Desde hace unos años suelo pasar unos días de mis vacaciones en la localidad alicantina de Torrevieja. Allí he encontrado algunos comercios con nombres grecolatinos, curiosamente tres de ellos en la misma manzana. El primero es una tienda de buceo que luce en su fachada el nombre de Oδιsεα, escrito con algunos caracteres griegos. La referencia clásica no acaba ahí, ya que detrás de las letras aparece un delfín que recuerda a los del fresco de la habitación de la reina del palacio de Cnosos.
En el rótulo de la fachada, desgastado por el sol, el delfín minoico no se aprecia bien, pero en esta imagen tomada de la web se distingue claramente.
En la misma acera, dos puertas más abajo hay (o más bien había, porque el local está en venta) un restaurante italiano llamado Quovadís, una llamativa fusión de palabras latinas con curiosa acentuación.
Doblando la esquina del edificio, en la fachada de otro local comercial, encontramos un rótulo en el que se lee QUORUM, aunque unas persianas metálicas permanentemente cerradas no permiten averiguar la actividad a la que se dedica (o se dedicaba) el establecimiento.
No muy lejos de allí, en una de las calles más comerciales de Torrevieja, otro negocio, también cerrado, lleva el nombre de la diosa griega de la caza, ARTEMIS. En este caso la referencia clásica no se limita al nombre, sino también a la arquitectura, ya que presenta un frontón triangular y unas columnas toscanas en la fachada.
En el frontón hay un medallón con un relieve en el que se distingue a Eros, con su arco y sus alas, y una figura femenina que parece representar a Afrodita, más que a Ártemis.
Por último, en la misma céntrica zona comercial, una tienda de ropa se libra de la crisis con su nombre latino QUID DIVINUM.
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