domingo, 15 de mayo de 2011

El acueducto romano de Albarracín a Cella

Esta Semana Santa he pasado unos días de vacaciones en el bonito pueblo de Albarracín y su comarca. Entre los numerosos atractivos de esta zona de Teruel se encuentran los restos de un acueducto romano de casi 25 kilómetros de longitud, que llevaba el agua del río Guadalaviar hasta la población romana que existía en la actual Cella.

En la localidad de Gea de Albarracín se acaba de inaugurar un centro de interpretación en el que se puede obtener información, visitar una pequeña exposición y ver un interesante audiovisual sobre el acueducto. Del antiguo trazado del siglo I d. C. se puede acceder hoy en día a ocho tramos de diversa longitud y estado de conservación.

El recorrido del acueducto alternaba galerías excavadas en la roca con canales a cielo abierto. Aunque no hay tramos que salven grandes desniveles mediante arcos, como en Segovia, Tarragona o Mérida, el acueducto de Albarracín, por su longitud y complejidad técnica, es una de las obras hidraúlicas romanas más importantes de la Península.

Tramo del acueducto a cielo abierto.


Galería excavada en la roca.

El acueducto tomaba sus aguas del río Guadalaviar, en las proximidades del pueblo de Albarracín, y discurría paralelo al río con tramos de galerías excavados en las paredes rocosas que lo flanquean. En estos tramos se pueden distinguir a intervalos regulares lumina o ventanas de ventilación, utilizadas durante la construcción del acueducto y para su mantenimiento posterior.


Lumina de ventilación tallados en las paredes rocosas.

Tramo de galería en el que entra la luz a través de los lumina laterales.

Al llegar a la localidad de Gea de Albarracín el trazado se aparta del cauce del río y, tras un tramo que discurre a cielo abierto, el acueducto se hace subterráneo con una galería que llegaba en ocasiones hasta los 60 metros de profundidad. En esta parte del recorrido son característicos los putei o pozos verticales, que servían para acceder a la obra y extraer los materiales durante la construcción.

Tramo a cielo abierto y comienzo de la galería subterránea en las proximidades de Gea de Albarracín.

Puteus de ventilación.

Poco antes de llegar a Cella el acueducto sale de nuevo a la superficie y se puede seguir su trazado hasta las proximidades de la población.

Últimos tramos del acueducto con las viviendas de Cella al fondo.

Los distintos tramos del acueducto, debidamente señalizados y explicados mediante paneles informativos, constituyen una sorpresa para el visitante, que puede disfrutar aquí de un importante resto arqueológico muy bien conservado en un entorno de gran valor paisajístico.

2 comentarios:

  1. En cuanto tenga ocasión iré a verlo, me han encantado tus explicaciones e imágenes. Gracias por compartir este documento tan generosamente!
    Un abrazo.

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  2. Me alegro de que te haya gustado, Isabel. La verdad es que cuando llegué a Albarracín no tenía ni idea de la existencia del acueducto y fue una agradable sorpresa descubrirlo. Es un acueducto diferente a los que se suelen visitar, porque no se ve ni un solo arco, pero por su longitud no creo que haya muchos tan bien conservados.

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