Acabo de leer Ulises from Bagdag, una novela del filósofo, dramaturgo y narrador francés Eric-Emmanuel Schmitt. El libro está publicado en español por Ediciones Destino y ha sido traducido del francés por Zahara García González.
Ulises from Bagdag es la historia de Saad, un joven iraquí nacido bajo el régimen despótico de Saddam Husein, que padece las terribles consecuencias del embargo internacional de los años 90 y pierde a varios miembros de su familia en la espiral de violencia que se desata tras la última guerra del Golfo. Ante la caótica situación que vive el país, Saad decide buscar un futuro mejor fuera de Iraq y emigrar a la próspera Europa.
La mayor parte del libro es la historia del largo viaje que llevará a Saad desde su país natal hasta Londres. Este viaje es presentado como una versión moderna de la Odisea, aunque hay una diferencia fundamental entre Ulises y Saad: el primero lucha por regresar a su patria, a sus orígenes, junto a los suyos, mientras que Saad huye de su patria y sus orígenes para buscar un lugar donde vivir en paz.
Las conexiones entre la Odisea y la historia de Saad son constantes, aunque en ocasiones un poco forzadas: el protagonista consigue salir de Iraq transportando un cargamento de opio que sus compañeros de viaje, cual modernos lotófagos, le incitan a consumir; en Egipto acude a la oficina de las Naciones Unidas para los refugiados, donde la encargada de estudiar su expediente, la doctora Circe, tiene el poder de convertirle "en un abogado inglés o en un cerdo arrojado a su porqueriza"; para cruzar la frontera entre Egipto y Libia consigue un trabajo en la gira de un grupo de rockeras suecas, "Las Sirenas"; más adelante tendrá que enfrentarse a su cíclope particular en la isla de Malta y llegará como náufrago a una playa de Sicilia, donde será recogido por su propia Nausica que acabará por convertirse en Calipso. En una reciente película de Costa-Gavras, Edén al Oeste, se establece también este paralelismo entre el fenómeno moderno de la emigración "ilegal" y las aventuras de Ulises.
A pesar del original planteamiento de la novela y de que la trama y los personajes atrapan al lector desde las primeras páginas, al relato le falta la fuerza suficiente para transmitir la magnitud del drama de los emigrantes, que abandonan todo y se juegan la vida en busca de un futuro mejor. Da la impresión de que el autor se ha quedado a medio camino entre la narración realista y el relato alegórico y eso le impide llegar hasta el fondo de la historia. En cualquier caso es una novela recomendable por lo que tiene de recreación de una obra universal e intemporal, como es la Odisea de Homero.
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