lunes, 23 de abril de 2012

Unos pasajeros muy especiales

Recorriendo la isla de Mikonos esta Semana Santa llegamos a Ayios Ioannis, un pequeño caserío del sudoeste de la isla, compuesto por varias viviendas de veraneo diseminadas en torno a una pequeña ermita. Junto a la ermita una playa no muy grande y un modesto muelle de hormigón. Estamos fuera de temporada y no se ve ni un alma. Además sopla un fuerte viento. Por el mar se acerca un barco de pesca cuando un ciclomotor y una furgoneta aparcan junto al muelle.


Nos acercamos para ver la llegada del barco y curiosear lo que han pescado. Pero el cargamento del barco resulta totalmente inesperado.



Por un momento me vienen a la mente los grandes cruceros que atracan en las islas griegas y las inundan por unas horas de visitantes ávidos de fotos pintorescas, bisutería y souvenirs. Y es que, para nuestra sorpresa. del barco empiezan a desembarcar ovejas. Ovejas que viajaban apretadas en la cubierta y que vienen con pastor incluido.


Me acerco al hombre de la furgoneta y le pregunto por el curioso pasaje del barco. Me responde que las ovejas vienen de la vecina isla de Delos. Queda poco más de una semana para Pascua y en Mikonos no hay suficientes corderos para la demanda que se espera. En pocos minutos un rebaño de más de un centenar de cabezas abandona el barco y sigue su viaje carretera arriba detrás del pastor y del hombre de la furgoneta. Los pescadores se esfuerzan en limpiar con mangueras el barco, sucio esta vez no por los restos de pescado, sino por los excrementos de las ovejas. A estas alturas, pasada ya la Pascua ortodoxa, poco será lo que quede de las pobres ovejas.

lunes, 16 de abril de 2012

De nuevo en Grecia

Esta Semana Santa he vuelto a Grecia para pasar unos días de vacaciones en Mikonos. Hacía dos años que no visitaba el país y en este tiempo Grecia se ha convertido en portada habitual de los medios de comunicación de medio mundo. Hablando con los griegos uno se da cuenta de hasta qué punto han empeorado sus condiciones de vida, y eso que los efectos de la crisis en una isla como Mikonos son menores que en Atenas. Lo peor es la falta de perspectivas y el convencimiento de que las próximas elecciones no servirán para mejorar la situación. A pesar de todo, por mucho que se empeñen los políticos indignos y los tiburones de las finanzas en convertirla en un infierno, Grecia siempre será un paraíso, por la luz especial de su cielo, la belleza de sus paisajes y el carácter de su gente.





Estando en Mikonos es obligado acercarse a la vecina isla de Delos, el corazón de las Cícladas, la cuna de Apolo y Ártemis. La primavera del Egeo añade un encanto especial al paisaje y al magnífico recinto arqueológico.






Allí he recordado unos versos del poeta Odiseas Elitis, que en su obra Άξιον εστί habla del nacimiento del mar y las islas. He leído en alguna parte que Elitis concibió este poema como un himno a Grecia que compensara la injusticia y la falta de reconocimiento del mundo contemporáneo hacia los sufrimientos de su país. Quizá no sea mala idea recurrir a la poesía en estos tiempos de crisis. Así que aquí están los versos de Elitis a los que puso música Mikis Teodorakis.



Τότε είπε και γεννήθηκεν η θάλασσα
Και είδα και θαύμασα
Και στη μέση της έσπειρε κόσμους μικρούς κατ' εικόνα και ομοίωσή μου:
Ίπποι πέτρινοι με τη χαίτη ορθή
και γαλήνιοι αμφορείς
και λοξές δελφινιών ράχες
η Ίος η Σίκινος η Σέριφος η Μήλος
"Κάθε λέξη κι από 'να χελιδόνι
για να σου φέρνει την άνοιξη μέσα στο θέρος" είπε
Και πολλά τα λιοδέντρα
που να κρησάρουν στα χέρια τους το φώς
κι ελαφρό ν' απλώνεται στον ύπνο σου
και πολλά τα τζιτζίκια
που να μήν τα νιώθεις
όπως δε νιώθεις το φρυγμό στο χέρι σου
αλλά λίγο το νερό
για να το 'χεις Θεό και να κατέχεις τί σημαίνει ο λόγος του
και το δέντρο μονάχο του
χωρίς κοπάδι
για να το κάνεις φίλο σου
και να γνωρίζεις τ' ακριβό του τ' όνομα
φτενό στα πόδια σου το χώμα
για να μην έχεις πού ν' απλώσεις ρίζα
κια να τραβάς του βάθους ολοένα
και πλατύς επάνου ο ουρανός
για να διαβάζεις μόνος σου την απεραντοσύνη
ΑΥΤΟΣ
ο κόσμος ο μικρός, ο μέγας!


Entonces habló y nació el mar
Y lo vi y me asombré
Y en medio esparció pequeños mundos a mi imagen y semejanza:
Caballos de piedra con la crin enhiesta
y tranquilas ánforas
y espaldas inclinadas de delfines
Íos Síkinos Sérifos Milos
"Cada palabra de una golondrina
para que te traiga la primavera en mitad del verano" dijo
Y muchos olivos
para que criben en sus manos la luz
y se extienda ligera en tu sueño
y muchas chicharras
para que no las sientas
como no sientes el pulso en tu mano
pero poca agua
para que la tengas por Dios y conozcas qué significa su palabra
y el árbol solitario
sin rebaño
para que lo hagas tu amigo
y conozcas su nombre exacto
delgada a tus pies la tierra
para que no tengas donde echar raíces
y tires del fondo cada vez más
y ancho arriba el cielo
para que leas tú solo la inmensidad
¡ESTE
mundo, el pequeño, el grande!