Grecia habla hoy un griego moderno que toma prestados gran parte de sus elementos del griego antiguo para recalcar al mundo la identidad de un pueblo que tiene el pasado cultural más imponente del mundo occidental.</i></span></blockquote>
Esta sorprendente cita incide en cierta visión despectiva que una parte de la filología clásica suele mostrar hacia la lengua y la cultura de la Grecia medieval y moderna, y que es consecuencia tanto del desconocimiento, como de una idealización excesiva de la Grecia clásica. Ya a los viajeros cultos del XVIII y del XIX les costaba reconocer que sus admirados Pericles o Demóstenes tuvieran algo que ver con los rudos habitantes que encontraban en sus recorridos por Grecia. Nosotros, sin embargo, creemos que resulta estéril hacer cortes con bisturí y poner barreras en la historia de una lengua; que más que de un griego antiguo y otro moderno habría que hablar de un griego eterno, la lengua de Homero, Arquíloco, Safo, Platón o Sófocles, pero también la de Solomós, Cavafis, Kazantzakis, Elitis o Dimulá.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBIvLIotMup35E4z0rHari7kBBdxAlQS0h6p4jdA4n2Ap75wMdrGyAcqKUY7H4EhkUtIj1SKjpDQSEmZh_8_B1SPqAmXvMgwe94dDhhSMwLRD_eToXhwX0kUaDdbnVz8wztPAQ6Sh-SrDF/s1600/nea-ellinika.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="584" data-original-width="700" height="332" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBIvLIotMup35E4z0rHari7kBBdxAlQS0h6p4jdA4n2Ap75wMdrGyAcqKUY7H4EhkUtIj1SKjpDQSEmZh_8_B1SPqAmXvMgwe94dDhhSMwLRD_eToXhwX0kUaDdbnVz8wztPAQ6Sh-SrDF/s400/nea-ellinika.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<i>La lengua de los dioses</i>, que lleva el subtítulo<i><i> Nueve razones para amar el griego</i>, </i>ha sido publicado en español por la editorial Taurus. Hay que elogiar la labor de los traductores, Teófilo de Lozoya y Juan Rabasseda, que vierten fielmente del italiano el libro de Marcolongo, mostrando al mismo tiempo buen conocimiento de la terminología filológica y familiaridad con el griego antiguo. A pesar de algunos aspectos discutibles no se le puede negar a <i>La lengua de los dioses</i> la frescura, originalidad y, sobre todo, el amor que transmite por una lengua que merecería ser reconocida como patrimonio inmaterial de la humanidad.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="color: #6aa84f;"><i>No existen lenguas muertas o no muertas; lo que existe son lenguas fecundas, tan fértiles como el griego, que forman parte de vuestra lengua materna, tan potentes que forman parte de vosotros mismos.</i></span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: center;">
<br /><iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/8FkyX5DOvZU" width="560"></iframe>
</div>
</div>
juanjocastrohttp://www.blogger.com/profile/16029831066153158267noreply@blogger.com2