Esta Semana Santa he pasado unos días de vacaciones en el bonito pueblo de Albarracín y su comarca. Entre los numerosos atractivos de esta zona de Teruel se encuentran los restos de un acueducto romano de casi 25 kilómetros de longitud, que llevaba el agua del río Guadalaviar hasta la población romana que existía en la actual Cella.
En la localidad de Gea de Albarracín se acaba de inaugurar un centro de interpretación en el que se puede obtener información, visitar una pequeña exposición y ver un interesante audiovisual sobre el acueducto. Del antiguo trazado del siglo I d. C. se puede acceder hoy en día a ocho tramos de diversa longitud y estado de conservación.
El recorrido del acueducto alternaba galerías excavadas en la roca con canales a cielo abierto. Aunque no hay tramos que salven grandes desniveles mediante arcos, como en Segovia, Tarragona o Mérida, el acueducto de Albarracín, por su longitud y complejidad técnica, es una de las obras hidraúlicas romanas más importantes de la Península.
Tramo del acueducto a cielo abierto.