domingo, 30 de enero de 2011

"Muerte en Estambul" de Petros Márkaris

Acabo de leer Muerte en Estambul, de Petros Márkaris, la última novela hasta la fecha de la serie protagonizada por el comisario Kostas Jaritos. La novela ha sido editada en español por la editorial Tusquets en su colección Andanzas, y traducida del griego por Ersi Marina Samará Spiliotopulu. Existe también una edición de bolsillo disponible en MaxiTusquets. De Petros Márkaris y su personaje ya hemos hablado en ΔΙΔΑΣΚΑΛΟΣ al comentar su anterior novela, El accionista mayoritario.


El título de la edición española, aunque tiene poco que ver con el título original griego (Παλιά, πολύ παλιά), nos da una idea del argumento de la novela. En efecto, la acción se desarrolla en Estambul, donde el comisario Jaritos se encuentra de vacaciones junto a su mujer Adrianí. Nuestro protagonista se verá inmerso por casualidad en la investigación de una serie de asesinatos, en los que está implicada una misteriosa y escurridiza anciana que obsequia a sus víctimas con empanadas de queso, τυρόπιτες, envenenadas con pesticida. Al principio de la investigación el comisario Jaritos se encuentra incómodo, fuera de su ambiente: en medio de una ciudad extraña, obligado a colaborar con la policía turca y a mantenerse en un segundo plano, sin su destartalado Mirafiori y sin la ayuda de sus subordinados Vlasópulos y Dermitzakis. Sin embargo, al final acabará familiarizándose con las calles de Estambul y, después de muchas suspicacias, fraguará una amistad muy especial con el comisario turco Murat.

Como en todas las novelas de Márkaris, junto a la trama policial hay un jugoso trasfondo social. En esta ocasión, más allá de los tópicos y los prejuicios de los griegos hacia los turcos, expresados por algunos de los compañeros de viaje del matrimonio Jaritos, el comisario se dará cuenta de que las semejanzas entre griegos y turcos, entre Atenas y Estambul, son mayores de lo que se podría pensar. Por otro lado, el verdadero protagonista colectivo de la novela es la pequeña comunidad griega de Estambul, a la que perteneció la propia familia del autor, nacido en la ciudad del Bósforo en 1937. Según confiesa Márkaris en la dedicatoria de la novela, el personaje de la anciana María Jambu está inspirado en la mujer que le cuidó durante su infancia. La minoría griega de Estambul sobrevive a pesar del acoso periódico al que se ha visto sometida a lo largo del siglo XX por las autoridades turcas, y a pesar también de la indiferencia e incomprensión de sus compatriotas griegos. Todo ello le da pie a Márkaris para reflexionar sobre las dificultades de adaptación y supervivencia de todas las minorías, ya sean los griegos de Estambul o los turcos de Alemania.

Muerte en Estambul es, en mi opinión, una de las mejores novelas de la serie, con una sugerente trama que se desarrolla en el marco de una ciudad fascinante.


Petros Márkaris

miércoles, 26 de enero de 2011

Fábulas de Esopo: La comadreja y Afrodita

Nuestra amiga NAUSICA nos sigue sorprendiendo con sus originales animaciones de las fábulas de Esopo. La última es la de la comadreja y Afrodita, una fábula que hemos trabajado en clase la semana pasada. Podéis verla pinchando en la siguiente imagen:

jueves, 20 de enero de 2011

Repaso del vocabulario y la gramática de la unidad 5: ΠΡΟΣ ΤΗΙ ΚΡΗΝΗΙ

Con la siguiente presentación se pueden repasar el vocabulario y la gramática de la unidad 5 de griego de 1º de Bachillerato.

miércoles, 12 de enero de 2011

"Carpe amorem" de Aurora Luque

Estas navidades he leído Carpe amorem, una antología de la poesía amorosa de Aurora Luque publicada por la editorial Renacimiento de Sevilla. La selección de los poemas y la introducción corren a cargo de Ricardo Virtanen.


Aurora Luque (1962) es almeriense de nacimiento, granadina de adopción, malagueña de residencia y griega de vocación, según se afirma en el prólogo. Estudió filología clásica en Granada y ejerce como profesora de griego en Málaga. Hasta la fecha ha publicado seis libros de poemas, además de traducciones de autores griegos clásicos y modernos. En su obra son frecuentes las alusiones al mundo grecolatino y, ocasionalmente, a la Grecia moderna. Especialmente recurrentes son las referencias a los mitos clásicos, que la autora recrea, evoca o actualiza en sus poemas. Así, en las páginas de Carpe amorem nos podemos encontrar con Teseo, Ariadna y el Minotauro, Aquiles y Pentesilea, Urano y Afrodita, Odiseo, Adonis, Dido o Filoctetes.

Por otro lado, es habitual en la poesía de Aurora Luque el juego de referencias a autores antiguos, como Safo, Sófocles, Catulo, Horacio o Virgilio, y también modernos, entre los que se encuentran los griegos Cavafis, Seferis y Kavadías. A este respecto, son frecuentes las referencias al tópico horaciano del carpe diem, que aparece transformado en carpe noctem (título de uno de los poemarios de la autora) o carpe amorem. También hay que mencionar una breve serie de poemas en los que Aurora Luque reescribe, desde una perspectiva femenina y contemporánea, algunos de los poemas más célebres de Catulo.

Aurora Luque


Hace tan solo un par de meses que uno de los poemas del libro, Kolymbosai o Las nadadoras, aparecía en El ascético deleite de la hermosura, un blog dedicado a la poesía en español que tiene su fuente de inspiración en Grecia. Nosotros reproducimos a continuación Gel, uno de los poemas más significativos del libro, en el que, a partir de un hecho cotidiano, una simple ducha, se evoca el mito de la castración de Urano y el nacimiento de Afrodita. Ofrecemos también la personal recreación que hace Aurora Luque del famoso Vivamus, mea Lesbia, atque amemus de Catulo.


GEL

Preparo la toalla. Me descalzo. Esa esponja
porosa y amarilla que compré en un mercado
obsceno de turistas en la isla de Hydra
qué dócil bajo el agua cotidiana
tantos meses después, en el exilio.
De pronto el gel recuerda -su claridad lechosa,
su consistencia exacta- el esperma del mito,
el cuerpo primitivo y trastornado de Urano,
un susurro de olas mar adentro
y una diosa que aparta
los restos de otra espuma de sus hombros.
Me punza una emoción tan anacrónica,
un penoso latir, hondo y absurdo,
por ese mar. Por ese sólo mar. Busco una dosis
de mares sucedáneos.
Cómo podría desintoxicarme.
Dependo de por vida
de una droga. De Grecia.


LESBIA HOY

A vivir y a gozar, que son dos días
y uno sale nublado, mi Catulo.
Pasemos del acoso de chismólogos:
sus ladridos no valen medio euro.
Se enciende cada día el espectáculo.
Nuestros focos, en cambio, firman breves
contratos con la luz. Y luego llega
el apagón molesto de la muerte.
Dame mil besos, hazme mil caricias,
te haré luego otras mil, y luego ciento,
dame un millón de besos, luego otro,
diez mil abrazos, mil noches enteras.
Que sean tantos que a los paparazzi
les revienten las cámaras de fotos.