Otra de mis lecturas de este verano ha sido la Biblioteca de clásicos para uso de modernos de Luis Antonio de Villena, conocido poeta, novelista y crítico literario. El libro está publicado por la editorial Gredos y lleva como subtítulo Diccionario personal sobre griegos y latinos.
El formato básico del libro es, en efecto, el de un diccionario de autores y géneros de la literatura grecolatina, aunque hay algunas entradas que se refieren a personajes históricos (Adriano, Alejandro Magno, Heliogábalo, Hipatia, Juliano, Nerón), a lugares (Antioquía, Biblioteca de Alejandría) o a temas diversos (Grafitos pompeyanos, Homosexualidad griega).
A pesar de algunos deslices en la transcripción de nombres propios y términos griegos, o en la cronología relativa de alguna obra, el autor demuestra ser un gran conocedor de la literatura griega y latina. En tres o cuatro páginas resume los aspectos fundamentales de un autor, una obra o un género, y comenta la impresión que le causaron cuando los leyó por primera vez en sus años de Bachillerato o Universidad. Como se advierte en el subtítulo del libro, se trata de un diccionario personal, en el que se dejan ver los gustos y preferencias del autor: una buena parte de las entradas tiene que ver con la poesía; hay alguna ausencia notable, como Eurípides, mientras que un autor marginal, como Apocracio, tiene su propio artículo.
Aunque se presenta como un diccionario nos encontramos ante un libro bastante ameno que se lee con gusto de un tirón. El autor sabe transmitir en cada artículo su entusiasmo y admiración por la literatura antigua, cuya vigencia reivindica en una de las últimas frases del libro: "Seamos clásicos para ser modernos".
Terminamos con una cita tomada de la introducción, en la que Luis Antonio de Villena explica alguna de las razones que le han llevado a escribir el libro:
"Al contrario que en mis días de estudiante, los alumnos de hoy apenas conocen ni estudian aquellas culturas nutricias (alma mater) que van desapareciendo tristemente de los planes de estudio, ante la mayoritaria indiferencia. Una de las muchas razones de este libro es protestar contra esa desaparición del humanismo grecolatino, mostrando a la vez, en un diccionario muy personal, mi pasión por ese mundo y muchos de sus autores, intentando ver (y no es difícil) lo que aún tienen de nuevo, y de materia espléndida para construir el futuro más libre y más hedonista."
Interesante. Una pena que no haya más gente así fuera del mundo de la Filología Clásica.
ResponderEliminarCreo que Luis Antonio de Villena no es del todo ajeno a la Filología Clásica. Según se comenta en la cubierta del libro estudió en su día clásicas dentro del antiguo plan de estudios de Filosofía y Letras. En cualquier caso presenta en este libro una visión personal de la literatura clásica, alejada del mundo académico.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por tu comentario, Jose.