DIDASKALOS

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martes, 12 de abril de 2011

"Tierras de sangre" de Didó Sotiríu

Acabo de releer Tierras de sangre (Ματωμένα χώματα), la novela de Didó Sotiríu que publicó hace unos años en español ediciones del Acantilado con traducción de César Montoliu.


Didó Sotiríu nació en 1909 en Aydín, Asia Menor, y siendo una niña vivió el drama de la guerra y el destierro. En Grecia trabajó como periodista y escritora. En los años 30 ingresó en el partido comunista y participó en la resistencia contra la ocupación nazi. Hasta su muerte en 2004 estuvo muy comprometida con las causas sociales y, especialmente, con el movimiento feminista.

Didó Sotiríu

En 1962 Didó Sotiríu publica Tierras de sangre, una de las mejores novelas que se han escrito sobre el desastre de Asia Menor. El protagonista es Manolis Axiotis, el hijo de un modesto campesino griego de Anatolia, que narra en primera persona los difíciles acontecimientos que le ha tocado vivir, desde su mísera infancia en un pueblo cercano a las ruinas de Éfeso, hasta la derrota del ejército griego en la campaña de Asia Menor.

Axiotis es un auténtico superviviente, continuamente enfrentado a situaciones límite de las que consigue salir gracias a unas inquebrantables ganas de vivir. Es testigo del progresivo deterioro de las relaciones entre griegos y turcos, que desembocará en un hostigamiento abierto de la población griega del imperio otomano. Con la Primera Guerra Mundial la situación empeora y los griegos son reclutados en los terribles Amelé Taburú, batallones de trabajo donde viven en condiciones de semiesclavitud. Axiotis deserta de uno de estos batallones y permanecerá escondido hasta que se firme el armisticio. La derrota de Turquía anima a Grecia a intervenir militarmente en Asia Menor. El propio Axiotis se alista en el ejército griego, que se toma ahora la revancha contra la población civil turca. Una vez que se ha encendido la llama del odio racial la espiral de violencia parece no tener fin. La derrota del ejército griego desata de nuevo una feroz represión que culmina con la expulsión definitiva de la población griega de Anatolia.

Axiotis ve cómo el mundo que conoció en su infancia se desmorona a su alrededor en apenas diez años. Algunas páginas de la novela son realmente desgarradoras, como cuando el protagonista se encuentra con una columna de prisioneros armenios que le cuentan su terrible experiencia, o cuando, después de la derrota griega, una muchedumbre desesperada deambula por las calles de Esmirna esperando la llegada de los turcos.

Incendio de Esmirna en septiembre de 1922

Didó Sotiríu rehuye las simplificaciones a la hora de explicar estos trágicos acontecimientos. Tanto griegos como turcos tienen su parte de culpa: unos desencadenaron la limpieza étnica contra las minorías cristianas griegas y armenias, otros atizaron el fuego con la violencia ejercida contra la población turca durante la campaña de Asia Menor. No menos culpables fueron las potencias occidentales, que alentaron el odio racial para favorecer sus propios intereses económicos. Cuando la autora publica la novela han pasado cuarenta años desde la catástrofe y su intención es evitar que este terrible drama caiga en el olvido, como confiesa en el prólogo del libro que reproducimos a continuación:

Hace cuarenta años que la población griega de Asia Menor fue expulsada de su ancestral morada. Ese destierro es uno de los capítulos más estremecedores de nuestra historia reciente.

Los que vivieron en medio de aquella convulsión van desapareciendo uno tras otro y con ellos desaparece su testimonio. La memoria popular se pierde o se embalsama en los archivos. "No esperes lágrimas del ojo del muerto", dice un proverbio de Asia Menor.

Me he dejado cautivar por la memoria de los vivos. He escuchado con amor y compasión sus corazones. En ellos tienen depositados sus recuerdos como si fueran ramos y coronas pascuales en un iconostasio.

Detrás de Manolis Axiotis, el principal narrador del libro, se esconde un campesino de Asia Menor que conoció los batallones de trabajo entre 1914 y 1918, que más tarde vistió el uniforme griego, que vivió el Desastre de 1922, sufrió cautiverio y conoció la cruda vida de un refugiado para luego pasarse cuarenta años de estibador y sindicalista, además de haber combatido en la resistencia contra la ocupación alemana.

Ya jubilado, vino a verme un día para entregarme un cuaderno con sus recuerdos. Se había sentado pacientemente a escribir con sus pocas letras todo lo que habían visto sus ojos durante más de sesenta años.

De testigos presenciales así obtuve el material que necesitaba para escribir esta novela y ello con el único propósito de recrear un mundo que se ha perdido para siempre. Para que los viejos no olviden. Para que los jóvenes se formen un a opinión certera.

Terminamos con una canción de Yorgos Dalaras que ilustra la tragedia de la caída de Esmirna y el destierro de todo un pueblo obligado a abandonar su patria.



Η ΣΜΥΡΝΗ
Η Σμύρνη, μάνα, καίγεται
καίγεται και το βιος μας.
Ο πόνος μας δεν λέγεται
δεν γράφεται ο καημός μας.

Ρωμιοσύνη, Ρωμιοσύνη
δεν θα ησυχάσεις πια,
ένα χρόνο ζεις ειρήνη
και τριάντα στην φωτιά.

Η Σμύρνη, μάνα, χάνεται,
τα όνειρα μας πάνε.
Στα πλοία όποιος πιάνεται
κι οι φίλοι τον χτυπάνε.

ESMIRNA
Esmirna, madre, se quema.
Se queman también nuestros bienes.
Nuestro dolor no puede contarse,
ni escribirse nuestra pena.

Hélade, Hélade,
nunca descansarás,
un año vives en paz
y treinta en llamas.

Esmirna, madre, se pierde,
nuestros sueños se van.
Al que se agarra de un barco
hasta los amigos le pegan.

9 comentarios:

  1. Las "Tierras de sangre" llevadas a la televisión griega:

    http://www.youtube.com/watch?v=WaCuGNzo8L4&playnext=1&list=PL2818C30D497F927A
    etc.

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  2. Podemos ver el reflejo literario del Desastre Micrasiático de 1922 en tres novelas griegas contemporáneas, escritas en aquel momento histórico o inmediatamente después: Historia de un prisionero de Stratis Ducas (1929), El número 31328 de Ilías Venesis (1931) y Tierras de sangre de Dido Sotiríu (1962).




    Historia de un prisionero, de Stratis Ducas (Ediciones Lavrys, 2001, 8.85 €, agotado)
    La historia de un prisionero griego en Turquía durante el ataque turco a la ciudad de Esmirna en 1922.
    Nikólaos Kazákoglu junto a varios compatriotas suyos fueron hechos prisioneros y hacinados en una prisión turca de la que varios salían para ser dianas de escopetas o siervientes. Él tuvo más suerte que otros prisioneros y logró escaparse y esconderse por un tiempo. Sobrevivió en una cueva robando en las casas de los alrededores pero ante la posibilidad de ser descubierto, decidió hacerse pasar por turco y trabajar como uno de ellos. Encontró trabajo de pastor de ovejas y la familia que lo empleó, pensando que era turco, lo acogió como a un hijo. Nikólaos, que entonces se hacía llamar Bekset, después de haber trabajado y ahorrado cierta cantidad, le pidió a su jefe ir a su casa para traerse a su hermana y éste accedió. En el viaje de vuelta, logró encontrarse con varios turcos que lo ayudaron a desembarcar sano y salvo en tierra griega.



    El número 31328, de Ilías Venesis (Universidad de Sevilla, 2006, 15,00€ )
    En agosto de 1922, una vez vencido el ejército griego tras la campaña en Asia Menor, los turcos entran en los territorios griegos de Jonia. Se da la orden de que las mujeres y niños que así lo deseen embarquen rumbo a Grecia y abandonen Turquía. Pero los varones de entre 18 y 45 años están obligados a permanecer en el país y a formar parte los llamados batallones de trabajo. Es decir, a ser utilizados como mano de obra cautiva. Del pueblo de Aivalí salen tres mil prisioneros rumbo al interior. A finales de 1923, una vez firmado el armisticio, con el consiguiente intercambio de población, únicamente veintitrés de esos tres mil prisioneros regresan con vida. Venezis era uno de esos veintitrés supervivientes y vuelve a reencontrarse con su familia en Mitilene. El número 31328 es la crónica de las experiencias vividas por Venezis en los batallones de trabajo -y de exterminio- entre septiembre de 1922 y finales de 1923. El libro, que llegó a estar prohibido durante la ocupación alemana de Grecia, es un viaje iniciático de descenso a los infiernos y resurrección entre los muertos, un segundo nacimiento a la sabiduría que coloca al autor en un plano de experiencia desde el que nos trasmite una cálida denuncia contra la guerra apelando a la esencia común de la naturaleza del hombre, una visión reconciliadora desde la fe en el ser humano

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  3. También:

    América, América.
    America, America es una película de 1963 dirigida, producida y escrita por Elia Kazan, basada en el libro escrito por él mismo.

    La película empieza en los últimos años del siglo XIX, donde el joven griego Stavros Topouzoglou (Giallelis), que vive en una pobre población de la Anatolia es testigo de la brutal opresión de los turcos sobre el pueblo armenio. Enviado por su padre a la capital turca Constantinopla [renombrada Estambul en 1930], para trabajar en la oficina de un primo de su padre (Harry Davis), aunque su sueño es viajar a la tierra de las oportunidades, América. Su odisea comienza con un largo viaje a la capital donde pasa por decenas de pueblos empobrecidos por la mala situación del país. Ya en casa del primo de su hermano, se encuentra a un viejo desilusionado por el estado de su empresa, que ha caído en la ruina más absoluta. El anciano está dispuesto a salvar su negocio proponiendo a Stavros que se case con la hija de un mercader próspero (Linda Marsh). Stavros cree que ese matrimonio significaría el final de su su sueño americano y lo rechaza con el consecuente disgusto de su tío.

    Después de esto, vemos a Stavros como un mendigo por las calles de la capital, sobreviviendo a base de comer carne disecada y trabajando en trabajos infrahumanos,. Después de casi un año, consigue algo de dinero pero un encuentro con una mujer tan bella como malvada (Joanna Frank) lo deja sin dinero otra vez. Volviendo a la pobreza más extrema, el personaje encuentra una vivienda en las zona más pobre y superpoblada de la capital. Pero ésta se convierte en la zona donde el ejército gubernamental se ensaña con la población por ser el vivero de anarquistas y revolucionarios. Gravemente herido en una de estas reyertas, Stavros completamente inconsciente es apilado junto con el resto de cadáveres y llevado a sus familiares. Los familiares, apenados por su situación, le permiten quedarse en casa y Stavros, completamente decepcionado de todo sueño americano, acepta casarse con la hija del poderoso mercader. A pesar de ello, Stavros confiesa a su prometida sus intenciones de juntar todo el dinero posible para emigrar a los Estados Unidos. Una situación que no agrada a su novia.

    Poco después, Stavros se reencuentra con Hohannes (Gregory Rozakis), un joven armenio al que conoció en su pueblo, con el que el protagonista comienza un viaje a Estambul. Hohannes le informa que puede obtener un trabajo en un barco que le llevaría a América. Stavros cancela sus intenciones de casarse y embarcarse. Entre tanto Stavros mantiene un romance con una joven esposa (Katherine Balfour) de un anciano hombre de negocios (Robert H. Harris), un viejo conocido de su anterior futuro suegro. Durante el viaje a América, el anciano, que descubre el romance de Stavros con su mujer, acusa al joven de haberle pegado, por lo que avisa a la policía para que lo deporten al llegar a Nueva York. Cuando todo parece perdido, Hohannes, que ha contraído la tuberculosis, se suicida y permite que Stavros se haga pasar por él en el control de inmigración. Llega a la ciudad y empieza su sueño americano, trayendo con los años a toda su familia a los Estados Unidos.

    http://www.youtube.com/watch?v=90davCkZlZU&feature=related

    http://www.youtube.com/watch?v=o5P9QfIZf5c&feature=related

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  4. También:

    Ilías Venesis: Serenidad (1939)
    Ilías Venesis: Tierra de Eolia (1943)

    http://yasas-tomelloso.blogspot.com/2011/03/ilias-venezis-tierra-de-eolia.html

    http://www.goodreads.com/book/show/6215421

    http://www.perizitito.gr/product.php?productid=105441

    http://www.youtube.com/watch?v=s0Q88X6DC4k

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  5. 1922

    Una película griega sobre el desastre en Asia Menor.

    http://video.google.com/videoplay?docid=3845352493012291179#

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  6. http://www.youtube.com/watch?v=A0kC09RAgs8&feature=related

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  7. Vaya aluvión de comentarios, todos con enlaces muy interesantes. Gracias por todos ellos. No sabía que hubiera una adaptación televisiva de Tierras de Sangre, ni tampoco del número 31328, ni de Serenidad. La película de Elia Kazan es todo un clásico y un sentido tributo del director a sus orígenes. El libro de Stratís Ducas no lo conocía y el Número 31328 de Venesis es una lectura que tengo pendiente. Tierra de Eolia es una de mis novelas griegas preferidas y lo que más me gusta y me sorpende es que, al igual que en la obra de Didó Sotiríu, y a pesar de todo el sufrimiento y el dolor por la pérdida de la patria y del hogar, en ningún momento se destila odio, rencor o ansia de revancha, sino nostalgia por un tiempo en que fue posible la convivencia entre cristianos y turcos, y denuncia del horror de la guerra y la intolerancia.

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  8. Otros dos libros interesantes sobre el tema:

    "Pájaros sin alas", de Louis de Bernières: Brillante narración del autor de La mandolina del capitán Corelli sobre el amor y el odio, los conflictos de convivencia entre religiones y el gran absurdo que entraña cualquier guerra. La vida de los habitantes de una pequeña población costera de Anatolia, a principios del siglo XX, es un ejemplo de armonía: cristianos, musulmanes y armenios comparten sus tradiciones, su amor y su amistad. Pero con la desintegración del Imperio Otomano, la guerra acabará con todos sus sueños.

    "El laberinto" de Panos Karnezis: Ambientada en Anatolia en 1992, El laberinto es la historia de un destacamente del ejército griego que se extravía en el corazón de Turquía cuando se bate en retirada mientras el ejército turco acecha, ávido de venganza por los tres años de ocupación. El único refugio de los griegos será una pequeña comunidad que ha permanecido al margen de la guerra gobernada por un alcalde simplón y poblada por una galería de personajes en extremo singulares; una ciudad en la que nada volverá a ser igual cuando los soldados se marchen.

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  9. Gracias, María, por tus recomendaciones. El libro de Karnezis ya lo conocía en la edición de Seix Barral, pero el de Bernières no. Cuanto más lees sobre este tema te das cuenta de la magnitud de esta tragedia, poco conocida a este lado del Mediterráneo y que tiene múltiples caras. Una de ellas, la historia de los griegos pondios, la podemos conocer gracias a ti y a tus artículos en la Pasión Griega.
    Un saludo.

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